الريــم
09-16-2022, 07:00 PM
Maya colecciona historias de violaciones. Sus amigas depositan en ella los relatos traum?ticos imprimidos sobre sus cuerpos. "Yo no me puedo callar, no puedo evitarlo", explica mientras enciende el enésimo cigarro. El humo se consume a la vez que su inacabable frustraci?n. "Son historias de hace 40 a?os y estamos hablando de ellas ahora, la gente necesita saber lo que nos pas?", repite. Lo que les pas? fue una guerra civil que entr? en sus casas, en sus familias y, como se ha revelado ahora, también en sus faldas. Un nuevo informe ha desvelado un secreto nacional: miles de mujeres fueron v?ctimas del "uso sistem?tico de la violencia sexual" durante el conflicto que arras? el L?bano de 1975 a 1990.
"Ellas no quieren hablarlo porque aunque su familia sabe lo que les ocurri?, no lo quieren hacer p?blico", narra por milésima vez. Maya, que no se llama Maya, es la ?nica participante del informe que recibe a la prensa. Las dem?s a?n no pueden. "Siguen viéndolo como algo vergonzoso, algo que no debe hacerse p?blico, que est? en el pasado y debe quedarse all?; no lo hablan con nadie, s?lo conmigo", confiesa. As? es como Maya, a sus 60 y pico a?os, encarna, desde una ciudad cualquiera de las monta?as libanesas, una lucha hasta ahora desconocida.
La aprobaci?n en 2018 de la ley en el Parlamento libanés para establecer una comisi?n nacional que investigara el paradero de los miles de desaparecidos por la guerra abri? la veda para que este torrente de confesiones buscar? su lugar en la sociedad. "Aunque el comité no esté en funcionamiento, vimos un signo de que el L?bano estaba tratando de abordar y explorar la guerra civil y lo que ocurri? entonces", dice Antonia Mulvey, la directora de Legal Action Worldwide (LAW), la organizaci?n encargada del informe (https://www.legalactionworldwide.org/wp-content/uploads/They-raped-us-in-every-possible-way-23.05.2022.pdf).
Decenas de confesiones
En 'Nos violaron de todas las formas posibles, de maneras que no te puedes imaginar: Cr?menes de género durante la guerra civil libanesa', se corren los velos sobre sus labios y decenas de mujeres se atreven a relatar aquellos episodios enterrados en el fondo de su memoria. Durante los 15 a?os que dur? el conflicto, centenares de mujeres libanesas, palestinas y sirias fueron v?ctimas de tortura, violaciones y violencia. "Se utiliz? la violencia sexual para perseguir a personas de determinadas comunidades; fueron seleccionadas para humillarlas, para acabar con la resistencia", explica Mulvey.
"Se utiliz? la violencia sexual durante la guerra civil libanesa para perseguir a personas de determinadas comunidades; fueron seleccionadas para humillarlas, para acabar con la resistencia", reconoce Antonia Mulvey, directora de Legal Action Worldwide
"Todo el mundo sabe que esto sucedi? pero nadie habla de ello; sienten vergüenza", cuenta Maya. "Las familias de las v?ctimas me apoyan para que sea yo quién hable por ellas pero insisten: por favor, no digas mi nombre", reconoce esta mujer drusa. Muchas de estas mujeres no hablan por miedo. "Temen a las represalias, porque los responsables de estos cr?menes siguen en posiciones de poder", apunta Mulvey. Para la mayor?a de ellas, esta es la primera vez que explican abiertamente lo que les ocurri?. Y cada testimonio es m?s estremecedor que el anterior. Como si el horror no hallara fin.
Una mujer de 52 a?os confiesa a LAW en el informe: "Mi amiga es superviviente de una violaci?n en grupo. Una pandilla de 10 milicianos armados la viol? frente a sus padres y luego los mat?. Le dispararon a mi amiga por la espalda y desde entonces, sufre una par?lisis por ello". Pese a la cantidad de relatos que acumula Maya en su memoria, a?n le cuesta repetirlos y es incapaz de beber Pepsi. "Muchas mujeres fueron violadas con botellas de Pepsi; algunas mor?an cuando el vidrio se hac?a pedazos dentro suyo", narra a este diario. "La mayor?a de las familias fueron testigos de las violaciones", cuenta, "los soldados sol?an ir drogados".
