الريــم
09-26-2022, 02:11 PM
Cayetana ?lvarez de Toledo no est? tan sola. Es cierto que en su grupo no le dan bola, pero no est? tan sola. Tener esca?o pero no tener sitio es habitual en el Congreso. Ver?n...
La diputada del PP por Barcelona no pinta nada entre los suyos, vive (pol?ticamente) en la indiferencia de los dem?s. Pocos/as le acompa?an, acaso Pilar Marcos, que es también diputada y que fue su jefa de gabinete en una época ya olvidada. Qué r?pido se resquebraja la memoria en pol?tica. ?lvarez de Toledo fue la portavoz en el Congreso cuando comenz? la legislatura, hace tres a?os. Estuvo poco al frente de los 87 diputados (sin incluirla) que hoy la ningunean, ni siquiera 12 meses. En el verano de 2020, tras lo peor de la pandemia, Pablo Casado la destituy? después de una serie de desencuentros con...
Hay giros del destino que son suculentos. Otro diputado "olvidado" es precisamente la persona que motiv? la colisi?n entre el exl?der del Partido Popular y su exportavoz en el Congreso: el exsecretario general Teodoro Garc?a Egea. La realidad es que la bancada del PP tiene recientes unos cuantos "ex", personas que ocuparon cargos de relevancia y ahora tan s?lo retienen el esca?o. Poco m?s.
Sus rutinas, hoy, son discretas, un contraste que puede ser doloroso. Hace no mucho entraban en el palacio del Congreso rodeado de un séquito o formando parte de lo m?s granado de la cohorte del l?der. Parecen de la prehistoria aquellos desfiles de Pablo Casado secundado por ?lvarez de Toledo y Garc?a Egea, que no se pod?an ni ver. Ahora van solos o casi solos.
El jueves, ?ltima de las votaciones vividas en la C?mara, ambos estuvieron en sus esca?os y pulsaron los botones del "s?", "no" y abstenci?n. Cayetana ?lvarez de Toledo esquiv? la disciplina de voto del grupo en un punto de una proposici?n no de ley de Vox sobre la aplicaci?n del art?culo 155 de la Constituci?n en Catalu?a. Los populares se desmarcaron de la iniciativa, pero la exportavoz no.
Su esca?o pertenece la provincia de Barcelona. Moviliz? en las elecciones de noviembre de 2019 m?s de 225.600 papeletas. Salv? los muebles; gracias a ella el PP agarr? sus ?nicos dos esca?os en Catalu?a. Luego, Casado le design? portavoz para que desdibujara el auge que por entonces disfrutaba Inés Arrimadas.
A ?lvarez de Toledo y a Garc?a Egea les separan pocos esca?os. Ambos, cuando van al hemiciclo, que suele ser ?nicamente para seguir los debates importantes (a veces ni eso) y para votar (eso siempre), se colocan en la cuarta fila de la bancada del PP. En las semanas con pleno, pr?cticamente éstas son sus ?nicas actividades. No se dejan ver mucho. Garc?a Egea va de su despacho al hemiciclo casi siempre andando deprisa. Al principio, poco después de la renuncia y de la marcha de Casado, le paraban. Ahora ya no tanto. ?lvarez de Toledo va m?s pausada, se suele detener incluso en el patio, otra cosa es que departa con compa?eros de partido.
Desde el verano de 2020, la diputada por Barcelona apenas ha tenido ajetreo. En su grupo no se apuesta por ella, de modo que vive en la vicepresidencia de la Comisi?n de Hacienda y en unas pocas vocal?as. Ha registrado preguntas al Gobierno para que haya respuesta escrita. Muy poco m?s. No interviene. Fuentes de la direcci?n parlamentaria reconocen su incomodidad con ella. Diputados consultados para esta cr?nica conservan de forma v?vida su paso por la portavoc?a. Era muy dif?cil la relaci?n directa. Evitan la cr?tica, pero también el elogio.
Con m?s inquina se observa la trayectoria pasada de Egea. No dej? muchos amigos como secretario general. En la entrevista en La Sexta, la noche en que comunic? su dimisi?n, reconoci? que el puesto no era para hacer amigos. Su problema fue, en realidad, que acumul? demasiados enemigos.
