الريــم
09-13-2022, 09:20 AM
La contaminaci?n lum?nica (https://www.sport.es/es/noticias/medio-ambiente/contaminacion-luminica-provoca-muerte-millones-13663198)es un problema que crece a pasos agigantados desde la aparici?n de la tecnolog?a LED. Sus efectos son m?ltiples: desaparici?n de las estrellas en el firmamento nocturno, da?os a las aves y otras especies animales y vegetales (que necesitan la oscuridad para vivir) y también alteraci?n del descanso de las personas.
Alicia Pelegrina, quien particip? en la puesta en marcha de la Oficina de Calidad del Cielo del Instituto de Astrof?sica de Andaluc?a (IAA) del CSIC, explica en La contaminaci?n lum?nica (https://www.csic.es/es/ciencia-y-sociedad/libros-de-divulgacion/coleccion-que-sabemos-de/la-contaminacion-luminica), el ?ltimo libro de la colecci?n ?Qué sabemos de? (CSIC-Catarata), las causas de este fen?meno y alerta sobre sus efectos. “Asociamos luz con riqueza, alegr?a y seguridad, pero la utilizaci?n inadecuada de la iluminaci?n artificial se ha convertido en un grave problema ambiental. Es un tipo de contaminaci?n que no duele, no se oye, ni se huele. No la percibimos como un problema, pero el exceso de luz es responsable de la mortalidad masiva de algunas aves, desequilibra los ecosistemas, supone un elemento clave en la desaparici?n de los insectos y provoca alteraciones en nuestro organismo”, declara la autora.
https://uc-4u.com/clip/0a085d15-af28-49ba-8928-70911b83d669_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Alicia Pelegrina, autora del libro, en una conferencia | Youtube
El Nuevo atlas mundial del brillo del cielo ya advert?a en 2016 que el 80% de los habitantes del planeta vive bajo cielos contaminados y que un tercio de la poblaci?n mundial no puede ver la V?a L?ctea. Si nos fijamos en Europa o en Estados Unidos, los n?meros se disparan: el 99% de la poblaci?n no puede disfrutar del paisaje de un cielo estrellado.
Pero, ?qué es y c?mo se origina la contaminaci?n lum?nica? En Espa?a, la asociaci?n Cel Fosc la define como una alteraci?n de la oscuridad natural del medio nocturno producida por fuentes artificiales de luz. Hay dos caracter?sticas que convierten la luz artificial en un peligros?simo agente contaminante: su capacidad para propagarse en todas direcciones y la velocidad con la que lo hace, 300.000 km/s cuando se desplaza por el vac?o. “Las part?culas presentes en la atm?sfera interaccionan con la luz y esta se dispersa en todas las direcciones. Es como si las part?culas actuaran como una especie de fuente secundaria de luz”, apunta la experta del CSIC.
Demasiada potencia de luz y focos mal orientados
La comunidad cient?fica dedicada a la astronom?a viene advirtiendo de esta problem?tica desde hace tiempo. Pero adem?s de ese brillo artificial del cielo nocturno que dificulta la investigaci?n del cosmos, existen otras formas en las que se manifiesta la contaminaci?n lum?nica, como la intrusi?n, producida cuando el flujo luminoso sobrepasa el espacio que se quiere iluminar e inunda otras ?reas. Esto sucede cuando la luz de las farolas de la calle entra en tu dormitorio, o en las zonas costeras, donde las grandes superficies de agua son alcanzadas por la luz artificial. Otra de las caras de este tipo de contaminaci?n es el deslumbramiento, que ocurre cuando la luz artificial apunta directamente a nuestros ojos o hay un exceso de luz en una determinada zona.
En realidad, gran parte del problema se debe a que muchas farolas, focos y otras fuentes de luz est?n mal orientadas: apuntan hacia los lados e incluso hacia arriba, cuando deben apuntar hacia abajo. La excesiva potencia lum?nica y horarios innecesariamente prolongados en dicha iluminaci?n son otros de los motivos de este problema.
https://uc-4u.com/clip/9fd56ba9-267b-42d9-b88c-19dc2b90fcf4_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Tipos de farolas | Agencias
El tipo de luz artificial del alumbrado de exteriores y su orientaci?n son algunos de los factores explicados en el texto para calibrar los efectos nocivos de combatir la oscuridad. Las farolas de nuestras ciudades est?n formadas por l?mparas, la fuente emisora de luz, y por luminarias, la estructura que contiene y soporta la l?mpara. El dise?o correcto de ambas partes es esencial para una iluminaci?n adecuada.
