الريــم
07-27-2022, 12:05 PM
Como especie hemos avanzado mucho, pero nuestra naturaleza de cazadores-recolectores sigue en nuestros genes: no solo nos lleva a tener cada vez m?s cosas, sino a no tener menos de lo que tenemos. Eso explica que nos parezca esencial el crecimiento perpetuo, aunque las leyes f?sicas digan todo lo contrario. Nos resulta m?s f?cil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo. Los sesgos del conocimiento explican la locura de nuestra civilizaci?n.
En la actualidad existe un pensamiento mayoritario de que el capitalismo es el ?nico sistema pol?tico, social y econ?mico viable. Hasta tal punto es as? que nos resulta m?s f?cil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo.
Pero en la esencia del capitalismo anida la idea del crecimiento continuo. Indudablemente nada de eso tiene una base cient?fica. Pero hoy en d?a la ciencia puede explicar cu?les son los sesgos del conocimiento que han llevado a buena parte de la humanidad a pensar de esta manera.
La idea que tenemos de lo que es un ser humano se corresponde con un contempor?neo nuestro viviendo en una compleja y masificada sociedad industrial altamente tecnificada.
Pero esto es una rareza.
La transici?n hacia la sociedad industrial que conocemos comenz? hace apenas alrededor de 250 a?os, implicando al principio a una parte muy minoritaria de la humanidad.
Somos los mismos
Sin embargo, hace mil veces m?s tiempo (250.000 a?os atr?s) ya hab?a seres humanos de nuestra especie. Su ADN ten?a una secuencia idéntica a la que tenemos nosotros. Su anatom?a y su aspecto externo eran como el nuestro. Luchaban para ganarse la vida y sacar adelante a los suyos.
Ten?an una cultura compleja. Rend?an tributo a sus muertos creyendo en la trascendencia. Y por lo que sabemos sus cerebros eran tan parecidos a los nuestros que, si una m?quina del tiempo pudiese traer a humanos recién nacidos de aquel entonces a nuestra época y los cri?semos como a nuestros propios hijos, bien podr?an acabar siendo ingenieros, médicos, soldadores, futbolistas o camareros.
También se dar?a lo inverso: si traslad?semos a nuestros recién nacidos 250.000 a?os atr?s podr?an ser excelentes cazadores-recolectores.
Por m?s que nos resulte chocante, no es de extra?ar que sea as?. Una de las teor?as que mejor explican la evoluci?n durante largos per?odos de tiempo -el “equilibrio puntuado de la macroevoluci?n”- demuestra que cuando se origina una nueva especie suele mostrar cambios evolutivos muy r?pidos. Pero en poco tiempo (geol?gicamente hablando) se estabiliza y durante la mayor parte de su existencia cambia muy poco.
http://www.uc-4u.com/clip/d645fc77-d177-4600-b205-d0fa06edcae3_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Pareja sabana pumé en un viaje de caza y recolecci?n en los llanos de Venezuela. | Russell D. Greaves.
Selecci?n natural dura
Los primeros seres humanos de nuestra especie aparecieron hace unos 300.000 a?os. Al principio pudieron cambiar r?pidamente. Pero después se estabilizaron: lo que hoy somos los seres humanos de hoy en d?a ya lo eran nuestros ancestros de hace 200.000 a?os.
Al principio nuestra especie evolucion? para conseguir la mejor adaptaci?n a una vida de cazadores - recolectores, todo lo inteligentes y tecnificados que se quiera, pero sin dejar de ser m?s que n?madas organizados en peque?os grupos de no mucho m?s de 200 personas, que vivieron en una era geol?gica (el Pleistoceno) caracterizada por un clima duro, impredecible, inestable y cambiante, en el que hab?a que migrar a menudo buscando recursos escasos que se agotaban con rapidez.
Indudablemente sufrieron una selecci?n natural muy dura durante los casi 300.000 a?os que llevaron esta vida. Solo quienes estaban genéticamente mejor adaptados a estas condiciones extremas fueron capaces de dejar descendientes.
Para ello ten?an que estar siempre buscando nuevos recursos. Aunque acabasen de encontrar algo, enseguida ten?an que pensar en encontrar lo siguiente. Incluso tras acabar de cazar una presa que dar?a comida durante un par de d?as, conven?a pensar d?nde se podr?an encontrar nuevos recursos.
