الريــم
08-12-2022, 09:51 PM
A Salman Rushdie lo persigue la traici?n, que ahora ha estado a punto de matarlo en Nueva York, mientras hablaba de literatura. Pudieron haberlo matado muchas veces, en Espa?a, por ejemplo, en El Escorial, en la Comunidad de Madrid, en Granada…, en todos los sitios a los que vino tras la publicaci?n de su libro m?s amenazado, aqu?, en otros pa?ses del extranjero, pues todos los sitios fueron el extranjero el autor deLos versos sat?nicos, origen de la fatua que ahora ha manejado la mano de otro loco en una de las capitales del mundo.
Indefenso, pues iba a hablar, no llevaba pistola ni lo defend?an tantos guardaespaldas como los que tuvo en el pasado a?n m?s peligroso, sucumbi? sobre la lona de un lugar p?blico. En el suelo es un s?mbolo de la amenaza activa contra la libertad de expresi?n, como lo fue en 1988, cuando aquel libro maldecido por Jomeini, escrito como una ficci?n, seg?n los dictados de la libertad que lo hizo un escritor, es decir, un creador, un poeta, lo situ? ante un pared?n triste y universal. El mismo que ahora lo tiene, en Nueva York, a los pies de la gravedad y de la muerte. Ojal? estas dos ?ltimas palabras se borren mientras salen escritas.
En 1988 aquel libro (repito: maldecido, no maldito) puso un recitado inviolable, el de la libertad de impresi?n, en el filo de una navaja horrible: ?se podr? publicar de nuevo, podr? salir de las planchas tal como sali? cuando Jomeini decidi? que él ten?a que dar el imprimatur a cualquier cosa que se dijera de sus santos? El editor que lo hab?a publicado en inglés, el idioma original de Los versos sat?nicos, Peter Mayer, presidente entonces de Penguin, antecedente de Penguin Random House, decidi? poner de acuerdo a editores de todas partes, y consigui? (entre otros, la de la espa?ola Alfaguara) una ins?lita solidaridad mundial.
Metido en el mundo editorial cuando era un taxista en Nueva York y se enamor? de Ll?malo sue?o, de Henry Roth, Mayer lleg? a la c?spide editorial gracias a ese entusiasmo que lo llev? del taxi a las planchas, y cuando tuvo delante el reto de afrontar la primera traici?n sufrida por Rushdie puso toda su energ?a a favor de la libertad de expresi?n del escritor de origen hind? y de los que vinieran con el mismo problema a su puerta, en la calle o, como ahora, en un lugar dedicado a la divulgaci?n de los libros.
Tiempo después de que ya pod?a parecer que el suceso que conmovi? al mundo editorial, y al mundo entero, Peter Mayer, editor todav?a, al frente de Overlook Press, que hab?a fundado su padre, amigo activo del hombre que pudo morir tantas veces por la maldici?n de Jomeini, rememor? la raz?n por la que se puso en marcha su lucha, personal, pero también como editor, a favor de un escritor amenazado por razones de la libertad de su oficio.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Esta es una de sus declaraciones al respecto de aquel suceso, hecha en noviembre de 2011, pero no ces? de hablar de ello, en Espa?a, donde fue amigo hasta su muerte de grandes editores, como Manuel Arroyo Stephens, y de otros que lo recuerdan también por aquella lucha suya contra una fatua que hoy ha hallado su camino en Nueva York, donde por cierto vivi? hasta su muerte, en Nueva York, en 2018. Hoy merece la pena transcribirlo tal como lo dijo el editor de Versos sat?nicos.
