الريــم
07-26-2022, 02:30 PM
Hay un dato en los bar?metros mensuales del Centro de Investigaciones Sociol?gicas (CIS) en el que no repara casi nadie a pesar de que, si se sigue su evoluci?n desde enero a julio de este a?o, es un s?ntoma claro m?s de los tiempos que circulan ahora por el mapa pol?tico espa?ol. Preguntan los encuestadores a m?s de 3.000 ciudadanos qué partido consideran “m?s cercano a sus propias ideas”. En la ?ltima encuesta publicada, la de julio, un 25,4% de los entrevistados respondieron espont?neamente que el PSOE; un 21,9 respondieron que el PP.
Visto as?, se trata de una buena noticia para Pedro S?nchez y la renovada direcci?n de su partido. Pero si se analiza en comparaci?n con las respuestas del bar?metro de enero o con las del sondeo de abril, asoma la preocupaci?n. Hace siete meses, el porcentaje de los que sent?an al PSOE m?s pr?ximo a su ideolog?a se ubic? en el 22,8; el de los que se decantaron por el PP se instal? en el 15,3. Hace tres meses, citaron a las siglas socialistas un 25; mencionaron a las siglas populares un 19,1.
En ese 25 est? el problema. Es como una l?nea de frontera en la que habita el PSOE desde la llegada a la presidencia del PP de Alberto N??ez Feij?o, un revulsivo sin ninguna duda. El mandatario gallego lleva ya cuatro meses bajo la lupa del CIS de José Félix Tezanos y b?sicamente s?lo recibe buenas noticias, como la de este par?metro que mide la identificaci?n ideol?gica de los ciudadanos con los partidos en liza. En casi tres puntos ha mejorado la percepci?n de los populares desde que el expresidente de la Xunta tom? el mando, mientras que la de los socialistas ha repuntado s?lo cuatro décimas tras tres meses petrificado en ese 25.
Esto significa que el PP est? penetrando en capas sociales que antes le eran vedadas. El PSOE se ha estancado, sin embargo. Las elecciones andaluzas del 19 de junio corroboraron la tendencia. Después de unos a?os de gesti?n sin estridencias, a Juanma Moreno le bastaron una campa?a sin siglas y un discurso sin ira para alcanzar la mayor?a absoluta, en lo que resultaron fundamentales dos logros: no movilizar a la izquierda y arrebatar a los socialistas m?s de un 17% de los electores que tuvo en 2018.
Fuentes del equipo de Juanma Moreno contaban durante aquellos d?as anteriores a los comicios que la apuesta por centrar la figura y el mensaje surgi? mucho antes. La operaci?n destinada a derrocar a Pablo Casado y a poner en su lugar a Feij?o fue un acicate. Contaban esas mismas fuentes recientemente que tanto el presidente andaluz como el l?der gallego eran conscientes de la importancia de los comicios andaluces, no s?lo por la posibilidad real de alcanzar la mayor?a absoluta, sino adem?s por la lectura interna (fuera radicalismos) y la sensaci?n social que generar?a semejante triunfo.
Del mismo modo que el descalabro socialista en las elecciones de la Comunidad de Madrid, el 4 de mayo de 2021, provoc? una crisis de Gobierno y ciertos cambios en el PSOE, el batacazo andaluz ha generado otro ciclo de reestructuraciones. El problema se desdobla para los socialistas a falta de 10 meses para las elecciones municipales y auton?micas y de 17 (m?s o menos) para las generales, pues S?nchez ha puesto de manifiesto dos cosas: que no acert? con las teclas que puls? hace un a?o y que es consciente de que el margen de error es casi inexistente.
Los discursos recientes del l?der socialista denotan su preocupaci?n por la pérdida de rédito. Los relevos hechos en el PSOE delatan su temor. En una legislatura fértil en leyes, algunas muy simb?licas para visiones progresistas como la del “s?lo s? es s?” o la de memoria democr?tica, las transformaciones y las reformas (la laboral es la emblem?tica) apenas acarician la satisfacci?n de la ciudadan?a.
