الريــم
09-15-2022, 12:00 PM
"Yo chillaba todo el rato. Les dec?a que me quer?a ir, que me dejasen, que no quer?a... Pero cada vez que gritaba, que hablaba, eran patadas, chafones por todo el cuerpo, me agarraban del pelo y me daban bofetadas para hacerme callar. Lleg? un momento en que solo lloraba y solo pensaba ‘me quiero ir a mi casa’. Empecé a ser consciente de lo que me estaba pasando. Entonces, me engancharon del pelo, me levantaron y me pusieron contra la pared del ba?o. Uno me sujet? del pelo y el otro, de la cintura. Me ten?an cogida para que no me moviera. Yo ah? ya me limitaba a mirar a la pared. Cuando acabaron, me pusieron la zancadilla, por detr?s, me engancharon el pie y me empujaron. Me ca?. ?Y se fueron! ?Se fueron!".
Es una violaci?n grupal en toda su crudeza. La ocurrida entre las cinco y la seis de la madrugada del 29 de septiembre de 2019 cuando una joven de 18 a?os, que sal?a por primera vez con sus amigos de fiesta por València –reside en un pueblo de la provincia–, fue brutalmente asaltada por cuatro individuos en los ba?os de la discoteca Indiana de València. Dos de los presuntos autores, Iv?n M. L. y Agust?n F. P., ambos valencianos, este ?ltimo con antecedentes por violencia machista, se sentaron el miércoles en el banquillo de los acusados para responder de esa violaci?n grupal, por la que la Fiscal?a les pide 42,5 a?os a cada uno de ellos.
Considera a cada uno de ellos autor directo de una violaci?n y cooperador necesario de dos, y les pide 13,5 a?os por cada una de esas agresiones sexuales. M?s dos por los da?os ps?quicos.
Pese al desgarrador relato realizado por la v?ctima ante la secci?n segunda de la Audiencia de València, en el que la joven se quebr? y rompi? a llorar tres veces y en el que apenas encontr? palabras para describir los momentos m?s ?ntimos, vergüenza que solo logr? vencer con la incesante ayuda, apoyo e intervenci?n del presidente del tribunal, el magistrado José Manuel Ortega, ninguno de los dos acusados mostr? ni un ?pice de emoci?n o empat?a mientras la v?ctima iba desgranando lo sucedido aquella noche.
"Sé que se turnaron para violarme porque el primero le dijo al otro: ‘Ahora t?, t?o’"
La joven lleg? al Indiana con un grupo de amigos sobre las cuatro de la madrugada. Al poco, decidi? ir al ba?o "porque no me aguantaba. Se ofrecieron a acompa?arme, y les dije que no hac?a falta". En el pasillo com?n a los aseos de hombres y mujeres, un desconocido, "el que llevaba una camiseta roja con el logo de Armani me cogi? del brazo y me dijo que un chico necesitaba ayuda. Yo no entend?a nada. Le pregunté pero solo dec?a que fuera, que necesitaba ayuda". La arrastr? al ba?o de hombres. "Al entrar estaban los otros tres. Me rodearon. Me empecé a agobiar, se re?an y dec?an ‘qué guapa, qué bien has elegido’. Empezaron a tocarme. Yo dec?a que me quer?a ir y ellos, ‘que te calles, que no te vas a ir’. Me agarraban y me apretaban".
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
En instantes, le arrancaron los broches del body por debajo de la falda y le introdujeron los dedos en la vagina tres de ellos, algo que solo pudo contar con la ayuda del juez "porque no sé c?mo decir las palabras".
El personal de seguridad les ech?
"Fue muy r?pido. El de rojo es el que hablaba, el que organizaba. Hab?a otro de negro, otro con una camiseta clarita y otro m?s con un polo azul marino". Después, la empujaron violentamente al interior de uno de los v?teres. Cerraron la puerta y la rodearon. Vuelve a romperse. El juez le ofrece parar. "No. Quiero acabar ya con esto. Un minuto, por favor, que respiro y me recupero". Los acusados siguen sin mostrar emoci?n alguna. Solo uno de ellos, el que iba de rojo, murmura y agita la cabeza cuando afirma que lo reconoci? a la salida de la discoteca "sin ninguna duda", confirma que el polic?a nacional que estaba en ese momento con ella y que los arrest?.
Dentro del aseo, la tiraron al suelo. Empezaron los pisotones, las bofetadas, las patadas. "Estaban como de risas. Yo gritaba, no quer?a estar ah?. Se llamaban ‘bro’, ‘hermano’. Uno dijo: ‘?Ahora quién? ?T? o yo?". Tres de ellos la obligaron a realizarles una felaci?n. No fue capaz de explicarlo. El juez tuvo que volver a ayudarle a encontrar las palabras. "Me lo pusieron en la boca, me metieron eso tres de ellos en la boca". "?El pene?". La respuesta, apurada, nerviosa: "S?, eso".