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— Teodoro Garc?a Egea (@TeoGarciaEgea) 15 de septiembre de 2022 (https://twitter.com/TeoGarciaEgea/status/1570376977537810434?ref_src=twsrc%5Etfw)Quiz? por darle un pingüe complemento (1.550 euros m?s al mes, en bruto) al sueldo base de diputado que empez? a cobrar en marzo, se le aup? a la Presidencia de la Comisi?n de Seguridad Vial, cargo al que lleg? el pasado mes de julio. Desde aquellas famosas preguntas a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda D?az, no se le ha vuelto a escuchar una intervenci?n.
As? que no, Cayetana no est? sola. Como ella est? Teodoro. Y est? Alberto Casero, que fue mano derecha del diputado murciano y al que le persigue la sombra del error letal que salv? el decreto de la reforma laboral, y sobre todo, la nube negra de un suplicatorio por un presunto caso de corrupci?n cuando fue alcalde de Trujillo (Extremadura).
Tres diputados con esca?o pero sin sitio. Tres parlamentarios rodeados de indiferencia.
Otro tipo de soledad en el PSOE
En la otra gran bancada del Congreso, la socialista, hay diputados y diputadas como Cayetana, Teo y Alberto. La comparaci?n puede que les duela, aunque lo que duele es la din?mica de la pol?tica actual. Est?n tan borracha de t?ctica y de jugadas concebidas como maestras que en verdad son vulgaridades... Y est? tan sujeta a los caprichos de los jefes y las jefas que no asoma ni de lejos un vestigio de racionalidad.
Héctor G?mez, por ejemplo. Héctor G?mez como s?ntoma. Fue designado portavoz del PSOE en el Congreso en septiembre de 2021. Fue destituido en julio de 2022. ?Lo hizo tan mal? Visto desde fuera, no hubo una sola ley que no sacara adelante el Gobierno. Visto desde dentro, trascendieron m?nimamente los enormes problemas de coordinaci?n que tienen el Ejecutivo, el partido y el grupo para gestionar su propia agenda legislativa.
En la direcci?n del partido, es decir, en la cabeza de S?nchez, sin embargo, pes? demasiado una muy subjetiva percepci?n de que el tinerfe?o comunicaba mal. Como urg?a y urge imponer una narrativa de esfuerzo, compromiso y éxito para destejer la del PP, el secretario general apost? por Patxi L?pez. Una: "?el/la portavoz del principal grupo de la C?mara debe dedicarse s?lo a comunicar o debe también poner orden en la mencionada agenda legislativa?" La direcci?n socialista parece que se ha decantado por la primera parte del dilema.
Desde que le echaron del puesto, G?mez ha ido s?lo una vez al Congreso, a la reuni?n de Pedro S?nchez con los diputados y senadores del PSOE. El presidente le agradeci? la gesti?n y todos se pusieron en pie a aplaudirle. Qué extra?o: una estampa de cari?o y afecto para alguien a quien destituyeron sin demasiadas explicaciones. Cuentan en su entorno que G?mez no lo ha pasado bien este verano, pero qué importa eso cuando el objetivo en el horizonte es ganar elecciones. El diputado, tal y como consta en su ficha del Congreso, ?nicamente retiene un pu?ado de vocal?as en comisiones, que ni siquiera est?n remuneradas.
Adriana Lastra, al menos, es presidenta de la Comisi?n del Estatuto del Diputado, la que se encarga de velar por el cumplimiento del reglamento del Congreso. La asturiana dimiti? antes de que la apartaran. Embarazada, ha decidido guardar reposo y recurre al voto telem?tico. En su bancada creen que no la ver?n ya hasta la pr?xima legislatura.
José Luis ?balos, como Lastra, lo fue todo en el PSOE. O casi todo. Fue argamasa del partido en los territorios desde que S?nchez se instal? en la Moncloa. Ser ministro de Fomento permite ir a muchas ciudades y municipios y tratar asuntos internos con aquel cargo provincial o aquel dirigente que se las sabe todas. No le vali? de nada. Ya no hablamos de todo lo que hizo para mantener a S?nchez con vida pol?tica, aquella época de las primarias, y de todo lo que hizo para que triunfara la moci?n de censura. Actualmente, consume los d?as entre cigarros en el patio del Congreso y entre los espor?dicos asuntos de la Comisi?n de Interior, que preside.