En aquel tiempo conseguir comida era un suceso raro. Un cazador recolector necesitaba batir territorios de muchos kil?metros cuadrados para tener suerte. Por eso solo quienes siempre estaban pensando en c?mo conseguir m?s comida y m?s bienes lograban sobrevivir y dejar descendientes.
La selecci?n natural favoreci? a quienes ten?an una ambici?n desmedida por tener m?s y m?s. Solo as? pudimos sobrevivir durante cientos de miles de a?os en la dureza del Pleistoceno.
La ambici?n, recurso evolutivo
Podr?a decirse que la selecci?n natural favoreci? a quienes ten?an una ambici?n desmedida por tener m?s y m?s. Pero solo as? pudimos sobrevivir durante cientos de miles de a?os en la dureza del Pleistoceno.
Sin embargo, hace menos de 10.000 a?os (apenas una peque?a fracci?n del tiempo que nuestra especie lleva sobre la Tierra) el clima mejor? enormemente, volviéndose m?s estable y predecible. Hab?a empezado una nueva era geol?gica llamada Holoceno.
La mejora del clima que se dio en el Holoceno permiti? que independientemente, en varios lugares del mundo (Creciente Fértil, China, Mesoamérica, el Sahel, Nueva Guinea…) la humanidad empezase a cultivar diversas plantas (trigo, cebada, lentejas, guisantes, garbanzos, soja, ma?z, ca?a de az?car, patatas…). También al mismo tiempo empez? la domesticaci?n de los animales.
A pesar de estos logros, sigui? habiendo cazadores recolectores en muchos sitios. Y durante un largo tiempo muchos m?s que agricultores y ganaderos. Es m?s, poco a poco se van acumulando las pruebas de que nuestros ancestros abandonaron la agricultura y la ganader?a en muchas ocasiones volviendo a su vida de cazadores recolectores.
A los sedentarios les fue peor
No es de extra?ar. El estudio de los esqueletos recuperados en ese tiempo indica que quienes apostaron por la vida sedentaria agr?cola y ganadera fueron significativamente m?s bajos, padecieron m?s enfermedades y tuvieron una vida significativamente menor que los cazadores - recolectores. No era raro que un cazador - recolector superase los 70 a?os, pero era extremadamente dif?cil que un agricultor o ganadero alcanzasen los 40.
Aunque tendamos a olvidarlo pagamos un alt?simo precio por ser sedentarios. Y también fue as? cuando empez? la Revoluci?n Industrial. Pero mientras en los pa?ses m?s avanzados de Europa parte de sus habitantes se convirtieron en ciudadanos de un incipiente mundo industrializado, en muchas partes del mundo segu?a habiendo cazadores - recolectores.
No podemos olvidar que los cambios culturales pueden ser muy r?pidos. Se puede pasar de ser cazadores recolectores a urbanistas enganchados a internet en una sola generaci?n (o menos).
Por el contrario, los cambios evolutivos son extremadamente lentos. Se producen en las poblaciones como resultado de fuerzas evolutivas como las mutaciones y la selecci?n natural.
Pero las tasas de mutaci?n son del orden de 10 elevado a menos 6 (esto significa que en un gen se da una mutaci?n por cada mill?n de reproducciones) y las presiones de selecci?n son a menudo mucho menores del 0,1%. Esto hace que requiera el paso de much?simas generaciones para que ocurran cambios evolutivos destacables.
http://www.uc-4u.com/clip/f05e9d46-55c2-49c3-b1f9-6f7b27cf6027_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Cazador-recolector moderno. Podr?a ser un antepasado nuestro y no notar?amos la diferencia. | Graeme Worsfold en Unsplash.
Mismos genes
Por eso, aunque hoy en d?a vivamos como urbanistas enganchados a internet, nuestros genes siguen siendo los adecuados para una vida de cazadores - recolectores n?madas, el ambiente donde fueron seleccionados durante cerca de 300.000 a?os. Y, si conseguimos sobrevivir al cambio global antropogénico, todav?a seguiremos teniendo genes de cazadores recolectores n?madas durante muchas generaciones m?s.
Desde hace m?s de 100 a?os ha existido un enconado debate sobre cu?nto de lo que nos hace humanos es aprendido y cu?nto es heredado. O, dicho de otro modo, que es lo que est? y lo que no est? en nuestros genes. Es una polémica dif?cil de resolver porque al principio, mientras no se complet? la ciencia, hubo mucha ideolog?a. Pero cada vez est? m?s claro que los genes juegan un papel muy relevante.
