الريــم
09-13-2022, 07:50 PM
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 30 a?os de prisi?n impuesta a un exsacerdote por delitos deabusos sexuales a siete menores que cursaban estudios en el seminario de la Di?cesis de Ciudad Real, donde el acusado era formador de los seminaristas.
La Sala desestima el recurso de casaci?n interpuesto por el exsacerdote contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha, que elev? a 30 a?os la pena de 22 a?os y 8 meses que le hab?a impuesto la Audiencia Provincial de Ciudad Real. Adem?s, confirma una multa por importe de 52.920 euros y una indemnizaci?n de 2.000 euros a cada una de las v?ctimas, seg?n ha informado el Tribunal Supremo en nota de prensa.
La sentencia, ponencia del magistrado Juan Ram?n Berdugo, rechaza que las conductas imputadas respondieran a un mero juego, como sostiene el recurso, y concluye que la actuaci?n del recurrente "consisti? en actos h?biles para atacar la indemnidad sexual de los menores".
A?ade que en este caso, tal y como se?alan las acusaciones p?blica y privada, "los episodios de ahogadillas, que se presentan como un inocente juego, en el que de forma accidental podr?an producirse roces o tocamientos involuntarios, suponen realmente que el acusado agarraba los genitales de los menores, siendo conductas reiteradas y prolongadas en el tiempo durante toda la temporada de ba?o en la piscina y afectantes a varios alumnos tutelados".
Para la Sala, "las curas en las habitaciones, obligando a los menores a bajarse los calzoncillos y palp?ndoles los genitales y el pene, so pretexto de esas curas, tienen evidente car?cter sexual". "Tocar los genitales al menor para que el pr?ximo a?o 'le echara huevos' al curso no puede entenderse como una técnica educativa", a?ade.
Del mismo modo, considera que "hacer desnudar a los menores no puede ser considerado como una mera prueba de confianza y los actos de masturbaci?n o contemplaci?n del pene de los menores atentan de forma evidente a la libertad e indemnidad sexual de estos".
Agravante de prevalimiento
Para el tribunal concurre la agravante de prevalimiento respecto a cuatro de las siete v?ctimas al constatarse que el excura se aprovech? de su posici?n de formador en el seminario, con todo lo que ello comporta; la edad de las v?ctimas, pr?xima a los 13 a?os; y el escenario donde se desarrollaron los hechos, en régimen de internado, sometidos a un ambiente de disciplina.
Todo ello determina, seg?n la sentencia, "la existencia de una vulnerabilidad emocional en los menores que el formador, usando de su autoridad inherente al cargo que desempe?aba, aprovech? para perpetrar los delitos, consiguiendo el viciado consentimiento de los menores". "El aprovechamiento de esta situaci?n es indisociable de la consideraci?n de las v?ctimas como vulnerables: el prevalimiento existe porque el autor es el formador de los menores, su tutor; y los menores, que tienen menos de los 16 a?os que fijaba la edad de consentimiento sexual y est?n pr?ximos a los 13, est?n internos en el seminario, en un ambiente determinado y sometidos a una disciplina concreta", contin?a.
La Sala considera veros?miles los testimonios de las v?ctimas, corroborados por testificales y periciales, y rechaza que orquestaran una maniobra tan perjudicial contra el acusado.
En este sentido, indica que "es muy dif?cil que pudieran ponerse de acuerdo tantas personas (menores y sus padres) para montar un escenario delictivo de esta envergadura y que no hayan incurrido en fisuras o contradicciones significativas, m?xime cuando est? probado las buenas relaciones que los menores manten?an hasta entonces con el que era su formador en el seminario e igualmente los padres, con alguno de los cuales la relaci?n era incluso de amistad". "Adem?s, no consta que los menores tuvieran conocimiento de lo que les estaba ocurriendo a los dem?s ni que lo hubiesen comentado entre ellos, pese a que todos lo conoc?an por ser internos en el seminario".
Sin contradicciones
Se?ala que las declaraciones de los menores, como dice la sentencia recurrida, "son claras, precisas, coherentes en la incriminaci?n y sin contradicciones en cuestiones relevantes" y que fueron corroboradas por la declaraci?n del propio acusado, que asumi? alguna intervenci?n en los hechos. "Es cierto que no se trata de una confesi?n de los hechos, pues no reconoce su culpabilidad; simplemente constatamos la certeza de la existencia de las situaciones denunciadas, que no responden a meras invenciones de las v?ctimas", subraya la sentencia.
