الريــم
03-13-2024, 09:30 AM
Una supuesta oferta del PSG -informaci?n que lleg? desde Madrid (https://www.sport.es/es/noticias/barca/marca-oferta-200-millones-psg-99237934), dicho sea de paso- alter? el ecosistema del barcelonismo. La sola posibilidad de imaginar que Lamine Yamal acabara en un club-estado con el que el FC Barcelona tiene una relaci?n de gusto amargo, provoc? cierta ansiedad. Tranquilidad. Si es cierto aquello de ‘hacer de la necesidad, virtud’, la situaci?n econ?mica de la entidad azulgrana no debe empujarla a agarrarse a cualquier clavo que arda.
Mucho menos si se trata de un activo del club como este chaval de dieciséis a?os cuyo valor va m?s all? de la cuenta bancaria. Pocos motivos tiene el culé para subir la monta?a de Montjuïc, comprar todas las ediciones de las camisetas o viajar con el equipo. Huérfano de l?deres, la ilusi?n del aficionado barcelonista ha renacido gracias a la eclosi?n de figuras ‘Made in La Mas?a’, como el chaval de Rocafonda o Pau Cubars?. Buenos, bonitos y baratos. Un regalo que debe servir para afianzar las bases en épocas de movimientos de tierra. Son, est?n y deben quedarse. La Mas?a no se toca.
M?s informaci?n (Auto)
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99393892
“Lamine Yamal no se vende”, me dec?a uno de los miembros del sanedr?n de la cafeter?a de mi barrio donde suelo desayunar. Asent?an en la mesa de al lado una pareja muy joven que se identific?, ella, como socia del Barça desde que naci?. Es la nueva generaci?n que camina en paralelo a estos jugadores que a?n no votan, que se mueven entre redes sociales, que leen poco y que se desencantan mucho. Una juventud que necesita referentes para salir de casa, para hacer deporte y, sobre todo, para creer que es posible hablarle de t? a t? a los adinerados sin un euro en el bolsillo. Un colectivo acostumbrado a convivir con personas de procedencia diversa, a mezclarse, a integrarse y a hacer apolog?a de la empat?a y de la tolerancia.
Pau y Lamine Yamal son una fotograf?a de la sociedad. De la realidad. El primero, con una retahila de apellidos catalanes que atestiguan su ADN y el segundo, de padre marroqu? y madre guineana, también es el reflejo de un numeroso colectivo cuyo distrito visibiliza con su ya ic?nica celebraci?n ‘304’. Ambos conviven en un vestuario que, como tantos, es una torre de Babel. Lo que revelan m?s all? del bal?n es un excelente entendimiento con aroma a siglo XXI que el FC Barcelona debe mantener, cuidar y multiplicar. Son espejo para unos y esperanza para otros.
A Xavi habr? que agradecerle su apuesta desacomplejada por estos jugadores tan j?venes. Cuando la necesidad aprieta, hay que gestionar las prisas. Al técnico blaugrana se le critic? que les alineara “porque no tienen experiencia”. Cuando les sent?, “los est? castigando. Hay que tirar de ellos. Son los que pueden salvarlo”. Cuando tarda en ponerles, “a qué espera”. Cuando salen de titulares, “c?mo arriesga”. Sea como sea, con presiones y con mucho trabajo de puertas adentro, Xavi pasar? a la historia por darles el empuj?n y el abrazo. Que se queden.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/opinion/queda-lamine-yamal-99398911)
Mucho menos si se trata de un activo del club como este chaval de dieciséis a?os cuyo valor va m?s all? de la cuenta bancaria. Pocos motivos tiene el culé para subir la monta?a de Montjuïc, comprar todas las ediciones de las camisetas o viajar con el equipo. Huérfano de l?deres, la ilusi?n del aficionado barcelonista ha renacido gracias a la eclosi?n de figuras ‘Made in La Mas?a’, como el chaval de Rocafonda o Pau Cubars?. Buenos, bonitos y baratos. Un regalo que debe servir para afianzar las bases en épocas de movimientos de tierra. Son, est?n y deben quedarse. La Mas?a no se toca.
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“Lamine Yamal no se vende”, me dec?a uno de los miembros del sanedr?n de la cafeter?a de mi barrio donde suelo desayunar. Asent?an en la mesa de al lado una pareja muy joven que se identific?, ella, como socia del Barça desde que naci?. Es la nueva generaci?n que camina en paralelo a estos jugadores que a?n no votan, que se mueven entre redes sociales, que leen poco y que se desencantan mucho. Una juventud que necesita referentes para salir de casa, para hacer deporte y, sobre todo, para creer que es posible hablarle de t? a t? a los adinerados sin un euro en el bolsillo. Un colectivo acostumbrado a convivir con personas de procedencia diversa, a mezclarse, a integrarse y a hacer apolog?a de la empat?a y de la tolerancia.
Pau y Lamine Yamal son una fotograf?a de la sociedad. De la realidad. El primero, con una retahila de apellidos catalanes que atestiguan su ADN y el segundo, de padre marroqu? y madre guineana, también es el reflejo de un numeroso colectivo cuyo distrito visibiliza con su ya ic?nica celebraci?n ‘304’. Ambos conviven en un vestuario que, como tantos, es una torre de Babel. Lo que revelan m?s all? del bal?n es un excelente entendimiento con aroma a siglo XXI que el FC Barcelona debe mantener, cuidar y multiplicar. Son espejo para unos y esperanza para otros.
A Xavi habr? que agradecerle su apuesta desacomplejada por estos jugadores tan j?venes. Cuando la necesidad aprieta, hay que gestionar las prisas. Al técnico blaugrana se le critic? que les alineara “porque no tienen experiencia”. Cuando les sent?, “los est? castigando. Hay que tirar de ellos. Son los que pueden salvarlo”. Cuando tarda en ponerles, “a qué espera”. Cuando salen de titulares, “c?mo arriesga”. Sea como sea, con presiones y con mucho trabajo de puertas adentro, Xavi pasar? a la historia por darles el empuj?n y el abrazo. Que se queden.
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