En pol?tica, los term?metros m?s fiables son las elecciones, y esos term?metros ense?an que la izquierda est? mal. En Madrid, la suma por separado de PSOE, M?s Madrid y Podemos ha perdido 45.413 votos (de los 1.541.121 de las urnas puestas en 2019 a los 1.495.708 de las de 2021). En Andaluc?a, se dej? casi 260.000 papeletas (de las 1.593.283 obtenidas por PSOE y Adelante Andaluc?a en 2018 a las 1.333.365 obtenidas por PSOE, Por Andaluc?a y Adelante Andaluc?a en 2022). Y en Castilla y Le?n, el caudal de votantes de PSOE y Podemos se ha reducido en tres a?os en 125.110 personas (548.704 en 2019 y 423.594 en 2022).
Lo de Enrique Santiago
A primeros de junio, un diputado de los “morados” pr?ximo a Yolanda D?az se mostr? convencido de que tras las elecciones andaluzas, que ser?an catastr?ficas para su espacio, seg?n sus previsiones, se producir? una “catarsis” en la confluencia. Explicaba a este medio que el golpe ser?a tan duro que necesariamente tendr? lugar una conjura y un toque a rebato.
El llamamiento, el compromiso por la unidad, tardar?a en llegar, vaticinaba, porque en la misma génesis de “Por Andaluc?a” chocaron las sensibilidades y habr?a que curar las heridas. S?, Podemos, IU y M?s Andaluc?a (hermanada con M?s Pa?s) fueron juntos bajo un mismo paraguas, pero sufrieron mucho. Sufrieron, sobre todo, los que se esforzaron por conseguirlo, entre ellos alguien llamado Enrique Santiago.
Seg?n la visi?n de esta fuente, estaba claro que Irene Montero y Ione Belarra remodelar?an sus equipos a ra?z de aquella aciaga noche en la que el sello de Podemos no se plasm? en el registro de la marca “Por Andaluc?a”. No obstante, sorprendi? que la ministra de Igualdad se desvinculara de de su jefa de gabinete, Amanda Meyer, en la l?nea de IU Andaluc?a, antes de los comicios. La impresi?n generalizada es que lo har?a después. Por ello, sorprendi? menos que hace cuatro d?as la ministra de Derechos Sociales se desprendiera de Santiago, hasta entonces secretario de Estado de la Agenda 2030.
La irrupci?n de 'Sumar', la plataforma de Yolanda D?az, est? tensionando el espacio a la izquierda del PSOE. La titular de la cartera de Trabajo asegur? este domingo en una entrevista en La Ser Galicia que el movimiento que auspicia no llegar? a tiempo al proceso electoral auton?mico y municipal, previsto para finales de mayo de 2023. Después de varios meses de especulaciones sobre cu?ndo arrancar?a la idea, las palabras de la mandataria gallega suenan de nuevo a aplazamiento y a demora, y por tanto, a incertidumbre. Ella misma ha explicado que su iniciativa no es un proyecto electoral, sino una corriente ciudadana. Tiene que articularse antes de dar el salto, si es que lo da.
Pero una diputada que conoce bien los entresijos del espacio y de la confluencia, en conversaci?n con este medio, ofrece una versi?n algo distinta. Tiene que ver con las diferencias de forma y fondo que el equipo de D?az tiene con la c?pula de Podemos. La formaci?n “morada” est? empe?ada en manejar y controlar la confecci?n de las listas de los comicios de mayo de 2023. Los procedimientos internos para ello empezar?n previsiblemente a comienzos del oto?o pr?ximo. Sin lugar a dudas, D?az quiere evitar el desgaste de las peleas de nombres, y de paso, ahorrarse un probable varapalo electoral m?s, pues la demoscopia no es por ahora nada amable con Podemos cara a su futura implantaci?n municipal y auton?mica.
Por tanto, y por ahora, no llega la catarsis que pronosticaba la fuente. Hay voces en el espacio que dudan que llegue.
Las alarmas del CIS
Todos los sondeos de las empresas privadas aupaban al PP a la victoria. El CIS no. Hasta hace siete d?as.