Seg?n Pelegrina, “las l?mparas menos contaminantes son las que emiten luz del espectro visible al ojo humano con mayores longitudes de onda, es decir las l?mparas que emiten una luz anaranjada, que es la que menos se dispersa en la atm?sfera, y las luminarias m?s respetuosas son aquellas que no emiten luz en el hemisferio superior. As? minimizan su impacto en el aumento del brillo del cielo nocturno”. En cambio, las luces de tonalidades blancas o azuladas deben evitarse siempre, por ser las m?s da?inas.
Luz artificial: se rompen las reglas del juego
Los ciclos de luz y oscuridad son esenciales para los seres vivos. La autora compara la luz natural con “un ?rbitro que garantiza la buena marcha del partido, porque controla mecanismos y funciones biol?gicas como la reproducci?n, la b?squeda de alimento, la migraci?n o la floraci?n. La luz artificial rompe esos patrones c?clicos y, debido a su capacidad de viajar largas distancias, afecta a ?reas naturales alejadas de los grandes n?cleos urbanos donde hay grandes concentraciones de puntos de luz”. De hecho, la Uni?n Internacional para la Conservaci?n de la Naturaleza afirma que la contaminaci?n lum?nica afecta a dos tercios de las ?reas clave de biodiversidad de la Tierra.
El 30% de los seres vivos vertebrados y el 60% de los invertebrados son nocturnos. A partir de este dato, podemos deducir los desajustes provocados por una luz que aparece en lugares y momentos no esperados. Los insectos constituyen el grupo de seres vivos m?s abundante en nuestro planeta y uno de los m?s vulnerables a la contaminaci?n lum?nica. Los que son nocturnos identifican la luz como una se?al de seguridad y de orientaci?n. Eso explica que queden ‘cautivos’ volando alrededor, por ejemplo, de una farola, lo que provoca su muerte quemados por la bombilla caliente, por agotamiento debido al vuelo continuo, o depredados. Las luces artificiales se convierten as? en un muro de contenci?n para los movimientos migratorios de insectos y el desplazamiento de organismos que se alimentan de ellos.
https://uc-4u.com/clip/4486b405-2447-456e-985d-c9556051f7b0_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Mapa de contaminaci?n lum?nica en Europa | ESA
Las aves también se desorientan y cambian sus patrones de reproducci?n. Las cr?as de aves marinas sufren las consecuencias de la iluminaci?n constante cuando viajan del nido al mar. En las Islas Canarias mueren cada a?o miles de pollos al caer al suelo en calles y carreteras deslumbrados en sus primeros vuelos. Por su parte, las tortugas no salen a poner sus huevos en las playas. Y las que lo logran no tienen garantizada su descendencia, pues sus cr?as confunden las luces de farolas con el resplandor de la luna y no consiguen llegar a la orilla. Mar adentro la situaci?n no mejora. El primer atlas mundial de contaminaci?n lum?nica submarina publicado en 2021 por la Universidad de Plymouth indica que, a un metro de profundidad, casi dos millones de kil?metros cuadrados de océanos costeros est?n expuestos a una luz artificial en la noche.
El ritmo no para y nuestra salud se resiente
Casi todo el mundo ha o?do hablar del reloj biol?gico que rige nuestro organismo y da ?rdenes para activar una serie de funciones seg?n sea de d?a o de noche. Estas fluctuaciones que se repiten d?a tras d?a cada 24 horas se conocen como*ciclos circadianos, y los estamos cambiando. En palabras de la especialista del IAA-CSIC, “nuestras ciudades se han convertido es un sistema ‘24/7 non stop’ que implica una alteraci?n del ciclo natural luz-oscuridad debido al abuso de luz artificial durante la noche. De esta forma,*nuestro reloj se vuelve loco y comienza a enviar por la noche se?ales que deber?a enviar durante la ma?ana. Este caos es lo que se conoce como cronodisrupci?n. Muchos estudios asocian este fen?meno con la aparici?n de enfermedades cardiovasculares, insomnio, falta de concentraci?n, problemas de fertilidad, alteraciones alimenticias e incluso algunos tipos de c?ncer”.