En los partidos saben ser generosos. Entregar una presidencia de comisi?n supone elevar a alguien a un cargo parlamentario-institucional de la m?xima importancia. Eso al menos permite conservar en la memoria destellos de épocas pasadas rebosantes de poder. El contraste no es tan lacerante. Luego est? el tema del dinero... Igual que ?balos, pero sin tanta nicotina, vive Carmen Calvo en la Comisi?n de Igualdad o Magdalena Valerio en la Comisi?n del Pacto de Toledo. Es éste otro tipo de soledad, no tan aplastante, bien pagada y sin tanta inquina.
El refugio (o no) del grupo mixto
Meri Pita es una diputada por Las Palmas que en marzo de 2022, harta de la din?mica de su antiguo grupo, Unidas Podemos, decidi? irse al Mixto. Recalar aqu?, una estructura parlamentaria que da cobijo a quienes no se enrolan en ning?n grupo propio por no cumplir los requisitos, resulta complejo hoy por hoy. Lo componen ahora 11 representantes, ni m?s ni menos. Es una salida digna para quien se cansa de estar en desacuerdo con los/las que mandan y cree leg?timamente que puede seguir haciendo algo por la circunscripci?n en la que fue elegido.
Pita no renunci? al esca?o porque, primero, es una decisi?n personal y nadie ajeno lo puede imponer, y segundo, porque consider? que desde el Congreso podr?a defender los intereses de los ciudadanos canarios.
Pero es indudable que estar en el Mixto es como no tener sitio. O tener un sitio muy peque?ito. Intervenir en el pleno es casi una quimera; tomar la palabra en una comisi?n, aunque factible, se convierte en una odisea. Adem?s, no es lo mismo respirar en el Mixto por medio de un partido que siendo una especie de ap?trida pol?tico. Para la CUP (dos diputados) o Coalici?n Canaria (dos también) es m?s sencillo destacar que para Pablo Cambronero o la propia Pita. Incluso a Carlos Garc?a Adanero y a Sergio Sayas, los dos ex de UPN, les cuesta m?s, sobre todo en su tierra.
En fin, que el Congreso no s?lo cuenta historias de gloria y éxito. También historias de desencanto y supervivencia porque la indiferencia, la de los dem?s, duele.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/cayetanas-teos-congreso-diputadas-diputados-75907264)
La diputada del PP por Barcelona no pinta nada entre los suyos, vive (pol?ticamente) en la indiferencia de los dem?s. Pocos/as le acompa?an, acaso Pilar Marcos, que es también diputada y que fue su jefa de gabinete en una época ya olvidada. Qué r?pido se resquebraja la memoria en pol?tica. ?lvarez de Toledo fue la portavoz en el Congreso cuando comenz? la legislatura, hace tres a?os. Estuvo poco al frente de los 87 diputados (sin incluirla) que hoy la ningunean, ni siquiera 12 meses. En el verano de 2020, tras lo peor de la pandemia, Pablo Casado la destituy? después de una serie de desencuentros con...
Hay giros del destino que son suculentos. Otro diputado "olvidado" es precisamente la persona que motiv? la colisi?n entre el exl?der del Partido Popular y su exportavoz en el Congreso: el exsecretario general Teodoro Garc?a Egea. La realidad es que la bancada del PP tiene recientes unos cuantos "ex", personas que ocuparon cargos de relevancia y ahora tan s?lo retienen el esca?o. Poco m?s.
Sus rutinas, hoy, son discretas, un contraste que puede ser doloroso. Hace no mucho entraban en el palacio del Congreso rodeado de un séquito o formando parte de lo m?s granado de la cohorte del l?der. Parecen de la prehistoria aquellos desfiles de Pablo Casado secundado por ?lvarez de Toledo y Garc?a Egea, que no se pod?an ni ver. Ahora van solos o casi solos.
El jueves, ?ltima de las votaciones vividas en la C?mara, ambos estuvieron en sus esca?os y pulsaron los botones del "s?", "no" y abstenci?n. Cayetana ?lvarez de Toledo esquiv? la disciplina de voto del grupo en un punto de una proposici?n no de ley de Vox sobre la aplicaci?n del art?culo 155 de la Constituci?n en Catalu?a. Los populares se desmarcaron de la iniciativa, pero la exportavoz no.
