الريــم
03-10-2024, 11:50 PM
Su libro m?s esperado, y m?s improbable, que super? con los a?os la maldici?n con la que él lo hab?a arrinconado (“hay que destruirlo”, vino a decirle a sus hijos) ya est? en la calle, se puso de largo precisamente este miércoles 6 de marzo, cuando él hubiera cumplido 97 a?os. Y fue en Barcelona, un talism?n de su vida.
Atacado por la enfermedad que hall? nombre cuando él era un muchacho, el alzeimer (https://www.sport.es/es/temas/alzheimer-1847259), termin? siendo desobedecido por sus hijos, Rodrigo y Gonzalo, que, ayudados por un gran editor que ya lo hab?a sido de su padre, Crist?bal Pera, le dijeron a sus editoras (Random House en todo el mundo de habla hispana; Planeta en México y Centroamérica) que ya pod?an contar con esta m?sica p?stuma que siempre se titul?, cuando Gabo sab?a y cuando él ya no sab?a, 'En agosto nos vemos'.
Esta celebraci?n del nacimiento de una novela, y ya no habr? m?s novelas, dijo Gonzalo en la presentaci?n definitiva de este hallazgo, tuvo efecto en Barcelona, donde Gabo conoci? el éxito de 'Cien a?os de soledad' mientras simulaba en los bailes de la 'gauche divine catalana' que él todav?a no era verdaderamente un escritor… ?l vivi? all?, con su mujer, con sus dos hijos, en la calle Caponata, a la espera de que desde Argentina, Paco Porr?a, su editor, le dijera que aquella maravilla, 'Cien a?os…', que le abrir?a los cielos del olimpo, en efecto lo iba a convertir en millonario.
No fue cualquier cosa aquella premonici?n. Cuando él y Mercedes Barcha, la madre de los chicos, contrajeron matrimonio alguien le fue con cuentos al suegro: ese muchacho ser? siempre un muerto de hambre. A quien quisiera o?rle Gabo le dec?a, para que fuera con el cuento al suegro, que él un d?a ser?a millonario.
Lo fue, también millonario de lectores. En Barcelona, donde escrib?a descalzo y bailaba como un colombiano, supo de la buena nueva que acompa?? la suerte de la novela m?s importante de la literatura en espa?ol del siglo XX, vivi? all? su idilio familiar con la ciudad, comparti? las mieles del boom hasta que rompieron, con Mario Vargas Llosa (https://www.sport.es/es/temas/mario-vargas-llosa-1846920), y encontr? al gran amor de su vida de escritor: Carmen Balcells, la agente literaria que procur? que la riqueza que ven?a por un lado no se le fuera por el otro.
Jam?s se dejaron ni se interrumpieron la agente y él, hasta el final de los d?as de Gabo, que muri? dos a?os antes que Carmen. Hasta que ésta tuvo respiraci?n, esa reuni?n astral (a Carmen le encantaba comprobar la suerte consultando a los astros) les dio beneficios mutuos.
Ella, Carmen, como los hijos, como los que leyeron las distintas fases de la novela que ahora reaparece como una emocionante novedad, ten?an el p?lpito de que era francamente exagerado romper en pedazos, tirar lo escrito a la basura llorosa de la historia. Los hijos dicen en el pr?logo de esta edici?n que ahora es materia de lectura universal, pues en mucho tiempo un libro no ha creado tanta expectativa, que ojal? el padre les perdone por haber sacado de los arcanos universitarios esta obra de arte.
En el acto de Barcelona, donde la actriz de origen argentina Barbara Lennie ley? p?rrafos que llenaron de emoci?n el auditorio de la Biblioteca Gabriel Garc?a M?rquez, el marco de esta celebraci?n, se escuch? la absoluci?n laica de Héctor Abad Faciolince, colombiano como él, enamorado del texto y de su m?sica. Dijo Héctor, mirando a Gonzalo: “Dénse ustedes por perdonados”.
Hubo en este acto mucha gente que aun recuerda al Gabo que escrib?a descalzo o jugando con sus hijos; aquel que recib?a a los visitantes, para quitarse a s? mismo la timidez o la vergüenza, activando un artilugio que desprend?a una risa fantasmal. Con aquella indumentaria como de arreglar coches, parec?a vivir en el limbo infantil de sus hijos, en una casa que sab?a a Bach y segu?a siendo como un bromista de Cartagena de Indias y ya estaba en su estanter?a chica la legendaria cubierta de 'Cien a?os de soledad'.
Esa atm?sfera de sorpresa y alegr?a hab?a este 6 de marzo, como si en efecto Gabo hubiera vuelto, tras una larga excursi?n, a la ciudad de Barcelona, y se hallara entre amigos antiguos, como Leticia Feduchi y sus hijos, escuchando en la Biblioteca que lleva su nombre la m?sica de jazz o algunas de las composiciones de sus m?sicos m?s queridos.
