الريــم
07-29-2022, 11:06 AM
No hay que hacer caso a la recomendaci?n de aguantar el dolor, si es que nos lo han dicho alguna vez. Hay que combatirlo desde el primer momento. El dolor retrasa la evoluci?n de las enfermedades, incluida la cicatrizaci?n de las heridas, y puede favorecer su cronificaci?n.
No es necesario consultar al médico para tomar un analgésico antiinflamatorio no esteroideo que no necesita receta, cuando nos duele algo y el medicamento nos ha sido prescrito para un cuadro similar de car?cter autolimitado.
Los seres vivos multicelulares tienen un gran n?mero de terminaciones nerviosas especializadas para detectar muy diferentes est?mulos. Hay algunas, por ejemplo, dedicadas a la percepci?n de est?mulos mec?nicos de baja intensidad, como una caricia.
Ver el documental: ‘Del dolor a la esperanza’ »
Pero nuestro cuerpo también posee terminaciones nerviosas dedicadas ?nica y exclusivamente a la percepci?n del dolor, que se denominan nociceptivas.
Muchos de los dolores m?s frecuentes, como los producidos por traumatismos o intervenciones quir?rgicas, son dolores denominados nociceptivos porque est?n relacionados con una lesi?n en un tejido u ?rgano, y su duraci?n sigue un curso paralelo al de la recuperaci?n de la misma.
Estos dolores tienen 2 caracter?sticas importantes. La primera es que podemos combatirlos mediante el uso de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, a saber, los cl?sicos de la farmacia, ibuprofeno, paracetamol y aspirina.
Para esos dolores de intensidad moderada son una soluci?n r?pida y f?cil, ya que en la pr?ctica mayor?a de los casos no es preciso acudir al médico de cabecera. Y afortunadamente los utilizamos, porque los tres est?n entre los cinco medicamentos m?s vendidos en la farmacia sin receta médica.
Cu?ndo debo tomar un analgésico
Pero la pregunta que seguro nos haremos a continuaci?n es ?Y cu?ndo y c?mo hay lo tomo?
En cuanto empieza la molestia. El dolor no existe para ponernos a prueba ni para permitir que podamos hacer exhibiciones de estoicismo y reciedumbre.
El dolor existe para alertarnos de un da?o corporal y, en consecuencia, para que podamos actuar para evitar un da?o mayor.
Y en aras de cumplir este objetivo, lo procedente es combatirlo. Cuanto antes, mejor. Adem?s, el dolor genera miedo y emociones negativas. As? se comprende que tanto para los pacientes como para los médicos, la batalla contra el dolor sea de gran importancia.
Sin embargo, en los ?ltimos 20 a?os apenas ha habido nuevos f?rmacos contra el dolor que hayan alcanzado amplio uso cl?nico. Salvo el tramadol y el tapentadol, y algunos opioides potentes an?logos del fentanilo.
Pero esto no ha desanimado a la ciencia biomédica, que dispone de muchos medios para identificar nuevas moléculas y tipos celulares implicados en la génesis, transmisi?n y cronificaci?n del dolor.
Actualmente, las investigaciones se centran en conocer mejor los procesos fisiopatol?gicos que subyacen a las distintas formas de dolor, como puede ser el caso de la fibromialgia, y en identificar c?mo se altera el sistema nervioso dando lugar a formas de dolor que evolucionan de manera aut?noma respecto de los est?mulos.
El dolor puede ser subjetivo, pero ?siempre es real!
Existen muchas diferencias entre los seres humanos, y entre ellas también podr?amos incluir la manera de sentir el dolor que tiene cada persona.
Hay personas m?s sensibles al dolor que otras. No necesariamente son m?s quejicas o blandas. Pero ?c?mo se mide la intensidad del dolor?
Pues hasta hace poco tiempo, los investigadores lo hac?an casi exclusivamente de una forma quiz?s demasiado subjetiva. Consist?a en preguntar al paciente qué valor le daba al dolor que estaba padeciendo dentro de una escala del 1 al 10.
Completaban esta valoraci?n mediante la recogida de una serie de datos m?s objetivos. Por ejemplo, en el caso de un individuo que se quejaba de un fuerte dolor lumbar, miraban si pod?a o no erguirse, caminar, levantar las piernas…
Hoy en d?a es posible observar las reacciones que provoca el dolor en nuestro cerebro, gracias a las técnicas de imagen cerebral.
Los investigadores tienen bien identificadas las estructuras cerebrales y algunas de las modificaciones que experimentan cuando un sujeto siente dolor.
La magnitud de las modificaciones permite a los especialistas medir de alguna manera la intensidad del dolor.
Para saber m?s: ?es el dolor cr?nico una enfermedad? »
Opioides para los dolores intensos
Ya hemos visto que los dolores de intensidad moderada se alivian con analgésicos antiinflamatorios de uso com?n, pero cuando hablamos de dolores intensos, los f?rmacos opioides se convierten en la mejor opci?n.