Dijo Peter Mayer: “En el caso del famoso libro en cuya publicaci?n tuve que ver, Los versos sat?nicos de Salman Rushdie, mucha gente me dijo que deb?a de dejar de publicarlo, puesto que hubo peligro de pérdida de vidas humanas en funci?n de esa publicaci?n, y podr?a haber habido m?s, incluyendo las de nuestro propio personal en Penguin.“Hab?a que intentar equilibrar eso, conectar la posibilidad de que la gente perdiera la vida con defender un principio que se honraba hasta que no era compatible con los intereses de una minor?a muy ruidosa, la minor?a que hab?a sin duda sin duda en los pa?ses occidentales. “Mi punto de vista era que nosotros vivimos en Occidente, y esos principios no solo estaban marcados por la Revoluci?n Francesa, sino que todas las libertades que emergieron entonces y que son parte de nuestro patrimonio deb?an ser preservadas. Nuestras libertades se ver?an recortadas si cualquier minor?a pod?a prohibir cualquier libro. Por ejemplo, un libro sobre cat?licos pod?a ofender a la Iglesia, y entonces la Iglesia pod?a indicar que si ese libro se segu?a publicando alguien pod?a acabar con la vida de otro. O un grupo jud?o pod?a ofenderse por algo e impedir la publicaci?n de un libro sobre jud?os...“Yo creo que hay que publicarlo todo y tener un debate sobre aquello que se publica… Pero al menos 70 personas murieron como resultado de Los versos sat?nicos, algunos en la India, creo que hubo ataques en Jap?n, en Italia, en Noruega, en Bélgica, no sé d?nde m?s... Son decisiones terribles que nunca pensé que tuviera que tomar. No estuve personalmente involucrado en la cuesti?n de la vida de Rushdie -por supuesto no quer?a que la perdiera, ni cuando publicamos el libro, pude prever lo que iba a ocurrir. Tampoco nunca entend? del todo lo afectados que los musulmanes se iban a sentir por la publicaci?n. No ten?a conocimientos sobre islamismo, y de hecho cuando el Ayatola lanz? la fatua, yo sab?a que no hab?a le?do el libro, porque no le?a inglés y el libro no se hab?a traducido. “As? que hab?a un aspecto fraudulento en el ataque a Los versos sat?nicos, pero era el libro y su concepto lo que yo cre?a que hab?a que defender, porque una vez que cedes ante los terroristas est?s acabado. Es el concepto detr?s de no pagar rescates a terroristas cuando hacen secuestros. “Todo el mundo quiere que liberen a los rehenes, pero si pagamos habr? m?s secuestros y m?s rehenes. Pues una vez que dices ´no voy a publicar tal libro porque alguien a quien no le gusta me ha amenazado`, est?s acabado. Lo har?n otros. As? que yo tomé la decisi?n que tomé, para la que tuve el apoyo de Penguin, por principios sociales, c?vicos, pol?ticos, intelectuales... por la libertad de las ideas. “Obviamente, como conoc?a a Salman, ten?a todo tipo de sentimientos positivos hacia él y hacia su sufrimiento. Pero el tema era incluso mayor que él, y él es un gran escritor”.Lo dijo Peter Mayer en noviembre de 1999, ante unos micr?fonos; lo dec?a donde se lo preguntaban, nos lo dijo a nosotros. Era su credo, que ahora podr?a ser, otra vez, el de todos los editores del mundo, en favor de la libertad de publicar y, también, de la libertad de creer o no en estos o en aquellos dioses. “Una vez que cedes ante los terroristas est?s acabado”. ?l mantuvo vivo Los versos sat?nicos. Ahora han intentado matar, otra vez, a su autor, un hombre dif?cilmente libre en Nueva York, perseguido por la traici?n que vive envuelta en una fatua.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/salman-rushdie-perseguido-traicion-14270801)
Indefenso, pues iba a hablar, no llevaba pistola ni lo defend?an tantos guardaespaldas como los que tuvo en el pasado a?n m?s peligroso, sucumbi? sobre la lona de un lugar p?blico. En el suelo es un s?mbolo de la amenaza activa contra la libertad de expresi?n, como lo fue en 1988, cuando aquel libro maldecido por Jomeini, escrito como una ficci?n, seg?n los dictados de la libertad que lo hizo un escritor, es decir, un creador, un poeta, lo situ? ante un pared?n triste y universal. El mismo que ahora lo tiene, en Nueva York, a los pies de la gravedad y de la muerte. Ojal? estas dos ?ltimas palabras se borren mientras salen escritas.
En 1988 aquel libro (repito: maldecido, no maldito) puso un recitado inviolable, el de la libertad de impresi?n, en el filo de una navaja horrible: ?se podr? publicar de nuevo, podr? salir de las planchas tal como sali? cuando Jomeini decidi? que él ten?a que dar el imprimatur a cualquier cosa que se dijera de sus santos? El editor que lo hab?a publicado en inglés, el idioma original de Los versos sat?nicos, Peter Mayer, presidente entonces de Penguin, antecedente de Penguin Random House, decidi? poner de acuerdo a editores de todas partes, y consigui? (entre otros, la de la espa?ola Alfaguara) una ins?lita solidaridad mundial.
Metido en el mundo editorial cuando era un taxista en Nueva York y se enamor? de Ll?malo sue?o, de Henry Roth, Mayer lleg? a la c?spide editorial gracias a ese entusiasmo que lo llev? del taxi a las planchas, y cuando tuvo delante el reto de afrontar la primera traici?n sufrida por Rushdie puso toda su energ?a a favor de la libertad de expresi?n del escritor de origen hind? y de los que vinieran con el mismo problema a su puerta, en la calle o, como ahora, en un lugar dedicado a la divulgaci?n de los libros.
