الريــم
09-11-2022, 12:40 PM
Color?n, colorado, esta Vuelta se ha acabado. Y s?, en efecto, cuando se acaba la Vuelta (https://www.sport.es/es/noticias/la-vuelta/recorrido-perfil-horario-tv-etapa-21-75271136), en septiembre, ya parece que sea el fin del verano. Comenz? la carrera con media Espa?a (o m?s) de vacaciones y se finiquita la carrera con los ni?os preparando la mochila para ir al cole.
M?s informaci?n (Auto)
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Y, adem?s, hace tanto, tanto tiempo, que da la sensaci?n que haya pasado una eternidad desde que los ciclistas dieron la primera pedalada por las calles de Utrecht, tan lejos, tanto que casi nadie se acuerda de la locura neerlandesa y de los kil?metros que se tuvieron que hacer entre los Pa?ses Bajos y el Pa?s Vasco para que la carrera recuperase su denominaci?n de origen.
Porque este no ha sido un a?o normal en cuanto a traslados. Y de ello no es solo culpable la Vuelta, sino el Tour, que decidi? nacer en Copenhague para regresar luego a Francia y recorrer entre ida y vuelta media Europa.
La Vuelta, en cambio, ha sido un festival de traslados, desde Utrecht a Vitoria, de Asturias a Alicante, desde esta ciudad a Almer?a y desde Sierra Nevada a la costa gaditana, al margen de otras peque?as visitas que han hecho decir a algunos ciclistas que se han pasado m?s horas viajando en el autocar (aunque los traslados largos los hicieron en avi?n) que sobre la bici.
Pero, se quiera o no, es imposible visitar al menos media Espa?a si no se conecta por carretera entre unos lugares y otros. El Giro siempre destaca por ser la carrera que intenta dejar a menos italianos sin carrera en vivo y en directo, pero ello obliga a traslados exagerados de un lugar a otro que siempre se realizan en coche.
Esta temporada, si se excluye la ronda italiana, ha sido obligado conducir unos 13.000 kil?metros, con much?simos menos restos de insectos en el parabrisas, como ya se ha explicado en entregas anteriores.
No hay distancia tan larga, incluyendo la ida y la vuelta, entre ninguna capital europea. Al menos, se anuncia un 2023 algo m?s tranquilo al volante, ya que el Tour comienza en Bilbao y la Vuelta lo har? un 26 de agosto en Barcelona para ir luego hacia Andorra y posiblemente realizar una incursi?n a Francia para escalar el Tourmalet, sobre todo si finalmente la legendaria cima que da nombre a esta colecci?n de escritos vuelve a quedar injustamente fuera del men? del Tour como ha ocurrido este a?o.
Si se analizan las tres grandes carreras destaca el Giro por lo aburrido que fue, una carrera de la que solo se recuerda un ataque del ganador, Jai Hindley, que ha pasado pr?cticamente desapercibido en la Vuelta, a tres kil?metros de la cima de la Marmolada donde se decidi? la general.
Sin lugar a duda el Tour ha sido la m?s intensa y espectacular de las tres carreras, y no por su nombre, ya que otros a?os result? ser m?s soso de lo que la prueba promet?a. Sin embargo, el duelo entre Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar fue una maravilla.
La Vuelta se ha quedado en una posici?n intermedia. Si bien es cierto que apenas ha habido etapas aburridas, la concentraci?n de la carrera se ha acotado a la parte final de las etapas con apenas movimientos importantes desde lejos, aunque, eso s?, con finales tan intensos que hac?an olvidar los kil?metros previos en los que no ocurr?a nada.
Tuvo la carrera que contemplar la desgracia de la ca?da de Primoz Roglic, que penaliz? el espect?culo en los ?ltimos d?as, pero fue premiada internacionalmente por la explosi?n del fen?meno belga Remco Evenepoel y en términos caseros por el renacimiento de Enric Mas.
De todas maneras, lo m?s maravilloso de esta ronda espa?ola ha sido comprobar las fant?sticas credenciales mostradas en su presentaci?n en sociedad por Juan Ayuso y Carlos Rodr?guez, aunque el ciclista andaluz tuvo la desgracia de sufrir una ca?da muy fea que lo penaliz? en la fase final de la prueba.
La pareja tiene un futuro de éxitos abiertos de par en par para provocar algo m?s que sue?os a una afici?n que andaba un poco perdida en cuanto a referencias deportivas.