La Sala precisa que la forma en la que surgi? la denuncia le confiri? visos de realidad, siendo a través de los sacerdotes de los pueblos y parroquias de los seminaristas y a?n de otro seminarista mayor. También se refiere a la declaraci?n de la psic?loga del seminario que impart?a el curso de sexualidad y a la de los padres de los menores.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/supremo-confirma-condena-30-anos-75379976)
La Sala desestima el recurso de casaci?n interpuesto por el exsacerdote contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha, que elev? a 30 a?os la pena de 22 a?os y 8 meses que le hab?a impuesto la Audiencia Provincial de Ciudad Real. Adem?s, confirma una multa por importe de 52.920 euros y una indemnizaci?n de 2.000 euros a cada una de las v?ctimas, seg?n ha informado el Tribunal Supremo en nota de prensa.
La sentencia, ponencia del magistrado Juan Ram?n Berdugo, rechaza que las conductas imputadas respondieran a un mero juego, como sostiene el recurso, y concluye que la actuaci?n del recurrente "consisti? en actos h?biles para atacar la indemnidad sexual de los menores".
A?ade que en este caso, tal y como se?alan las acusaciones p?blica y privada, "los episodios de ahogadillas, que se presentan como un inocente juego, en el que de forma accidental podr?an producirse roces o tocamientos involuntarios, suponen realmente que el acusado agarraba los genitales de los menores, siendo conductas reiteradas y prolongadas en el tiempo durante toda la temporada de ba?o en la piscina y afectantes a varios alumnos tutelados".
Para la Sala, "las curas en las habitaciones, obligando a los menores a bajarse los calzoncillos y palp?ndoles los genitales y el pene, so pretexto de esas curas, tienen evidente car?cter sexual". "Tocar los genitales al menor para que el pr?ximo a?o 'le echara huevos' al curso no puede entenderse como una técnica educativa", a?ade.
Del mismo modo, considera que "hacer desnudar a los menores no puede ser considerado como una mera prueba de confianza y los actos de masturbaci?n o contemplaci?n del pene de los menores atentan de forma evidente a la libertad e indemnidad sexual de estos".
Agravante de prevalimiento
Para el tribunal concurre la agravante de prevalimiento respecto a cuatro de las siete v?ctimas al constatarse que el excura se aprovech? de su posici?n de formador en el seminario, con todo lo que ello comporta; la edad de las v?ctimas, pr?xima a los 13 a?os; y el escenario donde se desarrollaron los hechos, en régimen de internado, sometidos a un ambiente de disciplina.
Todo ello determina, seg?n la sentencia, "la existencia de una vulnerabilidad emocional en los menores que el formador, usando de su autoridad inherente al cargo que desempe?aba, aprovech? para perpetrar los delitos, consiguiendo el viciado consentimiento de los menores". "El aprovechamiento de esta situaci?n es indisociable de la consideraci?n de las v?ctimas como vulnerables: el prevalimiento existe porque el autor es el formador de los menores, su tutor; y los menores, que tienen menos de los 16 a?os que fijaba la edad de consentimiento sexual y est?n pr?ximos a los 13, est?n internos en el seminario, en un ambiente determinado y sometidos a una disciplina concreta", contin?a.
La Sala considera veros?miles los testimonios de las v?ctimas, corroborados por testificales y periciales, y rechaza que orquestaran una maniobra tan perjudicial contra el acusado.
En este sentido, indica que "es muy dif?cil que pudieran ponerse de acuerdo tantas personas (menores y sus padres) para montar un escenario delictivo de esta envergadura y que no hayan incurrido en fisuras o contradicciones significativas, m?xime cuando est? probado las buenas relaciones que los menores manten?an hasta entonces con el que era su formador en el seminario e igualmente los padres, con alguno de los cuales la relaci?n era incluso de amistad". "Adem?s, no consta que los menores tuvieran conocimiento de lo que les estaba ocurriendo a los dem?s ni que lo hubiesen comentado entre ellos, pese a que todos lo conoc?an por ser internos en el seminario".
Sin contradicciones
Se?ala que las declaraciones de los menores, como dice la sentencia recurrida, "son claras, precisas, coherentes en la incriminaci?n y sin contradicciones en cuestiones relevantes" y que fueron corroboradas por la declaraci?n del propio acusado, que asumi? alguna intervenci?n en los hechos. "Es cierto que no se trata de una confesi?n de los hechos, pues no reconoce su culpabilidad; simplemente constatamos la certeza de la existencia de las situaciones denunciadas, que no responden a meras invenciones de las v?ctimas", subraya la sentencia.
La Sala precisa que la forma en la que surgi? la denuncia le confiri? visos de realidad, siendo a través de los sacerdotes de los pueblos y parroquias de los seminaristas y a?n de otro seminarista mayor. También se refiere a la declaraci?n de la psic?loga del seminario que impart?a el curso de sexualidad y a la de los padres de los menores.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/supremo-confirma-condena-30-anos-75379976)