Tiempo después de que ya pod?a parecer que el suceso que conmovi? al mundo editorial, y al mundo entero, Peter Mayer, editor todav?a, al frente de Overlook Press, que hab?a fundado su padre, amigo activo del hombre que pudo morir tantas veces por la maldici?n de Jomeini, rememor? la raz?n por la que se puso en marcha su lucha, personal, pero también como editor, a favor de un escritor amenazado por razones de la libertad de su oficio.
M?s informaci?n (Auto)
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Esta es una de sus declaraciones al respecto de aquel suceso, hecha en noviembre de 2011, pero no ces? de hablar de ello, en Espa?a, donde fue amigo hasta su muerte de grandes editores, como Manuel Arroyo Stephens, y de otros que lo recuerdan también por aquella lucha suya contra una fatua que hoy ha hallado su camino en Nueva York, donde por cierto vivi? hasta su muerte, en Nueva York, en 2018. Hoy merece la pena transcribirlo tal como lo dijo el editor de Versos sat?nicos.
Dijo Peter Mayer: “En el caso del famoso libro en cuya publicaci?n tuve que ver, Los versos sat?nicos de Salman Rushdie, mucha gente me dijo que deb?a de dejar de publicarlo, puesto que hubo peligro de pérdida de vidas humanas en funci?n de esa publicaci?n, y podr?a haber habido m?s, incluyendo las de nuestro propio personal en Penguin.“Hab?a que intentar equilibrar eso, conectar la posibilidad de que la gente perdiera la vida con defender un principio que se honraba hasta que no era compatible con los intereses de una minor?a muy ruidosa, la minor?a que hab?a sin duda sin duda en los pa?ses occidentales. “Mi punto de vista era que nosotros vivimos en Occidente, y esos principios no solo estaban marcados por la Revoluci?n Francesa, sino que todas las libertades que emergieron entonces y que son parte de nuestro patrimonio deb?an ser preservadas. Nuestras libertades se ver?an recortadas si cualquier minor?a pod?a prohibir cualquier libro. Por ejemplo, un libro sobre cat?licos pod?a ofender a la Iglesia, y entonces la Iglesia pod?a indicar que si ese libro se segu?a publicando alguien pod?a acabar con la vida de otro. O un grupo jud?o pod?a ofenderse por algo e impedir la publicaci?n de un libro sobre jud?os...“Yo creo que hay que publicarlo todo y tener un debate sobre aquello que se publica… Pero al menos 70 personas murieron como resultado de Los versos sat?nicos, algunos en la India, creo que hubo ataques en Jap?n, en Italia, en Noruega, en Bélgica, no sé d?nde m?s... Son decisiones terribles que nunca pensé que tuviera que tomar. No estuve personalmente involucrado en la cuesti?n de la vida de Rushdie -por supuesto no quer?a que la perdiera, ni cuando publicamos el libro, pude prever lo que iba a ocurrir. Tampoco nunca entend? del todo lo afectados que los musulmanes se iban a sentir por la publicaci?n. No ten?a conocimientos sobre islamismo, y de hecho cuando el Ayatola lanz? la fatua, yo sab?a que no hab?a le?do el libro, porque no le?a inglés y el libro no se hab?a traducido. “As? que hab?a un aspecto fraudulento en el ataque a Los versos sat?nicos, pero era el libro y su concepto lo que yo cre?a que hab?a que defender, porque una vez que cedes ante los terroristas est?s acabado. Es el concepto detr?s de no pagar rescates a terroristas cuando hacen secuestros. “Todo el mundo quiere que liberen a los rehenes, pero si pagamos habr? m?s secuestros y m?s rehenes. Pues una vez que dices ´no voy a publicar tal libro porque alguien a quien no le gusta me ha amenazado`, est?s acabado. Lo har?n otros. As? que yo tomé la decisi?n que tomé, para la que tuve el apoyo de Penguin, por principios sociales, c?vicos, pol?ticos, intelectuales... por la libertad de las ideas. “Obviamente, como conoc?a a Salman, ten?a todo tipo de sentimientos positivos hacia él y hacia su sufrimiento. Pero el tema era incluso mayor que él, y él es un gran escritor”.Lo dijo Peter Mayer en noviembre de 1999, ante unos micr?fonos; lo dec?a donde se lo preguntaban, nos lo dijo a nosotros. Era su credo, que ahora podr?a ser, otra vez, el de todos los editores del mundo, en favor de la libertad de publicar y, también, de la libertad de creer o no en estos o en aquellos dioses. “Una vez que cedes ante los terroristas est?s acabado”. ?l mantuvo vivo Los versos sat?nicos. Ahora han intentado matar, otra vez, a su autor, un hombre dif?cilmente libre en Nueva York, perseguido por la traici?n que vive envuelta en una fatua.
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