الريــم
09-06-2022, 10:30 PM
Uno de los argumentos que se atribuye a c?rculos conservadores de la judicatura para “entender” por qué resultar?a tan dif?cil hacer los nombramientos de dos magistrados del Tribunal Constitucional (TC) en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a partir del pr?ximo jueves, 8 de septiembre, ser?a el presunto boicot de los magistrados del Tribunal Supremo (TS) en masa, esto es, magistrados que se niegan a ser candidatos para que los vocales puedan tengan imposible escoger.
La prueba de ello ser?a que el presidente de la Sala Penal, la Sala Segunda del Supremo, Manuel Marchena, consultado por el presidente del TS y el CGPJ, Carlos Lesmes -y otros-, rechaz? la oferta. Un diario de Madrid dedic? un gran titular a la presunta “renuncia” como un suceso revelador de la profundidad de una crisis muy dif?cil de resolver. Si Marchena -y otros de la Sala de lo Penal- no quieren, ?c?mo se va a conseguir cubrir las dos vacantes?
?Acaso solo hay que pensar en magistrados de la Sala de Penal? Si por propia estrategia personal, Marchena (63 a?os), que intent? ser presidente del TS y el CGPJ en 2013 y 2018, prefiere leg?timamente apostar al cargo de aqu? a cinco a?os -la tercera podr?a ser la vencida- antes que ingresar ahora en un TC para integrarse en la minor?a conservadora, es comprensible. Y no lo es menos una estrategia de 'wait and see', es decir, esperar a entrar en el TC en otras circunstancias. Porque oportunidades no le van a faltar.
Pero convertir esa presunta “renuncia”, que no lo es, porque se trata de una opci?n, en la prueba de que no se puede encontrar candidatos al TC parece una broma.
En busca de una plaza
“Tengo contabilizados al menos a 12 magistrados del Tribunal Supremo que nos han pedido que les tengamos en cuenta en la hora en que hagamos nuestras oraciones, cuando tengamos que escoger”, dice a EL PERI?DICO, diario perteneciente al grupo Prensa Ibérica al igual que este medio, ?lvaro Cuesta, abogado y vocal integrante de la comisi?n permanente del CGPJ. “Nos consta que los presidentes de las Sala Primera (Civil); la Cuarta (Social) y la Quinta (Militar), son aspirantes, as? como muchos magistrados de la Tercera (Contencioso-Administrativo)”, a?ade.
Se trata, respectivamente, de Francisco Mart?n Cast?n, Mar?a Luisa Segoviano y Jacobo L?pez Barja de Quiroga. Los dos primeros tienen sesgo conservador y el tercero progresista. “En la Sala Tercera hay gran cantidad de magistrados dispuestos”, ha precisado Cuesta. También de la Sala de lo Social hay un candidato conservador en la persona de Vicente Antonio Sempere, catedr?tico de Derecho de Trabajo.
En efecto, fuentes judiciales se?alan a Pablo Lucas, José Manuel Bandrés y Eduardo Esp?n, magistrado de perfil progresista, como candidatos que han transmitido su disposici?n activa. Pero también hay magistrados conservadores que podr?an ser candidatos como el de Inés Huerta, muy pr?xima a Lesmes.
Aunque no parece que lo haya solicitado, Pilar Teso, de la Sala Tercera, sigue siendo una magistrada de consenso para ser una posible nueva presidenta del Supremo y CGPJ.
El Gobierno, por su parte, tiene en mente a candidatas como Mar?a Luis Cuerda Arnau, catedr?tica de Derecho Penal, o Concepci?n Escobar, catedr?tica de Derecho Internacional.
Maniobras medi?ticas
Aunque los vocales del CGPJ no pueden ser elegidos para el TC, hay una excepci?n: Rafael Fern?ndez Valverde. Porque est? jubilado. Y técnicamente este magistrado conservador con varios mandatos en el CGPJ puede ser nombrado. Fuentes del CGPJ aseguran a este peri?dico que ha expresado su deseo de saltar al tribunal de garant?as.
Aunque hasta el nombramiento del magistrado C?ndido Conde-Pumpido no ten?an presencia penalistas en el TC; ahora, en cambio, hay otros dos: Concepci?n Espejel y Ram?n S?ez, ambos procedentes, es cierto, de la Audiencia Nacional, no del Supremo.
Da toda la impresi?n de que el acento de los medios en la negativa de Marchena, y al parecer, de los magistrados Antonio del Moral y Pablo Llarena, de la Sala Segunda, responder?a al deseo de la derecha de la judicatura de oponer a Conde-Pumpido, procedente de la Sala Segunda del Supremo, a un presunto peso pesado de la misma cantera.
