الريــم
08-03-2022, 03:22 PM
Nueva Zelanda parece estar bajo el bombardeo de meteoritos: un enorme b?lido explot? sobre el mar cerca de Wellington el 7 de julio, creando un estampido s?nico que se pudo escuchar en toda la regi?n, mientras que otra bola de fuego m?s peque?a fue capturada dos semanas después, el 22 de julio, sobre Canterbury. Los investigadores analizan si se trata de un fen?meno at?pico y por qué los meteoritos dejan una estela verde y brillante similar a una aurora.
Investigadores de la Universidad de Canterbury y la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, describen en dos art?culos publicados en The Conversation un par de eventos ocurridos durante julio pasado en ese pa?s de Ocean?a: el 7 de julio una bola de fuego cay? sobre el mar con el poder explosivo de 1.800 toneladas de TNT, en la zona de Wellington, mientras que el 22 de julio otro fen?meno parecido ocurri? en el ?rea de Canterbury. Aunque los meteoritos son relativamente habituales en Nueva Zelanda, algunas caracter?sticas de estos eventos intrigan a los cient?ficos.
Habitual y extra?o al mismo tiempo
En un a?o promedio, alrededor de cuatro meteoritos golpean Nueva Zelanda. Sin embargo, dos eventos de este tipo en el mismo mes y con detalles sorprendente no son lo esperado: seg?n uno de los art?culos publicados, la bola de fuego que cruz? el cielo sobre el estrecho de Cook el 7 de julio fue completamente inusual. Adem?s de su impresionante poder explosivo al caer al mar, logro ser captada desde el espacio por satélites estadounidenses y desencaden? una explosi?n con un fuerte impacto sonoro, que se escuch? en gran parte de la Isla Norte de Nueva Zelanda.
Seg?n los investigadores James Scott y Michele Bannister, la bola de fuego de Wellington probablemente fue causada por un peque?o meteoro, de unos pocos metros de di?metro, que atraves? la atm?sfera de la Tierra. Fue uno de los cinco impactos de m?s de mil toneladas de energ?a a nivel mundial a lo largo del ?ltimo a?o. La mayor?a de estos meteoros son peque?os y crean "estrellas fugaces" que solo rozan levemente la atm?sfera terrestre.
Los expertos describieron que la fragmentaci?n del meteoro produjo una onda de choque lo suficientemente intensa como para ser captada por una red local de sensores s?smicos. En tanto, el destello fue lo suficientemente brillante como para ser registrado por un satélite global de seguimiento de rayos. En tanto, un radar detect? el rastro de humo sobrante al sur de la Isla Norte de Nueva Zelanda.*
https://uc-4u.com/clip/25508d26-b92c-4a3c-b846-abbe5658d32a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg La trayectoria del b?lido del 22 de julio sobre Nueva Zelanda. | Créditos: Fireballs Aotearoa and International Meteor Association / Jack Baggaley.
Casi como una aurora
Por otra parte, un segundo art?culo publicado en The Conversation y reproducido por la Universidad de Canterbury en una nota de prensa analiza el extra?o resplandor verde generado por otro evento, concretado el 22 de julio sobre Canterbury. Seg?n el cient?fico Jack Baggaley, el brillante tono verde de esta bola de fuego, m?s peque?a que la observada en Wellington, puede explicarse a partir de una serie de fen?menos atmosféricos que generan un efecto similar al de una aurora.
Los meteoros brillantes a menudo se?alan la llegada de un trozo de asteroide, que puede tener entre unos pocos cent?metros y un metro de di?metro cuando se estrella contra la atm?sfera. Algunos de estos asteroides contienen n?quel y hierro y golpean la atm?sfera a velocidades de hasta 60 kil?metros por segundo. Esto libera una enorme cantidad de calor muy r?pidamente, y el hierro y el n?quel vaporizados irradian una luz verde.*
En tanto, el resplandor verde de la aurora es causado por iones de ox?geno en la atm?sfera superior, creados por colisiones entre las moléculas de ox?geno atmosférico y las part?culas expulsadas por el Sol. Un meteoro también puede brillar debido a este proceso, pero ?nicamente si es extremadamente r?pido. ?Qué sucedi?, entonces, en el caso del ?ltimo evento en Nueva Zelanda?
