الريــم
07-31-2022, 12:36 PM
Est? nerviosa. No acaba de fiarse de que su intimidad, celosamente guardada durante décadas, pueda estallar en pedazos por un desliz, una imprudencia. Es la primera vez que accede a una entrevista cara a cara con una periodista y con un medio de comunicaci?n. Y a permitir posar para una fot?grafa de prensa: no teme que le robe el alma, sino que cualquier peque?o matiz captado en esa imagen tumbe los muros que ha construido celosamente para protegerse ella y proteger a sus cuatro hijos. El recelo es infundado: la maestr?a de la redactora gr?fica ha captado su esencia sin desvelar su identidad.
Erinia –es, obviamente, un nombre ficticio; el suyo y el que ha usado para ejercer la prostituci?n son menos rebuscados– es una de las ocho mujeres (conocidas) que sobrevivieron a encuentros sexuales con el asesino en serie Jorge Ignacio Palma Jacome, que espera su sentencia entre rejas después de que el jurado que lo ha enjuiciado durante cinco semanas largas lo considerase culpable de tres asesinatos consumados –los de Arliene Ramos, Lady Marcela Vargas y Marta Calvo– y de seis m?s intentados –una de las v?ctimas se descabalg? durante el juicio por no "revivir la pesadilla" y en otra no se inclu?a la acusaci?n de atentar contra su vida–. Erinia es una de esas seis.
Se confiesa "feliz" por ese veredicto de culpabilidad, sobre el que ten?a "muchas dudas. Todo el mundo que sab?a lo que hab?a en ese sumario me dec?a que estuviese tranquila, que era imposible que no lo condenaran. Pero cab?a esa posibilidad. Sab?a que pod?a ocurrir. También, que esa persona no pod?a quedar libre. Es peligrosa".
El miedo, la angustia y los nervios se la com?an el d?a que tuvo que ir a declarar al juicio. Es la primera y ?nica vez que habl? con una de las otras chicas, citada para el mismo d?a que ella. Mientras esperaban en un cuarto a diez metros de la sala de vistas, "cruzamos tres frases, de lo nerviosas que est?bamos y del miedo que nos daba entrar". ?Miedo al acusado? "En parte s?. Yo he estado tres veces con él. Vi la coca?na de alta pureza que llevaba, su forma de vestir, sus amenazas... La ?ltima vez que lo vi, d?as antes de lo de Marta, se fue diciéndome que nos iba a ‘balasear’ a m? y a un amigo m?o que sali? en mi defensa. Ese hombre es un narcotraficante y es colombiano. Si sal?a libre, sé que iba a venir a por m?. Y a por las otras chicas".
Miedo a no ser cre?da
Pero también tem?a al jurado, a que no la creyeran, a que la juzgaran por su actividad como prostituta y no por su condici?n de v?ctima. Se equivocaba. Los nueve miembros del tribunal popular solo han analizado hechos, no personas, y por eso han dictaminado que Palma es culpable de los 30 delitos graves de los que estaba acusado. Los cometidos contra las vidas y la integridad f?sica de sus v?ctimas, pero también de haber abusado sexualmente de ellas con la introducci?n de coca?na en roca en sus genitales y de tr?fico de drogas por haberlas obligado a ese consumo no consentido.
Esta mujer lleva dos décadas dentro de la prostituci?n. Lleg?, como todas, empujada por la necesidad. Con 17 a?os la echaron de casa y antes de darse cuenta estaba embarazada en una relaci?n fugaz que no permit?a fantasear con fundar una familia. Cuando opt? por la prostituci?n para dar de comer a su hija ya no era libre, as? que tampoco fue una elecci?n.