Su esca?o pertenece la provincia de Barcelona. Moviliz? en las elecciones de noviembre de 2019 m?s de 225.600 papeletas. Salv? los muebles; gracias a ella el PP agarr? sus ?nicos dos esca?os en Catalu?a. Luego, Casado le design? portavoz para que desdibujara el auge que por entonces disfrutaba Inés Arrimadas.
A ?lvarez de Toledo y a Garc?a Egea les separan pocos esca?os. Ambos, cuando van al hemiciclo, que suele ser ?nicamente para seguir los debates importantes (a veces ni eso) y para votar (eso siempre), se colocan en la cuarta fila de la bancada del PP. En las semanas con pleno, pr?cticamente éstas son sus ?nicas actividades. No se dejan ver mucho. Garc?a Egea va de su despacho al hemiciclo casi siempre andando deprisa. Al principio, poco después de la renuncia y de la marcha de Casado, le paraban. Ahora ya no tanto. ?lvarez de Toledo va m?s pausada, se suele detener incluso en el patio, otra cosa es que departa con compa?eros de partido.
Desde el verano de 2020, la diputada por Barcelona apenas ha tenido ajetreo. En su grupo no se apuesta por ella, de modo que vive en la vicepresidencia de la Comisi?n de Hacienda y en unas pocas vocal?as. Ha registrado preguntas al Gobierno para que haya respuesta escrita. Muy poco m?s. No interviene. Fuentes de la direcci?n parlamentaria reconocen su incomodidad con ella. Diputados consultados para esta cr?nica conservan de forma v?vida su paso por la portavoc?a. Era muy dif?cil la relaci?n directa. Evitan la cr?tica, pero también el elogio.
Con m?s inquina se observa la trayectoria pasada de Egea. No dej? muchos amigos como secretario general. En la entrevista en La Sexta, la noche en que comunic? su dimisi?n, reconoci? que el puesto no era para hacer amigos. Su problema fue, en realidad, que acumul? demasiados enemigos.
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— Teodoro Garc?a Egea (@TeoGarciaEgea) 15 de septiembre de 2022 (https://twitter.com/TeoGarciaEgea/status/1570376977537810434?ref_src=twsrc%5Etfw)Quiz? por darle un pingüe complemento (1.550 euros m?s al mes, en bruto) al sueldo base de diputado que empez? a cobrar en marzo, se le aup? a la Presidencia de la Comisi?n de Seguridad Vial, cargo al que lleg? el pasado mes de julio. Desde aquellas famosas preguntas a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda D?az, no se le ha vuelto a escuchar una intervenci?n.
As? que no, Cayetana no est? sola. Como ella est? Teodoro. Y est? Alberto Casero, que fue mano derecha del diputado murciano y al que le persigue la sombra del error letal que salv? el decreto de la reforma laboral, y sobre todo, la nube negra de un suplicatorio por un presunto caso de corrupci?n cuando fue alcalde de Trujillo (Extremadura).
Tres diputados con esca?o pero sin sitio. Tres parlamentarios rodeados de indiferencia.
Otro tipo de soledad en el PSOE
En la otra gran bancada del Congreso, la socialista, hay diputados y diputadas como Cayetana, Teo y Alberto. La comparaci?n puede que les duela, aunque lo que duele es la din?mica de la pol?tica actual. Est?n tan borracha de t?ctica y de jugadas concebidas como maestras que en verdad son vulgaridades... Y est? tan sujeta a los caprichos de los jefes y las jefas que no asoma ni de lejos un vestigio de racionalidad.
Héctor G?mez, por ejemplo. Héctor G?mez como s?ntoma. Fue designado portavoz del PSOE en el Congreso en septiembre de 2021. Fue destituido en julio de 2022. ?Lo hizo tan mal? Visto desde fuera, no hubo una sola ley que no sacara adelante el Gobierno. Visto desde dentro, trascendieron m?nimamente los enormes problemas de coordinaci?n que tienen el Ejecutivo, el partido y el grupo para gestionar su propia agenda legislativa.