Simplificando mucho, en el ambiente en que transcurren nuestras vidas aproximadamente las cosas est?n al 50%. Alrededor de la mitad de nuestra inteligencia y car?cter y conducta social se debe a nuestros genes, mientras que la otra mitad depende del ambiente.
Imposible dormirse en los laureles
Pero nuestros genes son genes de cazadores - recolectores y condicionan much?simo nuestra conducta.
Un cazador - recolector n?mada del Pleistoceno era extremadamente pobre comparado con el est?ndar de los seres humanos actuales. Como mucho ten?a algunas pieles con las que cubrirse, un par de herramientas de piedra y hueso y tal vez un collar de cuentas o una estatuilla. En el mejor de los casos cuando ten?a suerte si consegu?a una reserva de alimentos para los pr?ximos 2 o 3 d?as. A fin de cuentas, no se puede ser muy rico cuando todo lo que posees lo tienes que cargar con tus propios brazos todos los d?as durante largas distancias.
En semejantes condiciones nuestros antepasados no pod?an "dormirse en los laureles”.*Encontrar recursos era un suceso raro. Y cuando es dif?cil que te toque la loter?a tienes que jugar mucho para incrementar las probabilidades de que te toque. En un ambiente donde los recursos eran tan escasos e impredecibles, incluso tras terminar de cazar una presa hab?a que salir cuanto antes a seguir buscando comida. Quien se conformaba podr?a morir de hambre.
La selecci?n natural en tan duro ambiente favoreci? que nuestros genes nos hiciesen sentir un ansia desmedida por conseguir nuevas cosas (en aquel tiempo comida, agua, refugio, ropa). En el Pleistoceno, incluso quienes se dedicaban conseguir cosas a tiempo completo apenas pod?an acumular lo necesario para sobrevivir. Y quienes no lo hicieron as? fueron incapaces de dejar descendientes.
Hoy en d?a vivimos en un mundo de abundancia. No es dif?cil sobrevivir ni conseguir recursos. Pero nuestros genes siguen siendo los genes de los cazadores - recolectores del Pleistoceno. Y por eso estamos siempre intentando tener m?s cosas, m?s dinero, mejor casa… Pero mientras m?s conseguimos m?s queremos, como si corriésemos en un cinta de gimnasio donde da igual la distancia recorrida, porque siempre permanecemos en el mismo sitio.
http://www.uc-4u.com/clip/83f6a8a3-ca41-4d9a-99ab-b3809f7329bc_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg La cuesti?n es tener m?s y m?s cosas. | Luca Laurence en Unsplash.
La biolog?a condiciona
No solo esto. El prestigioso Premio Nobel de Princeton, Daniel Kahneman, demostr? que nuestra biolog?a no se conforma con condenarnos a correr buscando permanentemente tener m?s.
Todav?a nos condiciona con m?s fuerza a una numantina resistencia a no tener menos. No tener menos es nuestra mayor obsesi?n. Nos resistimos a perder algo de lo que tenemos. En el Pleistoceno perder algo pod?a costar la vida. Ahora no va a afectarnos en nada verdaderamente importante. Pero da igual. Nuestros genes nos hacen que no podamos imaginar nuestra vida teniendo menos.
Esto explica que nos parezca esencial el crecimiento. A fin de cuentas, un sistema capitalista de crecimiento perpetuo es el para?so terrenal para un cazador recolector.
Desafortunadamente para los deseos de nuestros cerebros, las leyes esenciales de la F?sica no son las mismas que las de la Econom?a. Pero la F?sica siempre gana.
C?mo escapar de la extinci?n humana: art?culos para entender lo que est? pasando con el planeta
Bajo este ep?grafe publicamos una serie de art?culos que analizan de forma cient?ficamente rigurosa la crisis planetaria en sus diferentes dimensiones, as? como explican c?mo afectar? a nuestras vidas y el precio que habremos de pagar para escapar de la cat?strofe que podr?a acabar con la vida en la Tierra.
Ofreceremos una visi?n completa de la problem?tica, siempre en clave divulgativa, que no solo expondr? los ?ltimos conocimientos sobre biolog?a y ecolog?a, sino también las ?ltimas aportaciones desde campos tan dispares como la neurobiolog?a (intentando ver por qué nos comportamos como lo hacemos cuando destruimos nuestro propio ambiente), e incluso desde la econom?a m?s cient?fica.