Este tipo de medicamentos conllevan importantes efectos secundarios (n?useas, v?mitos, estre?imiento, depresi?n del sistema respiratorio, tolerancia, dependencia …) que en algunos casos pueden conducir hasta la muerte. Y por eso es esencial adecuar las dosis de opioides a la intensidad del dolor y a las caracter?sticas del paciente.
En todo caso, los medicamentos opioides son tremendamente eficaces y absolutamente imprescindibles para determinados cuadros de dolor.
En nuestro pa?s, los profesionales del sistema sanitario destacan por la habilidad en el control y manejo de este tipo de f?rmacos.
Para atender m?s eficazmente y mejorar la calidad de vida de estos individuos, se crearon las Unidades del Dolor. Son equipos multidisciplinares, frecuentemente dirigidos por un anestesista, que centran sus esfuerzos en la lucha contra los cuadros de dolor cr?nico y resistentes a los analgésicos convencionales. Para ello recurren a f?rmacos con rango terapéutico estrecho (la diferencia entre la dosis terapéutica y t?xica es peque?a), a formas y v?as de administraci?n especiales como la infiltraci?n de troncos nerviosos periféricos o la colocaci?n de dispositivos que permiten la autoadministraci?n de f?rmacos por el paciente.
Esta forma de administraci?n, utilizada fundamentalmente con los f?rmacos opioides, tiene como ventaja la de emplear dosis m?s moderadas de opioides para conseguir efectos m?s r?pidos y adecuados a la intensidad del dolor en el momento en que éste se produce.
En otras situaciones, cuando el dolor tiene un curso temporal previsible es preferible administrar la medicaci?n con una pauta fija y con car?cter anticipatorio. No todos los tratamientos de dolor son de ?ndole farmacol?gica, emple?ndose otros tipos como la electroestimulaci?n e incluso la cirug?a.
Placebo, el ingrediente invisible
La subjetividad del dolor ha llevado a la ciencia a estudiar en qué medida el dolor es amplificado o generado por el sujeto con independencia del est?mulo nocivo, y en consecuencia, a determinar en qué medida el efecto analgésico de los f?rmacos se debe a la actuaci?n sobre ese proceso. Es lo que se denomina efecto placebo. No se trata, sin embargo, de un efecto espec?fico de los f?rmacos analgésicos, sino que se observa con cualquier intervenci?n terapéutica y se manifiesta de m?ltiples maneras. Determinar la magnitud del efecto placebo es esencial en el estudio del dolor y de las soluciones terapéuticas.
Por un lado, conocerlo supone una ventaja para aquellos pacientes con m?s sensibilidad a este fen?meno y que m?s podr?an beneficiarse de actuaciones que lo favoreciesen, pero por el otro resulta necesario para separar el grano (el efecto farmacol?gico propiamente dicho) de la paja (el efecto placebo).
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/salud/bueno-aguantar-dolor-14187716)
No es necesario consultar al médico para tomar un analgésico antiinflamatorio no esteroideo que no necesita receta, cuando nos duele algo y el medicamento nos ha sido prescrito para un cuadro similar de car?cter autolimitado.
Los seres vivos multicelulares tienen un gran n?mero de terminaciones nerviosas especializadas para detectar muy diferentes est?mulos. Hay algunas, por ejemplo, dedicadas a la percepci?n de est?mulos mec?nicos de baja intensidad, como una caricia.
Ver el documental: ‘Del dolor a la esperanza’ »
Pero nuestro cuerpo también posee terminaciones nerviosas dedicadas ?nica y exclusivamente a la percepci?n del dolor, que se denominan nociceptivas.
Muchos de los dolores m?s frecuentes, como los producidos por traumatismos o intervenciones quir?rgicas, son dolores denominados nociceptivos porque est?n relacionados con una lesi?n en un tejido u ?rgano, y su duraci?n sigue un curso paralelo al de la recuperaci?n de la misma.
Estos dolores tienen 2 caracter?sticas importantes. La primera es que podemos combatirlos mediante el uso de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, a saber, los cl?sicos de la farmacia, ibuprofeno, paracetamol y aspirina.
Para esos dolores de intensidad moderada son una soluci?n r?pida y f?cil, ya que en la pr?ctica mayor?a de los casos no es preciso acudir al médico de cabecera. Y afortunadamente los utilizamos, porque los tres est?n entre los cinco medicamentos m?s vendidos en la farmacia sin receta médica.
Cu?ndo debo tomar un analgésico
Pero la pregunta que seguro nos haremos a continuaci?n es ?Y cu?ndo y c?mo hay lo tomo?
En cuanto empieza la molestia. El dolor no existe para ponernos a prueba ni para permitir que podamos hacer exhibiciones de estoicismo y reciedumbre.
El dolor existe para alertarnos de un da?o corporal y, en consecuencia, para que podamos actuar para evitar un da?o mayor.
Y en aras de cumplir este objetivo, lo procedente es combatirlo. Cuanto antes, mejor. Adem?s, el dolor genera miedo y emociones negativas. As? se comprende que tanto para los pacientes como para los médicos, la batalla contra el dolor sea de gran importancia.