El organismo que preside Tezanos public? recientemente el ?ltimo bar?metro y estall? la sorpresa: Feij?o ganar?a las elecciones con m?s de un 30% de los votos y casi dos puntos de ventaja sobre el PSOE, que desde el 19-J andaluz no levanta cabeza. El l?der gallego ha conseguido en cuatro meses lo que Pablo Casado no logr? nunca: vencer a S?nchez. Es demoscopia, s?, pero también es preocupante. Preocupante para el PSOE.
Porque no es s?lo la estimaci?n de voto, en donde el PP ha experimentado una notable mejor?a. Son las tendencias y las inercias. Cuando Pablo Casado se convirti? en un “cad?ver pol?tico”, en marzo, s?lo un 0,6% de los encuestados por el CIS le prefiri? como presidente. Por Feij?o apostaron, un mes después, el 16,4%. M?s de 150 d?as después, apuestan un 20,8. S?nchez sigue siendo el favorito, casi siempre por encima del 20, pero tiene al l?der del PP muy cerca.
En el par?metro “voto+simpat?a” gana el Partido Popular. Con el 26,3% registrado en julio aventaja al Socialista en dos puntos. Es cierto que el nivel de S?nchez aqu? no ha ca?do pr?cticamente nada, lo que refuerza la tesis de que el PSOE se ha detenido: no mejora; no sube. En cambio, el PP no hace m?s que escalar y escalar, y as?, regresamos a la pregunta “qué partido considerado m?s cercano a sus propias ideas”. S?nchez no atrae a otros espectros; parece que Feij?o s?. Adem?s, el grado de desconfianza hacia el secretario general del PSOE es muy alto (para m?s de un 69% de encuestados en el ?ltimo bar?metro).
Los expertos pol?ticos y demosc?picos a los que consulta la direcci?n del PP han transmitido que el presidente del Gobierno s?lo transmite se?ales de agotamiento, cuando no de consumici?n. Un dirigente popular se?alaba a este medio hace una semana que las similitudes de la etapa actual con la ?ltima de Zapatero empiezan a ser flagrantes. Un bar?n auton?mico de esta misma formaci?n recalca que los sondeos internos certifican que hoy por hoy es una sensaci?n extendida a escala nacional.
El giro del 13 de julio
En el debate sobre el estado de la Naci?n, en la primera de sus intervenciones, el presidente afirm?: “Soy plenamente consciente de las dificultades cotidianas de la mayor?a de la gente; sé que el salario cada vez da para menos, que cuesta llegar a fin de mes y que la cesta de la compra es m?s cara; sé que los espa?oles y las espa?olas est?n dej?ndose la piel (...); sé que la escalada de los precios est? haciendo a?n m?s dif?cil lo que antes ya era dif?cil —pagar el alquiler o la hipoteca de un piso, tener hijos y cuidarlos, emprender o mantener un negocio y ahorrar para cualquier imprevisto—, y sé que, por culpa de la inflaci?n, muchos de nuestros ciudadanos est?n teniendo que posponer proyectos futuros que ya llevan mucho tiempo parados. Lo sé y me hago cargo”.
Aunque D?az se enfad? por no estar al tanto de las nuevas medidas anunciadas, Unidas Podemos y M?s Pa?s, ERC y EH Bildu, apreciaron un viraje ideol?gico digno de aplaudir. Llevaban tiempo avisando sus portavoces: si es un Gobierno progresista, sus medidas no lo parecen. ??igo Errej?n, en declaraciones a este medio hace una semana, preguntado por los cambios en el PSOE, reconoci? que S?nchez ha dado un giro fundamental para que la izquierda pelee de igual a igual con el PP. Entre los esfuerzos de los de arriba y los esfuerzos de las clases populares, hab?a que optar sin titubeos por lo primero. A su juicio, S?nchez lo ha hecho. Fuentes socialistas hacen hincapié en que éste es el camino.
Esta apuesta explica los cambios de nombres hechos en el PSOE. “Hab?a que dar un vuelco ideol?gico y pol?tico; los relevos van en esa direcci?n”, ahonda una veterana parlamentaria. El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha se?alado a Europa Press que la prioridad es "redundar" y "abundar" en el "cambio de rumbo" iniciado en el debate.