Una vez que el meteorito de Canterbury estall? contra la atm?sfera el pasado 22 de julio, los vientos caprichosos de la atm?sfera superior torcieron el sendero del brillo generado por el impacto, resultando en un tono verdoso y amarillo p?lido hacia el final. Esto se debe a que los ?tomos de sodio presentes se excitan continuamente en una reacci?n catal?tica en la que interviene el ozono, produciendo el intenso resplandor que asemeja a una aurora.*
Ahora, los cient?ficos neozelandeses est?n intentando optimizar la red de registro y detecci?n de esta clase de fen?menos, para poder precisar con mayor exactitud su trayectoria en el futuro e intentar recopilar algo del material que pueda caer sobre el mar o la tierra. Vale recordar que los meteoritos son “minas de oro” cient?ficas: pueden contener material anterior a la formaci?n del Sol y nos hablan de los inicios del Sistema Solar.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/tendencias21/misteriosa-lluvia-meteoritos-verdes-cae-14216886)
Investigadores de la Universidad de Canterbury y la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, describen en dos art?culos publicados en The Conversation un par de eventos ocurridos durante julio pasado en ese pa?s de Ocean?a: el 7 de julio una bola de fuego cay? sobre el mar con el poder explosivo de 1.800 toneladas de TNT, en la zona de Wellington, mientras que el 22 de julio otro fen?meno parecido ocurri? en el ?rea de Canterbury. Aunque los meteoritos son relativamente habituales en Nueva Zelanda, algunas caracter?sticas de estos eventos intrigan a los cient?ficos.
Habitual y extra?o al mismo tiempo
En un a?o promedio, alrededor de cuatro meteoritos golpean Nueva Zelanda. Sin embargo, dos eventos de este tipo en el mismo mes y con detalles sorprendente no son lo esperado: seg?n uno de los art?culos publicados, la bola de fuego que cruz? el cielo sobre el estrecho de Cook el 7 de julio fue completamente inusual. Adem?s de su impresionante poder explosivo al caer al mar, logro ser captada desde el espacio por satélites estadounidenses y desencaden? una explosi?n con un fuerte impacto sonoro, que se escuch? en gran parte de la Isla Norte de Nueva Zelanda.
Seg?n los investigadores James Scott y Michele Bannister, la bola de fuego de Wellington probablemente fue causada por un peque?o meteoro, de unos pocos metros de di?metro, que atraves? la atm?sfera de la Tierra. Fue uno de los cinco impactos de m?s de mil toneladas de energ?a a nivel mundial a lo largo del ?ltimo a?o. La mayor?a de estos meteoros son peque?os y crean "estrellas fugaces" que solo rozan levemente la atm?sfera terrestre.
Los expertos describieron que la fragmentaci?n del meteoro produjo una onda de choque lo suficientemente intensa como para ser captada por una red local de sensores s?smicos. En tanto, el destello fue lo suficientemente brillante como para ser registrado por un satélite global de seguimiento de rayos. En tanto, un radar detect? el rastro de humo sobrante al sur de la Isla Norte de Nueva Zelanda.*
https://uc-4u.com/clip/25508d26-b92c-4a3c-b846-abbe5658d32a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg La trayectoria del b?lido del 22 de julio sobre Nueva Zelanda. | Créditos: Fireballs Aotearoa and International Meteor Association / Jack Baggaley.
Casi como una aurora
Por otra parte, un segundo art?culo publicado en The Conversation y reproducido por la Universidad de Canterbury en una nota de prensa analiza el extra?o resplandor verde generado por otro evento, concretado el 22 de julio sobre Canterbury. Seg?n el cient?fico Jack Baggaley, el brillante tono verde de esta bola de fuego, m?s peque?a que la observada en Wellington, puede explicarse a partir de una serie de fen?menos atmosféricos que generan un efecto similar al de una aurora.
Los meteoros brillantes a menudo se?alan la llegada de un trozo de asteroide, que puede tener entre unos pocos cent?metros y un metro de di?metro cuando se estrella contra la atm?sfera. Algunos de estos asteroides contienen n?quel y hierro y golpean la atm?sfera a velocidades de hasta 60 kil?metros por segundo. Esto libera una enorme cantidad de calor muy r?pidamente, y el hierro y el n?quel vaporizados irradian una luz verde.*
En tanto, el resplandor verde de la aurora es causado por iones de ox?geno en la atm?sfera superior, creados por colisiones entre las moléculas de ox?geno atmosférico y las part?culas expulsadas por el Sol. Un meteoro también puede brillar debido a este proceso, pero ?nicamente si es extremadamente r?pido. ?Qué sucedi?, entonces, en el caso del ?ltimo evento en Nueva Zelanda?
Una vez que el meteorito de Canterbury estall? contra la atm?sfera el pasado 22 de julio, los vientos caprichosos de la atm?sfera superior torcieron el sendero del brillo generado por el impacto, resultando en un tono verdoso y amarillo p?lido hacia el final. Esto se debe a que los ?tomos de sodio presentes se excitan continuamente en una reacci?n catal?tica en la que interviene el ozono, produciendo el intenso resplandor que asemeja a una aurora.*
Ahora, los cient?ficos neozelandeses est?n intentando optimizar la red de registro y detecci?n de esta clase de fen?menos, para poder precisar con mayor exactitud su trayectoria en el futuro e intentar recopilar algo del material que pueda caer sobre el mar o la tierra. Vale recordar que los meteoritos son “minas de oro” cient?ficas: pueden contener material anterior a la formaci?n del Sol y nos hablan de los inicios del Sistema Solar.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/tendencias21/misteriosa-lluvia-meteoritos-verdes-cae-14216886)