Sin embargo, en los ?ltimos 20 a?os apenas ha habido nuevos f?rmacos contra el dolor que hayan alcanzado amplio uso cl?nico. Salvo el tramadol y el tapentadol, y algunos opioides potentes an?logos del fentanilo.
Pero esto no ha desanimado a la ciencia biomédica, que dispone de muchos medios para identificar nuevas moléculas y tipos celulares implicados en la génesis, transmisi?n y cronificaci?n del dolor.
Actualmente, las investigaciones se centran en conocer mejor los procesos fisiopatol?gicos que subyacen a las distintas formas de dolor, como puede ser el caso de la fibromialgia, y en identificar c?mo se altera el sistema nervioso dando lugar a formas de dolor que evolucionan de manera aut?noma respecto de los est?mulos.
El dolor puede ser subjetivo, pero ?siempre es real!
Existen muchas diferencias entre los seres humanos, y entre ellas también podr?amos incluir la manera de sentir el dolor que tiene cada persona.
Hay personas m?s sensibles al dolor que otras. No necesariamente son m?s quejicas o blandas. Pero ?c?mo se mide la intensidad del dolor?
Pues hasta hace poco tiempo, los investigadores lo hac?an casi exclusivamente de una forma quiz?s demasiado subjetiva. Consist?a en preguntar al paciente qué valor le daba al dolor que estaba padeciendo dentro de una escala del 1 al 10.
Completaban esta valoraci?n mediante la recogida de una serie de datos m?s objetivos. Por ejemplo, en el caso de un individuo que se quejaba de un fuerte dolor lumbar, miraban si pod?a o no erguirse, caminar, levantar las piernas…
Hoy en d?a es posible observar las reacciones que provoca el dolor en nuestro cerebro, gracias a las técnicas de imagen cerebral.
Los investigadores tienen bien identificadas las estructuras cerebrales y algunas de las modificaciones que experimentan cuando un sujeto siente dolor.
La magnitud de las modificaciones permite a los especialistas medir de alguna manera la intensidad del dolor.
Para saber m?s: ?es el dolor cr?nico una enfermedad? »
Opioides para los dolores intensos
Ya hemos visto que los dolores de intensidad moderada se alivian con analgésicos antiinflamatorios de uso com?n, pero cuando hablamos de dolores intensos, los f?rmacos opioides se convierten en la mejor opci?n.
Este tipo de medicamentos conllevan importantes efectos secundarios (n?useas, v?mitos, estre?imiento, depresi?n del sistema respiratorio, tolerancia, dependencia …) que en algunos casos pueden conducir hasta la muerte. Y por eso es esencial adecuar las dosis de opioides a la intensidad del dolor y a las caracter?sticas del paciente.
En todo caso, los medicamentos opioides son tremendamente eficaces y absolutamente imprescindibles para determinados cuadros de dolor.
En nuestro pa?s, los profesionales del sistema sanitario destacan por la habilidad en el control y manejo de este tipo de f?rmacos.
Para atender m?s eficazmente y mejorar la calidad de vida de estos individuos, se crearon las Unidades del Dolor. Son equipos multidisciplinares, frecuentemente dirigidos por un anestesista, que centran sus esfuerzos en la lucha contra los cuadros de dolor cr?nico y resistentes a los analgésicos convencionales. Para ello recurren a f?rmacos con rango terapéutico estrecho (la diferencia entre la dosis terapéutica y t?xica es peque?a), a formas y v?as de administraci?n especiales como la infiltraci?n de troncos nerviosos periféricos o la colocaci?n de dispositivos que permiten la autoadministraci?n de f?rmacos por el paciente.
Esta forma de administraci?n, utilizada fundamentalmente con los f?rmacos opioides, tiene como ventaja la de emplear dosis m?s moderadas de opioides para conseguir efectos m?s r?pidos y adecuados a la intensidad del dolor en el momento en que éste se produce.
En otras situaciones, cuando el dolor tiene un curso temporal previsible es preferible administrar la medicaci?n con una pauta fija y con car?cter anticipatorio. No todos los tratamientos de dolor son de ?ndole farmacol?gica, emple?ndose otros tipos como la electroestimulaci?n e incluso la cirug?a.
Placebo, el ingrediente invisible
La subjetividad del dolor ha llevado a la ciencia a estudiar en qué medida el dolor es amplificado o generado por el sujeto con independencia del est?mulo nocivo, y en consecuencia, a determinar en qué medida el efecto analgésico de los f?rmacos se debe a la actuaci?n sobre ese proceso. Es lo que se denomina efecto placebo. No se trata, sin embargo, de un efecto espec?fico de los f?rmacos analgésicos, sino que se observa con cualquier intervenci?n terapéutica y se manifiesta de m?ltiples maneras. Determinar la magnitud del efecto placebo es esencial en el estudio del dolor y de las soluciones terapéuticas.
Por un lado, conocerlo supone una ventaja para aquellos pacientes con m?s sensibilidad a este fen?meno y que m?s podr?an beneficiarse de actuaciones que lo favoreciesen, pero por el otro resulta necesario para separar el grano (el efecto farmacol?gico propiamente dicho) de la paja (el efecto placebo).
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/salud/bueno-aguantar-dolor-14187716)