الريــم
08-12-2022, 01:11 PM
Trabajar 40 horas semanales ya no significa dejar de ser pobre. Ser pensionista tampoco. Hay quien percibe unos ingresos cada mes, pero contin?a perseguido por problemas que no deber?a tener.
Paco y su mujer son pensionistas, y viven ahogados por una deuda de 2014 que la caja de ahorros no les perdona. En la etapa m?s oscura de la crisis financiera tuvieron un tropiezo y propusieron abonar 200, en lugar de los 300 mensuales de la cuota. Pronto se recuperaron econ?micamente. Pero el banco nunca quiso ceder ni un poco y la batalla legal llega hasta hoy. Pueden perder su casa por una deuda de 14.000 euros (25.000 con los intereses).
Esta situaci?n arrastra a muchas familias valencianas. As? lo denuncia José Luis Gonz?lez, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que se muestra muy preocupado por estos casos. Familias que pueden pagar, pero pueden caer al abismo por deudas del pasado que las cajas de ahorros no perdonan. Por eso reclamaron a la Generalitat Valenciana -y de paso a los bancos- “deudas blandas” para estas familias como la de Paco, que puede pagar. Pero la banca no perdona.
El caso de Paco -que prefiere mantenerse en el anonimato- es el de muchos otros. ?l y su mujer hac?an frente a una hipoteca de 300 euros hasta el a?o 2014, cuando la crisis les oblig? a dejar de pagar. “Ten?amos que comer y hacer frente a otros gastos, as? que propusimos a la entidad abonar 200 euros, era todo lo que pod?amos”, explica. Pero el banco no acept?.
La situaci?n se alarg? varios a?os en los que pidieron asesoramiento a la PAH, que les aconsej? dejar de abonar para que ese dinero no se lo comieran los intereses que se generaban. Tienen la capacidad de pagar los 14.000 euros que restaban desde hace a?os, pero el jefe de riesgos de la entidad que les atendi? nunca cedi? en los plazos y les denunci? por vencimiento anticipado. Ahora los intereses suman 25.000 euros de deuda.
La hipoteca acab? el 31 de mayo de 2021, pero los juicios vienen de mucho antes. El juzgado de primera instancia dio la raz?n a Paco y a su mujer, y ahora ser? la Audiencia Provincial la que decida en una sentencia que todav?a no se conoce. Ambos ya consiguieron que el Tribunal Supremo abonara los gastos hipotecarios que su entidad le negaba. Paco explica que si la sentencia acaba siendo desfavorable se acoger?n a la moratoria de un a?o del Gobierno. Todo ello después de un viacrucis con un abogado de oficio que a penas les ayud? ni mostr? interés en el caso.
Toda la vida trabajando
Paco explica que ha trabajado toda su vida, primero de aut?nomo y después en una empresa que le descont? la n?mina de la Seguridad Social durante muchos a?os. “Al final me ha quedado una pensi?n baj?sima”, cuenta. Aunque consigui? asesorarse y mediante servicios sociales ha logrado que se la suban hasta casi 800 euros, y los 400 de su mujer por desempleada mayor de 55 a?os.
Ahora mismo ofrecen seguir pagando doscientos. “Con los 45 de gastos de escalera cada mes, cien euros de una derrama, luz, agua y gas que han subido una locura y los medicamentos para el c?ncer que me suponen m?s o menos 60 a 70 euros al mes. Esa es la situaci?n. Hemos intentado mil veces renegociar la deuda pero no quieren”. ?l est? en tratamiento en el Instituto Valenciano de Oncolog?a (IVO) y relativiza los problemas, al lado de su salud y la de su mujer ya nada le parece tan grave.
"Intentamos no pensar mucho en ello, si no te ahogas t? solo". Cuando se le pregunta por qué cree que el banco no ha accedido a renegociar la deuda a un cliente de toda la vida contesta que es porque "los bancos est?n para ganar dinero y punto". Recuerda c?mo cambi? el trato cuando dej? de tener los bolsillos llenos; "pasaron del 'buenos d?as se?or Paco' a mandarme a la cola directamente".