Y al margen de la cari?osa despedida tributada a Alejandro Valverde, que prefiri? disfrutar de la Vuelta m?s que meterse en l?os competitivos, y de la tremenda decepci?n, una vez m?s, de Mikel Landa, lo mejor de la Vuelta ser? que quienes la han cubierto podr?n dormir tranquilos las pr?ximas semanas y no deber?n estar pendientes como ocurr?a en el pasado de los resultados antidopaje para imprimirse la clasificaci?n general y comenzar a tachar nombres excluidos de la lista ante un positivo. Color?n, colorado la Vuelta se ha acabado.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/la-vuelta/colorin-colorado-vuelta-acabado-75291308)
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Y, adem?s, hace tanto, tanto tiempo, que da la sensaci?n que haya pasado una eternidad desde que los ciclistas dieron la primera pedalada por las calles de Utrecht, tan lejos, tanto que casi nadie se acuerda de la locura neerlandesa y de los kil?metros que se tuvieron que hacer entre los Pa?ses Bajos y el Pa?s Vasco para que la carrera recuperase su denominaci?n de origen.
Porque este no ha sido un a?o normal en cuanto a traslados. Y de ello no es solo culpable la Vuelta, sino el Tour, que decidi? nacer en Copenhague para regresar luego a Francia y recorrer entre ida y vuelta media Europa.
La Vuelta, en cambio, ha sido un festival de traslados, desde Utrecht a Vitoria, de Asturias a Alicante, desde esta ciudad a Almer?a y desde Sierra Nevada a la costa gaditana, al margen de otras peque?as visitas que han hecho decir a algunos ciclistas que se han pasado m?s horas viajando en el autocar (aunque los traslados largos los hicieron en avi?n) que sobre la bici.
Pero, se quiera o no, es imposible visitar al menos media Espa?a si no se conecta por carretera entre unos lugares y otros. El Giro siempre destaca por ser la carrera que intenta dejar a menos italianos sin carrera en vivo y en directo, pero ello obliga a traslados exagerados de un lugar a otro que siempre se realizan en coche.
Esta temporada, si se excluye la ronda italiana, ha sido obligado conducir unos 13.000 kil?metros, con much?simos menos restos de insectos en el parabrisas, como ya se ha explicado en entregas anteriores.
No hay distancia tan larga, incluyendo la ida y la vuelta, entre ninguna capital europea. Al menos, se anuncia un 2023 algo m?s tranquilo al volante, ya que el Tour comienza en Bilbao y la Vuelta lo har? un 26 de agosto en Barcelona para ir luego hacia Andorra y posiblemente realizar una incursi?n a Francia para escalar el Tourmalet, sobre todo si finalmente la legendaria cima que da nombre a esta colecci?n de escritos vuelve a quedar injustamente fuera del men? del Tour como ha ocurrido este a?o.
Si se analizan las tres grandes carreras destaca el Giro por lo aburrido que fue, una carrera de la que solo se recuerda un ataque del ganador, Jai Hindley, que ha pasado pr?cticamente desapercibido en la Vuelta, a tres kil?metros de la cima de la Marmolada donde se decidi? la general.
Sin lugar a duda el Tour ha sido la m?s intensa y espectacular de las tres carreras, y no por su nombre, ya que otros a?os result? ser m?s soso de lo que la prueba promet?a. Sin embargo, el duelo entre Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar fue una maravilla.
La Vuelta se ha quedado en una posici?n intermedia. Si bien es cierto que apenas ha habido etapas aburridas, la concentraci?n de la carrera se ha acotado a la parte final de las etapas con apenas movimientos importantes desde lejos, aunque, eso s?, con finales tan intensos que hac?an olvidar los kil?metros previos en los que no ocurr?a nada.
Tuvo la carrera que contemplar la desgracia de la ca?da de Primoz Roglic, que penaliz? el espect?culo en los ?ltimos d?as, pero fue premiada internacionalmente por la explosi?n del fen?meno belga Remco Evenepoel y en términos caseros por el renacimiento de Enric Mas.
De todas maneras, lo m?s maravilloso de esta ronda espa?ola ha sido comprobar las fant?sticas credenciales mostradas en su presentaci?n en sociedad por Juan Ayuso y Carlos Rodr?guez, aunque el ciclista andaluz tuvo la desgracia de sufrir una ca?da muy fea que lo penaliz? en la fase final de la prueba.
La pareja tiene un futuro de éxitos abiertos de par en par para provocar algo m?s que sue?os a una afici?n que andaba un poco perdida en cuanto a referencias deportivas.
Y al margen de la cari?osa despedida tributada a Alejandro Valverde, que prefiri? disfrutar de la Vuelta m?s que meterse en l?os competitivos, y de la tremenda decepci?n, una vez m?s, de Mikel Landa, lo mejor de la Vuelta ser? que quienes la han cubierto podr?n dormir tranquilos las pr?ximas semanas y no deber?n estar pendientes como ocurr?a en el pasado de los resultados antidopaje para imprimirse la clasificaci?n general y comenzar a tachar nombres excluidos de la lista ante un positivo. Color?n, colorado la Vuelta se ha acabado.
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