Sin datos oficiales
Se desconoce el n?mero exacto de mujeres que sufrieron esta violencia sexual. La mayor?a, recoge el informe, eran asesinadas tras ser violadas. "Estos ataques no fueron oportunistas, la violencia sexual fue planificada con el prop?sito de aterrorizar a una poblaci?n y dispersarla de un ?rea geogr?fica espec?fica", apunta Mulvey para EL PERI?DICO. En todo el territorio del peque?o L?bano se aplic? esta estrategia por parte de actores estatales y de milicias estatales y no estatales armadas contra mujeres y ni?as. "Vemos c?mo las comunidades y el tejido social r?pidamente se deterioran cuando la violencia sexual ocurre en un conflicto", a?ade la directora de LAW.
"Muchas mujeres fueron violadas con botellas de Pepsi; algunas mor?an cuando el vidrio se hac?a pedazos dentro suyo mientras las familias eran forzadas a ser testigos de las violaciones de sus hijas", cuenta Maya, superviviente de la guerra
A d?a de hoy, a?n pueden sentirse las consecuencias de tan dolorosos episodios y a?n m?s desgarrador silencio. "Todas las conversaciones con mis amigos, hombres y mujeres, son sobre la guerra", reconoce Maya. "Llevamos el trauma con nosotros", dice se?alando el rifle que guarda tras el sof?. "El trauma nunca se ir?", a?ade. La suya es una generaci?n anclada en el trauma. El conflicto que dur? tres lustros irrumpi? cuando Maya estrenaba la mayor?a de edad. "La guerra me lo quit? todo: mis sue?os, mi alma, mi futuro", cuenta. Perdi? a su hermano en combate y a su prometido durante la contienda. Después, s?lo encontr? consuelo en el alcohol.
Impunidad
Quince a?os de enfrentamientos entre vecinos, de incursiones extranjeras, de invasiones del enemigo drenaron al multicultural L?bano. Adi?s a la Suiza de Oriente Medio. Pero, cuando termin? el conflicto en 1990, todo fue tan brutal que nadie era capaz de mirar atr?s. Un a?o después, el 26 de agosto de 1991, el Gobierno libanés aprob? otra ley de amnist?a. Todos los cr?menes cometidos contra civiles durante la guerra recibieron impunidad. A d?a de hoy, la mantienen. Y hay generales que asolaron el pueblo de Maya que ocupan importantes cargos institucionales.
Nadie ha sido condenado en el L?bano por delitos de la guerra civil. Nadie ha rendido cuentas. Por ello, la formaci?n del comité de los desaparecidos abri? la puerta a la esperanza. Para estas mujeres, empez? a crearles un lugar en la historia. "Al contar su historia por primera vez, sienten, de alguna forma, cierto alivio porque son mujeres que se est?n levantando en vez de estar en la sombra y eso les da fuerza y coraje", apunta Mulvey. "Ojal? estos testimonios ayuden a cambiar la narrativa de la guerra", a?ade.
La ley de amnist?a del 1991 dio impunidad a todos los cr?menes cometidos contra civiles durante la guerra y esta, a d?a de hoy, se mantiene
A?n son muchos los obst?culos legales y culturales que se interponen entre estas supervivientes y la justicia. "La ley de amnist?a aprobada no permite el enjuiciamiento, pero hay discusiones sobre c?mo cubrir? la violencia sexual", explica la también abogada. "La gravedad de estos cr?menes probablemente constituir?a cr?menes de guerra y cr?menes de lesa humanidad debido a la escala y naturaleza de los mismos, por lo que el derecho internacional podr?a procesarlos", se?ala para este diario.
Voces de mujeres
De momento, la esperanza reside en sus voces. En que se sigan narrando las unas a las otras y en que haya algunas, como Maya, que se lo cuenten al mundo. "Tal vez al verme a m? hablando, estas mujeres no se pronunciar?n pero puede que s? lo hagan sus hijas o sus nietas después de m?", concluye ilusionada. "Poco a poco, podemos ir cambiando esta cultura del silencio", dice. Antes de encender otro cigarro, posa su mirada en las hojas que su ventana deja entrar. Absorta, por un momento, en el paisaje, se la intuye viajar hasta el pasado. Tal vez alcance su juventud, corrompida por la violencia de la que se resguard? en esta misma casa.