Fervor por Gabo
Xavi Ayen, uno de los grandes escritores del periodismo que sabe del boom, Pilar Reyes, la directora de la literatura en la casa Random House, y el paisano Abad Faciolince, el hijo Gonzalo, le pusieron literatura, evocaci?n, a un acto que parec?a una resurrecci?n de bienvenidas. Aquella atm?sfera, llena de m?sica y de palabras, parec?a dirigida por Gabo y por Carmen Balcells (alguien dijo: “Es como si resucitaran a la vez Carmen Balcells y Gabriel Garc?a M?rquez”) en la ciudad que fue gran parte de la vida que ambos celebraron.
He vivido a?os junto a escritores, trabajando con ellos, leyéndolos, haciéndoles café o excursiones, desde Paul Bowles a Elena Poniatowska, Octavio Paz o Jorge Luis Borges (https://www.sport.es/es/temas/jorge-luis-borges-1968273), a todos los he visto hablar de s? mismos y sobre otros. A quien conoc? cuando yo aun no sab?a c?mo eran los escritores fue precisamente a Gabriel Garc?a M?rquez (https://www.sport.es/es/temas/gabriel-garcia-marquez-1838542). Abri? con su carcajada de cart?n la calle en la que guardaba la intimidad de la casa, su cabeza pesando sobre unas manos que hab?a adiestrado para que lo sorprendieran haciéndole caso a su ritmo, el que sigue intacto en esta novela que es la sinfon?a para una mujer triste que se pas? la vida viajando para recuperar su alegr?a.
Algunos van diciendo que quiz? este libro, en efecto, pudo esperar la suerte de la nada. Nos hubiéramos perdido la mejor met?fora de Gabo. Quien abre este libro, que es como una alcanc?a de secretos, abre también un caj?n de l?grimas por las que él camina abriéndole la puerta al que tiene la voluntad de envolverse con su modo de decir, con su melancol?a.
Esa cara que ten?a Gabo cuando, al final de sus tiempos l?cidos, empez? a saber que lo que ten?a delante ya tan solo era el pasado, se entiende mejor aqu?, en esta caja de m?sica con la que se despidi? de la salud de vivir.
Esta novela lo ha desvelado para ser reconocido otra vez con la alegr?a de ser le?do como si fuera por primera vez y este libro inaugurar? de nuevo su viaje por la m?sica de escribir.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/gabo-musica-contada-99286010)
Atacado por la enfermedad que hall? nombre cuando él era un muchacho, el alzeimer (https://www.sport.es/es/temas/alzheimer-1847259), termin? siendo desobedecido por sus hijos, Rodrigo y Gonzalo, que, ayudados por un gran editor que ya lo hab?a sido de su padre, Crist?bal Pera, le dijeron a sus editoras (Random House en todo el mundo de habla hispana; Planeta en México y Centroamérica) que ya pod?an contar con esta m?sica p?stuma que siempre se titul?, cuando Gabo sab?a y cuando él ya no sab?a, 'En agosto nos vemos'.
Esta celebraci?n del nacimiento de una novela, y ya no habr? m?s novelas, dijo Gonzalo en la presentaci?n definitiva de este hallazgo, tuvo efecto en Barcelona, donde Gabo conoci? el éxito de 'Cien a?os de soledad' mientras simulaba en los bailes de la 'gauche divine catalana' que él todav?a no era verdaderamente un escritor… ?l vivi? all?, con su mujer, con sus dos hijos, en la calle Caponata, a la espera de que desde Argentina, Paco Porr?a, su editor, le dijera que aquella maravilla, 'Cien a?os…', que le abrir?a los cielos del olimpo, en efecto lo iba a convertir en millonario.
No fue cualquier cosa aquella premonici?n. Cuando él y Mercedes Barcha, la madre de los chicos, contrajeron matrimonio alguien le fue con cuentos al suegro: ese muchacho ser? siempre un muerto de hambre. A quien quisiera o?rle Gabo le dec?a, para que fuera con el cuento al suegro, que él un d?a ser?a millonario.
Lo fue, también millonario de lectores. En Barcelona, donde escrib?a descalzo y bailaba como un colombiano, supo de la buena nueva que acompa?? la suerte de la novela m?s importante de la literatura en espa?ol del siglo XX, vivi? all? su idilio familiar con la ciudad, comparti? las mieles del boom hasta que rompieron, con Mario Vargas Llosa (https://www.sport.es/es/temas/mario-vargas-llosa-1846920), y encontr? al gran amor de su vida de escritor: Carmen Balcells, la agente literaria que procur? que la riqueza que ven?a por un lado no se le fuera por el otro.
