الريــم
03-22-2024, 07:40 PM
En una nota preliminar a estelibro (https://www.sport.es/es/temas/libro-1849704) de memorias, la nieta de Félix*Yus?pov,*Xenia Sfiri-Sheremétev, nacida en el exilio romano, se?ala con sincera desfachatez y desvergüenza la gratitud*por los “valores” que su abuelo les leg?: “la grandeza de esp?ritu, la valent?a y la sencillez”. Dicho esto del hombre que ide?, organiz? y ejecut? el asesinato de Rasputin, dice mucho de c?mo entienden esos valores de “grandeza de esp?ritu” los que nacen privilegiados*desde la cuna, y para los que el crimen de una persona es un acto de grandeza, de aquellos otros, el resto de los mortales, que debemos ganarnos nuestras grandes a fuerza de trabajo y tes?n.
El asesinato de Rasput?n marc? para Félix Yus?pov un antes y un después, ya en el exilio. Es esa vida anterior la que él mismo relata en ‘Memorias de antes del exilio (1887-1919) y que editorial Alba vuelve a reeditar, con una magn?fica*traducci?n de Isabel Gonz?lez-Gallarza. Es el relato de m?s de treinta a?os de una vida fastuosa, grandiosa y despreocupada del que era el heredero de la mayor fortuna privada de Rusia. Hasta que, parodiando a*Carlos Puebla: lleg? el comandante (Lenin) y mand? parar.
Yus?pov relata una ni?ez y juventud dorada y ello a pesar de que al nacer fue la decepci?n de su madre que esperaba una ni?a y como ni?a lo crio hasta los cinco a?os y pese a ser un ni?o débil y enclenque. Yus?pov creci? en un entorno privilegiado, con una ?nica sombra en su vida, la relaci?n casi inexistente con su padre.*"?l no sab?a nada de nuestra vida. Ni mi hermano ni yo pudimos jam?s tener una conversaci?n sincera con él", escrib?a en estas memorias.
Describe las fiestas en ocasi?n de la coronaci?n del zar Nicol?s II; la vida diaria en los distintos palacios que la familia ten?a en San Petesburgo, Mosc?, Sel? y Ts?rskoie; su car?cter de ni?o mimado que oblig? a su padre a inscribirlo en el instituto militar Gurevich, famoso por el rigor de su disciplina; los visitas a Paris con su hermano para disfrutar del*music-hall; su vida en Oxford como estudiante o la primera vez que conoci? a Rasput?n. Cuenta también como emparent? directamente con el zar al casarse con su sobrina Irina Aleks?ndrovna. De viaje con ella el estallido de la Primera Guerra Mundial (https://www.sport.es/es/temas/primera-guerra-mundial-1964055) les sorprendi? Berl?n donde fueron detenidos pero de donde finalmente pudieron escapar por patas.
Con todo, el interés del relato y del propio personaje estriba en su participaci?n directa en la organizaci?n y asesinato de Rasput?n, el gran protegido de los zares.
Nunca en la historia de la humanidad y, pese al car?cter perverso del personaje, podr? encontrarse un asesinato m?s in?til y estéril. M?s all? de hacer desaparecer a Rasput?n, su muerte no sirvi? para nada.
La muerte de Rasput?n ten?a el objetivo de salvar la monarqu?a rusa, absolutamente decrépita y desmoronada y con ello los privilegios de toda la aristocracia. Pero no sirvi? de nada. Fue un acto casi irrelevante que adem?s lleg? demasiado tarde. Solo tres meses después estall? la revoluci?n y la gran Rusia de Yusupov y los zares se fue al infierno para siempre.
Pero antes en Yus?pov fue creciendo la conciencia de que el mal estaba en Rasput?n y que hab?a que acabar con él para seguir instalado en los privilegios. “No era m?s que un campesino analfabeto sin principios, c?nico y codicioso, que, por el concurso de las circunstancias, hab?a llegado hasta las m?s altas esferas. Sus influencias sin l?mites sobre los soberanos, el culto de sus admiradoras, sus org?as continuas y la depravada ociosidad a la que no estaba acostumbrado, hab?an extinguido en el todo vestigio de conciencia”
Con gran sangre fr?a relata c?mo fue creciendo en él la idea de la necesidad de acabar con el hombre; ese acto de “grandeza de esp?ritu” del que hablar?a después su nieta.*Y se?ala: “Era como si el destino me hubiera conducido hasta él para que pudiera ver con mis propios ojos el papel nefasto que desempe?aba. De modo que ?qué sentido ten?a esperar? ?Perdonarle la vida no hac?a sino aumentar el n?mero de v?ctimas de la guerra y prolongar el sufrimiento del pa?s? ?Acaso hab?a un solo hombre honrado en Rusia que no deseara su muerte? Hab?a que eliminarlo sin que nadie conociera jam?s las circunstancias de su muerte ni los nombres de los autores de su asesinato
Y as? el 16 de diciembre de 1916, Félix Yus?pov; el pol?tico Vladimir*Purishkévich; y el oficial Serguéi Mij?ilovich Sujotin, invitaron a Rasput?n al palacio de Yus?pov para que conociera a su esposa la princesa*Irina Aleks?ndrovna, quien en realidad se encontraba en Crimea con sus suegros. Luego de envenenarlo con dulces, como no mor?a, tuvieron que dispararle varias veces hasta darle muerte. Los conjurados*arrojaron el cuerpo de Rasputin a las aguas congeladas del r?o Nev?, del que fue rescatado al encontrarse uno de sus zapatos*atrapado en uno de los pilares del puente.