"La guerra me cambi? mucho, me hizo m?s fuerte y me hizo querer hablar de esta historia", insiste. El rifle desmontado que descansa a sus pies –justo estaba limpi?ndolo– es otro testigo m?s de un trauma ya astillado en su piel. Pertenec?a a su hermano. El mismo que muri? dos meses después de estallar la contienda mientras luchaba en las filas de una milicia drusa. "No tengo miedo", dice Maya bajo una sonrisa sincera, "nunca he tenido miedo".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/violadas-botellas-pepsi-libanesas-reviven-75527486)
"Ellas no quieren hablarlo porque aunque su familia sabe lo que les ocurri?, no lo quieren hacer p?blico", narra por milésima vez. Maya, que no se llama Maya, es la ?nica participante del informe que recibe a la prensa. Las dem?s a?n no pueden. "Siguen viéndolo como algo vergonzoso, algo que no debe hacerse p?blico, que est? en el pasado y debe quedarse all?; no lo hablan con nadie, s?lo conmigo", confiesa. As? es como Maya, a sus 60 y pico a?os, encarna, desde una ciudad cualquiera de las monta?as libanesas, una lucha hasta ahora desconocida.
La aprobaci?n en 2018 de la ley en el Parlamento libanés para establecer una comisi?n nacional que investigara el paradero de los miles de desaparecidos por la guerra abri? la veda para que este torrente de confesiones buscar? su lugar en la sociedad. "Aunque el comité no esté en funcionamiento, vimos un signo de que el L?bano estaba tratando de abordar y explorar la guerra civil y lo que ocurri? entonces", dice Antonia Mulvey, la directora de Legal Action Worldwide (LAW), la organizaci?n encargada del informe (https://www.legalactionworldwide.org/wp-content/uploads/They-raped-us-in-every-possible-way-23.05.2022.pdf).
Decenas de confesiones
En 'Nos violaron de todas las formas posibles, de maneras que no te puedes imaginar: Cr?menes de género durante la guerra civil libanesa', se corren los velos sobre sus labios y decenas de mujeres se atreven a relatar aquellos episodios enterrados en el fondo de su memoria. Durante los 15 a?os que dur? el conflicto, centenares de mujeres libanesas, palestinas y sirias fueron v?ctimas de tortura, violaciones y violencia. "Se utiliz? la violencia sexual para perseguir a personas de determinadas comunidades; fueron seleccionadas para humillarlas, para acabar con la resistencia", explica Mulvey.
"Se utiliz? la violencia sexual durante la guerra civil libanesa para perseguir a personas de determinadas comunidades; fueron seleccionadas para humillarlas, para acabar con la resistencia", reconoce Antonia Mulvey, directora de Legal Action Worldwide
"Todo el mundo sabe que esto sucedi? pero nadie habla de ello; sienten vergüenza", cuenta Maya. "Las familias de las v?ctimas me apoyan para que sea yo quién hable por ellas pero insisten: por favor, no digas mi nombre", reconoce esta mujer drusa. Muchas de estas mujeres no hablan por miedo. "Temen a las represalias, porque los responsables de estos cr?menes siguen en posiciones de poder", apunta Mulvey. Para la mayor?a de ellas, esta es la primera vez que explican abiertamente lo que les ocurri?. Y cada testimonio es m?s estremecedor que el anterior. Como si el horror no hallara fin.
Una mujer de 52 a?os confiesa a LAW en el informe: "Mi amiga es superviviente de una violaci?n en grupo. Una pandilla de 10 milicianos armados la viol? frente a sus padres y luego los mat?. Le dispararon a mi amiga por la espalda y desde entonces, sufre una par?lisis por ello". Pese a la cantidad de relatos que acumula Maya en su memoria, a?n le cuesta repetirlos y es incapaz de beber Pepsi. "Muchas mujeres fueron violadas con botellas de Pepsi; algunas mor?an cuando el vidrio se hac?a pedazos dentro suyo", narra a este diario. "La mayor?a de las familias fueron testigos de las violaciones", cuenta, "los soldados sol?an ir drogados".
Sin datos oficiales
Se desconoce el n?mero exacto de mujeres que sufrieron esta violencia sexual. La mayor?a, recoge el informe, eran asesinadas tras ser violadas. "Estos ataques no fueron oportunistas, la violencia sexual fue planificada con el prop?sito de aterrorizar a una poblaci?n y dispersarla de un ?rea geogr?fica espec?fica", apunta Mulvey para EL PERI?DICO. En todo el territorio del peque?o L?bano se aplic? esta estrategia por parte de actores estatales y de milicias estatales y no estatales armadas contra mujeres y ni?as. "Vemos c?mo las comunidades y el tejido social r?pidamente se deterioran cuando la violencia sexual ocurre en un conflicto", a?ade la directora de LAW.