Guarda todo el papeleo en un malet?n azul con cremallera, as? lo tiene organizado. Cada burofax que mand? a la entidad pidiendo que les dieran un respiro, y cada demanda que tienen entre manos por impago, aunque Paco puede pagar. "Lo ?ltimo que me dijeron es que vendiéramos la casa y pag?ramos la deuda. Claro ?Vendo la casa y que hago? ?Vivir debajo de un puente a mi edad? A un matrimonio de 80 y 65 a?os no les va a alquilar nadie", lamenta. "Solo ped?amos un crédito que poder pagar", remarca.
"?Justo o injusto?"
Amparo también tiene n?mina y trabajo fijo. Tampoco quiere hacerse visible, pero su caso es de esos que no le pasa a nadie pero en realidad le ocurre a todo el mundo. Cobra el sueldo m?nimo y tuvo que empadronar a su hijo en su casa para poder alquilar una vivienda. "Tienes que demostrar unos ingresos de casi 2.500 para que te den un alquiler", lamenta.
Como no ten?a otra, lo hizo. Pero ahora se ha dado de bruces con la realidad, que supera los requisitos para poder pedir una ayuda al alquiler. Es decir, lo m?nimo para que alguien te alquile una casa en València es m?s que los requisitos que piden para las ayudas al alquiler. Y Amparo se ha quedado fuera. "Yo no entiendo c?mo las solicita la gente, deben de ser solo personas con alquileres antiguos pero ahora mismo deben quedarse fuera muchas personas", lamenta.
Sin empadronamiento de su hijo no hay vivienda, y sin vivienda no hay ayudas. Pero para acceder a un alquiler supera los requisitos que fija conselleria para las ayudas al alquiler. Es un laberinto burocr?tico en el que Amparo se siente atrapada. No quiere m?s de lo que le corresponde. Tiene un trabajo de 40 horas pero no escapa de la pobreza, y para reclamar las ayudas que le permitan aliviarse, resulta que supera los requisitos. Un c?rculo vicioso. Por eso, cuando envi? un correo a este peri?dico quej?ndose de su situaci?n el asunto rezaba lo siguiente: "?Justo o injusto?".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/economia/nomina-pensionista-son-sinonimos-pagar-14261632)
Paco y su mujer son pensionistas, y viven ahogados por una deuda de 2014 que la caja de ahorros no les perdona. En la etapa m?s oscura de la crisis financiera tuvieron un tropiezo y propusieron abonar 200, en lugar de los 300 mensuales de la cuota. Pronto se recuperaron econ?micamente. Pero el banco nunca quiso ceder ni un poco y la batalla legal llega hasta hoy. Pueden perder su casa por una deuda de 14.000 euros (25.000 con los intereses).
Esta situaci?n arrastra a muchas familias valencianas. As? lo denuncia José Luis Gonz?lez, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que se muestra muy preocupado por estos casos. Familias que pueden pagar, pero pueden caer al abismo por deudas del pasado que las cajas de ahorros no perdonan. Por eso reclamaron a la Generalitat Valenciana -y de paso a los bancos- “deudas blandas” para estas familias como la de Paco, que puede pagar. Pero la banca no perdona.
El caso de Paco -que prefiere mantenerse en el anonimato- es el de muchos otros. ?l y su mujer hac?an frente a una hipoteca de 300 euros hasta el a?o 2014, cuando la crisis les oblig? a dejar de pagar. “Ten?amos que comer y hacer frente a otros gastos, as? que propusimos a la entidad abonar 200 euros, era todo lo que pod?amos”, explica. Pero el banco no acept?.
La situaci?n se alarg? varios a?os en los que pidieron asesoramiento a la PAH, que les aconsej? dejar de abonar para que ese dinero no se lo comieran los intereses que se generaban. Tienen la capacidad de pagar los 14.000 euros que restaban desde hace a?os, pero el jefe de riesgos de la entidad que les atendi? nunca cedi? en los plazos y les denunci? por vencimiento anticipado. Ahora los intereses suman 25.000 euros de deuda.
