الريــم
09-09-2022, 09:12 AM
En 1873, hace ciento cincuenta a?os, se vivi? uno de los periodos m?s agitados de nuestra historia. En febrero abdicaba Amadeo de Saboya. Con su renuncia al trono se frustraba el intento de Prim de entronizar una nueva dinast?a que encarnase los valores de la Revoluci?n de 1868, que destron? a Isabel II. El atentado que sufri? el general en la calle del Turco caus? su muerte en v?speras de la llegada de Amadeo. Su muerte priv? al nuevo monarca de su principal apoyo. Pocas horas después de ser efectiva la abdicaci?n, se proclamaba la rep?blica como salida pol?tica a la situaci?n creada, pese a que los republicanos no contaban m?s all? del veinte por ciento de los esca?os en el Congreso de los Diputados. As? nac?a la Primera Rep?blica, cuya ef?mera vida ser?a de once meses mal contados. Estuvo marcada por tal inestabilidad que se suceder?an, en tan corto espacio de tiempo, cuatro presidentes de gobierno: Figueras, Pi y Margall, Salmer?n y Castelar.
En las p?ginas de El a?o de la Rep?blicael lector conocer?, de la mano de Fernando Besora, ahora director de La Iberia —en la novela Sangre en la calle del Turco era un meritorio que buscaba hacerse un sitio en el peri?dico—, los entresijos de unos meses apasionantes y llenos de incertidumbres. Eran consecuencia de los graves enfrentamientos entre las distintas familias del republicanismo y de los graves conflictos bélicos que sacud?an Espa?a. Hab?a guerra en Cuba desde 1868 —la conocida después como la Guerra Larga— y los carlistas, por tercera vez, se hab?an echado al monte en 1872. A esas dos guerras vino a sumarse, aquel verano, el conocido como movimiento cantonal a partir de la idea de proclamar la rep?blica federal de abajo arriba, contra el criterio de Pi y Margall que sosten?a que hab?a de organizarse de arriba abajo, una vez aprobada la nueva constituci?n. El cantonalismo, con epicentro en Cartagena, brot? en muchos otros lugares dando lugar a una guerra que, en el caso cartagenero, se prolongar?a m?s all? de la existencia de la rep?blica.
https://uc-4u.com/clip/7504a9b3-1ff5-4832-912a-98ab23a8aa78_16-9-discover-aspect-ratio_default_1168227.jpg José Calvo Poyato. |
Asistiremos a las apasionantes sesiones del Congreso de los Diputados, a veces rodeado por los m?s radicales como forma de presi?n, donde brillaban oradores como Salmer?n o Castelar y cuyas afirmaciones podr?an ser v?lidas para situaciones que vivimos en nuestro tiempo. En la novela son comentadas, desde la tribuna de prensa, por Besora, por algunos de los periodistas de La Iberia, por Gald?s, que dirig?a por entonces la Revista de Espa?a o por Fern?nflor, todo un referente de aquel periodismo a quien con el tiempo se dedicar?a una calle en la zona.
En El a?o de la Rep?blica se recogen sabrosas anécdotas, algunas tan extravagantes que pueden hacer pensar que forman parte de la ficci?n que acompa?a a toda novela, pero que se vivieron en aquella Espa?a, convulsa donde eran frecuentes las tertulias en los cafés. En ellas se hablaba de pol?tica, de literatura o de aspectos de la vida cotidiana. A una de esas tertulias, la que se celebraba en el café Suizo, acudir? Besora y también Gald?s, que aquel a?o dar?a a la estampa nada menos que sus cuatro primeros Episodios Nacionales. También don Juan Valera, que andaba escribiendo su Pepita Jiménez, que llegar?a a manos de los lectores al a?o siguiente, el pintor Casado del Alisal que echar?a a andar la Academia Espa?ola de Roma, José Zorrilla, cuyo don Juan Tenorio era de obligada representaci?n por el d?a de los Difuntos, Miguel Morayta, catedr?tico de Historia y republicano, vinculado a Castelar, as? como alg?n otro personaje de la vida cultural y pol?tica del momento, como C?novas del Castillo.
El lector de El a?o de la Rep?blica encontrar? aspectos de la vida cotidiana de un tiempo en que el ferrocarril sustitu?a a las diligencias y los tranv?as eran tirados por mulas. Conocer? la vida en los balnearios, puestos de moda entre las clases de mayor poder econ?mico, los duelos o las corridas de toros, una de las grandes pasiones de la época. También las celebraciones religiosas de entonces y las protestas callejeras de contenido pol?tico o social.