El objetivo de esta serie de art?culos es que cualquier persona pueda no solo entender lo que est? pasando, sino también, si as? lo desea, comprometerse con el planeta con los conocimientos adecuados que le permitan trascender medidas meramente estéticas.
Como el cambio global que estamos sufriendo es extremadamente complejo, los art?culos que intentan explicarlo van a ser relativamente complejos. Pero vale la pena esforzarse para entender el cambio global, ya que es algo extremadamente grave.
Para ello le invitamos a hacer un viaje largo y complejo, pero también divertido, a través de toda esta serie de art?culos. Solo después de haber le?do muchos de ellos estar? en condiciones de entender bien lo que estamos viviendo como especie y de actuar en consecuencia.
EDUARDO COSTAS
Otros art?culos de esta serie
La crisis planetaria enciende todas las alertas (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/06/28/crisis-planetaria-enciende-alertas-67738564.html)
Los cient?ficos llevan 200 a?os predicando en el desierto la agon?a del planeta (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/06/30/cientificos-llevan-200-anos-predicando-67821791.html)
Denuncia cient?fica: la verdad sobre la crisis del planeta ha sido silenciada (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/04/denuncia-cientifica-crisis-planeta-sido-67949219.html)
Activismo desesperado de los cient?ficos para evitar la extinci?n de la humanidad (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/05/activismo-desesperado-cientificos-evitar-extincion-67985550.html)
La ciencia advierte: la mano invisible del mercado no evitar? la cat?strofe planetaria (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/11/ciencia-advierte-mano-invisible-mercado-68200031.html)
La crisis planetaria es producto de la locura humana (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/12/crisis-planetaria-producto-locura-humana-68236064.html)
La supervivencia de la humanidad est? cuestionada por la ciencia (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/18/supervivencia-humanidad-cuestionada-68446684.html)
El crecimiento ilimitado es una utop?a sin base cient?fica (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/20/crecimiento-ilimitado-utopia-base-cientifica-68525865.html)
La historia de la vida en la Tierra nos advierte sobre lo que est? pasando (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/25/historia-vida-tierra-advierte-pasando-70541813.html)
Los l?mites del crecimiento, cincuenta a?os después: entre la indiferencia y la negaci?n (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/26/limites-crecimiento-cincuenta-anos-despues-71194066.html)
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/tendencias21/idea-suicida-crecimiento-continuo-genes-14173473)
En la actualidad existe un pensamiento mayoritario de que el capitalismo es el ?nico sistema pol?tico, social y econ?mico viable. Hasta tal punto es as? que nos resulta m?s f?cil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo.
Pero en la esencia del capitalismo anida la idea del crecimiento continuo. Indudablemente nada de eso tiene una base cient?fica. Pero hoy en d?a la ciencia puede explicar cu?les son los sesgos del conocimiento que han llevado a buena parte de la humanidad a pensar de esta manera.
La idea que tenemos de lo que es un ser humano se corresponde con un contempor?neo nuestro viviendo en una compleja y masificada sociedad industrial altamente tecnificada.
Pero esto es una rareza.
La transici?n hacia la sociedad industrial que conocemos comenz? hace apenas alrededor de 250 a?os, implicando al principio a una parte muy minoritaria de la humanidad.
Somos los mismos
Sin embargo, hace mil veces m?s tiempo (250.000 a?os atr?s) ya hab?a seres humanos de nuestra especie. Su ADN ten?a una secuencia idéntica a la que tenemos nosotros. Su anatom?a y su aspecto externo eran como el nuestro. Luchaban para ganarse la vida y sacar adelante a los suyos.
Ten?an una cultura compleja. Rend?an tributo a sus muertos creyendo en la trascendencia. Y por lo que sabemos sus cerebros eran tan parecidos a los nuestros que, si una m?quina del tiempo pudiese traer a humanos recién nacidos de aquel entonces a nuestra época y los cri?semos como a nuestros propios hijos, bien podr?an acabar siendo ingenieros, médicos, soldadores, futbolistas o camareros.
También se dar?a lo inverso: si traslad?semos a nuestros recién nacidos 250.000 a?os atr?s podr?an ser excelentes cazadores-recolectores.
