الريــم
03-15-2024, 01:00 PM
Nada como un "testimonio COVID-19 (https://www.sport.es/es/temas/covid-19-1835891)" real para traer al presente a todos los que sufrieron y lucharon en aquellos d?as de confinamiento en Espa?a, (https://afondo.lne.es/especiales/covid/)aprovechando el cuarto aniversario del inicio "oficial" de la pandemia que llen? el mundo de horror y muerte... pero también de entrega y generosidad de muchos que pusieron su vida en riesgo por los dem?s.
Un testimonio de aquellos primeros d?as de la pandemia. Para que nunca nos olvidemos de lo que fue, ni de los que se fueron.
Est? escrito por una enfermera joven que tuvo que vivir en UCI las maratonianas jornadas y los d?as de trabajo que se acumulaban sin descanso.
Es su recuerdo m?s v?vido. Lo escribi? entonces, para no olvidarse nunca de aquella realidad, y lo cedi? a este portal (https://buscandorespuestas.lne.es/) para que todo el mundo conserve un recuerdo de aquellas fechas.
Aqu? va el testimonio... y el dibujo que acompa?a este art?culo es un retrato "robado" aquellos d?as de ella misma en el hospital, rendida por el agotamiento.
Image ID:
96984940
La tos también puede ayudar al seguimiento de la evoluci?n de la Covid-19.
Adobe Stock.
/clip/d902129f-ee4c-48bd-8910-cc9ff562749e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg
1200
800
Un caso real de entre muchos enfermos de COVID-19
Javier era un empresario de 60 a?os que ingres? en la UCI (https://buscandorespuestas.lne.es/salud/que-es-el-delirium-que-afecta-a-los-pacientes-covid-19-en-uci/) con diagn?stico de COVID-19. Un hombre fuerte, deportista, sin m?s antecedentes que diabetes e hipertensi?n bien controlada.
Fue paciente de la UCI varios d?as. No recuerdo cuantos. Pas? por las manos de muchas enfermeras durante su estancia.
En aquellos d?as de turnos interminables y noches en vela, podr?a parecer que todos los pacientes eran el mismo.
Todos dormidos, con sus caras deformadas por el tubo orotraqueal, los ojos tapados, sus cuerpos hinchados... Pero nada m?s lejos de la realidad. Cada uno ten?a algo que le hac?a ?nico.
En algunos era un tatuaje o un lunar diferente. Otros destacaban por luchadores. Otros ten?an apodos cari?osos...
Era mi paciente el d?a que falleci?
Yo a Javier nunca le olvidaré.
Porque por entra?able, simp?tico o rid?culo que suene lo anterior, él fue para m? alguien muy diferente y por un motivo muy triste: era mi paciente el d?a que falleci?.
El médico me lo dijo una ma?ana cualquiera, a primera hora. No sé por qué me sorprend?. Todos lo ve?amos venir. Sin embargo, me cay? como un jarro de agua fr?a.
Siempre ve?a reflejado en mis pacientes a mi propio padre quien, con 59 a?os, diabetes y una ligera hipertensi?n, fuerte y deportista, ingres? el D?a del Padre en el hospital con COVID-19.
Estuvo ingresado 5 d?as, sin que supiéramos casi nada de él. Luego nos lo mandaron a casa con medicaci?n y pautas de vigilancia estrictas. No estaba bien. Pero le pidieron que solicitase el alta voluntaria, sencillamente porque necesitaban hacer algo de sitio para gente que estaba peor.
Y cada vez que le pon?amos el pulsiox?metro se nos paraba el coraz?n. Y él sab?a que la cifra que apareciera podr?a mandarle de vuelta al hospital, quién sabe si a la UCI.
Image ID:
72501139
enfermera covid
Paloma S. Gonz?lez | Enfermera
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1226
1710
Su familia tuvo la suerte de poder despedirse
Miré a Javier, en la cama. Mil pensamientos pasaron por mi cabeza. Pensaba en su familia, en si en alg?n momento era consciente de algo o percib?a alg?n est?mulo.
