الريــم
08-03-2022, 08:52 PM
Una nueva investigaci?n sostiene que los cambios en la forma de la caja craneana durante la evoluci?n humana se relacionaron con alteraciones en la cara, en lugar de modificaciones en el cerebro. De esta manera, la forma del cerebro como estructura independiente casi no habr?a cambiado en los ?ltimos 160.000 a?os.
Cient?ficos de la Universidad de Z?rich, en Suiza, concluyen en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), que la transformaci?n f?sica del cr?neo humano en los ?ltimos 160.000 a?os fue impulsada por alteraciones en la cara, causadas por cambios en la dieta y el estilo de vida. En consecuencia, la transformaci?n no se habr?a originado por la evoluci?n del cerebro como se pensaba anteriormente, en base a teor?as a?n vigentes y aceptadas.
Al parecer, el an?lisis de f?siles de humanos antiguos y su comparaci?n con la anatom?a actual sugiere que los cambios en la forma de la caja craneana se han producido por variantes en la estructura maxilofacial, que se habr?an desarrollado a partir de modificaciones en la funci?n masticatoria y respiratoria. A su vez, estos cambios tendr?an su origen en nuevos h?bitos alimenticios y comportamientos socioculturales, que se fueron adquiriendo con el paso del tiempo.
Resultados concluyentes
El equipo de investigadores, liderado por Christoph Zollikofer, restaur? digitalmente los cr?neos de 50 hom?nidos recuperados en Etiop?a e Israel, incluyendo espec?menes de Homo sapiens, Homo erectus y Neanderthales. Posteriormente, los modelos 3D de los f?siles se compararon con 125 espec?menes humanos modernos. De acuerdo a un art?culo publicado en New Scientist, la comparaci?n de las cajas cerebrales de los humanos a lo largo de la historia permite aislar por primera vez el papel del cerebro en la evoluci?n del cr?neo.
La gran sorpresa lleg? cuando los cient?ficos comprobaron que aunque el tama?o y las proporciones de los cr?neos de los ni?os Homo sapiens de hace 160.000 a?os eran comparables a las registradas en los ni?os de hoy, los adultos antiguos mostraban notables diferencias con sus semejantes modernos, como por ejemplo rostros mucho m?s largos y rasgos m?s pronunciados.
Este dato cobra trascendencia cuando entendemos que mientras los rostros humanos contin?an creciendo hasta los 20 a?os, el cerebro en cambio alcanza alrededor del 95 por ciento de su tama?o adulto a los 6 a?os de edad.
De esta manera, la conclusi?n es l?gica: si los f?siles de los ni?os de hace 160.000 a?os, con cerebros casi completamente desarrollados, se parecen en su estructura craneal a los ni?os de la actualidad, en tanto que los f?siles de adultos mostraban cr?neos muy diferentes a los contempor?neos, es f?cil descartar que los cerebros hayan cambiado significativamente de forma. En consecuencia, si no fue el cerebro el que impuls? los cambios en el cr?neo, deben existir otras causas que hayan motivado estas modificaciones.
Cambios alimenticios y de h?bitos
En el estudio, los cient?ficos concluyen que los resultados sugieren que la forma peculiar de los primeros cr?neos de los adultos Homo sapiens probablemente se origin? en diferencias en la dieta y el estilo de vida, en lugar de una anatom?a cerebral diferente.
Todo indicar?a que modificaciones en la alimentaci?n o una menor necesidad de ox?geno podr?an haber sido los responsables. Los rostros de los humanos modernos son mucho m?s peque?os y sutiles que los de sus antepasados: el cambio se habr?a acelerado cuando los cazadores-recolectores se transformaron en agricultores hace unos 12.000 a?os, comenzando a comer alimentos m?s blandos, y generando una menor carga sobre el cr?neo al masticar.
Aunque esta hip?tesis a?n debe ser verificada y contrastada, los hallazgos marcan un nuevo papel del cerebro en comparaci?n al resto de la estructura craneal, cuando hasta el momento se pensaba que la evoluci?n de ambos era indisoluble. Al mismo tiempo, dejan en claro que la dieta y el estilo de vida poseen un impacto transformador a largo plazo cuya impronta y profundidad recién estamos descubriendo.
