الريــم
09-27-2022, 11:24 AM
"?Aqu? estamos las feministas!", gritaban miles de mujeres en las manifestaciones multitudinarias del 8M de 2018. Toda una declaraci?n de intenciones: estaban all? y era para quedarse, para dar la vuelta a un mundo que las penaliza, desde la econom?a a los cuidados. El amor es, quiz?, la ?ltima isla por diseccionar y reconstruir en clave igualitaria desde el feminismo.
?sa es la misi?n tit?nica de la periodista y escritora Mona Chollet en 'Reinventar el amor' (Ed. Paid?s), un ensayo en el que explica por qué, al enamorarnos, hombres y mujeres estamos condicionados por mecanismos de desigualdad, dominaci?n y subordinaci?n. Sin eludir dolorosas contradicciones, la autora analiza por qué el patriarcado es tan poroso en la vida ?ntima y hace del amor "un camino lleno de trampas", cuando no de opresi?n y violencia: "Esta sociedad nos ense?a la adicci?n al amor -a las mujeres- y luego nos ridiculiza por ello", escribe.
La gran contradicci?n est? en el mismo amor, precisa la autora, pues es portador a la vez de alienaci?n y sabidur?a.
En su libro, Premio Europeo de Ensayo 2022, llama a la valent?a de desterrar los esquemas prestablecidos para construir una forma de amar hermosa y s?lida: "No creo que el amor heterosexual exista simplemente para servir al patriarcado de caballo de Troya en el coraz?n de las mujeres. (...) Pero la relaci?n entre hombres y mujeres est? efectivamente envenenada por la dominaci?n. Y si uno ama al amor, debe tener el valor de examinar l?cidamente ese veneno". Ese ejercicio que propone en el ensayo es "un acto de hero?smo".
"Durante mi adolescencia, nada vino a poner en cuesti?n la visi?n id?lica que me daban las pel?culas o las novelas, y creo que durante bastante tiempo albergué la ilusi?n de que las desigualdades, la dominaci?n y la violencia estaban ausentes de nuestras vidas sentimentales. Se produjo algo angustiante y desestabilizador al comprender que podemos sufrirlas incluso all? donde se concentran algunas de nuestras aspiraciones m?s profundas, all? donde somos m?s vulnerables", confiesa. La negaci?n, aunque tentadora, no salva.
As? que Chollet, con la absoluta convicci?n de que "el amor vale la pena", se entrega al objetivo de examinar con cuidado los mecanismos que nos hacen enamorarnos. Y lo hace de la mano de grandes te?ricas como bell hooks, Eva Illouz, Jane Ward, Wendy Langford, Catharine MacKinnon o Noèmie Renard.
?El amos es cosa de mujeres?
?Sirve el romanticismo para disimular las relaciones de poder? ?Se ha erotizado la desigualdad? ?Por qué muchas mujeres se ven forzadas a elegir entre la realizaci?n amorosa y la integridad y realizaci?n personal? ?Cu?ndo vamos a dejar de ennoblecer la violencia contra las mujeres en nombre del amor? ?El amor es cosa de mujeres? ?Lo infravaloran los hombres? ?Es un error amar con audacia y valent?a?
Analizar el amor heterosexual con mirada feminista puede ser osado, una empresa que no sea vista con buenos ojos por algunos sectores del feminismo; pueden asociarlo a una "debilidad embarazosa" m?s que como una b?squeda intelectual leg?tima. Como recuerda bell hooks: "No hemos abordado plenamente nuestra intensa aspiraci?n al amor por miedo a que esa confesi?n comprometa nuestra imagen de feministas poderosas y consumadas. (...) Podemos hablar de nuestro deseo de poder, pero no de nuestro deseo de amor. Este ha de permanecer secreto. Formularlo ser?a alinearse con los débiles y los sentimentales".
"El amor a puerta cerrada es embriagador cuando todo va bien, pero también puede fragilizarnos terriblemente. Necesitamos un discurso p?blico que rompa ese aislamiento", afirma Chollet.
La sociedad, explica, bombardea con perversidad a hombres y mujeres, a quienes insta a la heterosexualidad, al mismo tiempo que los educa y socializa met?dicamente para que sean incapaces de entenderse.
Cita a Kevin Diter para se?alar que se aprende desde muy joven que el amor es cosa de chicas y que interesarse demasiado en ello puede poner en peligro la reputaci?n y definici?n de los ni?os como chicos y, por consiguiente, su estatus dominante.