El rearme de la izquierda es ahora de discurso y empat?a, una palabra que S?nchez reitera ?ltimamente con asiduidad. PSOE y Unidas Podemos, pero también M?s Pa?s, las tres formaciones progresistas estatales o con vocaci?n de serlo, necesitan revulsivos para salir del des?nimo y la desmovilizaci?n y necesitan una “catarsis”, como dec?a el diputado progresista, para espantar la amenaza de la descomposici?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/izquierda-encara-ultimo-ano-legislatura-14167150)
Visto as?, se trata de una buena noticia para Pedro S?nchez y la renovada direcci?n de su partido. Pero si se analiza en comparaci?n con las respuestas del bar?metro de enero o con las del sondeo de abril, asoma la preocupaci?n. Hace siete meses, el porcentaje de los que sent?an al PSOE m?s pr?ximo a su ideolog?a se ubic? en el 22,8; el de los que se decantaron por el PP se instal? en el 15,3. Hace tres meses, citaron a las siglas socialistas un 25; mencionaron a las siglas populares un 19,1.
En ese 25 est? el problema. Es como una l?nea de frontera en la que habita el PSOE desde la llegada a la presidencia del PP de Alberto N??ez Feij?o, un revulsivo sin ninguna duda. El mandatario gallego lleva ya cuatro meses bajo la lupa del CIS de José Félix Tezanos y b?sicamente s?lo recibe buenas noticias, como la de este par?metro que mide la identificaci?n ideol?gica de los ciudadanos con los partidos en liza. En casi tres puntos ha mejorado la percepci?n de los populares desde que el expresidente de la Xunta tom? el mando, mientras que la de los socialistas ha repuntado s?lo cuatro décimas tras tres meses petrificado en ese 25.
Esto significa que el PP est? penetrando en capas sociales que antes le eran vedadas. El PSOE se ha estancado, sin embargo. Las elecciones andaluzas del 19 de junio corroboraron la tendencia. Después de unos a?os de gesti?n sin estridencias, a Juanma Moreno le bastaron una campa?a sin siglas y un discurso sin ira para alcanzar la mayor?a absoluta, en lo que resultaron fundamentales dos logros: no movilizar a la izquierda y arrebatar a los socialistas m?s de un 17% de los electores que tuvo en 2018.
Fuentes del equipo de Juanma Moreno contaban durante aquellos d?as anteriores a los comicios que la apuesta por centrar la figura y el mensaje surgi? mucho antes. La operaci?n destinada a derrocar a Pablo Casado y a poner en su lugar a Feij?o fue un acicate. Contaban esas mismas fuentes recientemente que tanto el presidente andaluz como el l?der gallego eran conscientes de la importancia de los comicios andaluces, no s?lo por la posibilidad real de alcanzar la mayor?a absoluta, sino adem?s por la lectura interna (fuera radicalismos) y la sensaci?n social que generar?a semejante triunfo.
Del mismo modo que el descalabro socialista en las elecciones de la Comunidad de Madrid, el 4 de mayo de 2021, provoc? una crisis de Gobierno y ciertos cambios en el PSOE, el batacazo andaluz ha generado otro ciclo de reestructuraciones. El problema se desdobla para los socialistas a falta de 10 meses para las elecciones municipales y auton?micas y de 17 (m?s o menos) para las generales, pues S?nchez ha puesto de manifiesto dos cosas: que no acert? con las teclas que puls? hace un a?o y que es consciente de que el margen de error es casi inexistente.
Los discursos recientes del l?der socialista denotan su preocupaci?n por la pérdida de rédito. Los relevos hechos en el PSOE delatan su temor. En una legislatura fértil en leyes, algunas muy simb?licas para visiones progresistas como la del “s?lo s? es s?” o la de memoria democr?tica, las transformaciones y las reformas (la laboral es la emblem?tica) apenas acarician la satisfacci?n de la ciudadan?a.
En pol?tica, los term?metros m?s fiables son las elecciones, y esos term?metros ense?an que la izquierda est? mal. En Madrid, la suma por separado de PSOE, M?s Madrid y Podemos ha perdido 45.413 votos (de los 1.541.121 de las urnas puestas en 2019 a los 1.495.708 de las de 2021). En Andaluc?a, se dej? casi 260.000 papeletas (de las 1.593.283 obtenidas por PSOE y Adelante Andaluc?a en 2018 a las 1.333.365 obtenidas por PSOE, Por Andaluc?a y Adelante Andaluc?a en 2022). Y en Castilla y Le?n, el caudal de votantes de PSOE y Podemos se ha reducido en tres a?os en 125.110 personas (548.704 en 2019 y 423.594 en 2022).