"Muchas mujeres fueron violadas con botellas de Pepsi; algunas mor?an cuando el vidrio se hac?a pedazos dentro suyo mientras las familias eran forzadas a ser testigos de las violaciones de sus hijas", cuenta Maya, superviviente de la guerra
A d?a de hoy, a?n pueden sentirse las consecuencias de tan dolorosos episodios y a?n m?s desgarrador silencio. "Todas las conversaciones con mis amigos, hombres y mujeres, son sobre la guerra", reconoce Maya. "Llevamos el trauma con nosotros", dice se?alando el rifle que guarda tras el sof?. "El trauma nunca se ir?", a?ade. La suya es una generaci?n anclada en el trauma. El conflicto que dur? tres lustros irrumpi? cuando Maya estrenaba la mayor?a de edad. "La guerra me lo quit? todo: mis sue?os, mi alma, mi futuro", cuenta. Perdi? a su hermano en combate y a su prometido durante la contienda. Después, s?lo encontr? consuelo en el alcohol.
Impunidad
Quince a?os de enfrentamientos entre vecinos, de incursiones extranjeras, de invasiones del enemigo drenaron al multicultural L?bano. Adi?s a la Suiza de Oriente Medio. Pero, cuando termin? el conflicto en 1990, todo fue tan brutal que nadie era capaz de mirar atr?s. Un a?o después, el 26 de agosto de 1991, el Gobierno libanés aprob? otra ley de amnist?a. Todos los cr?menes cometidos contra civiles durante la guerra recibieron impunidad. A d?a de hoy, la mantienen. Y hay generales que asolaron el pueblo de Maya que ocupan importantes cargos institucionales.
Nadie ha sido condenado en el L?bano por delitos de la guerra civil. Nadie ha rendido cuentas. Por ello, la formaci?n del comité de los desaparecidos abri? la puerta a la esperanza. Para estas mujeres, empez? a crearles un lugar en la historia. "Al contar su historia por primera vez, sienten, de alguna forma, cierto alivio porque son mujeres que se est?n levantando en vez de estar en la sombra y eso les da fuerza y coraje", apunta Mulvey. "Ojal? estos testimonios ayuden a cambiar la narrativa de la guerra", a?ade.
La ley de amnist?a del 1991 dio impunidad a todos los cr?menes cometidos contra civiles durante la guerra y esta, a d?a de hoy, se mantiene
A?n son muchos los obst?culos legales y culturales que se interponen entre estas supervivientes y la justicia. "La ley de amnist?a aprobada no permite el enjuiciamiento, pero hay discusiones sobre c?mo cubrir? la violencia sexual", explica la también abogada. "La gravedad de estos cr?menes probablemente constituir?a cr?menes de guerra y cr?menes de lesa humanidad debido a la escala y naturaleza de los mismos, por lo que el derecho internacional podr?a procesarlos", se?ala para este diario.
Voces de mujeres
De momento, la esperanza reside en sus voces. En que se sigan narrando las unas a las otras y en que haya algunas, como Maya, que se lo cuenten al mundo. "Tal vez al verme a m? hablando, estas mujeres no se pronunciar?n pero puede que s? lo hagan sus hijas o sus nietas después de m?", concluye ilusionada. "Poco a poco, podemos ir cambiando esta cultura del silencio", dice. Antes de encender otro cigarro, posa su mirada en las hojas que su ventana deja entrar. Absorta, por un momento, en el paisaje, se la intuye viajar hasta el pasado. Tal vez alcance su juventud, corrompida por la violencia de la que se resguard? en esta misma casa.
"La guerra me cambi? mucho, me hizo m?s fuerte y me hizo querer hablar de esta historia", insiste. El rifle desmontado que descansa a sus pies –justo estaba limpi?ndolo– es otro testigo m?s de un trauma ya astillado en su piel. Pertenec?a a su hermano. El mismo que muri? dos meses después de estallar la contienda mientras luchaba en las filas de una milicia drusa. "No tengo miedo", dice Maya bajo una sonrisa sincera, "nunca he tenido miedo".
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