"Lleg? un momento en que ya solo lloraba, me limitaba a mirar la pared y pensaba ‘me quiero ir a casa’"
"La gente empez? a tocar a la puerta. Y preguntaba qué estaba pasando. El de rojo ech? al de azul y al de clarito: ‘Iros fuera que nos toca a nosotros’". Le obedecieron. La izaron por el pelo y consumaron las violaciones contra la pared. Cuando se fueron, dej?ndola tirada en el suelo, se qued? un rato acurrucada. "No sab?a qué hacer".
Atacada por otro hombre
Cuando sali?, se qued? en un pilar, donde "un baboso empez? a chuparle el cuello mientras ella estaba totalmente en shock, aterrorizada", explica el amigo que la encontr?. "Nunca olvidaré su cara de terror y al tipo bab?ndole el cuello y toc?ndola", concluye. Ese amigo la separ? del nuevo abusador y la protegi? en el ba?o de chicas, dej?ndola moment?neamente en compa??a de dos desconocidas mientras iba en busca de la amiga de la joven.
A partir de ah?, el grupo de amigos, que llevaban un tiempo busc?ndola sin éxito, trataron de pedir ayuda al personal de seguridad: "Nos dijeron que no era su problema y nos echaron a la calle". Ni siquiera atendieron a la petici?n de llamar a la Polic?a. Fueron los amigos quienes lo hicieron.
"Cuando fui al d?a siguiente con la Polic?a al ba?o de la discoteca, lo hab?an limpiado todo con lej?a"
Para entonces ya era la hora de cierre del local. La Polic?a Nacional orden? a los vigilantes que hicieran salir por separado a quienes llevasen camiseta roja. Gracias a ese filtro, la joven, protegida por una agente de Polic?a, identific? al primero de ellos, el de rojo, y, unos minutos después, al segundo, el de negro. El miércoles volvi? a reconocer a ambos en el juicio, a través de un cristal. Su reacci?n al verlos fue absolutamente elocuente. Los otros dos nunca fueron localizados.
Ambos acusados negaron, de nuevo, su implicaci?n. Se aferran a que el ADN seminal en la v?ctima no era de ellos –la joven explic? que ten?a novio y que hab?an mantenido relaciones sexuales completas, y que los violadores no eyacularon durante la agresi?n– y a que tampoco hab?a rastro biol?gico de ellos en el ba?o. "Cuando fui al d?a siguiente con la Polic?a para decirles qué ba?o era, los de la discoteca hab?an limpiado el aseo. Estaba todo limp?simo, ol?a mucho a lej?a", confirma la amiga de la v?ctima a preguntas del fiscal. La Polic?a Cient?fica lo relatar? en la sesi?n de este jueves.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/victima-violacion-grupal-discoteca-valencia-75457733)
Es una violaci?n grupal en toda su crudeza. La ocurrida entre las cinco y la seis de la madrugada del 29 de septiembre de 2019 cuando una joven de 18 a?os, que sal?a por primera vez con sus amigos de fiesta por València –reside en un pueblo de la provincia–, fue brutalmente asaltada por cuatro individuos en los ba?os de la discoteca Indiana de València. Dos de los presuntos autores, Iv?n M. L. y Agust?n F. P., ambos valencianos, este ?ltimo con antecedentes por violencia machista, se sentaron el miércoles en el banquillo de los acusados para responder de esa violaci?n grupal, por la que la Fiscal?a les pide 42,5 a?os a cada uno de ellos.
Considera a cada uno de ellos autor directo de una violaci?n y cooperador necesario de dos, y les pide 13,5 a?os por cada una de esas agresiones sexuales. M?s dos por los da?os ps?quicos.
Pese al desgarrador relato realizado por la v?ctima ante la secci?n segunda de la Audiencia de València, en el que la joven se quebr? y rompi? a llorar tres veces y en el que apenas encontr? palabras para describir los momentos m?s ?ntimos, vergüenza que solo logr? vencer con la incesante ayuda, apoyo e intervenci?n del presidente del tribunal, el magistrado José Manuel Ortega, ninguno de los dos acusados mostr? ni un ?pice de emoci?n o empat?a mientras la v?ctima iba desgranando lo sucedido aquella noche.