En nuestro pa?s, el Instituto de Salud Global de Barcelona hizo un estudio en 2018 con m?s de 40.000 personas de entre 20 y 85 a?os de 11 comunidades aut?nomas. Los resultados fueron claros: existe una asociaci?n entre niveles elevados de exposici?n a luz azul durante la noche (la que emiten la mayor?a de luces LED blancas y las pantallas de tabletas y teléfonos m?viles) y el mayor riesgo de padecer c?ncer de mama y de pr?stata.
https://uc-4u.com/clip/04147d0c-cd8c-44a3-906e-ed7d426429e2_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Numerosas especies dependen de la oscuridad para vivir | Pxhere
Hacia una iluminaci?n sostenible
Para dar soluci?n a esta problem?tica no hay que pulsar el interruptor y volver a las hogueras. La doctora en Ciencias Ambientales propone algunas medidas que ya se pueden aplicar. “Es cuesti?n de iluminar mejor, de una forma m?s sostenible, evitando la emisi?n de la luz de forma directa al cielo, utilizando solo la cantidad de luz que sea necesaria dirigida a lo que necesitamos ver, en los rangos espectrales en los que nuestros ojos pueden percibirla y en un horario adecuado”, afirma.
La legislaci?n es una herramienta b?sica para lograr estos objetivos. Italia y Francia cuentan con las leyes de protecci?n del cielo oscuro m?s avanzadas del mundo, pero en nuestro pa?s a?n no tenemos una ley estatal de contaminaci?n lum?nica; solo hay alguna medida en comunidades aut?nomas como Canarias y Catalu?a. El Real Decreto del Gobierno que establece el apagado del alumbrado de escaparates y edificios p?blicos repercutir? en los niveles de contaminaci?n lum?nica, pero “nos enfrentamos a una problem?tica ambiental con suficiente peso como para trazar una estrategia de aproximaci?n propia. Todo suma, pero no nos podemos quedar aqu?”, aclara Pelegrina.
En todo caso, la contaminaci?n lum?nica es una cuesti?n ambiental con un marcado componente social. “Por eso es tan importante tomar conciencia de la situaci?n y acercar este conocimiento a la ciudadan?a. Tenemos la obligaci?n moral de preservar el cielo estrellado, por nosotros y por los que vendr?n”, concluye.
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Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/contaminacion-luminica-amenaza-observacion-astronomica-75357725)
Alicia Pelegrina, quien particip? en la puesta en marcha de la Oficina de Calidad del Cielo del Instituto de Astrof?sica de Andaluc?a (IAA) del CSIC, explica en La contaminaci?n lum?nica (https://www.csic.es/es/ciencia-y-sociedad/libros-de-divulgacion/coleccion-que-sabemos-de/la-contaminacion-luminica), el ?ltimo libro de la colecci?n ?Qué sabemos de? (CSIC-Catarata), las causas de este fen?meno y alerta sobre sus efectos. “Asociamos luz con riqueza, alegr?a y seguridad, pero la utilizaci?n inadecuada de la iluminaci?n artificial se ha convertido en un grave problema ambiental. Es un tipo de contaminaci?n que no duele, no se oye, ni se huele. No la percibimos como un problema, pero el exceso de luz es responsable de la mortalidad masiva de algunas aves, desequilibra los ecosistemas, supone un elemento clave en la desaparici?n de los insectos y provoca alteraciones en nuestro organismo”, declara la autora.
https://uc-4u.com/clip/0a085d15-af28-49ba-8928-70911b83d669_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Alicia Pelegrina, autora del libro, en una conferencia | Youtube
El Nuevo atlas mundial del brillo del cielo ya advert?a en 2016 que el 80% de los habitantes del planeta vive bajo cielos contaminados y que un tercio de la poblaci?n mundial no puede ver la V?a L?ctea. Si nos fijamos en Europa o en Estados Unidos, los n?meros se disparan: el 99% de la poblaci?n no puede disfrutar del paisaje de un cielo estrellado.