"?Qué funci?n cumple el condicionamiento de las mujeres ante el amor? Aunque no creo que la heterosexualidad se resuma en una trampa del patriarcado, me parece innegable que, alimentando a las ni?as y las mujeres con romanzas, alab?ndoles los encantos y la importancia de la presencia de un hombre en sus vidas, se las alienta a aceptar su rol tradicional de proveedoras de cuidados. Se las coloca as? en una posici?n de debilidad en su vida sentimental: si la existencia y la viabilidad de la relaci?n les importan m?s que a sus compa?eros, en caso de desacuerdo son siempre ellas las que ceder?n, las que llegar?n a un compromiso o se sacrificar?n. Se educa a las mujeres para que sean m?quinas de dar y a los hombres para que sean m?quinas de recibir", reflexiona la escritora.
Desequilibrios
Desigualdad en la empat?a, en los cuidados, en las tareas, en la implicaci?n emocional, en el compromiso... Reforzada por la desigualdad econ?mica que suele existir entre los miembros de la pareja y que refuerza la dominaci?n. "La implicaci?n mayor con la que las mujeres se implican en el amor representa la huella de la dependencia total a la que estuvieron sometidas durante mucho tiempo. Durante siglos, obtuvieron su estatus social y econ?mico y su identidad ?nicamente del matrimonio". Las cosas han cambiado mucho, pero hay ciertos resortes integrados.
El primer desequilibrio est? en la socializaci?n desde la infancia, que se refuerza con representaciones rom?nticas, expone Chollet, construidas sobre la sublimaci?n de inferioridad de las mujeres, a las que se les dice que son "demasiado" para gustar a los hombres: demasiado altas, demasiado brillantes, demasiado fuertes, demasiado creativas... Para no amenazar al ego masculino, se insta a la mujer a adoptar un papel secular. En el cap?tulo "?Hacerse peque?ita para ser amada?", la autora aborda c?mo la inferioridad de las mujeres est? encapsulada en el amor rom?ntico, una organizaci?n sentimental que se basa en la subordinaci?n femenina.
De esta forma, la debilidad, la impotencia, la delgadez, la abnegaci?n, la ingenuidad y la juventud se conciben como atributos seductores en las mujeres, mientras que el hombre es bello cuando es poderoso. Incide Chollet, y lo hace con palabras de Paul B. Preciado, que los gustos y deseos también se fabrican pol?ticamente. "?Erotizad la igualdad!", pidi? Gloria Steinem.
La realidad es que muchas mujeres se ven ante la disyuntiva de la identidad o del empeque?ecimiento en nombre de la realizaci?n amorosa: "Como si lo uno fuera posible sin lo otro, como si se pudiera conocer la felicidad, dar y recibir amor a partir de un ser truncado", se queja la autora.
No ser? el ?nico cruce de incompatibilidades que apunta Chollet: en la cultura, por un lado, se les ofrece la espera y el sufrimiento amoroso como destino, al tiempo que se alimenta en ellas el sue?o de una felicidad amorosa perfecta. Esperar al pr?ncipe azul milagroso que definir? su identidad. Ensalzar el amor sublime y contrariado y la abnegaci?n.
Adem?s, sostiene el ensayo, los estereotipos sexistas hablan de mujeres caprichosas y tir?nicas, con exigencias afectivas desorbitadas, mientras que a ellos se les pinta como seres aut?nomos con la cabeza fr?a. As? se insta impl?citamente al silencio y a la contenci?n. "Sentirse insatisfecha, abandonada y desestabilizada no puede funcionar", advierte la autora.
El desequilibrio entre hombres y mujeres tiene su m?xima expresi?n en la violencia machista. No elude Chollet que el amor y la pareja son probablemente el lugar de mayor vulnerabilidad para ellas y se detiene en los mecanismos que hacen que las mujeres maltratadas lleguen a priorizar las intereses y bienestar de su maltratador por encima de su propia seguridad y su vida. La primac?a que la sociedad otorga a las emociones de los hombres -con una cultura que reserva incluso un espacio a los agresores pero silencia a las v?ctimas- contribuye a que las mujeres, anuladas y con autoestima destruida, se pongan sistem?ticamente en el lugar del verdugo y se olviden de s? mismas.
Hay una tercera disyuntiva analizada: la de sexo versus emociones. "Una se expone a ser despreciada cuando vive libremente su sexualidad, con una m?nima implicaci?n afectiva, pero también cuando se muestra demasiado sentimental". ?Es el desapego afectivo una conquista feminista o una manera de conformarse a las expectativas masculinas?, plantea Eva Illouz. Propone Chollet defender a la vez el derecho de separar el sexo del amor y el de no censurar los sentimientos.
El silencio en ellas y el desapego y la indiferencia en ellos, aprendidos desde ni?os, causan grandes sufrimientos. Es hora de reinventar el amor para que los amantes se encuentren como seres humanos plenos, de igual a igual. Chollet parafrasea a Scott Peck para definir el nuevo camino: Amar es la voluntad de extender el yo a fin de alimentar el propio crecimiento espiritual y el del otro, como el hecho de trabajar a la vez en la realizaci?n propia y la del otro.
