الريــم
08-12-2022, 11:12 AM
No son pocos los clientes de hoteles que se llevan “de recuerdo” los peque?os botes de champ?, los jaboncillos o hasta los horrorosos gorros de ducha que se ofrecen en casi todos los cuartos de ba?o. Tampoco sorprende demasiado saber que, adem?s, se a?ade alguna toalla o un cenicero (cuando hab?a ceniceros en las habitaciones) al lote. Pero una encuesta del buscador de vuelos y hoteles Jetcost (www.jetcost.es (https://www.jetcost.es/)) revela datos un poco m?s sorprendentes. Y es que, aunque se considera que 'amenities', frutas y dulces son obsequios del hotel hacia el cliente, no lo son tanto las bandejas o cestillos en los que se ofrecen, que también suelen desaparecer.
Otros hurtos son a?n m?s inexplicables. Hay clientes, por ejemplo, que se llevan las pilas del mando a distancia, y a veces el propio mando aunque no tiene ninguna utilidad fuera de la habitaci?n, o que desenroscan las bombillas de la l?mparas, o se lleven la Biblia en varios idiomas que se encuentra en el caj?n de la mesilla. Los hay incluso que arramplan con alguna almohada o manta del armario. Y algunos habituales dan el cambiazo y se llevan el interior del edred?n o de la almohada, de pluma y dejan otro de menor calidad. Lo chocante es que en muchos casos esos objetos valen apenas unos euros, o incluso unos céntimos, cuando la habitaci?n del hotel ha costado 100 o m?s euros por noche.
La audacia de algunos ladrones de hotel aficionados tiene a veces el estilo de auténticos profesionales. Un veterano conserje de uno de los hoteles de lujo m?s conocidos de Madrid contaba la “haza?a” de un cliente habitual. El hombre se hab?a encaprichado en la percha planchador de pantalones que hab?a en las mejores habitaciones y se propuso llevarse una de ellas a casa. Como si lo hac?a sin m?s se iba a notar su ausencia, apenas llegar a su habitaci?n desmont? la percha y la escondi? en un hueco en el falso techo que en visitas anteriores hab?a localizado.
De inmediato llam? a recepci?n y dijo que en su habitaci?n no hab?a ese elemento que él utilizaba con frecuencia, el servicio de habitaciones acudi? y comprob? que, en efecto, no estaba all?. R?pidamente le llevaron otra. El cliente el d?a de su partida sac? del escondite la percha, la meti? en la maleta y sali? tranquilamente del hotel.
En algunos hoteles han comprobado robos que requieren el uso de destornilladores y otras herramientas para llevarse cuadros, picaportes, secadores de pelo, toalleros, espejos, aparatos electrodomésticos y de m?sica, etc. Un lugar especialmente peligroso es la sala 'business' de los hoteles para ejecutivos, donde han llegado a desaparecer ordenadores e impresoras, adem?s, claro, de paquetes enteros de folios. Lo curioso es que la mayor?a de estos clept?manos no tienen conciencia de haber robado sino de haberse llevado un recuerdo.
Trucos para no despertar sospechas
Los expertos en llevarse cosas de los hoteles conocen algunos trucos para no despertar sospechas, como hacer desaparecer en un descuido alguna toalla o albornoz, o peque?as botellitas de licor del carrito en el pasillo cuando se est?n limpiando o reponiendo las habitaciones. También llevarse piezas de vajilla o cuberter?a de las bandejas del 'room service' que dejan en el pasillo otros clientes tras haber sido utilizadas. Los peque?os saleros y los cuencos donde poner un huevo pasado por agua suelen causar furor. Los hurtos también llegan al 'buffet' de desayuno, donde no solo se organizan bocadillos para el mediod?a, pese a que la mayor?a de los hoteles prohiben sacar comidas, sino que también se llevan tarritos de mermelada, quesitos y estuches con panecillos.
El minibar es también una tentaci?n. No es infrecuente que alg?n cliente consuma una botellita de ginebra o vodka y la rellene de agua, cuidando de dejar bien disimulado el tap?n de rosca que las cerraba. O que haga lo mismo con las de whisky o co?ac sustituyendo el alcohol por té o alg?n otro l?quido menos conveniente de color amarillento.