Lo "bueno" es que ninguno ten?amos mucho tiempo para pensar. Est?bamos demasiado ocupados.
Sus hijos pudieron ir a despedirse. Su mujer, ingresada también por COVID-19 (https://buscandorespuestas.lne.es/salud/sigue-mereciendo-pena-tomar-precauciones-contra-coronavirus-por-que/)en otro hospital, no pudo.
Llegaron a media ma?ana. La médico les dijo con cari?o que se hab?a hecho todo lo posible. Que estaba bien y sin dolor.
Se les dej? con él, intentando darles intimidad en una sala en la que los pacientes estaban separados por finas cortinas, llena hasta los topes, rodeados por estridentes pitidos de m?quinas y por un grupo de personas tapadas de la cabeza a los pies a las que solo ve?an los ojos a través de unas gafas.
Estuvieron m?s de dos horas con su padre.
Pasada la una, estaban listos para irse. O no, pero decidieron que era lo que deb?an hacer.
En ese momento me visualicé en su situaci?n. Yo era la hija y el paciente en la cama era mi padre. Y deb?a despedirme.
?En qué momento decides que est?s listo para irte? ?Que ya te has despedido? ?En qué momento te ves capaz de irte, de obligar a tu cuerpo, después de un ?ltimo beso, a dar media vuelta y empezar a andar sin mirar atr?s?
Apagarse hasta fallecer
Hasta que el médico no vino sol?cito a contarme c?mo iba a suceder, no fui realmente consciente de que se me morir?a a m?.
Una persona a mi cargo iba a irse apagando hasta fallecer.
Traté de no pensar demasiado o me derrumbar?a, y no me lo pod?a permitir. Mis pacientes me necesitaban.
Image ID:
72501185
Archivo - Especialistas y paciente en UCI
RIBERA - Archivo
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2000
1333
Pero como el resto de mis pacientes en UCI no ten?an demasiadas necesidades en ese momento, pude pasar tiempo con Javier.
No sab?a qué hacer. Le cog? de la mano. Se la acariciaba con el pulgar y le daba peque?os apretones. Le susurraba que me quedar?a con él hasta el final, sin saber realmente si escuchaba ni si percib?a m?nimamente nada de todo eso.
Me llamaron mis compa?eras para irme a comer. Les dije que ir?a luego. No quer?a dejar a Javier. Se ir?a en cualquier momento y no pod?a permitir que exhalara su ?ltimo aliento solo.
As? que me quedé con él.
No com?, ni falta que hac?a. Y él se fue apagando poco a poco, perdiendo el color. Y su mano estaba cada vez m?s fr?a.
Yo le susurraba lo que imaginaba le querr?an decir su mujer y sus hijos en aquellos momentos, y rezaba por él.
Me parec?a tan esperanzador imaginarme qué ser?a lo primero que ver?a cuando abriera los ojos en el m?s all?...
?Quiz? su ?ngel de la guarda, sonriéndole picar?n y d?ndole un abrazo de oso? ?Quiz? la Virgen, con mirada dulce desbordante de amor? ?O quiz? alg?n familiar? ?Me reconocer? cuando volvamos a vernos?
Y me pregunto, ?C?mo puede la gente afrontar la muerte sin fe? Yo me empe?ar?a en creer en Dios s?lo por pura conveniencia.
Image ID:
97477565
Traslado de un cad?ver desde un hospital durante la pandemia de Covid-19.
LEVANTE-EMV
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1200
675
El turno segu?a, sin un minuto para pensar
Muy poco después metieron su cuerpo en una bolsa, sin las preparaciones habituales, y se lo llevaron.
Y mi turno sigui?, sin parar, sin un segundo para pensar. Antes de salir del hospital esa noche me di una ducha en silencio.
Es curioso, pero esa época tiene un olor caracter?stico, ?nico. Y a?n ahora, todav?a me llega a la nariz ese olor por un segundo, de vez en cuando.
Al llegar a casa me desvest? y con un "hola" a nadie y a todos me senté en mi cama, me abracé las piernas y exploté.
