الريــم
09-14-2022, 10:10 AM
El ?ltimo episodio del caso Déborah,*el hallazgo de una caja con material de la causa que estuvo olvidada durante a?os en las dependencias centrales de la Polic?a Nacional de Madrid, arroja m?s sombras que luces en torno a la investigaci?n policial sobre la desaparici?n y muerte de esta joven viguesa. Ah?, en ese legajo traspapelado, apareci? un teléfono m?vil de la marca Nokia*que, se sospecha, era el que pertenec?a en 2002, cuando ocurri? todo, a la v?ctima. Un terminal que, seg?n llevaba a?os denunciando la familia, permanec?a extraviado y que, a la vista de los informes existentes en el sumario, protagoniza un enredo policial del todo incomprensible por tratarse de un*elemento clave*en una investigaci?n del cariz como la que se sigue en este procedimiento judicial.
A ra?z de la*reapertura policial y judicial de la causa en 2019, una de las preguntas que se hizo la familia de Déborah ten?a relaci?n directa con su teléfono m?vil. ?D?nde estaba esa pieza de convicci?n? Porque la madre de la joven recordaba y recuerda “n?tidamente” habérselo entregado en 2006, cuatro a?os después de los hechos, a dos agentes que, en el marco de las pesquisas, fueron a entrevistarla a su domicilio. Y lo que en aquel mismo 2019 refiri? la Polic?a Nacional, seg?n consta en un informe incorporado al sumario, era que no exist?a ning?n documento que acreditase que dicho m?vil hubiese sido intervenido para su an?lisis. De hecho, dos responsables durante los primeros a?os de la investigaci?n pertenecientes a la Brigada de Delitos contra las Personas de Madrid*manifestaron que ning?n familiar de Déborah hab?a entregado el teléfono. Lo ?nico que constaba en el diario de las gestiones de los agentes, prosigue el oficio policial, eran unos datos –relativos a llamadas recibidas y a una anotaci?n en la agenda del m?vil– de los que, agrega el informe, se podr?a entender que o bien alg?n agente hizo*una inspecci?n visual del m?vil*o alg?n familiar de la v?ctima proporcion? dicha informaci?n a los investigadores al inicio de las pesquisas.
El subinspector al cargo del caso tras su reapertura deja la Polic?a
Cuando la investigaci?n policial del caso Déborah se reabri? en 2019, al frente del equipo de Madrid que lleva la rienda de las pesquisas se puso el subinspector Carlos Segarra. Pero este agente dej? recientemente la Polic?a Nacional para iniciar una nueva etapa como abogado. Ahora colabora en el canal de televisi?n Cuatro, donde esta semana habl? sobre el procedimiento. Afirm? que los primeros investigadores del caso “tuvieron en sus manos” el teléfono de Déborah, que lo “analizaron” y, seg?n asegur?, no se hall? ning?n dato concluyente.
As? las cosas, hasta que esta pasada semana sali? a la luz el hallazgo de ese legajo a ra?z de unas obras en sus dependencias de Madrid, la Polic?a Nacional negaba estar en poder del m?vil de Déborah. Algo que adem?s justificaba por el hecho de que*en el a?o 2002 los teléfonos no eran como los actuales smartphones, ya que la informaci?n que conten?an se limitaba casi exclusivamente a la*agenda, las*llamadas entrantes y salientes*y los*mensajes SMS, que se pod?a consultar, indicaban, con una sencilla inspecci?n sin necesidad de someterlo a un an?lisis m?s exhaustivo.
Una nueva versi?n
Pero lo que acaba de trasladar la Polic?a Nacional a la jueza en el oficio donde pide autorizaci?n para acceder al teléfono hallado en esa caja olvidada es muy distinto a lo que conten?a aquel informe de 2019.*Los agentes creen ahora que ese m?vil Nokia podr?a ser efectivamente el de Déborah*ya que, seg?n exponen en este nuevo informe, han encontrado documentaci?n relativa a una visita realizada a Vigo en enero de 2006 por los polic?as que entonces estaban al cargo de las pesquisas. Y entre dichas anotaciones consta que el d?a 11 de aquel mes acudieron al domicilio de los padres de la joven y, junto a su agenda personal,*efectivamente s? recogieron su m?vil.