Las medidas contra estos robos que terminan suponiendo una cifra de gastos considerable en muchos hoteles son complicadas. En muchos hoteles es imposible llevarse las perchas ya que constan de dos partes y una de ellas est? fija a la barra, la otra no tiene utilidad sin la primera. Otros han optado por instalar peque?os micro chips en toallas y albornoces que “cantan” al salir del hotel.
En algunos minibares hay un sistema electr?nico que registra autom?ticamente en la cuenta del cliente el uso de cada botellita al sacarla del estante. En un hotel de Tokio, un cliente audaz comprob? que las botellas se pod?an sacar de manera complicada por la parte de atr?s, sin que el mecanismo registrara la salida. Para su sorpresa al pagar la factura, no tuvo en cuenta que el ultramoderno hotel, segu?a teniendo personal que se limitaba a contar las botellas de cada neverita, como se ha hecho toda la vida.
Seg?n el estudio, m?s de un 81% de los espa?oles reconocen que alguna vez se han llevado algo de un hotel, mientras que los daneses son aparentemente, los huéspedes con m?s escr?pulos, puesto que un 88% de ellos afirma que jam?s han robado nada de sus habitaciones de hotel. Este cuadro de honor es seguido por holandeses y noruegos, en un 85% y un 84% respectivamente, quienes afirmaron que jam?s se llevaron de los hoteles nada. El 69% de los brit?nicos ha robado alguna vez objetos de los hoteles donde se han alojado.
Estas son las 10 cosas que m?s se “roban” en los hoteles:
'Amenities' del cuarto de ba?o (incluyendo a veces la bandeja o cestito donde se ofrecen).
Toallas, sobre todo las m?s grandes.
Bombillas, pilas de los manos a distancia...
Objetos de papeler?a, bol?grafos, cuadernitos, revistas, Biblias...
Flores y frutas, con los jarrones o cestos incluidos.
Botellas de licor del minibar, se beben y no se declaran o se rellenan con agua y otros l?quidos.
Piezas de cer?mica, cuberter?a, vasos y copas.
Interiores de almohadas y edredones.
Toalleros, secadores de pelo, espejos...
Aparatos eléctricos: planchas, relojes y apliques
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/son-10-cosas-roban-turistas-14266736)
Otros hurtos son a?n m?s inexplicables. Hay clientes, por ejemplo, que se llevan las pilas del mando a distancia, y a veces el propio mando aunque no tiene ninguna utilidad fuera de la habitaci?n, o que desenroscan las bombillas de la l?mparas, o se lleven la Biblia en varios idiomas que se encuentra en el caj?n de la mesilla. Los hay incluso que arramplan con alguna almohada o manta del armario. Y algunos habituales dan el cambiazo y se llevan el interior del edred?n o de la almohada, de pluma y dejan otro de menor calidad. Lo chocante es que en muchos casos esos objetos valen apenas unos euros, o incluso unos céntimos, cuando la habitaci?n del hotel ha costado 100 o m?s euros por noche.
La audacia de algunos ladrones de hotel aficionados tiene a veces el estilo de auténticos profesionales. Un veterano conserje de uno de los hoteles de lujo m?s conocidos de Madrid contaba la “haza?a” de un cliente habitual. El hombre se hab?a encaprichado en la percha planchador de pantalones que hab?a en las mejores habitaciones y se propuso llevarse una de ellas a casa. Como si lo hac?a sin m?s se iba a notar su ausencia, apenas llegar a su habitaci?n desmont? la percha y la escondi? en un hueco en el falso techo que en visitas anteriores hab?a localizado.
De inmediato llam? a recepci?n y dijo que en su habitaci?n no hab?a ese elemento que él utilizaba con frecuencia, el servicio de habitaciones acudi? y comprob? que, en efecto, no estaba all?. R?pidamente le llevaron otra. El cliente el d?a de su partida sac? del escondite la percha, la meti? en la maleta y sali? tranquilamente del hotel.