Pero, ?qué es y c?mo se origina la contaminaci?n lum?nica? En Espa?a, la asociaci?n Cel Fosc la define como una alteraci?n de la oscuridad natural del medio nocturno producida por fuentes artificiales de luz. Hay dos caracter?sticas que convierten la luz artificial en un peligros?simo agente contaminante: su capacidad para propagarse en todas direcciones y la velocidad con la que lo hace, 300.000 km/s cuando se desplaza por el vac?o. “Las part?culas presentes en la atm?sfera interaccionan con la luz y esta se dispersa en todas las direcciones. Es como si las part?culas actuaran como una especie de fuente secundaria de luz”, apunta la experta del CSIC.
Demasiada potencia de luz y focos mal orientados
La comunidad cient?fica dedicada a la astronom?a viene advirtiendo de esta problem?tica desde hace tiempo. Pero adem?s de ese brillo artificial del cielo nocturno que dificulta la investigaci?n del cosmos, existen otras formas en las que se manifiesta la contaminaci?n lum?nica, como la intrusi?n, producida cuando el flujo luminoso sobrepasa el espacio que se quiere iluminar e inunda otras ?reas. Esto sucede cuando la luz de las farolas de la calle entra en tu dormitorio, o en las zonas costeras, donde las grandes superficies de agua son alcanzadas por la luz artificial. Otra de las caras de este tipo de contaminaci?n es el deslumbramiento, que ocurre cuando la luz artificial apunta directamente a nuestros ojos o hay un exceso de luz en una determinada zona.
En realidad, gran parte del problema se debe a que muchas farolas, focos y otras fuentes de luz est?n mal orientadas: apuntan hacia los lados e incluso hacia arriba, cuando deben apuntar hacia abajo. La excesiva potencia lum?nica y horarios innecesariamente prolongados en dicha iluminaci?n son otros de los motivos de este problema.
https://uc-4u.com/clip/9fd56ba9-267b-42d9-b88c-19dc2b90fcf4_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Tipos de farolas | Agencias
El tipo de luz artificial del alumbrado de exteriores y su orientaci?n son algunos de los factores explicados en el texto para calibrar los efectos nocivos de combatir la oscuridad. Las farolas de nuestras ciudades est?n formadas por l?mparas, la fuente emisora de luz, y por luminarias, la estructura que contiene y soporta la l?mpara. El dise?o correcto de ambas partes es esencial para una iluminaci?n adecuada.
Seg?n Pelegrina, “las l?mparas menos contaminantes son las que emiten luz del espectro visible al ojo humano con mayores longitudes de onda, es decir las l?mparas que emiten una luz anaranjada, que es la que menos se dispersa en la atm?sfera, y las luminarias m?s respetuosas son aquellas que no emiten luz en el hemisferio superior. As? minimizan su impacto en el aumento del brillo del cielo nocturno”. En cambio, las luces de tonalidades blancas o azuladas deben evitarse siempre, por ser las m?s da?inas.
Luz artificial: se rompen las reglas del juego
Los ciclos de luz y oscuridad son esenciales para los seres vivos. La autora compara la luz natural con “un ?rbitro que garantiza la buena marcha del partido, porque controla mecanismos y funciones biol?gicas como la reproducci?n, la b?squeda de alimento, la migraci?n o la floraci?n. La luz artificial rompe esos patrones c?clicos y, debido a su capacidad de viajar largas distancias, afecta a ?reas naturales alejadas de los grandes n?cleos urbanos donde hay grandes concentraciones de puntos de luz”. De hecho, la Uni?n Internacional para la Conservaci?n de la Naturaleza afirma que la contaminaci?n lum?nica afecta a dos tercios de las ?reas clave de biodiversidad de la Tierra.
El 30% de los seres vivos vertebrados y el 60% de los invertebrados son nocturnos. A partir de este dato, podemos deducir los desajustes provocados por una luz que aparece en lugares y momentos no esperados. Los insectos constituyen el grupo de seres vivos m?s abundante en nuestro planeta y uno de los m?s vulnerables a la contaminaci?n lum?nica. Los que son nocturnos identifican la luz como una se?al de seguridad y de orientaci?n. Eso explica que queden ‘cautivos’ volando alrededor, por ejemplo, de una farola, lo que provoca su muerte quemados por la bombilla caliente, por agotamiento debido al vuelo continuo, o depredados. Las luces artificiales se convierten as? en un muro de contenci?n para los movimientos migratorios de insectos y el desplazamiento de organismos que se alimentan de ellos.