Con la amplia experiencia en ese mundo, del que ha salido a temporadas y con el que ha podido darle a sus hijos una educaci?n con la que ni siquiera pudo so?ar cuando ella estaba en edad de estudiar, escucharla es aprender. ?Alguna vez alg?n putero hab?a propuesto o intentado introducirle coca?na en sus genitales? "Jam?s. Y son much?simos a?os y much?simos clientes. Nunca. Fiesta blanca, que es lo él ped?a, no es eso. Es consumir coca?na durante un servicio sexual. O hacer que la consumes, simularlo para que él crea que s?. Como mucho, alguno te pide poder esnifarla sobre tu cuerpo o se coloca una ‘puntita’ en su pene, pero, ?introduc?rtela en la vagina y en el ano y de esa manera? ?Y esa coca?na tan pura y en esas cantidades? Jam?s. Y nunca lo habr?a consentido", sentencia.
En su caso, fueron tres los encuentros con Palma. Los dos primeros en una casa de citas en Campanar. El primero transcurri? con la normalidad que puede haber en un encuentro con un putero. "Ese d?a, él ni llevaba coca?na". En el segundo, el lobo sac? los dientes. "Intent? que consumiera coca?na de forma muy insistente, pero él no lo hac?a, as? que no me fié. Cuando me negué a tomarla yo también, se enfad?. Me mir? amenazante y finalmente se fue". Erinia se asust?. "En todos los a?os que llevo en esto, nunca me he sentido amenazado. Alg?n borracho, a veces alguien que se pone pesado... Ese d?a s? me asusté". Tanto, que se fue del piso y se quit? de en medio.
"?Este es tonto o qué?"
Pasaron meses hasta el tercer encuentro, el definitivo. Para entonces, Erinia se hab?a independizado. Hab?a alquilado una habitaci?n en un hotel del Grao, en Valencia. ?l la encontr? por la foto del anuncio. "Cuando llegué y vi que era él, no me gust?". Palma intent? que se fueran a su casa, a Manuel. Era finales de octubre de 2019. Faltaba poco m?s de una semana para que asesinara a Marta. Y ya hab?a matado a Arliene y a Lady Marcela, pero solo él lo sab?a.
Finalmente entraron en la habitaci?n. Nada m?s empezar a mantener relaciones, lo pill? metiéndole coca?na en la vagina. "Me saqué una piedra enorme, como un grano de uva grande. Le dije ‘esto a m? no me lo hagas, ?eh?’ y se hizo el loco". Al momento, volvi? a hacerlo y Erinia empez? a asustarse de verdad. "En ese momento, no fui consciente de que quisiera matarme. Yo sal? corriendo medio desnuda a pedir ayuda a gritos por la ventana. ?l no se mov?a, yo estaba cada vez mas mareada y él no hac?a nada mientras yo corr?a. Estaba apoyado en la pared, mir?ndome con frialdad, tan tranquilo. Hasta llegué a pensar ‘este es tonto o qué’".
Finalmente, consigui? escapar y él fue detr?s. En la calle estaba su amigo y se enfrent? a él. "Fue entonces cuando nos amenaz?". La mujer cambi? de teléfono y de lugar, muerta de miedo, pero la auténtica dimensi?n de ese episodio la descubri? semanas m?s tarde.
"Al ver su cara me quedé blanca"
El susto hizo que dejara de tener encuentros con puteros y pas? a hacer sustituciones como encargada en un piso de citas de alto nivel. Fue su compa?era quien le ense??, en diciembre, una noticia en el ordenador. "Busqué la cara de Marta, por si la conoc?a, y vi que no. Cuando segu? mirando, vi la cara de él y me quedé blanca. Era el mismo que me hab?a hecho aquello. Llamé inmediatamente a la Polic?a y al d?a siguiente presenté la denuncia. Solo pensaba en que se supiera la verdad de lo que le hab?a hecho a Marta. No iba a consentir que lo de Marta se quedase como que era una cocain?mana y que hab?a muerto accidentalmente. Fue en ese momento cuando supe que su intenci?n era matarme, que me salvé de milagro y que cuando me mirada solo esperaba a verme morir. No pod?a consentir que la familia de Marta no supiera la verdad".