Lo de Enrique Santiago
A primeros de junio, un diputado de los “morados” pr?ximo a Yolanda D?az se mostr? convencido de que tras las elecciones andaluzas, que ser?an catastr?ficas para su espacio, seg?n sus previsiones, se producir? una “catarsis” en la confluencia. Explicaba a este medio que el golpe ser?a tan duro que necesariamente tendr? lugar una conjura y un toque a rebato.
El llamamiento, el compromiso por la unidad, tardar?a en llegar, vaticinaba, porque en la misma génesis de “Por Andaluc?a” chocaron las sensibilidades y habr?a que curar las heridas. S?, Podemos, IU y M?s Andaluc?a (hermanada con M?s Pa?s) fueron juntos bajo un mismo paraguas, pero sufrieron mucho. Sufrieron, sobre todo, los que se esforzaron por conseguirlo, entre ellos alguien llamado Enrique Santiago.
Seg?n la visi?n de esta fuente, estaba claro que Irene Montero y Ione Belarra remodelar?an sus equipos a ra?z de aquella aciaga noche en la que el sello de Podemos no se plasm? en el registro de la marca “Por Andaluc?a”. No obstante, sorprendi? que la ministra de Igualdad se desvinculara de de su jefa de gabinete, Amanda Meyer, en la l?nea de IU Andaluc?a, antes de los comicios. La impresi?n generalizada es que lo har?a después. Por ello, sorprendi? menos que hace cuatro d?as la ministra de Derechos Sociales se desprendiera de Santiago, hasta entonces secretario de Estado de la Agenda 2030.
La irrupci?n de 'Sumar', la plataforma de Yolanda D?az, est? tensionando el espacio a la izquierda del PSOE. La titular de la cartera de Trabajo asegur? este domingo en una entrevista en La Ser Galicia que el movimiento que auspicia no llegar? a tiempo al proceso electoral auton?mico y municipal, previsto para finales de mayo de 2023. Después de varios meses de especulaciones sobre cu?ndo arrancar?a la idea, las palabras de la mandataria gallega suenan de nuevo a aplazamiento y a demora, y por tanto, a incertidumbre. Ella misma ha explicado que su iniciativa no es un proyecto electoral, sino una corriente ciudadana. Tiene que articularse antes de dar el salto, si es que lo da.
Pero una diputada que conoce bien los entresijos del espacio y de la confluencia, en conversaci?n con este medio, ofrece una versi?n algo distinta. Tiene que ver con las diferencias de forma y fondo que el equipo de D?az tiene con la c?pula de Podemos. La formaci?n “morada” est? empe?ada en manejar y controlar la confecci?n de las listas de los comicios de mayo de 2023. Los procedimientos internos para ello empezar?n previsiblemente a comienzos del oto?o pr?ximo. Sin lugar a dudas, D?az quiere evitar el desgaste de las peleas de nombres, y de paso, ahorrarse un probable varapalo electoral m?s, pues la demoscopia no es por ahora nada amable con Podemos cara a su futura implantaci?n municipal y auton?mica.
Por tanto, y por ahora, no llega la catarsis que pronosticaba la fuente. Hay voces en el espacio que dudan que llegue.
Las alarmas del CIS
Todos los sondeos de las empresas privadas aupaban al PP a la victoria. El CIS no. Hasta hace siete d?as.
El organismo que preside Tezanos public? recientemente el ?ltimo bar?metro y estall? la sorpresa: Feij?o ganar?a las elecciones con m?s de un 30% de los votos y casi dos puntos de ventaja sobre el PSOE, que desde el 19-J andaluz no levanta cabeza. El l?der gallego ha conseguido en cuatro meses lo que Pablo Casado no logr? nunca: vencer a S?nchez. Es demoscopia, s?, pero también es preocupante. Preocupante para el PSOE.