En la direcci?n del partido, es decir, en la cabeza de S?nchez, sin embargo, pes? demasiado una muy subjetiva percepci?n de que el tinerfe?o comunicaba mal. Como urg?a y urge imponer una narrativa de esfuerzo, compromiso y éxito para destejer la del PP, el secretario general apost? por Patxi L?pez. Una: "?el/la portavoz del principal grupo de la C?mara debe dedicarse s?lo a comunicar o debe también poner orden en la mencionada agenda legislativa?" La direcci?n socialista parece que se ha decantado por la primera parte del dilema.
Desde que le echaron del puesto, G?mez ha ido s?lo una vez al Congreso, a la reuni?n de Pedro S?nchez con los diputados y senadores del PSOE. El presidente le agradeci? la gesti?n y todos se pusieron en pie a aplaudirle. Qué extra?o: una estampa de cari?o y afecto para alguien a quien destituyeron sin demasiadas explicaciones. Cuentan en su entorno que G?mez no lo ha pasado bien este verano, pero qué importa eso cuando el objetivo en el horizonte es ganar elecciones. El diputado, tal y como consta en su ficha del Congreso, ?nicamente retiene un pu?ado de vocal?as en comisiones, que ni siquiera est?n remuneradas.
Adriana Lastra, al menos, es presidenta de la Comisi?n del Estatuto del Diputado, la que se encarga de velar por el cumplimiento del reglamento del Congreso. La asturiana dimiti? antes de que la apartaran. Embarazada, ha decidido guardar reposo y recurre al voto telem?tico. En su bancada creen que no la ver?n ya hasta la pr?xima legislatura.
José Luis ?balos, como Lastra, lo fue todo en el PSOE. O casi todo. Fue argamasa del partido en los territorios desde que S?nchez se instal? en la Moncloa. Ser ministro de Fomento permite ir a muchas ciudades y municipios y tratar asuntos internos con aquel cargo provincial o aquel dirigente que se las sabe todas. No le vali? de nada. Ya no hablamos de todo lo que hizo para mantener a S?nchez con vida pol?tica, aquella época de las primarias, y de todo lo que hizo para que triunfara la moci?n de censura. Actualmente, consume los d?as entre cigarros en el patio del Congreso y entre los espor?dicos asuntos de la Comisi?n de Interior, que preside.
En los partidos saben ser generosos. Entregar una presidencia de comisi?n supone elevar a alguien a un cargo parlamentario-institucional de la m?xima importancia. Eso al menos permite conservar en la memoria destellos de épocas pasadas rebosantes de poder. El contraste no es tan lacerante. Luego est? el tema del dinero... Igual que ?balos, pero sin tanta nicotina, vive Carmen Calvo en la Comisi?n de Igualdad o Magdalena Valerio en la Comisi?n del Pacto de Toledo. Es éste otro tipo de soledad, no tan aplastante, bien pagada y sin tanta inquina.
El refugio (o no) del grupo mixto
Meri Pita es una diputada por Las Palmas que en marzo de 2022, harta de la din?mica de su antiguo grupo, Unidas Podemos, decidi? irse al Mixto. Recalar aqu?, una estructura parlamentaria que da cobijo a quienes no se enrolan en ning?n grupo propio por no cumplir los requisitos, resulta complejo hoy por hoy. Lo componen ahora 11 representantes, ni m?s ni menos. Es una salida digna para quien se cansa de estar en desacuerdo con los/las que mandan y cree leg?timamente que puede seguir haciendo algo por la circunscripci?n en la que fue elegido.
Pita no renunci? al esca?o porque, primero, es una decisi?n personal y nadie ajeno lo puede imponer, y segundo, porque consider? que desde el Congreso podr?a defender los intereses de los ciudadanos canarios.
Pero es indudable que estar en el Mixto es como no tener sitio. O tener un sitio muy peque?ito. Intervenir en el pleno es casi una quimera; tomar la palabra en una comisi?n, aunque factible, se convierte en una odisea. Adem?s, no es lo mismo respirar en el Mixto por medio de un partido que siendo una especie de ap?trida pol?tico. Para la CUP (dos diputados) o Coalici?n Canaria (dos también) es m?s sencillo destacar que para Pablo Cambronero o la propia Pita. Incluso a Carlos Garc?a Adanero y a Sergio Sayas, los dos ex de UPN, les cuesta m?s, sobre todo en su tierra.
En fin, que el Congreso no s?lo cuenta historias de gloria y éxito. También historias de desencanto y supervivencia porque la indiferencia, la de los dem?s, duele.
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