La descripci?n de los pormenores en la preparaci?n del suceso, as? como de toda la larga secuencia que lleva a la muerte de Rasput?n, deja claro que, lejos de sentir el menor arrepentimiento, Yus?pov se sinti? un iluminado, un hombre designado para cumplir la “alta” misi?n de acabar con el*“enemigo” de Rusia (https://www.sport.es/es/temas/rusia-1835482).
Pero al fin, solo un “iluminado” m?s*de tantos que*quisieron serlo y fracasaron.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/crimen-inutil-historia-99841099)
El asesinato de Rasput?n marc? para Félix Yus?pov un antes y un después, ya en el exilio. Es esa vida anterior la que él mismo relata en ‘Memorias de antes del exilio (1887-1919) y que editorial Alba vuelve a reeditar, con una magn?fica*traducci?n de Isabel Gonz?lez-Gallarza. Es el relato de m?s de treinta a?os de una vida fastuosa, grandiosa y despreocupada del que era el heredero de la mayor fortuna privada de Rusia. Hasta que, parodiando a*Carlos Puebla: lleg? el comandante (Lenin) y mand? parar.
Yus?pov relata una ni?ez y juventud dorada y ello a pesar de que al nacer fue la decepci?n de su madre que esperaba una ni?a y como ni?a lo crio hasta los cinco a?os y pese a ser un ni?o débil y enclenque. Yus?pov creci? en un entorno privilegiado, con una ?nica sombra en su vida, la relaci?n casi inexistente con su padre.*"?l no sab?a nada de nuestra vida. Ni mi hermano ni yo pudimos jam?s tener una conversaci?n sincera con él", escrib?a en estas memorias.
Describe las fiestas en ocasi?n de la coronaci?n del zar Nicol?s II; la vida diaria en los distintos palacios que la familia ten?a en San Petesburgo, Mosc?, Sel? y Ts?rskoie; su car?cter de ni?o mimado que oblig? a su padre a inscribirlo en el instituto militar Gurevich, famoso por el rigor de su disciplina; los visitas a Paris con su hermano para disfrutar del*music-hall; su vida en Oxford como estudiante o la primera vez que conoci? a Rasput?n. Cuenta también como emparent? directamente con el zar al casarse con su sobrina Irina Aleks?ndrovna. De viaje con ella el estallido de la Primera Guerra Mundial (https://www.sport.es/es/temas/primera-guerra-mundial-1964055) les sorprendi? Berl?n donde fueron detenidos pero de donde finalmente pudieron escapar por patas.
Con todo, el interés del relato y del propio personaje estriba en su participaci?n directa en la organizaci?n y asesinato de Rasput?n, el gran protegido de los zares.
Nunca en la historia de la humanidad y, pese al car?cter perverso del personaje, podr? encontrarse un asesinato m?s in?til y estéril. M?s all? de hacer desaparecer a Rasput?n, su muerte no sirvi? para nada.
La muerte de Rasput?n ten?a el objetivo de salvar la monarqu?a rusa, absolutamente decrépita y desmoronada y con ello los privilegios de toda la aristocracia. Pero no sirvi? de nada. Fue un acto casi irrelevante que adem?s lleg? demasiado tarde. Solo tres meses después estall? la revoluci?n y la gran Rusia de Yusupov y los zares se fue al infierno para siempre.
Pero antes en Yus?pov fue creciendo la conciencia de que el mal estaba en Rasput?n y que hab?a que acabar con él para seguir instalado en los privilegios. “No era m?s que un campesino analfabeto sin principios, c?nico y codicioso, que, por el concurso de las circunstancias, hab?a llegado hasta las m?s altas esferas. Sus influencias sin l?mites sobre los soberanos, el culto de sus admiradoras, sus org?as continuas y la depravada ociosidad a la que no estaba acostumbrado, hab?an extinguido en el todo vestigio de conciencia”
Con gran sangre fr?a relata c?mo fue creciendo en él la idea de la necesidad de acabar con el hombre; ese acto de “grandeza de esp?ritu” del que hablar?a después su nieta.*Y se?ala: “Era como si el destino me hubiera conducido hasta él para que pudiera ver con mis propios ojos el papel nefasto que desempe?aba. De modo que ?qué sentido ten?a esperar? ?Perdonarle la vida no hac?a sino aumentar el n?mero de v?ctimas de la guerra y prolongar el sufrimiento del pa?s? ?Acaso hab?a un solo hombre honrado en Rusia que no deseara su muerte? Hab?a que eliminarlo sin que nadie conociera jam?s las circunstancias de su muerte ni los nombres de los autores de su asesinato
Y as? el 16 de diciembre de 1916, Félix Yus?pov; el pol?tico Vladimir*Purishkévich; y el oficial Serguéi Mij?ilovich Sujotin, invitaron a Rasput?n al palacio de Yus?pov para que conociera a su esposa la princesa*Irina Aleks?ndrovna, quien en realidad se encontraba en Crimea con sus suegros. Luego de envenenarlo con dulces, como no mor?a, tuvieron que dispararle varias veces hasta darle muerte. Los conjurados*arrojaron el cuerpo de Rasputin a las aguas congeladas del r?o Nev?, del que fue rescatado al encontrarse uno de sus zapatos*atrapado en uno de los pilares del puente.
La descripci?n de los pormenores en la preparaci?n del suceso, as? como de toda la larga secuencia que lleva a la muerte de Rasput?n, deja claro que, lejos de sentir el menor arrepentimiento, Yus?pov se sinti? un iluminado, un hombre designado para cumplir la “alta” misi?n de acabar con el*“enemigo” de Rusia (https://www.sport.es/es/temas/rusia-1835482).
Pero al fin, solo un “iluminado” m?s*de tantos que*quisieron serlo y fracasaron.
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