Y ha cumplido. Con todas las citas policiales y judiciales. Una lecci?n de civismo y solidaridad de quien m?s ten?a que perder. Como el resto de las supervivientes. Sin ellas, hoy ese veredicto tal vez no existir?a.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/victima-jorge-igancio-palma-denuncie-14198880)
Erinia –es, obviamente, un nombre ficticio; el suyo y el que ha usado para ejercer la prostituci?n son menos rebuscados– es una de las ocho mujeres (conocidas) que sobrevivieron a encuentros sexuales con el asesino en serie Jorge Ignacio Palma Jacome, que espera su sentencia entre rejas después de que el jurado que lo ha enjuiciado durante cinco semanas largas lo considerase culpable de tres asesinatos consumados –los de Arliene Ramos, Lady Marcela Vargas y Marta Calvo– y de seis m?s intentados –una de las v?ctimas se descabalg? durante el juicio por no "revivir la pesadilla" y en otra no se inclu?a la acusaci?n de atentar contra su vida–. Erinia es una de esas seis.
Se confiesa "feliz" por ese veredicto de culpabilidad, sobre el que ten?a "muchas dudas. Todo el mundo que sab?a lo que hab?a en ese sumario me dec?a que estuviese tranquila, que era imposible que no lo condenaran. Pero cab?a esa posibilidad. Sab?a que pod?a ocurrir. También, que esa persona no pod?a quedar libre. Es peligrosa".
El miedo, la angustia y los nervios se la com?an el d?a que tuvo que ir a declarar al juicio. Es la primera y ?nica vez que habl? con una de las otras chicas, citada para el mismo d?a que ella. Mientras esperaban en un cuarto a diez metros de la sala de vistas, "cruzamos tres frases, de lo nerviosas que est?bamos y del miedo que nos daba entrar". ?Miedo al acusado? "En parte s?. Yo he estado tres veces con él. Vi la coca?na de alta pureza que llevaba, su forma de vestir, sus amenazas... La ?ltima vez que lo vi, d?as antes de lo de Marta, se fue diciéndome que nos iba a ‘balasear’ a m? y a un amigo m?o que sali? en mi defensa. Ese hombre es un narcotraficante y es colombiano. Si sal?a libre, sé que iba a venir a por m?. Y a por las otras chicas".
Miedo a no ser cre?da
Pero también tem?a al jurado, a que no la creyeran, a que la juzgaran por su actividad como prostituta y no por su condici?n de v?ctima. Se equivocaba. Los nueve miembros del tribunal popular solo han analizado hechos, no personas, y por eso han dictaminado que Palma es culpable de los 30 delitos graves de los que estaba acusado. Los cometidos contra las vidas y la integridad f?sica de sus v?ctimas, pero también de haber abusado sexualmente de ellas con la introducci?n de coca?na en roca en sus genitales y de tr?fico de drogas por haberlas obligado a ese consumo no consentido.
Esta mujer lleva dos décadas dentro de la prostituci?n. Lleg?, como todas, empujada por la necesidad. Con 17 a?os la echaron de casa y antes de darse cuenta estaba embarazada en una relaci?n fugaz que no permit?a fantasear con fundar una familia. Cuando opt? por la prostituci?n para dar de comer a su hija ya no era libre, as? que tampoco fue una elecci?n.
Con la amplia experiencia en ese mundo, del que ha salido a temporadas y con el que ha podido darle a sus hijos una educaci?n con la que ni siquiera pudo so?ar cuando ella estaba en edad de estudiar, escucharla es aprender. ?Alguna vez alg?n putero hab?a propuesto o intentado introducirle coca?na en sus genitales? "Jam?s. Y son much?simos a?os y much?simos clientes. Nunca. Fiesta blanca, que es lo él ped?a, no es eso. Es consumir coca?na durante un servicio sexual. O hacer que la consumes, simularlo para que él crea que s?. Como mucho, alguno te pide poder esnifarla sobre tu cuerpo o se coloca una ‘puntita’ en su pene, pero, ?introduc?rtela en la vagina y en el ano y de esa manera? ?Y esa coca?na tan pura y en esas cantidades? Jam?s. Y nunca lo habr?a consentido", sentencia.