أكثر... (https://www.epe.es/es/igualdad/20220927/amor-hetero-trampa-patriarcado-75901444)
?sa es la misi?n tit?nica de la periodista y escritora Mona Chollet en 'Reinventar el amor' (Ed. Paid?s), un ensayo en el que explica por qué, al enamorarnos, hombres y mujeres estamos condicionados por mecanismos de desigualdad, dominaci?n y subordinaci?n. Sin eludir dolorosas contradicciones, la autora analiza por qué el patriarcado es tan poroso en la vida ?ntima y hace del amor "un camino lleno de trampas", cuando no de opresi?n y violencia: "Esta sociedad nos ense?a la adicci?n al amor -a las mujeres- y luego nos ridiculiza por ello", escribe.
La gran contradicci?n est? en el mismo amor, precisa la autora, pues es portador a la vez de alienaci?n y sabidur?a.
En su libro, Premio Europeo de Ensayo 2022, llama a la valent?a de desterrar los esquemas prestablecidos para construir una forma de amar hermosa y s?lida: "No creo que el amor heterosexual exista simplemente para servir al patriarcado de caballo de Troya en el coraz?n de las mujeres. (...) Pero la relaci?n entre hombres y mujeres est? efectivamente envenenada por la dominaci?n. Y si uno ama al amor, debe tener el valor de examinar l?cidamente ese veneno". Ese ejercicio que propone en el ensayo es "un acto de hero?smo".
"Durante mi adolescencia, nada vino a poner en cuesti?n la visi?n id?lica que me daban las pel?culas o las novelas, y creo que durante bastante tiempo albergué la ilusi?n de que las desigualdades, la dominaci?n y la violencia estaban ausentes de nuestras vidas sentimentales. Se produjo algo angustiante y desestabilizador al comprender que podemos sufrirlas incluso all? donde se concentran algunas de nuestras aspiraciones m?s profundas, all? donde somos m?s vulnerables", confiesa. La negaci?n, aunque tentadora, no salva.
As? que Chollet, con la absoluta convicci?n de que "el amor vale la pena", se entrega al objetivo de examinar con cuidado los mecanismos que nos hacen enamorarnos. Y lo hace de la mano de grandes te?ricas como bell hooks, Eva Illouz, Jane Ward, Wendy Langford, Catharine MacKinnon o Noèmie Renard.
?El amos es cosa de mujeres?
?Sirve el romanticismo para disimular las relaciones de poder? ?Se ha erotizado la desigualdad? ?Por qué muchas mujeres se ven forzadas a elegir entre la realizaci?n amorosa y la integridad y realizaci?n personal? ?Cu?ndo vamos a dejar de ennoblecer la violencia contra las mujeres en nombre del amor? ?El amor es cosa de mujeres? ?Lo infravaloran los hombres? ?Es un error amar con audacia y valent?a?
Analizar el amor heterosexual con mirada feminista puede ser osado, una empresa que no sea vista con buenos ojos por algunos sectores del feminismo; pueden asociarlo a una "debilidad embarazosa" m?s que como una b?squeda intelectual leg?tima. Como recuerda bell hooks: "No hemos abordado plenamente nuestra intensa aspiraci?n al amor por miedo a que esa confesi?n comprometa nuestra imagen de feministas poderosas y consumadas. (...) Podemos hablar de nuestro deseo de poder, pero no de nuestro deseo de amor. Este ha de permanecer secreto. Formularlo ser?a alinearse con los débiles y los sentimentales".
"El amor a puerta cerrada es embriagador cuando todo va bien, pero también puede fragilizarnos terriblemente. Necesitamos un discurso p?blico que rompa ese aislamiento", afirma Chollet.
La sociedad, explica, bombardea con perversidad a hombres y mujeres, a quienes insta a la heterosexualidad, al mismo tiempo que los educa y socializa met?dicamente para que sean incapaces de entenderse.
Cita a Kevin Diter para se?alar que se aprende desde muy joven que el amor es cosa de chicas y que interesarse demasiado en ello puede poner en peligro la reputaci?n y definici?n de los ni?os como chicos y, por consiguiente, su estatus dominante.
"?Qué funci?n cumple el condicionamiento de las mujeres ante el amor? Aunque no creo que la heterosexualidad se resuma en una trampa del patriarcado, me parece innegable que, alimentando a las ni?as y las mujeres con romanzas, alab?ndoles los encantos y la importancia de la presencia de un hombre en sus vidas, se las alienta a aceptar su rol tradicional de proveedoras de cuidados. Se las coloca as? en una posici?n de debilidad en su vida sentimental: si la existencia y la viabilidad de la relaci?n les importan m?s que a sus compa?eros, en caso de desacuerdo son siempre ellas las que ceder?n, las que llegar?n a un compromiso o se sacrificar?n. Se educa a las mujeres para que sean m?quinas de dar y a los hombres para que sean m?quinas de recibir", reflexiona la escritora.
