الريــم
02-27-2024, 12:17 PM
Esther y Javier, Isabel y Juan y Natalia y Antonio son tres parejas de Barcelona que ya han superado los 50 y que llevan m?s de 20 a?os de casados. Tienen hijos preadolescentes o adolescentes y confirman lo que dicen los terapeutas especializados: el principal motivo de conflicto familiar (https://www.sport.es/es/temas/conflictos-1835054) son los hijos y las decisiones que a ellos ata?en. Y una de las etapas m?s cr?ticas es la de la adolescencia de los chavales.
El uso del m?vil, las salidas nocturnas, las malas notas o un mal comportamiento son los puntos de fricci?n entre padres de adolescentes
Javier, Juan y Antonio reconocen que les pesa la figura del padre estricto que tuvieron. Las diferencias de criterio que los tres han tenido con sus parejas a la hora de tomar decisiones en la educaci?n de los hijos les han llevado en alg?n momento a “la guerra”, como admite Javier. Guerras que, en su caso, siempre han terminado con la paz. Bien porque uno ha cedido o bien porque se ha llegado a un punto medio que ha posibilitado el acuerdo.
"Los adolescentes est?n en un momento delicado y eso hace que todo sea m?s dif?cil en casa. Sin hijos todo es m?s sencillo"
Juan
Las tres parejas reconocen que los conflictos se desencadenan desde la llegada del bebé. ?Hay que cogerlo mucho tiempo en brazos o no? ?Hay que dejarle dormir en nuestra cama? Pero las discrepancias estallan cuando los hijos entran en la complicada etapa de la adolescencia.
"Los adolescentes est?n en un momento delicado y eso hace que todo sea m?s dif?cil en casa. Sin hijos todo es m?s sencillo", apunta Juan. Comprar un teléfono m?vil, un patinete eléctrico o una moto, as? como la gesti?n de malas notas o mal comportamiento, pasando por horarios y salidas nocturnas, son conflictos que tensan hasta el l?mite las relaciones de pareja.
"Para mi mujer, que nuestros hijos vayan patinete no es una opci?n. No la puedo convencer. Si yo decidiera comprarlo, ser?a motivo de guerra. A lo mejor hasta nos separar?amos"
— Javier
Esther y Javier, por ejemplo, no tienen el mismo punto de vista sobre dejar que su hijo ?lex, de 16 a?os, vaya a pie a una fiesta al pueblo vecino, situado a tres kil?metros de casa. El chico quiere ir andando, con sus amigos. La madre se niega en rotundo porque el recorrido incluye una carretera sin apenas luz. Ese aspecto, sin embargo, no es nada importante para el padre. Finalmente, Javier abandona la cena con amigos en la que est? y lleva a su hijo en coche. "Si por m? fuera, ?lex ir?a andando. Pero cedo por mi mujer", reconoce.
?Siempre cede él? "Cede el que ve que para la otra persona lo que se est? discutiendo es de mucha importancia. Si a m? me da relativamente igual, cedo yo. Si él ve que para m? algo es muy importante, cede él", responde Esther.
"Las mujeres tendemos a intentar buscar soluciones y empatizamos m?s. Ellos son m?s dados a los castigos que, a veces, no sirven de nada"
— Isabel
L?neas rojas
Esther y Javier admiten que cada uno tiene sus l?neas rojas. Por ejemplo, la compra de un patinete eléctrico. "Para Esther, que nuestros hijos circulen en patinete no es una opci?n. No la puedo convencer. Si por lo que fuera, yo decidiera comprarlo, eso ser?a motivo de guerra y a lo mejor hasta nos separar?amos", comenta Javier. Ambos tienen en mente el caso de unos amigos. El padre compr? una moto a su hijo pese a la negativa de la madre. El chico muri? en accidente a los pocos d?as de tenerla. La pareja se divorci?.
"Llevé a mi hijo al psic?logo por mi cuenta. Para m? lo primero es el bienestar de mi hijo"
Natalia
Otro conflicto habitual en las casas es llevar al hijo al psic?logo. A Natalia y Antonio el colegio de su hijo les recomend? que lo hicieran para gestionar problemas de comportamiento del chaval. Antonio se neg? en redondo, alegando que se trataba de "una tonter?a". Natalia no logr? convencerlo, pero ella s? cre?a en que esa ayuda le vendr?a bien a su hijo. Admite que lo llev? por su cuenta, sin decir nada. "Pensé en el bienestar de mi hijo. Para m?, mis hijos son lo primero. Pasan por encima de mi pareja", argumenta.