?Y el terminal de Déborah lleg? a ser examinado a conciencia? Pues eso s? que no consta. Nada hay en la causa, ning?n informe pericial, que acredite dicho extremo. Ahora,*los investigadores acaban de pedir a la jueza que les permita remitir el antiguo teléfono Nokia encontrado en sus dependencias de Madrid al grupo especializado de la Polic?a Cient?fica. El objetivo es doble: confirmar que efectivamente es el m?vil de la joven y tratar de extraer la informaci?n que contenga el mismo. Lo que no apareci? en ese legajo es la tarjeta SIM, lo que posiblemente pondr? l?mites a los datos que se puedan obtener.
Un episodio que arroja sombras sobre la cadena de custodia de las pruebas de este crimen
Lo que ha ocurrido con la caja con pruebas del caso Déborah que estuvo traspapelada en la Secci?n de Homicidios y Desaparecidos de la Polic?a Nacional de Madrid no es balad?. Dentro, junto al teléfono m?vil que supuestamente pertenecer?a a la joven viguesa, hab?a seis cintas de v?deo VHS –a?n no se sabe si se trata de pruebas intervenidas o son grabaciones de los propios agentes–, as? como oficios y fotograf?as de car?cter policial. El hecho de que este legajo se extraviase ataca directamente a la cadena de custodia que se exige para cualquier tipo de prueba o indicio que vaya a ser usado en una investigaci?n judicial. E inevitablemente arroja dudas sobre el control que se ejerci? sobre éstas y otras piezas de convicci?n que forman parte de este procedimiento. Precisamente, el episodio del teléfono recuerda al del disco duro del ordenador de la v?ctima, que seg?n Lazarus Technology fue manipulado y sometido a un borrado de datos tras ser entregado en 2006 a la Polic?a Nacional. La familia de Déborah, tras esa pericia, pidi? que se analizase toda la cadena de custodia que tuvo el dispositivo desde ese a?o hasta la actualidad, pero la jueza rechaz? recientemente llevar a cabo esta diligencia, decisi?n que ha sido recurrida por los abogados. Y ayer, el delegado del Gobierno en Galicia, José Mi?ones, mostr? su apoyo a la familia de Déborah y afirm? que tienen el mismo objetivo, “que es que se esclarezcan los hechos y que, l?gicamente, se depuren las consecuencias”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/enredo-policial-telefono-deborah-fernandez-75404439)
A ra?z de la*reapertura policial y judicial de la causa en 2019, una de las preguntas que se hizo la familia de Déborah ten?a relaci?n directa con su teléfono m?vil. ?D?nde estaba esa pieza de convicci?n? Porque la madre de la joven recordaba y recuerda “n?tidamente” habérselo entregado en 2006, cuatro a?os después de los hechos, a dos agentes que, en el marco de las pesquisas, fueron a entrevistarla a su domicilio. Y lo que en aquel mismo 2019 refiri? la Polic?a Nacional, seg?n consta en un informe incorporado al sumario, era que no exist?a ning?n documento que acreditase que dicho m?vil hubiese sido intervenido para su an?lisis. De hecho, dos responsables durante los primeros a?os de la investigaci?n pertenecientes a la Brigada de Delitos contra las Personas de Madrid*manifestaron que ning?n familiar de Déborah hab?a entregado el teléfono. Lo ?nico que constaba en el diario de las gestiones de los agentes, prosigue el oficio policial, eran unos datos –relativos a llamadas recibidas y a una anotaci?n en la agenda del m?vil– de los que, agrega el informe, se podr?a entender que o bien alg?n agente hizo*una inspecci?n visual del m?vil*o alg?n familiar de la v?ctima proporcion? dicha informaci?n a los investigadores al inicio de las pesquisas.