En su caso, fueron tres los encuentros con Palma. Los dos primeros en una casa de citas en Campanar. El primero transcurri? con la normalidad que puede haber en un encuentro con un putero. "Ese d?a, él ni llevaba coca?na". En el segundo, el lobo sac? los dientes. "Intent? que consumiera coca?na de forma muy insistente, pero él no lo hac?a, as? que no me fié. Cuando me negué a tomarla yo también, se enfad?. Me mir? amenazante y finalmente se fue". Erinia se asust?. "En todos los a?os que llevo en esto, nunca me he sentido amenazado. Alg?n borracho, a veces alguien que se pone pesado... Ese d?a s? me asusté". Tanto, que se fue del piso y se quit? de en medio.
"?Este es tonto o qué?"
Pasaron meses hasta el tercer encuentro, el definitivo. Para entonces, Erinia se hab?a independizado. Hab?a alquilado una habitaci?n en un hotel del Grao, en Valencia. ?l la encontr? por la foto del anuncio. "Cuando llegué y vi que era él, no me gust?". Palma intent? que se fueran a su casa, a Manuel. Era finales de octubre de 2019. Faltaba poco m?s de una semana para que asesinara a Marta. Y ya hab?a matado a Arliene y a Lady Marcela, pero solo él lo sab?a.
Finalmente entraron en la habitaci?n. Nada m?s empezar a mantener relaciones, lo pill? metiéndole coca?na en la vagina. "Me saqué una piedra enorme, como un grano de uva grande. Le dije ‘esto a m? no me lo hagas, ?eh?’ y se hizo el loco". Al momento, volvi? a hacerlo y Erinia empez? a asustarse de verdad. "En ese momento, no fui consciente de que quisiera matarme. Yo sal? corriendo medio desnuda a pedir ayuda a gritos por la ventana. ?l no se mov?a, yo estaba cada vez mas mareada y él no hac?a nada mientras yo corr?a. Estaba apoyado en la pared, mir?ndome con frialdad, tan tranquilo. Hasta llegué a pensar ‘este es tonto o qué’".
Finalmente, consigui? escapar y él fue detr?s. En la calle estaba su amigo y se enfrent? a él. "Fue entonces cuando nos amenaz?". La mujer cambi? de teléfono y de lugar, muerta de miedo, pero la auténtica dimensi?n de ese episodio la descubri? semanas m?s tarde.
"Al ver su cara me quedé blanca"
El susto hizo que dejara de tener encuentros con puteros y pas? a hacer sustituciones como encargada en un piso de citas de alto nivel. Fue su compa?era quien le ense??, en diciembre, una noticia en el ordenador. "Busqué la cara de Marta, por si la conoc?a, y vi que no. Cuando segu? mirando, vi la cara de él y me quedé blanca. Era el mismo que me hab?a hecho aquello. Llamé inmediatamente a la Polic?a y al d?a siguiente presenté la denuncia. Solo pensaba en que se supiera la verdad de lo que le hab?a hecho a Marta. No iba a consentir que lo de Marta se quedase como que era una cocain?mana y que hab?a muerto accidentalmente. Fue en ese momento cuando supe que su intenci?n era matarme, que me salvé de milagro y que cuando me mirada solo esperaba a verme morir. No pod?a consentir que la familia de Marta no supiera la verdad".
Y ha cumplido. Con todas las citas policiales y judiciales. Una lecci?n de civismo y solidaridad de quien m?s ten?a que perder. Como el resto de las supervivientes. Sin ellas, hoy ese veredicto tal vez no existir?a.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/victima-jorge-igancio-palma-denuncie-14198880)