Por m?s que nos resulte chocante, no es de extra?ar que sea as?. Una de las teor?as que mejor explican la evoluci?n durante largos per?odos de tiempo -el “equilibrio puntuado de la macroevoluci?n”- demuestra que cuando se origina una nueva especie suele mostrar cambios evolutivos muy r?pidos. Pero en poco tiempo (geol?gicamente hablando) se estabiliza y durante la mayor parte de su existencia cambia muy poco.
http://www.uc-4u.com/clip/d645fc77-d177-4600-b205-d0fa06edcae3_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Pareja sabana pumé en un viaje de caza y recolecci?n en los llanos de Venezuela. | Russell D. Greaves.
Selecci?n natural dura
Los primeros seres humanos de nuestra especie aparecieron hace unos 300.000 a?os. Al principio pudieron cambiar r?pidamente. Pero después se estabilizaron: lo que hoy somos los seres humanos de hoy en d?a ya lo eran nuestros ancestros de hace 200.000 a?os.
Al principio nuestra especie evolucion? para conseguir la mejor adaptaci?n a una vida de cazadores - recolectores, todo lo inteligentes y tecnificados que se quiera, pero sin dejar de ser m?s que n?madas organizados en peque?os grupos de no mucho m?s de 200 personas, que vivieron en una era geol?gica (el Pleistoceno) caracterizada por un clima duro, impredecible, inestable y cambiante, en el que hab?a que migrar a menudo buscando recursos escasos que se agotaban con rapidez.
Indudablemente sufrieron una selecci?n natural muy dura durante los casi 300.000 a?os que llevaron esta vida. Solo quienes estaban genéticamente mejor adaptados a estas condiciones extremas fueron capaces de dejar descendientes.
Para ello ten?an que estar siempre buscando nuevos recursos. Aunque acabasen de encontrar algo, enseguida ten?an que pensar en encontrar lo siguiente. Incluso tras acabar de cazar una presa que dar?a comida durante un par de d?as, conven?a pensar d?nde se podr?an encontrar nuevos recursos.
En aquel tiempo conseguir comida era un suceso raro. Un cazador recolector necesitaba batir territorios de muchos kil?metros cuadrados para tener suerte. Por eso solo quienes siempre estaban pensando en c?mo conseguir m?s comida y m?s bienes lograban sobrevivir y dejar descendientes.
La selecci?n natural favoreci? a quienes ten?an una ambici?n desmedida por tener m?s y m?s. Solo as? pudimos sobrevivir durante cientos de miles de a?os en la dureza del Pleistoceno.
La ambici?n, recurso evolutivo
Podr?a decirse que la selecci?n natural favoreci? a quienes ten?an una ambici?n desmedida por tener m?s y m?s. Pero solo as? pudimos sobrevivir durante cientos de miles de a?os en la dureza del Pleistoceno.
Sin embargo, hace menos de 10.000 a?os (apenas una peque?a fracci?n del tiempo que nuestra especie lleva sobre la Tierra) el clima mejor? enormemente, volviéndose m?s estable y predecible. Hab?a empezado una nueva era geol?gica llamada Holoceno.
La mejora del clima que se dio en el Holoceno permiti? que independientemente, en varios lugares del mundo (Creciente Fértil, China, Mesoamérica, el Sahel, Nueva Guinea…) la humanidad empezase a cultivar diversas plantas (trigo, cebada, lentejas, guisantes, garbanzos, soja, ma?z, ca?a de az?car, patatas…). También al mismo tiempo empez? la domesticaci?n de los animales.
A pesar de estos logros, sigui? habiendo cazadores recolectores en muchos sitios. Y durante un largo tiempo muchos m?s que agricultores y ganaderos. Es m?s, poco a poco se van acumulando las pruebas de que nuestros ancestros abandonaron la agricultura y la ganader?a en muchas ocasiones volviendo a su vida de cazadores recolectores.
A los sedentarios les fue peor
No es de extra?ar. El estudio de los esqueletos recuperados en ese tiempo indica que quienes apostaron por la vida sedentaria agr?cola y ganadera fueron significativamente m?s bajos, padecieron m?s enfermedades y tuvieron una vida significativamente menor que los cazadores - recolectores. No era raro que un cazador - recolector superase los 70 a?os, pero era extremadamente dif?cil que un agricultor o ganadero alcanzasen los 40.
Aunque tendamos a olvidarlo pagamos un alt?simo precio por ser sedentarios. Y también fue as? cuando empez? la Revoluci?n Industrial. Pero mientras en los pa?ses m?s avanzados de Europa parte de sus habitantes se convirtieron en ciudadanos de un incipiente mundo industrializado, en muchas partes del mundo segu?a habiendo cazadores - recolectores.