El subinspector al cargo del caso tras su reapertura deja la Polic?a
Cuando la investigaci?n policial del caso Déborah se reabri? en 2019, al frente del equipo de Madrid que lleva la rienda de las pesquisas se puso el subinspector Carlos Segarra. Pero este agente dej? recientemente la Polic?a Nacional para iniciar una nueva etapa como abogado. Ahora colabora en el canal de televisi?n Cuatro, donde esta semana habl? sobre el procedimiento. Afirm? que los primeros investigadores del caso “tuvieron en sus manos” el teléfono de Déborah, que lo “analizaron” y, seg?n asegur?, no se hall? ning?n dato concluyente.
As? las cosas, hasta que esta pasada semana sali? a la luz el hallazgo de ese legajo a ra?z de unas obras en sus dependencias de Madrid, la Polic?a Nacional negaba estar en poder del m?vil de Déborah. Algo que adem?s justificaba por el hecho de que*en el a?o 2002 los teléfonos no eran como los actuales smartphones, ya que la informaci?n que conten?an se limitaba casi exclusivamente a la*agenda, las*llamadas entrantes y salientes*y los*mensajes SMS, que se pod?a consultar, indicaban, con una sencilla inspecci?n sin necesidad de someterlo a un an?lisis m?s exhaustivo.
Una nueva versi?n
Pero lo que acaba de trasladar la Polic?a Nacional a la jueza en el oficio donde pide autorizaci?n para acceder al teléfono hallado en esa caja olvidada es muy distinto a lo que conten?a aquel informe de 2019.*Los agentes creen ahora que ese m?vil Nokia podr?a ser efectivamente el de Déborah*ya que, seg?n exponen en este nuevo informe, han encontrado documentaci?n relativa a una visita realizada a Vigo en enero de 2006 por los polic?as que entonces estaban al cargo de las pesquisas. Y entre dichas anotaciones consta que el d?a 11 de aquel mes acudieron al domicilio de los padres de la joven y, junto a su agenda personal,*efectivamente s? recogieron su m?vil.
?Y el terminal de Déborah lleg? a ser examinado a conciencia? Pues eso s? que no consta. Nada hay en la causa, ning?n informe pericial, que acredite dicho extremo. Ahora,*los investigadores acaban de pedir a la jueza que les permita remitir el antiguo teléfono Nokia encontrado en sus dependencias de Madrid al grupo especializado de la Polic?a Cient?fica. El objetivo es doble: confirmar que efectivamente es el m?vil de la joven y tratar de extraer la informaci?n que contenga el mismo. Lo que no apareci? en ese legajo es la tarjeta SIM, lo que posiblemente pondr? l?mites a los datos que se puedan obtener.
Un episodio que arroja sombras sobre la cadena de custodia de las pruebas de este crimen
Lo que ha ocurrido con la caja con pruebas del caso Déborah que estuvo traspapelada en la Secci?n de Homicidios y Desaparecidos de la Polic?a Nacional de Madrid no es balad?. Dentro, junto al teléfono m?vil que supuestamente pertenecer?a a la joven viguesa, hab?a seis cintas de v?deo VHS –a?n no se sabe si se trata de pruebas intervenidas o son grabaciones de los propios agentes–, as? como oficios y fotograf?as de car?cter policial. El hecho de que este legajo se extraviase ataca directamente a la cadena de custodia que se exige para cualquier tipo de prueba o indicio que vaya a ser usado en una investigaci?n judicial. E inevitablemente arroja dudas sobre el control que se ejerci? sobre éstas y otras piezas de convicci?n que forman parte de este procedimiento. Precisamente, el episodio del teléfono recuerda al del disco duro del ordenador de la v?ctima, que seg?n Lazarus Technology fue manipulado y sometido a un borrado de datos tras ser entregado en 2006 a la Polic?a Nacional. La familia de Déborah, tras esa pericia, pidi? que se analizase toda la cadena de custodia que tuvo el dispositivo desde ese a?o hasta la actualidad, pero la jueza rechaz? recientemente llevar a cabo esta diligencia, decisi?n que ha sido recurrida por los abogados. Y ayer, el delegado del Gobierno en Galicia, José Mi?ones, mostr? su apoyo a la familia de Déborah y afirm? que tienen el mismo objetivo, “que es que se esclarezcan los hechos y que, l?gicamente, se depuren las consecuencias”.
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