Porque no es s?lo la estimaci?n de voto, en donde el PP ha experimentado una notable mejor?a. Son las tendencias y las inercias. Cuando Pablo Casado se convirti? en un “cad?ver pol?tico”, en marzo, s?lo un 0,6% de los encuestados por el CIS le prefiri? como presidente. Por Feij?o apostaron, un mes después, el 16,4%. M?s de 150 d?as después, apuestan un 20,8. S?nchez sigue siendo el favorito, casi siempre por encima del 20, pero tiene al l?der del PP muy cerca.
En el par?metro “voto+simpat?a” gana el Partido Popular. Con el 26,3% registrado en julio aventaja al Socialista en dos puntos. Es cierto que el nivel de S?nchez aqu? no ha ca?do pr?cticamente nada, lo que refuerza la tesis de que el PSOE se ha detenido: no mejora; no sube. En cambio, el PP no hace m?s que escalar y escalar, y as?, regresamos a la pregunta “qué partido considerado m?s cercano a sus propias ideas”. S?nchez no atrae a otros espectros; parece que Feij?o s?. Adem?s, el grado de desconfianza hacia el secretario general del PSOE es muy alto (para m?s de un 69% de encuestados en el ?ltimo bar?metro).
Los expertos pol?ticos y demosc?picos a los que consulta la direcci?n del PP han transmitido que el presidente del Gobierno s?lo transmite se?ales de agotamiento, cuando no de consumici?n. Un dirigente popular se?alaba a este medio hace una semana que las similitudes de la etapa actual con la ?ltima de Zapatero empiezan a ser flagrantes. Un bar?n auton?mico de esta misma formaci?n recalca que los sondeos internos certifican que hoy por hoy es una sensaci?n extendida a escala nacional.
El giro del 13 de julio
En el debate sobre el estado de la Naci?n, en la primera de sus intervenciones, el presidente afirm?: “Soy plenamente consciente de las dificultades cotidianas de la mayor?a de la gente; sé que el salario cada vez da para menos, que cuesta llegar a fin de mes y que la cesta de la compra es m?s cara; sé que los espa?oles y las espa?olas est?n dej?ndose la piel (...); sé que la escalada de los precios est? haciendo a?n m?s dif?cil lo que antes ya era dif?cil —pagar el alquiler o la hipoteca de un piso, tener hijos y cuidarlos, emprender o mantener un negocio y ahorrar para cualquier imprevisto—, y sé que, por culpa de la inflaci?n, muchos de nuestros ciudadanos est?n teniendo que posponer proyectos futuros que ya llevan mucho tiempo parados. Lo sé y me hago cargo”.
Aunque D?az se enfad? por no estar al tanto de las nuevas medidas anunciadas, Unidas Podemos y M?s Pa?s, ERC y EH Bildu, apreciaron un viraje ideol?gico digno de aplaudir. Llevaban tiempo avisando sus portavoces: si es un Gobierno progresista, sus medidas no lo parecen. ??igo Errej?n, en declaraciones a este medio hace una semana, preguntado por los cambios en el PSOE, reconoci? que S?nchez ha dado un giro fundamental para que la izquierda pelee de igual a igual con el PP. Entre los esfuerzos de los de arriba y los esfuerzos de las clases populares, hab?a que optar sin titubeos por lo primero. A su juicio, S?nchez lo ha hecho. Fuentes socialistas hacen hincapié en que éste es el camino.
Esta apuesta explica los cambios de nombres hechos en el PSOE. “Hab?a que dar un vuelco ideol?gico y pol?tico; los relevos van en esa direcci?n”, ahonda una veterana parlamentaria. El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha se?alado a Europa Press que la prioridad es "redundar" y "abundar" en el "cambio de rumbo" iniciado en el debate.
El rearme de la izquierda es ahora de discurso y empat?a, una palabra que S?nchez reitera ?ltimamente con asiduidad. PSOE y Unidas Podemos, pero también M?s Pa?s, las tres formaciones progresistas estatales o con vocaci?n de serlo, necesitan revulsivos para salir del des?nimo y la desmovilizaci?n y necesitan una “catarsis”, como dec?a el diputado progresista, para espantar la amenaza de la descomposici?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/izquierda-encara-ultimo-ano-legislatura-14167150)