Los acontecimientos hist?ricos acaecidos hasta el golpe de Estado de Pav?a, tras perder Castelar una moci?n de confianza en la madrugada del 3 de enero de 1874, se entremezclan con una intrigante trama que arranca con la desaparici?n de unos valiosos libros de la Biblioteca Nacional. Ello nos ha permitido situar al lector en un mundo donde el desaforado amor por los libros, vivido con pasi?n por libreros y bibli?filos, dio lugar a que hubiera quien estaba dispuesto a cometer graves delitos por hacerse con ejemplares anhelados, lo que provocar? situaciones comprometidas y peligrosas.
José Calvo Poyato: El a?o de la Rep?blica.
Harper Collins. Madrid, 2022. 640 p?ginas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/ano-republica-novela-historica-75217295)
En las p?ginas de El a?o de la Rep?blicael lector conocer?, de la mano de Fernando Besora, ahora director de La Iberia —en la novela Sangre en la calle del Turco era un meritorio que buscaba hacerse un sitio en el peri?dico—, los entresijos de unos meses apasionantes y llenos de incertidumbres. Eran consecuencia de los graves enfrentamientos entre las distintas familias del republicanismo y de los graves conflictos bélicos que sacud?an Espa?a. Hab?a guerra en Cuba desde 1868 —la conocida después como la Guerra Larga— y los carlistas, por tercera vez, se hab?an echado al monte en 1872. A esas dos guerras vino a sumarse, aquel verano, el conocido como movimiento cantonal a partir de la idea de proclamar la rep?blica federal de abajo arriba, contra el criterio de Pi y Margall que sosten?a que hab?a de organizarse de arriba abajo, una vez aprobada la nueva constituci?n. El cantonalismo, con epicentro en Cartagena, brot? en muchos otros lugares dando lugar a una guerra que, en el caso cartagenero, se prolongar?a m?s all? de la existencia de la rep?blica.
https://uc-4u.com/clip/7504a9b3-1ff5-4832-912a-98ab23a8aa78_16-9-discover-aspect-ratio_default_1168227.jpg José Calvo Poyato. |
Asistiremos a las apasionantes sesiones del Congreso de los Diputados, a veces rodeado por los m?s radicales como forma de presi?n, donde brillaban oradores como Salmer?n o Castelar y cuyas afirmaciones podr?an ser v?lidas para situaciones que vivimos en nuestro tiempo. En la novela son comentadas, desde la tribuna de prensa, por Besora, por algunos de los periodistas de La Iberia, por Gald?s, que dirig?a por entonces la Revista de Espa?a o por Fern?nflor, todo un referente de aquel periodismo a quien con el tiempo se dedicar?a una calle en la zona.
En El a?o de la Rep?blica se recogen sabrosas anécdotas, algunas tan extravagantes que pueden hacer pensar que forman parte de la ficci?n que acompa?a a toda novela, pero que se vivieron en aquella Espa?a, convulsa donde eran frecuentes las tertulias en los cafés. En ellas se hablaba de pol?tica, de literatura o de aspectos de la vida cotidiana. A una de esas tertulias, la que se celebraba en el café Suizo, acudir? Besora y también Gald?s, que aquel a?o dar?a a la estampa nada menos que sus cuatro primeros Episodios Nacionales. También don Juan Valera, que andaba escribiendo su Pepita Jiménez, que llegar?a a manos de los lectores al a?o siguiente, el pintor Casado del Alisal que echar?a a andar la Academia Espa?ola de Roma, José Zorrilla, cuyo don Juan Tenorio era de obligada representaci?n por el d?a de los Difuntos, Miguel Morayta, catedr?tico de Historia y republicano, vinculado a Castelar, as? como alg?n otro personaje de la vida cultural y pol?tica del momento, como C?novas del Castillo.
El lector de El a?o de la Rep?blica encontrar? aspectos de la vida cotidiana de un tiempo en que el ferrocarril sustitu?a a las diligencias y los tranv?as eran tirados por mulas. Conocer? la vida en los balnearios, puestos de moda entre las clases de mayor poder econ?mico, los duelos o las corridas de toros, una de las grandes pasiones de la época. También las celebraciones religiosas de entonces y las protestas callejeras de contenido pol?tico o social.
Los acontecimientos hist?ricos acaecidos hasta el golpe de Estado de Pav?a, tras perder Castelar una moci?n de confianza en la madrugada del 3 de enero de 1874, se entremezclan con una intrigante trama que arranca con la desaparici?n de unos valiosos libros de la Biblioteca Nacional. Ello nos ha permitido situar al lector en un mundo donde el desaforado amor por los libros, vivido con pasi?n por libreros y bibli?filos, dio lugar a que hubiera quien estaba dispuesto a cometer graves delitos por hacerse con ejemplares anhelados, lo que provocar? situaciones comprometidas y peligrosas.
José Calvo Poyato: El a?o de la Rep?blica.
Harper Collins. Madrid, 2022. 640 p?ginas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/ano-republica-novela-historica-75217295)