"Sé que se turnaron para violarme porque el primero le dijo al otro: ‘Ahora t?, t?o’"
La joven lleg? al Indiana con un grupo de amigos sobre las cuatro de la madrugada. Al poco, decidi? ir al ba?o "porque no me aguantaba. Se ofrecieron a acompa?arme, y les dije que no hac?a falta". En el pasillo com?n a los aseos de hombres y mujeres, un desconocido, "el que llevaba una camiseta roja con el logo de Armani me cogi? del brazo y me dijo que un chico necesitaba ayuda. Yo no entend?a nada. Le pregunté pero solo dec?a que fuera, que necesitaba ayuda". La arrastr? al ba?o de hombres. "Al entrar estaban los otros tres. Me rodearon. Me empecé a agobiar, se re?an y dec?an ‘qué guapa, qué bien has elegido’. Empezaron a tocarme. Yo dec?a que me quer?a ir y ellos, ‘que te calles, que no te vas a ir’. Me agarraban y me apretaban".
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
En instantes, le arrancaron los broches del body por debajo de la falda y le introdujeron los dedos en la vagina tres de ellos, algo que solo pudo contar con la ayuda del juez "porque no sé c?mo decir las palabras".
El personal de seguridad les ech?
"Fue muy r?pido. El de rojo es el que hablaba, el que organizaba. Hab?a otro de negro, otro con una camiseta clarita y otro m?s con un polo azul marino". Después, la empujaron violentamente al interior de uno de los v?teres. Cerraron la puerta y la rodearon. Vuelve a romperse. El juez le ofrece parar. "No. Quiero acabar ya con esto. Un minuto, por favor, que respiro y me recupero". Los acusados siguen sin mostrar emoci?n alguna. Solo uno de ellos, el que iba de rojo, murmura y agita la cabeza cuando afirma que lo reconoci? a la salida de la discoteca "sin ninguna duda", confirma que el polic?a nacional que estaba en ese momento con ella y que los arrest?.
Dentro del aseo, la tiraron al suelo. Empezaron los pisotones, las bofetadas, las patadas. "Estaban como de risas. Yo gritaba, no quer?a estar ah?. Se llamaban ‘bro’, ‘hermano’. Uno dijo: ‘?Ahora quién? ?T? o yo?". Tres de ellos la obligaron a realizarles una felaci?n. No fue capaz de explicarlo. El juez tuvo que volver a ayudarle a encontrar las palabras. "Me lo pusieron en la boca, me metieron eso tres de ellos en la boca". "?El pene?". La respuesta, apurada, nerviosa: "S?, eso".
"Lleg? un momento en que ya solo lloraba, me limitaba a mirar la pared y pensaba ‘me quiero ir a casa’"
"La gente empez? a tocar a la puerta. Y preguntaba qué estaba pasando. El de rojo ech? al de azul y al de clarito: ‘Iros fuera que nos toca a nosotros’". Le obedecieron. La izaron por el pelo y consumaron las violaciones contra la pared. Cuando se fueron, dej?ndola tirada en el suelo, se qued? un rato acurrucada. "No sab?a qué hacer".
Atacada por otro hombre
Cuando sali?, se qued? en un pilar, donde "un baboso empez? a chuparle el cuello mientras ella estaba totalmente en shock, aterrorizada", explica el amigo que la encontr?. "Nunca olvidaré su cara de terror y al tipo bab?ndole el cuello y toc?ndola", concluye. Ese amigo la separ? del nuevo abusador y la protegi? en el ba?o de chicas, dej?ndola moment?neamente en compa??a de dos desconocidas mientras iba en busca de la amiga de la joven.
A partir de ah?, el grupo de amigos, que llevaban un tiempo busc?ndola sin éxito, trataron de pedir ayuda al personal de seguridad: "Nos dijeron que no era su problema y nos echaron a la calle". Ni siquiera atendieron a la petici?n de llamar a la Polic?a. Fueron los amigos quienes lo hicieron.
"Cuando fui al d?a siguiente con la Polic?a al ba?o de la discoteca, lo hab?an limpiado todo con lej?a"
Para entonces ya era la hora de cierre del local. La Polic?a Nacional orden? a los vigilantes que hicieran salir por separado a quienes llevasen camiseta roja. Gracias a ese filtro, la joven, protegida por una agente de Polic?a, identific? al primero de ellos, el de rojo, y, unos minutos después, al segundo, el de negro. El miércoles volvi? a reconocer a ambos en el juicio, a través de un cristal. Su reacci?n al verlos fue absolutamente elocuente. Los otros dos nunca fueron localizados.
Ambos acusados negaron, de nuevo, su implicaci?n. Se aferran a que el ADN seminal en la v?ctima no era de ellos –la joven explic? que ten?a novio y que hab?an mantenido relaciones sexuales completas, y que los violadores no eyacularon durante la agresi?n– y a que tampoco hab?a rastro biol?gico de ellos en el ba?o. "Cuando fui al d?a siguiente con la Polic?a para decirles qué ba?o era, los de la discoteca hab?an limpiado el aseo. Estaba todo limp?simo, ol?a mucho a lej?a", confirma la amiga de la v?ctima a preguntas del fiscal. La Polic?a Cient?fica lo relatar? en la sesi?n de este jueves.
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