No podemos olvidar que los cambios culturales pueden ser muy r?pidos. Se puede pasar de ser cazadores recolectores a urbanistas enganchados a internet en una sola generaci?n (o menos).
Por el contrario, los cambios evolutivos son extremadamente lentos. Se producen en las poblaciones como resultado de fuerzas evolutivas como las mutaciones y la selecci?n natural.
Pero las tasas de mutaci?n son del orden de 10 elevado a menos 6 (esto significa que en un gen se da una mutaci?n por cada mill?n de reproducciones) y las presiones de selecci?n son a menudo mucho menores del 0,1%. Esto hace que requiera el paso de much?simas generaciones para que ocurran cambios evolutivos destacables.
http://www.uc-4u.com/clip/f05e9d46-55c2-49c3-b1f9-6f7b27cf6027_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Cazador-recolector moderno. Podr?a ser un antepasado nuestro y no notar?amos la diferencia. | Graeme Worsfold en Unsplash.
Mismos genes
Por eso, aunque hoy en d?a vivamos como urbanistas enganchados a internet, nuestros genes siguen siendo los adecuados para una vida de cazadores - recolectores n?madas, el ambiente donde fueron seleccionados durante cerca de 300.000 a?os. Y, si conseguimos sobrevivir al cambio global antropogénico, todav?a seguiremos teniendo genes de cazadores recolectores n?madas durante muchas generaciones m?s.
Desde hace m?s de 100 a?os ha existido un enconado debate sobre cu?nto de lo que nos hace humanos es aprendido y cu?nto es heredado. O, dicho de otro modo, que es lo que est? y lo que no est? en nuestros genes. Es una polémica dif?cil de resolver porque al principio, mientras no se complet? la ciencia, hubo mucha ideolog?a. Pero cada vez est? m?s claro que los genes juegan un papel muy relevante.
Simplificando mucho, en el ambiente en que transcurren nuestras vidas aproximadamente las cosas est?n al 50%. Alrededor de la mitad de nuestra inteligencia y car?cter y conducta social se debe a nuestros genes, mientras que la otra mitad depende del ambiente.
Imposible dormirse en los laureles
Pero nuestros genes son genes de cazadores - recolectores y condicionan much?simo nuestra conducta.
Un cazador - recolector n?mada del Pleistoceno era extremadamente pobre comparado con el est?ndar de los seres humanos actuales. Como mucho ten?a algunas pieles con las que cubrirse, un par de herramientas de piedra y hueso y tal vez un collar de cuentas o una estatuilla. En el mejor de los casos cuando ten?a suerte si consegu?a una reserva de alimentos para los pr?ximos 2 o 3 d?as. A fin de cuentas, no se puede ser muy rico cuando todo lo que posees lo tienes que cargar con tus propios brazos todos los d?as durante largas distancias.
En semejantes condiciones nuestros antepasados no pod?an "dormirse en los laureles”.*Encontrar recursos era un suceso raro. Y cuando es dif?cil que te toque la loter?a tienes que jugar mucho para incrementar las probabilidades de que te toque. En un ambiente donde los recursos eran tan escasos e impredecibles, incluso tras terminar de cazar una presa hab?a que salir cuanto antes a seguir buscando comida. Quien se conformaba podr?a morir de hambre.
La selecci?n natural en tan duro ambiente favoreci? que nuestros genes nos hiciesen sentir un ansia desmedida por conseguir nuevas cosas (en aquel tiempo comida, agua, refugio, ropa). En el Pleistoceno, incluso quienes se dedicaban conseguir cosas a tiempo completo apenas pod?an acumular lo necesario para sobrevivir. Y quienes no lo hicieron as? fueron incapaces de dejar descendientes.
Hoy en d?a vivimos en un mundo de abundancia. No es dif?cil sobrevivir ni conseguir recursos. Pero nuestros genes siguen siendo los genes de los cazadores - recolectores del Pleistoceno. Y por eso estamos siempre intentando tener m?s cosas, m?s dinero, mejor casa… Pero mientras m?s conseguimos m?s queremos, como si corriésemos en un cinta de gimnasio donde da igual la distancia recorrida, porque siempre permanecemos en el mismo sitio.
http://www.uc-4u.com/clip/83f6a8a3-ca41-4d9a-99ab-b3809f7329bc_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg La cuesti?n es tener m?s y m?s cosas. | Luca Laurence en Unsplash.
