الريــم
08-04-2022, 11:01 AM
Santiago Grisol?a Garc?a (València, 1923) ha fallecido esta noche a los 99 a?os de edad. En enero hubiera llegado a centenario. Grisol?a siempre quiso ser marino de guerra. Fue aquella fijaci?n juvenil la que acabar?a conduciéndole por la senda de la medicina primero y después de la biolog?a molecular. Por miedo a que lo movilizaran y lo llamaran a tropas, su padre logr? que entrara como voluntario en un hospital de Cuenca. “Mi madre, como era muy lista, me pregunt? ?y por qué no aprovechas esa experiencia y te haces médico?, siempre podr?s ejercer en la Armada”, rememoraba hace unos a?os el profesor en un paseo con la que suscribe para un reportaje sobre el barrio de su ni?ez, Mestalla. Después de toda una vida en Estados Unidos, el profesor regres? a València para vivir en la calle Severo Ochoa, a unos minutos de la casa natal eliminada por la ampliaci?n de la Alameda.
M?s informaci?n (Auto)
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El sabio consejo materno cal? en Grisol?a, que se licenciar?a en Medicina por la Universitat de València en 1944. Después de obtener su doctorado en Madrid en 1949 ampliar?a sus estudios en Estados Unidos en la Universidad de Nueva York con Severo Ochoa, su gran mentor. Ser?a en ese centro donde iniciar?a sus investigaciones en fijaci?n del anh?drido carb?nico. “Tardamos casi un mes en llegar a tierras americanas, pues el barco hacia much?simas paradas para ser rentable, pero no se me hizo pesado porque en Espa?a hab?a entonces mucha carest?a y a bordo daban muy bien de comer”, comentaba con la iron?a que le caracterizaba.
De su exilio allende las fronteras sacaba siempre un consejo para los m?s j?venes, “salir fuera para completar la formaci?n, pero no m?s de siete u ocho a?os”. “Si dejas pasar m?s tiempo corres el riesgo de no querer volver”, incid?a. A pesar de casarse en Estados Unidos y formar all? la familia, su deseo siempre fue regresar a Espa?a. “Estoy enamorado de esta ciudad, lo estaba cuando me fui a Nueva York, cuando volv?, y lo sigo estando”, se?alaba frente a la antigua Porta de la Mar o las Torres de los Guardas.
Tocado con su famoso sombrero y apoyado en un elegante bast?n el bioqu?mico, Premio Pr?ncipe de Asturias por su labor investigadora, ten?a una capacidad de resistencia que era motivo de elogio y sorpresa a partes iguales. Adem?s de por sus ra?ces familiares regres? a Valencia, tras un largo periplo universitario en Kansas, Michigan o Wisconsin, porque vio que se pod?an «hacer muchas cosas». Hab?a dinero para la investigaci?n y se abr?a una etapa llena de retos muy ilusionante, ha defendido siempre que ha podido. Fue a finales del a?o 1976 cuando se inaugur? en València el Instituto de Investigaciones Citol?gicas, del que fue director hasta 1992, convirtiéndolo en uno de los mejores centros investigadores del pa?s. Una época de efervescencia rubricada con la recuperaci?n de una figura tan prestigiosa como la del marqués de Grisol?a, t?tulo que se se le concedi? por su contribuci?n a la ciencia espa?ola.
Presidente de la Fundaci?n Premios Rei Jaume I, presidente del Comité Cient?fico de Coordinaci?n del Proyecto Genoma Humano para la Unesco, vicepresidente del Patronato del Centro Pr?ncipe Felipe, presidi? también el Consell Valencia de Cultura. Fue, adem?s, el gran impulsor de los Premios Rei Jaume I, adem?s de asesor en el comité de expertos en ciencia y tecnolog?a de la Generalitat Valenciana. Entre las distinciones que se le concedieron destacan la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad en 1984, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil en 1992, la Medalla al Mérito a la Investigaci?n y en la Educaci?n Universitaria (2010) o la m?s reciente Gran Cruz de la Orden de Isabel la Cat?lica en 2018.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/laureado-bioquimico-quiso-marino-14221451)
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De su exilio allende las fronteras sacaba siempre un consejo para los m?s j?venes, “salir fuera para completar la formaci?n, pero no m?s de siete u ocho a?os”. “Si dejas pasar m?s tiempo corres el riesgo de no querer volver”, incid?a. A pesar de casarse en Estados Unidos y formar all? la familia, su deseo siempre fue regresar a Espa?a. “Estoy enamorado de esta ciudad, lo estaba cuando me fui a Nueva York, cuando volv?, y lo sigo estando”, se?alaba frente a la antigua Porta de la Mar o las Torres de los Guardas.
Tocado con su famoso sombrero y apoyado en un elegante bast?n el bioqu?mico, Premio Pr?ncipe de Asturias por su labor investigadora, ten?a una capacidad de resistencia que era motivo de elogio y sorpresa a partes iguales. Adem?s de por sus ra?ces familiares regres? a Valencia, tras un largo periplo universitario en Kansas, Michigan o Wisconsin, porque vio que se pod?an «hacer muchas cosas». Hab?a dinero para la investigaci?n y se abr?a una etapa llena de retos muy ilusionante, ha defendido siempre que ha podido. Fue a finales del a?o 1976 cuando se inaugur? en València el Instituto de Investigaciones Citol?gicas, del que fue director hasta 1992, convirtiéndolo en uno de los mejores centros investigadores del pa?s. Una época de efervescencia rubricada con la recuperaci?n de una figura tan prestigiosa como la del marqués de Grisol?a, t?tulo que se se le concedi? por su contribuci?n a la ciencia espa?ola.
Presidente de la Fundaci?n Premios Rei Jaume I, presidente del Comité Cient?fico de Coordinaci?n del Proyecto Genoma Humano para la Unesco, vicepresidente del Patronato del Centro Pr?ncipe Felipe, presidi? también el Consell Valencia de Cultura. Fue, adem?s, el gran impulsor de los Premios Rei Jaume I, adem?s de asesor en el comité de expertos en ciencia y tecnolog?a de la Generalitat Valenciana. Entre las distinciones que se le concedieron destacan la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad en 1984, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil en 1992, la Medalla al Mérito a la Investigaci?n y en la Educaci?n Universitaria (2010) o la m?s reciente Gran Cruz de la Orden de Isabel la Cat?lica en 2018.
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