La hipoteca acab? el 31 de mayo de 2021, pero los juicios vienen de mucho antes. El juzgado de primera instancia dio la raz?n a Paco y a su mujer, y ahora ser? la Audiencia Provincial la que decida en una sentencia que todav?a no se conoce. Ambos ya consiguieron que el Tribunal Supremo abonara los gastos hipotecarios que su entidad le negaba. Paco explica que si la sentencia acaba siendo desfavorable se acoger?n a la moratoria de un a?o del Gobierno. Todo ello después de un viacrucis con un abogado de oficio que a penas les ayud? ni mostr? interés en el caso.
Toda la vida trabajando
Paco explica que ha trabajado toda su vida, primero de aut?nomo y después en una empresa que le descont? la n?mina de la Seguridad Social durante muchos a?os. “Al final me ha quedado una pensi?n baj?sima”, cuenta. Aunque consigui? asesorarse y mediante servicios sociales ha logrado que se la suban hasta casi 800 euros, y los 400 de su mujer por desempleada mayor de 55 a?os.
Ahora mismo ofrecen seguir pagando doscientos. “Con los 45 de gastos de escalera cada mes, cien euros de una derrama, luz, agua y gas que han subido una locura y los medicamentos para el c?ncer que me suponen m?s o menos 60 a 70 euros al mes. Esa es la situaci?n. Hemos intentado mil veces renegociar la deuda pero no quieren”. ?l est? en tratamiento en el Instituto Valenciano de Oncolog?a (IVO) y relativiza los problemas, al lado de su salud y la de su mujer ya nada le parece tan grave.
"Intentamos no pensar mucho en ello, si no te ahogas t? solo". Cuando se le pregunta por qué cree que el banco no ha accedido a renegociar la deuda a un cliente de toda la vida contesta que es porque "los bancos est?n para ganar dinero y punto". Recuerda c?mo cambi? el trato cuando dej? de tener los bolsillos llenos; "pasaron del 'buenos d?as se?or Paco' a mandarme a la cola directamente".
Guarda todo el papeleo en un malet?n azul con cremallera, as? lo tiene organizado. Cada burofax que mand? a la entidad pidiendo que les dieran un respiro, y cada demanda que tienen entre manos por impago, aunque Paco puede pagar. "Lo ?ltimo que me dijeron es que vendiéramos la casa y pag?ramos la deuda. Claro ?Vendo la casa y que hago? ?Vivir debajo de un puente a mi edad? A un matrimonio de 80 y 65 a?os no les va a alquilar nadie", lamenta. "Solo ped?amos un crédito que poder pagar", remarca.
"?Justo o injusto?"
Amparo también tiene n?mina y trabajo fijo. Tampoco quiere hacerse visible, pero su caso es de esos que no le pasa a nadie pero en realidad le ocurre a todo el mundo. Cobra el sueldo m?nimo y tuvo que empadronar a su hijo en su casa para poder alquilar una vivienda. "Tienes que demostrar unos ingresos de casi 2.500 para que te den un alquiler", lamenta.
Como no ten?a otra, lo hizo. Pero ahora se ha dado de bruces con la realidad, que supera los requisitos para poder pedir una ayuda al alquiler. Es decir, lo m?nimo para que alguien te alquile una casa en València es m?s que los requisitos que piden para las ayudas al alquiler. Y Amparo se ha quedado fuera. "Yo no entiendo c?mo las solicita la gente, deben de ser solo personas con alquileres antiguos pero ahora mismo deben quedarse fuera muchas personas", lamenta.
Sin empadronamiento de su hijo no hay vivienda, y sin vivienda no hay ayudas. Pero para acceder a un alquiler supera los requisitos que fija conselleria para las ayudas al alquiler. Es un laberinto burocr?tico en el que Amparo se siente atrapada. No quiere m?s de lo que le corresponde. Tiene un trabajo de 40 horas pero no escapa de la pobreza, y para reclamar las ayudas que le permitan aliviarse, resulta que supera los requisitos. Un c?rculo vicioso. Por eso, cuando envi? un correo a este peri?dico quej?ndose de su situaci?n el asunto rezaba lo siguiente: "?Justo o injusto?".
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