https://uc-4u.com/clip/4486b405-2447-456e-985d-c9556051f7b0_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Mapa de contaminaci?n lum?nica en Europa | ESA
Las aves también se desorientan y cambian sus patrones de reproducci?n. Las cr?as de aves marinas sufren las consecuencias de la iluminaci?n constante cuando viajan del nido al mar. En las Islas Canarias mueren cada a?o miles de pollos al caer al suelo en calles y carreteras deslumbrados en sus primeros vuelos. Por su parte, las tortugas no salen a poner sus huevos en las playas. Y las que lo logran no tienen garantizada su descendencia, pues sus cr?as confunden las luces de farolas con el resplandor de la luna y no consiguen llegar a la orilla. Mar adentro la situaci?n no mejora. El primer atlas mundial de contaminaci?n lum?nica submarina publicado en 2021 por la Universidad de Plymouth indica que, a un metro de profundidad, casi dos millones de kil?metros cuadrados de océanos costeros est?n expuestos a una luz artificial en la noche.
El ritmo no para y nuestra salud se resiente
Casi todo el mundo ha o?do hablar del reloj biol?gico que rige nuestro organismo y da ?rdenes para activar una serie de funciones seg?n sea de d?a o de noche. Estas fluctuaciones que se repiten d?a tras d?a cada 24 horas se conocen como*ciclos circadianos, y los estamos cambiando. En palabras de la especialista del IAA-CSIC, “nuestras ciudades se han convertido es un sistema ‘24/7 non stop’ que implica una alteraci?n del ciclo natural luz-oscuridad debido al abuso de luz artificial durante la noche. De esta forma,*nuestro reloj se vuelve loco y comienza a enviar por la noche se?ales que deber?a enviar durante la ma?ana. Este caos es lo que se conoce como cronodisrupci?n. Muchos estudios asocian este fen?meno con la aparici?n de enfermedades cardiovasculares, insomnio, falta de concentraci?n, problemas de fertilidad, alteraciones alimenticias e incluso algunos tipos de c?ncer”.
En nuestro pa?s, el Instituto de Salud Global de Barcelona hizo un estudio en 2018 con m?s de 40.000 personas de entre 20 y 85 a?os de 11 comunidades aut?nomas. Los resultados fueron claros: existe una asociaci?n entre niveles elevados de exposici?n a luz azul durante la noche (la que emiten la mayor?a de luces LED blancas y las pantallas de tabletas y teléfonos m?viles) y el mayor riesgo de padecer c?ncer de mama y de pr?stata.
https://uc-4u.com/clip/04147d0c-cd8c-44a3-906e-ed7d426429e2_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Numerosas especies dependen de la oscuridad para vivir | Pxhere
Hacia una iluminaci?n sostenible
Para dar soluci?n a esta problem?tica no hay que pulsar el interruptor y volver a las hogueras. La doctora en Ciencias Ambientales propone algunas medidas que ya se pueden aplicar. “Es cuesti?n de iluminar mejor, de una forma m?s sostenible, evitando la emisi?n de la luz de forma directa al cielo, utilizando solo la cantidad de luz que sea necesaria dirigida a lo que necesitamos ver, en los rangos espectrales en los que nuestros ojos pueden percibirla y en un horario adecuado”, afirma.
La legislaci?n es una herramienta b?sica para lograr estos objetivos. Italia y Francia cuentan con las leyes de protecci?n del cielo oscuro m?s avanzadas del mundo, pero en nuestro pa?s a?n no tenemos una ley estatal de contaminaci?n lum?nica; solo hay alguna medida en comunidades aut?nomas como Canarias y Catalu?a. El Real Decreto del Gobierno que establece el apagado del alumbrado de escaparates y edificios p?blicos repercutir? en los niveles de contaminaci?n lum?nica, pero “nos enfrentamos a una problem?tica ambiental con suficiente peso como para trazar una estrategia de aproximaci?n propia. Todo suma, pero no nos podemos quedar aqu?”, aclara Pelegrina.
En todo caso, la contaminaci?n lum?nica es una cuesti?n ambiental con un marcado componente social. “Por eso es tan importante tomar conciencia de la situaci?n y acercar este conocimiento a la ciudadan?a. Tenemos la obligaci?n moral de preservar el cielo estrellado, por nosotros y por los que vendr?n”, concluye.
......
Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
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