El pobre hombre que llevaba siendo mi marido un mes no pudo m?s que abrazarme fuerte y ser testigo de mi llanto incontrolable, en lo que fue el primer ataque de ansiedad de mi vida.
Y lloré varias horas, en sus brazos, hasta caer agotada.
?Cu?ntas veces se tendr?a que repetir esto? Estaba tan cansada… tan cansada…
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/salud/impresionante-testimonio-enfermera-olvidemos-pandemia-13392231)
Un testimonio de aquellos primeros d?as de la pandemia. Para que nunca nos olvidemos de lo que fue, ni de los que se fueron.
Est? escrito por una enfermera joven que tuvo que vivir en UCI las maratonianas jornadas y los d?as de trabajo que se acumulaban sin descanso.
Es su recuerdo m?s v?vido. Lo escribi? entonces, para no olvidarse nunca de aquella realidad, y lo cedi? a este portal (https://buscandorespuestas.lne.es/) para que todo el mundo conserve un recuerdo de aquellas fechas.
Aqu? va el testimonio... y el dibujo que acompa?a este art?culo es un retrato "robado" aquellos d?as de ella misma en el hospital, rendida por el agotamiento.
Image ID:
96984940
La tos también puede ayudar al seguimiento de la evoluci?n de la Covid-19.
Adobe Stock.
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Un caso real de entre muchos enfermos de COVID-19
Javier era un empresario de 60 a?os que ingres? en la UCI (https://buscandorespuestas.lne.es/salud/que-es-el-delirium-que-afecta-a-los-pacientes-covid-19-en-uci/) con diagn?stico de COVID-19. Un hombre fuerte, deportista, sin m?s antecedentes que diabetes e hipertensi?n bien controlada.
Fue paciente de la UCI varios d?as. No recuerdo cuantos. Pas? por las manos de muchas enfermeras durante su estancia.
En aquellos d?as de turnos interminables y noches en vela, podr?a parecer que todos los pacientes eran el mismo.
Todos dormidos, con sus caras deformadas por el tubo orotraqueal, los ojos tapados, sus cuerpos hinchados... Pero nada m?s lejos de la realidad. Cada uno ten?a algo que le hac?a ?nico.
En algunos era un tatuaje o un lunar diferente. Otros destacaban por luchadores. Otros ten?an apodos cari?osos...
Era mi paciente el d?a que falleci?
Yo a Javier nunca le olvidaré.
Porque por entra?able, simp?tico o rid?culo que suene lo anterior, él fue para m? alguien muy diferente y por un motivo muy triste: era mi paciente el d?a que falleci?.
El médico me lo dijo una ma?ana cualquiera, a primera hora. No sé por qué me sorprend?. Todos lo ve?amos venir. Sin embargo, me cay? como un jarro de agua fr?a.
Siempre ve?a reflejado en mis pacientes a mi propio padre quien, con 59 a?os, diabetes y una ligera hipertensi?n, fuerte y deportista, ingres? el D?a del Padre en el hospital con COVID-19.
Estuvo ingresado 5 d?as, sin que supiéramos casi nada de él. Luego nos lo mandaron a casa con medicaci?n y pautas de vigilancia estrictas. No estaba bien. Pero le pidieron que solicitase el alta voluntaria, sencillamente porque necesitaban hacer algo de sitio para gente que estaba peor.
Y cada vez que le pon?amos el pulsiox?metro se nos paraba el coraz?n. Y él sab?a que la cifra que apareciera podr?a mandarle de vuelta al hospital, quién sabe si a la UCI.
Image ID:
72501139
enfermera covid
Paloma S. Gonz?lez | Enfermera
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Su familia tuvo la suerte de poder despedirse
Miré a Javier, en la cama. Mil pensamientos pasaron por mi cabeza. Pensaba en su familia, en si en alg?n momento era consciente de algo o percib?a alg?n est?mulo.
Lo "bueno" es que ninguno ten?amos mucho tiempo para pensar. Est?bamos demasiado ocupados.
Sus hijos pudieron ir a despedirse. Su mujer, ingresada también por COVID-19 (https://buscandorespuestas.lne.es/salud/sigue-mereciendo-pena-tomar-precauciones-contra-coronavirus-por-que/)en otro hospital, no pudo.