Y es relevante saber que la salida de Encarna Roca y pr?ximamente de Juan Antonio Xiol dejar? sin expertos en derecho civil al TC, por un lado. Y que la renuncia de Fernando Valdés Dal Ré y la baja por enfermedad de Rafael Montoya ya ha privado al tribunal de especialistas en derecho laboral.
Lesmes hizo saber a algunos miembros del CGPJ, tras el voto particular de siete vocales conservadores contra el nombramiento de ?lvaro Garc?a como fiscal General del Estado, que si persist?an y el 8 de septiembre, y los d?as siguientes, intentaban bloquear la designaci?n de los dos magistrados para sustituir a Santiago Mart?nez-Vares y Juan Antonio Xiol en el TC, no tolerar?a el “gamberrismo”. El pasado lunes, afirm?, bastante airado, que el CGPJ debe hacer esos nombramientos. Que es un deber.
La paz est? lejos
Alberto N??ez Feij?o intenta mantener el bloqueo constitucional y su presi?n alimenta al sector m?s recalcitrante del CGPJ, el que es respaldado por esa imagen de presunta protesta y veto de los magistrados del Supremo, simbolizados por la “renuncia” de magistrados de la Sala Penal.
Pero los nombramientos, si finalmente tienen lugar, no suponen la paz en el campo de batalla. La derecha judicial y del Supremo ya est? contemplando una segunda derivada, un plan B. Y en ese objetivo est? impedir que Conde-Pumpido sea el pr?ximo presidente del TC, cuya elecci?n se debe realizar después de que se produzca la sustituci?n de los magistrados caducados.
La mayor?a progresista tendr? la presidencia, eso ser? as?.
Pero una alternativa que ya est? barajando la derecha es una candidatura progresista con consenso apoyada por Pedro Gonz?lez-Trevijano, actual presidente, en la persona de la magistrada Mar?a Luisa Balaguer, el mal menor frente al mayor de Conde-Pumpido.
Es el dedo del presidente caducado pero presidente al fin. Intenta llevar a la pr?ctica la obra teatral 'Jubileo' basada en su libro 'El dedo de Dios'. La mano del hombre, que en las dos semanas de representaci?n a partir del pasado 31 de agosto en Madrid cuenta con la asistencia de todo el mundo judicial, como resultado de invitaciones cuidadosamente enviadas desde la secretar?a de presidencia de la madrile?a calle de Doménico Scarlatti, sede del TC.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/docena-magistrados-supremo-quieren-pasar-75117643)
La prueba de ello ser?a que el presidente de la Sala Penal, la Sala Segunda del Supremo, Manuel Marchena, consultado por el presidente del TS y el CGPJ, Carlos Lesmes -y otros-, rechaz? la oferta. Un diario de Madrid dedic? un gran titular a la presunta “renuncia” como un suceso revelador de la profundidad de una crisis muy dif?cil de resolver. Si Marchena -y otros de la Sala de lo Penal- no quieren, ?c?mo se va a conseguir cubrir las dos vacantes?
?Acaso solo hay que pensar en magistrados de la Sala de Penal? Si por propia estrategia personal, Marchena (63 a?os), que intent? ser presidente del TS y el CGPJ en 2013 y 2018, prefiere leg?timamente apostar al cargo de aqu? a cinco a?os -la tercera podr?a ser la vencida- antes que ingresar ahora en un TC para integrarse en la minor?a conservadora, es comprensible. Y no lo es menos una estrategia de 'wait and see', es decir, esperar a entrar en el TC en otras circunstancias. Porque oportunidades no le van a faltar.
Pero convertir esa presunta “renuncia”, que no lo es, porque se trata de una opci?n, en la prueba de que no se puede encontrar candidatos al TC parece una broma.
En busca de una plaza
“Tengo contabilizados al menos a 12 magistrados del Tribunal Supremo que nos han pedido que les tengamos en cuenta en la hora en que hagamos nuestras oraciones, cuando tengamos que escoger”, dice a EL PERI?DICO, diario perteneciente al grupo Prensa Ibérica al igual que este medio, ?lvaro Cuesta, abogado y vocal integrante de la comisi?n permanente del CGPJ. “Nos consta que los presidentes de las Sala Primera (Civil); la Cuarta (Social) y la Quinta (Militar), son aspirantes, as? como muchos magistrados de la Tercera (Contencioso-Administrativo)”, a?ade.
