الريــم
09-16-2022, 08:50 PM
La ?nica respuesta aceptable es cero. La mayor?a de consultados contestar?an sin pesta?ear a la pregunta de cu?ntos eslavos trabajan para ellos que ninguno, por supuesto. Pero es mentira.
Datos aparentemente inocuos como qué comes, qué ropa te pones, qué medicinas consumes y qué aparatos electr?nicos usas sacan a relucir una realidad mucho m?s inquietante. Decenas de esclavos trabajan para ti. Existe una provocativa herramienta que permite hacer este c?lculo con relativa precisi?n, en un momento en el que se multiplican las alarmas sobre la expansi?n del trabajo forzoso durante los ?ltimos a?os.
Un informe (https://cdn.walkfree.org/content/uploads/2022/09/12142412/GEMS-2022_Report_EN_ExecutiveSummary_V4.pdf) publicado la semana pasada por la ONU concluye que entre 2016 y 2021, debido al cambio clim?tico, la pandemia y los conflictos armados, el n?mero de v?ctimas del trabajo forzoso pas? de 25 a 28 millones en todo el mundo, sobre todo en f?bricas, construcci?n y agricultura. Es una realidad oculta, dejada a un lado por gobiernos y ciudadanos de pa?ses desarrollados, que prefieren mirar hacia otro lado, uno m?s agradable y moralmente menos problem?tico. Sin embargo, la UE anunci? el pasado miércoles un paso importante para combatir este lacra.
La Comisi?n Europea prohibir? los productos fabricados gracias al trabajo forzoso. La nueva normativa no se aprobar? hasta el a?o que viene y tendr?n que pasar dos m?s para que los estados miembros comiencen a aplicarla. Varias oenegés ya la han criticado porque ser?n los gobiernos nacionales quienes determinen c?mo la aplican y porque evita citar ning?n pa?s o sector en particular, pero no hay discusi?n sobre quién ser? la principal afectada por esta medida: China.
Pek?n lleva a?os imponiendo en la regi?n de Xinjiang el trabajo forzoso a la minor?a musulmana de los uigures, seg?n numerosas investigaciones. Se calcula que una quinta parte de los productos de algod?n que emplea la industria de la moda est?n “manchados” por esta explotaci?n del régimen chino, as? como la mitad de toda la polisilicona mundial, un componente clave de las placas solares.
El c?lculo
Los consumidores europeos se benefician de todo esto. Normalmente no lo saben, o no lo quieren saber, o act?an como si no lo supieran, pero hay una herramienta que lleva esta realidad invisible al ?mbito m?s personal, permitiendo calcular en cu?ntas de tus posesiones ha intervenido alg?n esclavo. Se llama Slavery Footprint (https://slaveryfootprint.org/#where_do_you_live) (la huella de la esclavitud) y su mecanismo es sencillo: una encuesta sobre tus h?bitos de consumo.
Pongamos un ejemplo cercano. Este redactor. Hombre, 45 a?os, con pareja y un hijo peque?o, tiene un coche, carece de joyas, vive de alquiler en un piso de tres habitaciones en Madrid, intenta llevar una dieta equilibrada, su fondo de armario es bastante escu?lido, tampoco es muy propenso a comprar aparatos tecnol?gicos, usa pocos productos de belleza y apenas toma medicinas.
La herramienta va preguntando todos estos detalles. Mientras obtiene las respuestas, ofrece datos que ayudan a entender la magnitud del problema. Por ejemplo, en la pesta?a que pregunta sobre la edad, explica que para muchos chicos paquistan?s el trabajo forzoso empieza a los 13 a?os y acaba a los 30. Sobre la dieta: “El trabajo forzoso es com?n en gran parte de la industria del marisco en el sudeste asi?tico, que impone jornadas de trabajo de 20 horas para pelar 18 kilogramos de gambas”. O sobre las joyas: “No solo hay diamantes de sangre. Los rub?s son el segundo producto que Birmania m?s exporta, después de la madera de teca, y en sus minas suelen emplear trabajo forzoso”.