Referencia
Endocranial ontogeny and evolution in early Homo sapiens: The evidence from Herto, Ethiopia. Christoph P. E. Zollikofer et al. PNAS (2022). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2123553119
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/tendencias21/forma-cerebro-humano-modifico-ultimos-14218649)
Cient?ficos de la Universidad de Z?rich, en Suiza, concluyen en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), que la transformaci?n f?sica del cr?neo humano en los ?ltimos 160.000 a?os fue impulsada por alteraciones en la cara, causadas por cambios en la dieta y el estilo de vida. En consecuencia, la transformaci?n no se habr?a originado por la evoluci?n del cerebro como se pensaba anteriormente, en base a teor?as a?n vigentes y aceptadas.
Al parecer, el an?lisis de f?siles de humanos antiguos y su comparaci?n con la anatom?a actual sugiere que los cambios en la forma de la caja craneana se han producido por variantes en la estructura maxilofacial, que se habr?an desarrollado a partir de modificaciones en la funci?n masticatoria y respiratoria. A su vez, estos cambios tendr?an su origen en nuevos h?bitos alimenticios y comportamientos socioculturales, que se fueron adquiriendo con el paso del tiempo.
Resultados concluyentes
El equipo de investigadores, liderado por Christoph Zollikofer, restaur? digitalmente los cr?neos de 50 hom?nidos recuperados en Etiop?a e Israel, incluyendo espec?menes de Homo sapiens, Homo erectus y Neanderthales. Posteriormente, los modelos 3D de los f?siles se compararon con 125 espec?menes humanos modernos. De acuerdo a un art?culo publicado en New Scientist, la comparaci?n de las cajas cerebrales de los humanos a lo largo de la historia permite aislar por primera vez el papel del cerebro en la evoluci?n del cr?neo.
La gran sorpresa lleg? cuando los cient?ficos comprobaron que aunque el tama?o y las proporciones de los cr?neos de los ni?os Homo sapiens de hace 160.000 a?os eran comparables a las registradas en los ni?os de hoy, los adultos antiguos mostraban notables diferencias con sus semejantes modernos, como por ejemplo rostros mucho m?s largos y rasgos m?s pronunciados.
Este dato cobra trascendencia cuando entendemos que mientras los rostros humanos contin?an creciendo hasta los 20 a?os, el cerebro en cambio alcanza alrededor del 95 por ciento de su tama?o adulto a los 6 a?os de edad.
De esta manera, la conclusi?n es l?gica: si los f?siles de los ni?os de hace 160.000 a?os, con cerebros casi completamente desarrollados, se parecen en su estructura craneal a los ni?os de la actualidad, en tanto que los f?siles de adultos mostraban cr?neos muy diferentes a los contempor?neos, es f?cil descartar que los cerebros hayan cambiado significativamente de forma. En consecuencia, si no fue el cerebro el que impuls? los cambios en el cr?neo, deben existir otras causas que hayan motivado estas modificaciones.
Cambios alimenticios y de h?bitos
En el estudio, los cient?ficos concluyen que los resultados sugieren que la forma peculiar de los primeros cr?neos de los adultos Homo sapiens probablemente se origin? en diferencias en la dieta y el estilo de vida, en lugar de una anatom?a cerebral diferente.
Todo indicar?a que modificaciones en la alimentaci?n o una menor necesidad de ox?geno podr?an haber sido los responsables. Los rostros de los humanos modernos son mucho m?s peque?os y sutiles que los de sus antepasados: el cambio se habr?a acelerado cuando los cazadores-recolectores se transformaron en agricultores hace unos 12.000 a?os, comenzando a comer alimentos m?s blandos, y generando una menor carga sobre el cr?neo al masticar.
Aunque esta hip?tesis a?n debe ser verificada y contrastada, los hallazgos marcan un nuevo papel del cerebro en comparaci?n al resto de la estructura craneal, cuando hasta el momento se pensaba que la evoluci?n de ambos era indisoluble. Al mismo tiempo, dejan en claro que la dieta y el estilo de vida poseen un impacto transformador a largo plazo cuya impronta y profundidad recién estamos descubriendo.
Referencia
Endocranial ontogeny and evolution in early Homo sapiens: The evidence from Herto, Ethiopia. Christoph P. E. Zollikofer et al. PNAS (2022). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2123553119
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