الريــم
03-05-2024, 11:54 AM
“El discurso del consentimiento es profundamente masculino y neoliberal. Los encuentros entre humanos tienen forma de contrato tal y como los establece la legislaci?n, pero las relaciones son m?s complejas, muchas veces consentimos sin saber, exponiéndonos al riesgo de que el deseo no coincida con lo que obtengamos: que el sexo resulte doloroso, anodino o asqueroso. Pero entre el sexo consentido maravilloso y el sexo violento hay un amplio abanico de sexo insatisfactorio que no es delito”. As? lo manifestaba este lunes en Club FARO (https://www.farodevigo.es/tags/club-faro/), del grupo Prensa Ibérica, la fil?sofa y activista feminista Clara Serra, autora de “El sentido de consentir” ( Anagrama), en un acto presentado por sex?loga y psic?loga Vanessa R. Pousada, vicerpresidenta de Sogatex.
La escritora comenz? su intervenci?n explicando que escribi? su nuevo ensayo con el ?nimo de reflexionar sobre el sentido de la palabra “consentimiento”, que ha dado lugar a reformas jur?dicas y modificaci?n de leyes como la de la conocida ley del “solo s? es s?” (https://www.sport.es/es/temas/ley-del-solo-si-es-si-1834843) y que dio lugar a un debate en el seno del feminismo estadounidense en los a?os 80 del siglo pasado, un debate que en Espa?a no se produjo y se present? como de manera “muy simple” , “con la oposici?n a la ley por parte de la extrema derecha que tergivers? la ley, con la judicatura machista en contra y con el feminismo a favor”.
Serra expuso los argumentos de las dos corrientes feministas americanas en desacuerdo sobre el tema del consentimiento, no sin antes advertir que las posturas discordantes no son nada nuevo en el feminismo (https://www.sport.es/es/temas/feminismo-1843115), “ya las hubo en Espa?a con el voto femenino”, al igual que las hay “en el sexo, la prostituci?n la pornograf?a y el sadomasoquismo”.
?Pueden las mujeres decir que no? es la pregunta con la que Catherine Mackinnon abri? la controversia en 1979 al referirse a las relaciones sexuales en un entorno laboral con un superior jer?rquico. Su respuesta era que la mujer no se pod?a negar por miedo a represalias, a no promocionar en la empresa o a ser despedida. La estudiosa ampli? el entorno laboral a toda la sociedad y concluy? que al estar en situaci?n de desigualdad de poder, la mujer no puede decir que no y por tanto, tampoco puede consentir. Este argumento también fue empleado para rechazar la pornograf?a y la prostituci?n, que convierten a la mujer en esclava y a su consentimiento en un s? viciado, por lo que el estado tiene que invalidarlo.
La otra postura es la defendida por Judith Butler, que argumentaba que el anterior razonamiento abr?a una v?a paternalista en la que el estado decidir?a sobre las mujeres y que en un mundo de desigualdad de poder la mujer s? puede consentir. “Una parte del feminismo dice que el consentimiento es una trampa al servicio de los hombres y otra dice que es la herramienta que delimita el sexo con violencia y delictivo del sexo consentido”, explic? Serra.
“A veces es dif?cil o imposible decir que no, como en el caso de La Manada (https://www.sport.es/es/temas/la-manada-1856260) o en el de Dani Alves, y el silencio se ha de tomar como un no, pero ?son la excepci?n a la regla o define otras relaciones?, ?entre una pareja que practica sexo todos los d?as después de cenar es esperable que haya que decir que no si a uno de los dos no le apetece o el silencio puede significar un s??, se pregunt? Clara Serra, quien afirm? que “hemos seguido el camino de la l?nea de Katherine Mackinnon y no me parece adecuado tomar una relaci?n sexual siempre como una desigualdad ni que toda desigualdad sea siempre violaci?n”.
Se se?alan como factores que vician el consentimiento de una mujer a una relaci?n sexual la desigualdad de poder o la falta de consciencia. “?Invalidar?an también ese consentimiento la diferencia de edad, de clase social o de raza? ?Y las relaciones sadomasoquistas que fetichizan el poder?”, se pregunt?.
“El lema que estaba bien es el de ‘no es no’ y que sea el juez y el derecho quienes decidan en que contextos hay coacciones. Ese lema implica a toda la sociedad, que se pueda permitir que a la mujer le sea f?cil decir no. Y eso supone cambiar e mundo y distribuir la riqueza”, expres? Serra.
Defensora de un feminismo inclusivo que da valor al di?logo entre las discrepancias
Forjada durante sus a?os universitarios en los movimientos estudiantiles feministas y en defensa de la universidad p?blica, Clara Serra (Madrid, 1982) es investigadora en ADHUC (Centro de Investigaci?n Te?rica, Género, Sexualidad de la Universidad de Barcelona), donde forma parte del personal docente y realiza sus investigaciones sobre la construcci?n y representaci?n de las identidades y en los estudios sobre la masculinidad.
Licenciada en Filosof?a y con formaci?n postuniversitaria en las universidades Complutense y Aut?noma de Madrid, fue responsable del ?rea de Igualdad de Podemos (https://www.sport.es/es/temas/podemos-1836263)hasta 2017 y una de las mayores impulsoras de la plataforma M?s Madrid, por la que se present? como n?mero 2 tras I?igo Errej?n en 2019, resultando elegida diputada de la Asamblea de Madrid y abandonando su esca?o a los pocos meses por discrepancias con la formaci?n.