Se trata, respectivamente, de Francisco Mart?n Cast?n, Mar?a Luisa Segoviano y Jacobo L?pez Barja de Quiroga. Los dos primeros tienen sesgo conservador y el tercero progresista. “En la Sala Tercera hay gran cantidad de magistrados dispuestos”, ha precisado Cuesta. También de la Sala de lo Social hay un candidato conservador en la persona de Vicente Antonio Sempere, catedr?tico de Derecho de Trabajo.
En efecto, fuentes judiciales se?alan a Pablo Lucas, José Manuel Bandrés y Eduardo Esp?n, magistrado de perfil progresista, como candidatos que han transmitido su disposici?n activa. Pero también hay magistrados conservadores que podr?an ser candidatos como el de Inés Huerta, muy pr?xima a Lesmes.
Aunque no parece que lo haya solicitado, Pilar Teso, de la Sala Tercera, sigue siendo una magistrada de consenso para ser una posible nueva presidenta del Supremo y CGPJ.
El Gobierno, por su parte, tiene en mente a candidatas como Mar?a Luis Cuerda Arnau, catedr?tica de Derecho Penal, o Concepci?n Escobar, catedr?tica de Derecho Internacional.
Maniobras medi?ticas
Aunque los vocales del CGPJ no pueden ser elegidos para el TC, hay una excepci?n: Rafael Fern?ndez Valverde. Porque est? jubilado. Y técnicamente este magistrado conservador con varios mandatos en el CGPJ puede ser nombrado. Fuentes del CGPJ aseguran a este peri?dico que ha expresado su deseo de saltar al tribunal de garant?as.
Aunque hasta el nombramiento del magistrado C?ndido Conde-Pumpido no ten?an presencia penalistas en el TC; ahora, en cambio, hay otros dos: Concepci?n Espejel y Ram?n S?ez, ambos procedentes, es cierto, de la Audiencia Nacional, no del Supremo.
Da toda la impresi?n de que el acento de los medios en la negativa de Marchena, y al parecer, de los magistrados Antonio del Moral y Pablo Llarena, de la Sala Segunda, responder?a al deseo de la derecha de la judicatura de oponer a Conde-Pumpido, procedente de la Sala Segunda del Supremo, a un presunto peso pesado de la misma cantera.
Y es relevante saber que la salida de Encarna Roca y pr?ximamente de Juan Antonio Xiol dejar? sin expertos en derecho civil al TC, por un lado. Y que la renuncia de Fernando Valdés Dal Ré y la baja por enfermedad de Rafael Montoya ya ha privado al tribunal de especialistas en derecho laboral.
Lesmes hizo saber a algunos miembros del CGPJ, tras el voto particular de siete vocales conservadores contra el nombramiento de ?lvaro Garc?a como fiscal General del Estado, que si persist?an y el 8 de septiembre, y los d?as siguientes, intentaban bloquear la designaci?n de los dos magistrados para sustituir a Santiago Mart?nez-Vares y Juan Antonio Xiol en el TC, no tolerar?a el “gamberrismo”. El pasado lunes, afirm?, bastante airado, que el CGPJ debe hacer esos nombramientos. Que es un deber.
La paz est? lejos
Alberto N??ez Feij?o intenta mantener el bloqueo constitucional y su presi?n alimenta al sector m?s recalcitrante del CGPJ, el que es respaldado por esa imagen de presunta protesta y veto de los magistrados del Supremo, simbolizados por la “renuncia” de magistrados de la Sala Penal.
Pero los nombramientos, si finalmente tienen lugar, no suponen la paz en el campo de batalla. La derecha judicial y del Supremo ya est? contemplando una segunda derivada, un plan B. Y en ese objetivo est? impedir que Conde-Pumpido sea el pr?ximo presidente del TC, cuya elecci?n se debe realizar después de que se produzca la sustituci?n de los magistrados caducados.
La mayor?a progresista tendr? la presidencia, eso ser? as?.
Pero una alternativa que ya est? barajando la derecha es una candidatura progresista con consenso apoyada por Pedro Gonz?lez-Trevijano, actual presidente, en la persona de la magistrada Mar?a Luisa Balaguer, el mal menor frente al mayor de Conde-Pumpido.
Es el dedo del presidente caducado pero presidente al fin. Intenta llevar a la pr?ctica la obra teatral 'Jubileo' basada en su libro 'El dedo de Dios'. La mano del hombre, que en las dos semanas de representaci?n a partir del pasado 31 de agosto en Madrid cuenta con la asistencia de todo el mundo judicial, como resultado de invitaciones cuidadosamente enviadas desde la secretar?a de presidencia de la madrile?a calle de Doménico Scarlatti, sede del TC.
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