الريــم
08-31-2022, 09:16 AM
Estados Unidos lleg? a poner precio a su cabeza tras liderar la insurgencia chi? contra la ocupaci?n norteamericana de Irak. Ir?n vio c?mo daba la espalda a su patronazgo para convertirse con el tiempo en el principal obst?culo a su dominaci?n del pa?s. Y para muchos iraqu?s es el hombre que mantiene paralizada la vida pol?tica de Irak con la ayuda inestimable de sus rivales chi?s. Pocas figuras generan tanta devoci?n y odios en Oriente Pr?ximo como el clérigo Muqtada al Sadr, posiblemente el hombre m?s influyente de Irak. Sus seguidores tomaron el lunes la sede del Gobierno iraqu? horas después de que Al Sadr anunciara su retirada de la pol?tica y el cierre del grueso de las instituciones levantadas por su movimiento, una protesta que ha dejado m?s de una treintena de muertos y ha vuelto a poner a Iraq al borde de un nuevo estallido violento.*
Nacido en la ciudad santa de Nayaf hace 48 a?os e hijo del que fuera Gran Ayatol? de Irak hasta que Saddam Hussein ordenara su asesinato en 1999, Al Sadr lidera un movimiento pol?tico con millones de seguidores entre los estratos m?s pobres y urbanos de la comunidad chi?. Un poderoso movimiento de base respaldado por las armas de las milicias del Ejército de Mehdi, creadas tras la invasi?n estadounidense de Irak en 2003 y rebautizadas ahora como “Brigadas de la Paz”. En el turbulento tablero pol?tico iraqu?, Al Sadr ha tratado de erigirse como el ‘outsider’ populista dispuesto a regenerar el pa?s liber?ndolo de sus élites tradicionales, su corrupci?n endémica y la dominaci?n for?nea, tanto de Ir?n como de EEUU.*
Fuerza pol?tica m?s votada*
En las elecciones parlamentarias de 2018 como las del 2021 su movimiento fue el m?s votado, pero ninguno de los comicios le sirvi? para tomar formalmente el poder. Tras varios meses de infructuosas negociaciones para formar gobierno junto a las fuerzas sun?s y kurdas, a la postre trabadas por sus rivales proiran?es del Marco de Coordinaci?n liderado por el ex primer ministro chi? Nuri Al Maliki, orden? en junio a sus legisladores que dimitieran en masa y llam? a sus seguidores a tomar las calles para reclamar nuevas elecciones. La desbandada sadrista despej? fugazmente el camino para que sus rivales chi?s tomaran las riendas del Gobierno, una posibilidad que Al Sadr intent? abortar con el asalto al Parlamento de sus seguidores a finales de julio.*
El resultado han sido 10 meses de par?lisis pol?tica, con sentadas, protestas y altercados. Turbulencias que se recrudecieron el lunes con el asalto sadrista a la sede del Gobierno interino y los enfrentamientos que siguieron con las fuerzas de seguridad iraqu?s y las milicias proiran?es después de que Al Sadr anunciara su retirada de la pol?tica. Un anuncio que la mayor?a de analistas describen como un movimiento t?ctico, ya que no es la primera vez que el clérigo chi? dice abandonar la pol?tica o anuncia la disoluci?n de sus milicias, grandes gestos después revocados. “Tiene una misi?n y tiene un plan y cree que ha encontrado la forma de precipitar un régimen distinto en el que ser? la fuerza dominante”, opina el director del Iraq Advisory Council, Farhad Alaadin.*
Por el momento, Al Sadr mantiene todo el poder de sus bases para seguir condicionando el curso de la pol?tica iraqu?, unas bases a las que pidi? el martes que se retirasen del palacio que alberga la oficina del primer ministro. "La revoluci?n que ha sido manchada por la sangre no es una revoluci?n", afirm? tras condenar la violencia de las ?ltimas horas. “Pido disculpas al pueblo iraqu?, que es el ?nico perjudicado por lo que est? ocurriendo”, a?adi? en un breve discurso desde Nayaf
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/muqtada-sadr-clerigo-desatado-enesima-14383471)
Nacido en la ciudad santa de Nayaf hace 48 a?os e hijo del que fuera Gran Ayatol? de Irak hasta que Saddam Hussein ordenara su asesinato en 1999, Al Sadr lidera un movimiento pol?tico con millones de seguidores entre los estratos m?s pobres y urbanos de la comunidad chi?. Un poderoso movimiento de base respaldado por las armas de las milicias del Ejército de Mehdi, creadas tras la invasi?n estadounidense de Irak en 2003 y rebautizadas ahora como “Brigadas de la Paz”. En el turbulento tablero pol?tico iraqu?, Al Sadr ha tratado de erigirse como el ‘outsider’ populista dispuesto a regenerar el pa?s liber?ndolo de sus élites tradicionales, su corrupci?n endémica y la dominaci?n for?nea, tanto de Ir?n como de EEUU.*
Fuerza pol?tica m?s votada*
En las elecciones parlamentarias de 2018 como las del 2021 su movimiento fue el m?s votado, pero ninguno de los comicios le sirvi? para tomar formalmente el poder. Tras varios meses de infructuosas negociaciones para formar gobierno junto a las fuerzas sun?s y kurdas, a la postre trabadas por sus rivales proiran?es del Marco de Coordinaci?n liderado por el ex primer ministro chi? Nuri Al Maliki, orden? en junio a sus legisladores que dimitieran en masa y llam? a sus seguidores a tomar las calles para reclamar nuevas elecciones. La desbandada sadrista despej? fugazmente el camino para que sus rivales chi?s tomaran las riendas del Gobierno, una posibilidad que Al Sadr intent? abortar con el asalto al Parlamento de sus seguidores a finales de julio.*
El resultado han sido 10 meses de par?lisis pol?tica, con sentadas, protestas y altercados. Turbulencias que se recrudecieron el lunes con el asalto sadrista a la sede del Gobierno interino y los enfrentamientos que siguieron con las fuerzas de seguridad iraqu?s y las milicias proiran?es después de que Al Sadr anunciara su retirada de la pol?tica. Un anuncio que la mayor?a de analistas describen como un movimiento t?ctico, ya que no es la primera vez que el clérigo chi? dice abandonar la pol?tica o anuncia la disoluci?n de sus milicias, grandes gestos después revocados. “Tiene una misi?n y tiene un plan y cree que ha encontrado la forma de precipitar un régimen distinto en el que ser? la fuerza dominante”, opina el director del Iraq Advisory Council, Farhad Alaadin.*
Por el momento, Al Sadr mantiene todo el poder de sus bases para seguir condicionando el curso de la pol?tica iraqu?, unas bases a las que pidi? el martes que se retirasen del palacio que alberga la oficina del primer ministro. "La revoluci?n que ha sido manchada por la sangre no es una revoluci?n", afirm? tras condenar la violencia de las ?ltimas horas. “Pido disculpas al pueblo iraqu?, que es el ?nico perjudicado por lo que est? ocurriendo”, a?adi? en un breve discurso desde Nayaf
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