Desequilibrios
Desigualdad en la empat?a, en los cuidados, en las tareas, en la implicaci?n emocional, en el compromiso... Reforzada por la desigualdad econ?mica que suele existir entre los miembros de la pareja y que refuerza la dominaci?n. "La implicaci?n mayor con la que las mujeres se implican en el amor representa la huella de la dependencia total a la que estuvieron sometidas durante mucho tiempo. Durante siglos, obtuvieron su estatus social y econ?mico y su identidad ?nicamente del matrimonio". Las cosas han cambiado mucho, pero hay ciertos resortes integrados.
El primer desequilibrio est? en la socializaci?n desde la infancia, que se refuerza con representaciones rom?nticas, expone Chollet, construidas sobre la sublimaci?n de inferioridad de las mujeres, a las que se les dice que son "demasiado" para gustar a los hombres: demasiado altas, demasiado brillantes, demasiado fuertes, demasiado creativas... Para no amenazar al ego masculino, se insta a la mujer a adoptar un papel secular. En el cap?tulo "?Hacerse peque?ita para ser amada?", la autora aborda c?mo la inferioridad de las mujeres est? encapsulada en el amor rom?ntico, una organizaci?n sentimental que se basa en la subordinaci?n femenina.
De esta forma, la debilidad, la impotencia, la delgadez, la abnegaci?n, la ingenuidad y la juventud se conciben como atributos seductores en las mujeres, mientras que el hombre es bello cuando es poderoso. Incide Chollet, y lo hace con palabras de Paul B. Preciado, que los gustos y deseos también se fabrican pol?ticamente. "?Erotizad la igualdad!", pidi? Gloria Steinem.
La realidad es que muchas mujeres se ven ante la disyuntiva de la identidad o del empeque?ecimiento en nombre de la realizaci?n amorosa: "Como si lo uno fuera posible sin lo otro, como si se pudiera conocer la felicidad, dar y recibir amor a partir de un ser truncado", se queja la autora.
No ser? el ?nico cruce de incompatibilidades que apunta Chollet: en la cultura, por un lado, se les ofrece la espera y el sufrimiento amoroso como destino, al tiempo que se alimenta en ellas el sue?o de una felicidad amorosa perfecta. Esperar al pr?ncipe azul milagroso que definir? su identidad. Ensalzar el amor sublime y contrariado y la abnegaci?n.
Adem?s, sostiene el ensayo, los estereotipos sexistas hablan de mujeres caprichosas y tir?nicas, con exigencias afectivas desorbitadas, mientras que a ellos se les pinta como seres aut?nomos con la cabeza fr?a. As? se insta impl?citamente al silencio y a la contenci?n. "Sentirse insatisfecha, abandonada y desestabilizada no puede funcionar", advierte la autora.
El desequilibrio entre hombres y mujeres tiene su m?xima expresi?n en la violencia machista. No elude Chollet que el amor y la pareja son probablemente el lugar de mayor vulnerabilidad para ellas y se detiene en los mecanismos que hacen que las mujeres maltratadas lleguen a priorizar las intereses y bienestar de su maltratador por encima de su propia seguridad y su vida. La primac?a que la sociedad otorga a las emociones de los hombres -con una cultura que reserva incluso un espacio a los agresores pero silencia a las v?ctimas- contribuye a que las mujeres, anuladas y con autoestima destruida, se pongan sistem?ticamente en el lugar del verdugo y se olviden de s? mismas.
Hay una tercera disyuntiva analizada: la de sexo versus emociones. "Una se expone a ser despreciada cuando vive libremente su sexualidad, con una m?nima implicaci?n afectiva, pero también cuando se muestra demasiado sentimental". ?Es el desapego afectivo una conquista feminista o una manera de conformarse a las expectativas masculinas?, plantea Eva Illouz. Propone Chollet defender a la vez el derecho de separar el sexo del amor y el de no censurar los sentimientos.
El silencio en ellas y el desapego y la indiferencia en ellos, aprendidos desde ni?os, causan grandes sufrimientos. Es hora de reinventar el amor para que los amantes se encuentren como seres humanos plenos, de igual a igual. Chollet parafrasea a Scott Peck para definir el nuevo camino: Amar es la voluntad de extender el yo a fin de alimentar el propio crecimiento espiritual y el del otro, como el hecho de trabajar a la vez en la realizaci?n propia y la del otro.
أكثر... (https://www.epe.es/es/igualdad/20220927/amor-hetero-trampa-patriarcado-75901444)