Y as? es como se llega a la ?ltima pantalla, que ofrece la cifra del n?mero de esclavos que trabajan para ti. En este caso, 44. Es decir, 44 m?s que la ?nica respuesta aceptable.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedadclavos-quinta-parte-ropa-proviene-75533865)
Datos aparentemente inocuos como qué comes, qué ropa te pones, qué medicinas consumes y qué aparatos electr?nicos usas sacan a relucir una realidad mucho m?s inquietante. Decenas de esclavos trabajan para ti. Existe una provocativa herramienta que permite hacer este c?lculo con relativa precisi?n, en un momento en el que se multiplican las alarmas sobre la expansi?n del trabajo forzoso durante los ?ltimos a?os.
Un informe (https://cdn.walkfree.org/content/uploads/2022/09/12142412/GEMS-2022_Report_EN_ExecutiveSummary_V4.pdf) publicado la semana pasada por la ONU concluye que entre 2016 y 2021, debido al cambio clim?tico, la pandemia y los conflictos armados, el n?mero de v?ctimas del trabajo forzoso pas? de 25 a 28 millones en todo el mundo, sobre todo en f?bricas, construcci?n y agricultura. Es una realidad oculta, dejada a un lado por gobiernos y ciudadanos de pa?ses desarrollados, que prefieren mirar hacia otro lado, uno m?s agradable y moralmente menos problem?tico. Sin embargo, la UE anunci? el pasado miércoles un paso importante para combatir este lacra.
La Comisi?n Europea prohibir? los productos fabricados gracias al trabajo forzoso. La nueva normativa no se aprobar? hasta el a?o que viene y tendr?n que pasar dos m?s para que los estados miembros comiencen a aplicarla. Varias oenegés ya la han criticado porque ser?n los gobiernos nacionales quienes determinen c?mo la aplican y porque evita citar ning?n pa?s o sector en particular, pero no hay discusi?n sobre quién ser? la principal afectada por esta medida: China.
Pek?n lleva a?os imponiendo en la regi?n de Xinjiang el trabajo forzoso a la minor?a musulmana de los uigures, seg?n numerosas investigaciones. Se calcula que una quinta parte de los productos de algod?n que emplea la industria de la moda est?n “manchados” por esta explotaci?n del régimen chino, as? como la mitad de toda la polisilicona mundial, un componente clave de las placas solares.
El c?lculo
Los consumidores europeos se benefician de todo esto. Normalmente no lo saben, o no lo quieren saber, o act?an como si no lo supieran, pero hay una herramienta que lleva esta realidad invisible al ?mbito m?s personal, permitiendo calcular en cu?ntas de tus posesiones ha intervenido alg?n esclavo. Se llama Slavery Footprint (https://slaveryfootprint.org/#where_do_you_live) (la huella de la esclavitud) y su mecanismo es sencillo: una encuesta sobre tus h?bitos de consumo.
Pongamos un ejemplo cercano. Este redactor. Hombre, 45 a?os, con pareja y un hijo peque?o, tiene un coche, carece de joyas, vive de alquiler en un piso de tres habitaciones en Madrid, intenta llevar una dieta equilibrada, su fondo de armario es bastante escu?lido, tampoco es muy propenso a comprar aparatos tecnol?gicos, usa pocos productos de belleza y apenas toma medicinas.
La herramienta va preguntando todos estos detalles. Mientras obtiene las respuestas, ofrece datos que ayudan a entender la magnitud del problema. Por ejemplo, en la pesta?a que pregunta sobre la edad, explica que para muchos chicos paquistan?s el trabajo forzoso empieza a los 13 a?os y acaba a los 30. Sobre la dieta: “El trabajo forzoso es com?n en gran parte de la industria del marisco en el sudeste asi?tico, que impone jornadas de trabajo de 20 horas para pelar 18 kilogramos de gambas”. O sobre las joyas: “No solo hay diamantes de sangre. Los rub?s son el segundo producto que Birmania m?s exporta, después de la madera de teca, y en sus minas suelen emplear trabajo forzoso”.
Y as? es como se llega a la ?ltima pantalla, que ofrece la cifra del n?mero de esclavos que trabajan para ti. En este caso, 44. Es decir, 44 m?s que la ?nica respuesta aceptable.
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