En algunos hoteles han comprobado robos que requieren el uso de destornilladores y otras herramientas para llevarse cuadros, picaportes, secadores de pelo, toalleros, espejos, aparatos electrodomésticos y de m?sica, etc. Un lugar especialmente peligroso es la sala 'business' de los hoteles para ejecutivos, donde han llegado a desaparecer ordenadores e impresoras, adem?s, claro, de paquetes enteros de folios. Lo curioso es que la mayor?a de estos clept?manos no tienen conciencia de haber robado sino de haberse llevado un recuerdo.
Trucos para no despertar sospechas
Los expertos en llevarse cosas de los hoteles conocen algunos trucos para no despertar sospechas, como hacer desaparecer en un descuido alguna toalla o albornoz, o peque?as botellitas de licor del carrito en el pasillo cuando se est?n limpiando o reponiendo las habitaciones. También llevarse piezas de vajilla o cuberter?a de las bandejas del 'room service' que dejan en el pasillo otros clientes tras haber sido utilizadas. Los peque?os saleros y los cuencos donde poner un huevo pasado por agua suelen causar furor. Los hurtos también llegan al 'buffet' de desayuno, donde no solo se organizan bocadillos para el mediod?a, pese a que la mayor?a de los hoteles prohiben sacar comidas, sino que también se llevan tarritos de mermelada, quesitos y estuches con panecillos.
El minibar es también una tentaci?n. No es infrecuente que alg?n cliente consuma una botellita de ginebra o vodka y la rellene de agua, cuidando de dejar bien disimulado el tap?n de rosca que las cerraba. O que haga lo mismo con las de whisky o co?ac sustituyendo el alcohol por té o alg?n otro l?quido menos conveniente de color amarillento.
Las medidas contra estos robos que terminan suponiendo una cifra de gastos considerable en muchos hoteles son complicadas. En muchos hoteles es imposible llevarse las perchas ya que constan de dos partes y una de ellas est? fija a la barra, la otra no tiene utilidad sin la primera. Otros han optado por instalar peque?os micro chips en toallas y albornoces que “cantan” al salir del hotel.
En algunos minibares hay un sistema electr?nico que registra autom?ticamente en la cuenta del cliente el uso de cada botellita al sacarla del estante. En un hotel de Tokio, un cliente audaz comprob? que las botellas se pod?an sacar de manera complicada por la parte de atr?s, sin que el mecanismo registrara la salida. Para su sorpresa al pagar la factura, no tuvo en cuenta que el ultramoderno hotel, segu?a teniendo personal que se limitaba a contar las botellas de cada neverita, como se ha hecho toda la vida.
Seg?n el estudio, m?s de un 81% de los espa?oles reconocen que alguna vez se han llevado algo de un hotel, mientras que los daneses son aparentemente, los huéspedes con m?s escr?pulos, puesto que un 88% de ellos afirma que jam?s han robado nada de sus habitaciones de hotel. Este cuadro de honor es seguido por holandeses y noruegos, en un 85% y un 84% respectivamente, quienes afirmaron que jam?s se llevaron de los hoteles nada. El 69% de los brit?nicos ha robado alguna vez objetos de los hoteles donde se han alojado.
Estas son las 10 cosas que m?s se “roban” en los hoteles:
'Amenities' del cuarto de ba?o (incluyendo a veces la bandeja o cestito donde se ofrecen).
Toallas, sobre todo las m?s grandes.
Bombillas, pilas de los manos a distancia...
Objetos de papeler?a, bol?grafos, cuadernitos, revistas, Biblias...
Flores y frutas, con los jarrones o cestos incluidos.
Botellas de licor del minibar, se beben y no se declaran o se rellenan con agua y otros l?quidos.
Piezas de cer?mica, cuberter?a, vasos y copas.
Interiores de almohadas y edredones.
Toalleros, secadores de pelo, espejos...
Aparatos eléctricos: planchas, relojes y apliques
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/son-10-cosas-roban-turistas-14266736)