En 2020 volvi? a la universidad como investigadora y conductora del programa y podcasts que dirige “Los hombres de verdad tienen curvas”. Hermana menor de la pol?tica Isa Serra y de perfil m?s moderado que ésta, es autora de obras como “Leonas y zorras: estrategias pol?ticas feministas" (2018) y "Manual ultravioleta. Feminismo para mirar el mundo" (2019). Forma parte del colectivo Malasfeministas, que defiende un feminismo inclusivo y plural que da valor al disenso y al di?logo entre discrepancias.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/clara-serra-discurso-profundamente-masculino-99031015)
La escritora comenz? su intervenci?n explicando que escribi? su nuevo ensayo con el ?nimo de reflexionar sobre el sentido de la palabra “consentimiento”, que ha dado lugar a reformas jur?dicas y modificaci?n de leyes como la de la conocida ley del “solo s? es s?” (https://www.sport.es/es/temas/ley-del-solo-si-es-si-1834843) y que dio lugar a un debate en el seno del feminismo estadounidense en los a?os 80 del siglo pasado, un debate que en Espa?a no se produjo y se present? como de manera “muy simple” , “con la oposici?n a la ley por parte de la extrema derecha que tergivers? la ley, con la judicatura machista en contra y con el feminismo a favor”.
Serra expuso los argumentos de las dos corrientes feministas americanas en desacuerdo sobre el tema del consentimiento, no sin antes advertir que las posturas discordantes no son nada nuevo en el feminismo (https://www.sport.es/es/temas/feminismo-1843115), “ya las hubo en Espa?a con el voto femenino”, al igual que las hay “en el sexo, la prostituci?n la pornograf?a y el sadomasoquismo”.
?Pueden las mujeres decir que no? es la pregunta con la que Catherine Mackinnon abri? la controversia en 1979 al referirse a las relaciones sexuales en un entorno laboral con un superior jer?rquico. Su respuesta era que la mujer no se pod?a negar por miedo a represalias, a no promocionar en la empresa o a ser despedida. La estudiosa ampli? el entorno laboral a toda la sociedad y concluy? que al estar en situaci?n de desigualdad de poder, la mujer no puede decir que no y por tanto, tampoco puede consentir. Este argumento también fue empleado para rechazar la pornograf?a y la prostituci?n, que convierten a la mujer en esclava y a su consentimiento en un s? viciado, por lo que el estado tiene que invalidarlo.
La otra postura es la defendida por Judith Butler, que argumentaba que el anterior razonamiento abr?a una v?a paternalista en la que el estado decidir?a sobre las mujeres y que en un mundo de desigualdad de poder la mujer s? puede consentir. “Una parte del feminismo dice que el consentimiento es una trampa al servicio de los hombres y otra dice que es la herramienta que delimita el sexo con violencia y delictivo del sexo consentido”, explic? Serra.
“A veces es dif?cil o imposible decir que no, como en el caso de La Manada (https://www.sport.es/es/temas/la-manada-1856260) o en el de Dani Alves, y el silencio se ha de tomar como un no, pero ?son la excepci?n a la regla o define otras relaciones?, ?entre una pareja que practica sexo todos los d?as después de cenar es esperable que haya que decir que no si a uno de los dos no le apetece o el silencio puede significar un s??, se pregunt? Clara Serra, quien afirm? que “hemos seguido el camino de la l?nea de Katherine Mackinnon y no me parece adecuado tomar una relaci?n sexual siempre como una desigualdad ni que toda desigualdad sea siempre violaci?n”.
Se se?alan como factores que vician el consentimiento de una mujer a una relaci?n sexual la desigualdad de poder o la falta de consciencia. “?Invalidar?an también ese consentimiento la diferencia de edad, de clase social o de raza? ?Y las relaciones sadomasoquistas que fetichizan el poder?”, se pregunt?.
“El lema que estaba bien es el de ‘no es no’ y que sea el juez y el derecho quienes decidan en que contextos hay coacciones. Ese lema implica a toda la sociedad, que se pueda permitir que a la mujer le sea f?cil decir no. Y eso supone cambiar e mundo y distribuir la riqueza”, expres? Serra.
Defensora de un feminismo inclusivo que da valor al di?logo entre las discrepancias
Forjada durante sus a?os universitarios en los movimientos estudiantiles feministas y en defensa de la universidad p?blica, Clara Serra (Madrid, 1982) es investigadora en ADHUC (Centro de Investigaci?n Te?rica, Género, Sexualidad de la Universidad de Barcelona), donde forma parte del personal docente y realiza sus investigaciones sobre la construcci?n y representaci?n de las identidades y en los estudios sobre la masculinidad.
Licenciada en Filosof?a y con formaci?n postuniversitaria en las universidades Complutense y Aut?noma de Madrid, fue responsable del ?rea de Igualdad de Podemos (https://www.sport.es/es/temas/podemos-1836263)hasta 2017 y una de las mayores impulsoras de la plataforma M?s Madrid, por la que se present? como n?mero 2 tras I?igo Errej?n en 2019, resultando elegida diputada de la Asamblea de Madrid y abandonando su esca?o a los pocos meses por discrepancias con la formaci?n.
En 2020 volvi? a la universidad como investigadora y conductora del programa y podcasts que dirige “Los hombres de verdad tienen curvas”. Hermana menor de la pol?tica Isa Serra y de perfil m?s moderado que ésta, es autora de obras como “Leonas y zorras: estrategias pol?ticas feministas" (2018) y "Manual ultravioleta. Feminismo para mirar el mundo" (2019). Forma parte del colectivo Malasfeministas, que defiende un feminismo inclusivo y plural que da valor al disenso y al di?logo entre discrepancias.
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