Llegaron a media ma?ana. La médico les dijo con cari?o que se hab?a hecho todo lo posible. Que estaba bien y sin dolor.
Se les dej? con él, intentando darles intimidad en una sala en la que los pacientes estaban separados por finas cortinas, llena hasta los topes, rodeados por estridentes pitidos de m?quinas y por un grupo de personas tapadas de la cabeza a los pies a las que solo ve?an los ojos a través de unas gafas.
Estuvieron m?s de dos horas con su padre.
Pasada la una, estaban listos para irse. O no, pero decidieron que era lo que deb?an hacer.
En ese momento me visualicé en su situaci?n. Yo era la hija y el paciente en la cama era mi padre. Y deb?a despedirme.
?En qué momento decides que est?s listo para irte? ?Que ya te has despedido? ?En qué momento te ves capaz de irte, de obligar a tu cuerpo, después de un ?ltimo beso, a dar media vuelta y empezar a andar sin mirar atr?s?
Apagarse hasta fallecer
Hasta que el médico no vino sol?cito a contarme c?mo iba a suceder, no fui realmente consciente de que se me morir?a a m?.
Una persona a mi cargo iba a irse apagando hasta fallecer.
Traté de no pensar demasiado o me derrumbar?a, y no me lo pod?a permitir. Mis pacientes me necesitaban.
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Archivo - Especialistas y paciente en UCI
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Pero como el resto de mis pacientes en UCI no ten?an demasiadas necesidades en ese momento, pude pasar tiempo con Javier.
No sab?a qué hacer. Le cog? de la mano. Se la acariciaba con el pulgar y le daba peque?os apretones. Le susurraba que me quedar?a con él hasta el final, sin saber realmente si escuchaba ni si percib?a m?nimamente nada de todo eso.
Me llamaron mis compa?eras para irme a comer. Les dije que ir?a luego. No quer?a dejar a Javier. Se ir?a en cualquier momento y no pod?a permitir que exhalara su ?ltimo aliento solo.
As? que me quedé con él.
No com?, ni falta que hac?a. Y él se fue apagando poco a poco, perdiendo el color. Y su mano estaba cada vez m?s fr?a.
Yo le susurraba lo que imaginaba le querr?an decir su mujer y sus hijos en aquellos momentos, y rezaba por él.
Me parec?a tan esperanzador imaginarme qué ser?a lo primero que ver?a cuando abriera los ojos en el m?s all?...
?Quiz? su ?ngel de la guarda, sonriéndole picar?n y d?ndole un abrazo de oso? ?Quiz? la Virgen, con mirada dulce desbordante de amor? ?O quiz? alg?n familiar? ?Me reconocer? cuando volvamos a vernos?
Y me pregunto, ?C?mo puede la gente afrontar la muerte sin fe? Yo me empe?ar?a en creer en Dios s?lo por pura conveniencia.
Image ID:
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Traslado de un cad?ver desde un hospital durante la pandemia de Covid-19.
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El turno segu?a, sin un minuto para pensar
Muy poco después metieron su cuerpo en una bolsa, sin las preparaciones habituales, y se lo llevaron.
Y mi turno sigui?, sin parar, sin un segundo para pensar. Antes de salir del hospital esa noche me di una ducha en silencio.
Es curioso, pero esa época tiene un olor caracter?stico, ?nico. Y a?n ahora, todav?a me llega a la nariz ese olor por un segundo, de vez en cuando.
Al llegar a casa me desvest? y con un "hola" a nadie y a todos me senté en mi cama, me abracé las piernas y exploté.
El pobre hombre que llevaba siendo mi marido un mes no pudo m?s que abrazarme fuerte y ser testigo de mi llanto incontrolable, en lo que fue el primer ataque de ansiedad de mi vida.
Y lloré varias horas, en sus brazos, hasta caer agotada.
?Cu?ntas veces se tendr?a que repetir esto? Estaba tan cansada… tan cansada…
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/salud/impresionante-testimonio-enfermera-olvidemos-pandemia-13392231)