Jam?s se dejaron ni se interrumpieron la agente y él, hasta el final de los d?as de Gabo, que muri? dos a?os antes que Carmen. Hasta que ésta tuvo respiraci?n, esa reuni?n astral (a Carmen le encantaba comprobar la suerte consultando a los astros) les dio beneficios mutuos.
Ella, Carmen, como los hijos, como los que leyeron las distintas fases de la novela que ahora reaparece como una emocionante novedad, ten?an el p?lpito de que era francamente exagerado romper en pedazos, tirar lo escrito a la basura llorosa de la historia. Los hijos dicen en el pr?logo de esta edici?n que ahora es materia de lectura universal, pues en mucho tiempo un libro no ha creado tanta expectativa, que ojal? el padre les perdone por haber sacado de los arcanos universitarios esta obra de arte.
En el acto de Barcelona, donde la actriz de origen argentina Barbara Lennie ley? p?rrafos que llenaron de emoci?n el auditorio de la Biblioteca Gabriel Garc?a M?rquez, el marco de esta celebraci?n, se escuch? la absoluci?n laica de Héctor Abad Faciolince, colombiano como él, enamorado del texto y de su m?sica. Dijo Héctor, mirando a Gonzalo: “Dénse ustedes por perdonados”.
Hubo en este acto mucha gente que aun recuerda al Gabo que escrib?a descalzo o jugando con sus hijos; aquel que recib?a a los visitantes, para quitarse a s? mismo la timidez o la vergüenza, activando un artilugio que desprend?a una risa fantasmal. Con aquella indumentaria como de arreglar coches, parec?a vivir en el limbo infantil de sus hijos, en una casa que sab?a a Bach y segu?a siendo como un bromista de Cartagena de Indias y ya estaba en su estanter?a chica la legendaria cubierta de 'Cien a?os de soledad'.
Esa atm?sfera de sorpresa y alegr?a hab?a este 6 de marzo, como si en efecto Gabo hubiera vuelto, tras una larga excursi?n, a la ciudad de Barcelona, y se hallara entre amigos antiguos, como Leticia Feduchi y sus hijos, escuchando en la Biblioteca que lleva su nombre la m?sica de jazz o algunas de las composiciones de sus m?sicos m?s queridos.
Fervor por Gabo
Xavi Ayen, uno de los grandes escritores del periodismo que sabe del boom, Pilar Reyes, la directora de la literatura en la casa Random House, y el paisano Abad Faciolince, el hijo Gonzalo, le pusieron literatura, evocaci?n, a un acto que parec?a una resurrecci?n de bienvenidas. Aquella atm?sfera, llena de m?sica y de palabras, parec?a dirigida por Gabo y por Carmen Balcells (alguien dijo: “Es como si resucitaran a la vez Carmen Balcells y Gabriel Garc?a M?rquez”) en la ciudad que fue gran parte de la vida que ambos celebraron.
He vivido a?os junto a escritores, trabajando con ellos, leyéndolos, haciéndoles café o excursiones, desde Paul Bowles a Elena Poniatowska, Octavio Paz o Jorge Luis Borges (https://www.sport.es/es/temas/jorge-luis-borges-1968273), a todos los he visto hablar de s? mismos y sobre otros. A quien conoc? cuando yo aun no sab?a c?mo eran los escritores fue precisamente a Gabriel Garc?a M?rquez (https://www.sport.es/es/temas/gabriel-garcia-marquez-1838542). Abri? con su carcajada de cart?n la calle en la que guardaba la intimidad de la casa, su cabeza pesando sobre unas manos que hab?a adiestrado para que lo sorprendieran haciéndole caso a su ritmo, el que sigue intacto en esta novela que es la sinfon?a para una mujer triste que se pas? la vida viajando para recuperar su alegr?a.
Algunos van diciendo que quiz? este libro, en efecto, pudo esperar la suerte de la nada. Nos hubiéramos perdido la mejor met?fora de Gabo. Quien abre este libro, que es como una alcanc?a de secretos, abre también un caj?n de l?grimas por las que él camina abriéndole la puerta al que tiene la voluntad de envolverse con su modo de decir, con su melancol?a.
Esa cara que ten?a Gabo cuando, al final de sus tiempos l?cidos, empez? a saber que lo que ten?a delante ya tan solo era el pasado, se entiende mejor aqu?, en esta caja de m?sica con la que se despidi? de la salud de vivir.
Esta novela lo ha desvelado para ser reconocido otra vez con la alegr?a de ser le?do como si fuera por primera vez y este libro inaugurar? de nuevo su viaje por la m?sica de escribir.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/gabo-musica-contada-99286010)