La biolog?a condiciona
No solo esto. El prestigioso Premio Nobel de Princeton, Daniel Kahneman, demostr? que nuestra biolog?a no se conforma con condenarnos a correr buscando permanentemente tener m?s.
Todav?a nos condiciona con m?s fuerza a una numantina resistencia a no tener menos. No tener menos es nuestra mayor obsesi?n. Nos resistimos a perder algo de lo que tenemos. En el Pleistoceno perder algo pod?a costar la vida. Ahora no va a afectarnos en nada verdaderamente importante. Pero da igual. Nuestros genes nos hacen que no podamos imaginar nuestra vida teniendo menos.
Esto explica que nos parezca esencial el crecimiento. A fin de cuentas, un sistema capitalista de crecimiento perpetuo es el para?so terrenal para un cazador recolector.
Desafortunadamente para los deseos de nuestros cerebros, las leyes esenciales de la F?sica no son las mismas que las de la Econom?a. Pero la F?sica siempre gana.
C?mo escapar de la extinci?n humana: art?culos para entender lo que est? pasando con el planeta
Bajo este ep?grafe publicamos una serie de art?culos que analizan de forma cient?ficamente rigurosa la crisis planetaria en sus diferentes dimensiones, as? como explican c?mo afectar? a nuestras vidas y el precio que habremos de pagar para escapar de la cat?strofe que podr?a acabar con la vida en la Tierra.
Ofreceremos una visi?n completa de la problem?tica, siempre en clave divulgativa, que no solo expondr? los ?ltimos conocimientos sobre biolog?a y ecolog?a, sino también las ?ltimas aportaciones desde campos tan dispares como la neurobiolog?a (intentando ver por qué nos comportamos como lo hacemos cuando destruimos nuestro propio ambiente), e incluso desde la econom?a m?s cient?fica.
El objetivo de esta serie de art?culos es que cualquier persona pueda no solo entender lo que est? pasando, sino también, si as? lo desea, comprometerse con el planeta con los conocimientos adecuados que le permitan trascender medidas meramente estéticas.
Como el cambio global que estamos sufriendo es extremadamente complejo, los art?culos que intentan explicarlo van a ser relativamente complejos. Pero vale la pena esforzarse para entender el cambio global, ya que es algo extremadamente grave.
Para ello le invitamos a hacer un viaje largo y complejo, pero también divertido, a través de toda esta serie de art?culos. Solo después de haber le?do muchos de ellos estar? en condiciones de entender bien lo que estamos viviendo como especie y de actuar en consecuencia.
EDUARDO COSTAS
Otros art?culos de esta serie
La crisis planetaria enciende todas las alertas (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/06/28/crisis-planetaria-enciende-alertas-67738564.html)
Los cient?ficos llevan 200 a?os predicando en el desierto la agon?a del planeta (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/06/30/cientificos-llevan-200-anos-predicando-67821791.html)
Denuncia cient?fica: la verdad sobre la crisis del planeta ha sido silenciada (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/04/denuncia-cientifica-crisis-planeta-sido-67949219.html)
Activismo desesperado de los cient?ficos para evitar la extinci?n de la humanidad (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/05/activismo-desesperado-cientificos-evitar-extincion-67985550.html)
La ciencia advierte: la mano invisible del mercado no evitar? la cat?strofe planetaria (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/11/ciencia-advierte-mano-invisible-mercado-68200031.html)
La crisis planetaria es producto de la locura humana (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/12/crisis-planetaria-producto-locura-humana-68236064.html)
La supervivencia de la humanidad est? cuestionada por la ciencia (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/18/supervivencia-humanidad-cuestionada-68446684.html)
El crecimiento ilimitado es una utop?a sin base cient?fica (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/20/crecimiento-ilimitado-utopia-base-cientifica-68525865.html)
La historia de la vida en la Tierra nos advierte sobre lo que est? pasando (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/25/historia-vida-tierra-advierte-pasando-70541813.html)
Los l?mites del crecimiento, cincuenta a?os después: entre la indiferencia y la negaci?n (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/07/26/limites-crecimiento-cincuenta-anos-despues-71194066.html)
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/tendencias21/idea-suicida-crecimiento-continuo-genes-14173473)