Primero, los hijos
Isabel distingue entre disputas menores, en las que se puede ceder y llegar a un acuerdo, y otras m?s graves. "Para m?, si el hecho de ceder ante la opini?n de mi pareja puede tener consecuencias en la vida de mis hijos, la separaci?n ser?a una opci?n”. “Primero son los ni?os. Luego, la pareja (https://www.sport.es/es/temas/parejas-1835070)", remacha en sinton?a con Natalia. Isabel ha vivido de cerca la separaci?n de unos amigos cuyo hijo ten?a trastornos de comportamiento. "La madre lo ve?a. El padre no. Tuvieron un foll?n tremendo por eso y se acabaron separando", explica.
"Los ni?os son muy listos y nos pueden desafiar, pero si ven que vamos a una, bajan las orejas"
Esther
Lo que s? intentan evitar las tres parejas son las broncas delante de los ni?os. "Son muy listos y nos pueden desafiar, pero si ven que los dos vamos a una, bajan las orejas", a?ade por su parte Esther.
Diferencia de género
La diferencia de género y el hecho de pertenecer a una determinada generaci?n también juega un papel, opinan Esther, Natalia e Isabel. "Las mujeres tendemos a intentar buscar soluciones y empatizamos m?s. Ellos son m?s dados a los castigos que, a veces, no sirven de nada porque no atacan el problema de fondo. El castigo puede ser bueno en un momento dado pero hay que solucionar el problema", se?ala Isabel.
Malas notas
Las malas notas son otro de los motivos de fricci?n habitual. "Ante unas malas notas, creo que la soluci?n pasa por hablar con el ni?o y buscar un refuerzo. Mi marido y sus amigos piensan que no, que encima que el ni?o no se esfuerza nos tenemos que gastar m?s dinero en un profesor. As? que optan por el castigo. Este pensamiento es muy generacional de los que ahora tenemos 50 o 60 a?os", opina Natalia.
Esther defiende la negociaci?n hasta el ?ltimo minuto. "Si una pareja se separa por un conflicto con los hijos, quiz?s es que m?s all? de eso hay otros motivos de pareja, que no tienen que ver con los ni?os. Si la pareja es s?lida se puede negociar. Y no siempre ha de ceder el mismo. Creo que los hijos pueden ser desencadenantes de un divorcio, pero no el motivo real", concluye.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/conflictos-familiares-hijos-bienestar-nino-98710356)
El uso del m?vil, las salidas nocturnas, las malas notas o un mal comportamiento son los puntos de fricci?n entre padres de adolescentes
Javier, Juan y Antonio reconocen que les pesa la figura del padre estricto que tuvieron. Las diferencias de criterio que los tres han tenido con sus parejas a la hora de tomar decisiones en la educaci?n de los hijos les han llevado en alg?n momento a “la guerra”, como admite Javier. Guerras que, en su caso, siempre han terminado con la paz. Bien porque uno ha cedido o bien porque se ha llegado a un punto medio que ha posibilitado el acuerdo.
"Los adolescentes est?n en un momento delicado y eso hace que todo sea m?s dif?cil en casa. Sin hijos todo es m?s sencillo"
Juan
Las tres parejas reconocen que los conflictos se desencadenan desde la llegada del bebé. ?Hay que cogerlo mucho tiempo en brazos o no? ?Hay que dejarle dormir en nuestra cama? Pero las discrepancias estallan cuando los hijos entran en la complicada etapa de la adolescencia.
"Los adolescentes est?n en un momento delicado y eso hace que todo sea m?s dif?cil en casa. Sin hijos todo es m?s sencillo", apunta Juan. Comprar un teléfono m?vil, un patinete eléctrico o una moto, as? como la gesti?n de malas notas o mal comportamiento, pasando por horarios y salidas nocturnas, son conflictos que tensan hasta el l?mite las relaciones de pareja.
"Para mi mujer, que nuestros hijos vayan patinete no es una opci?n. No la puedo convencer. Si yo decidiera comprarlo, ser?a motivo de guerra. A lo mejor hasta nos separar?amos"
— Javier
Esther y Javier, por ejemplo, no tienen el mismo punto de vista sobre dejar que su hijo ?lex, de 16 a?os, vaya a pie a una fiesta al pueblo vecino, situado a tres kil?metros de casa. El chico quiere ir andando, con sus amigos. La madre se niega en rotundo porque el recorrido incluye una carretera sin apenas luz. Ese aspecto, sin embargo, no es nada importante para el padre. Finalmente, Javier abandona la cena con amigos en la que est? y lleva a su hijo en coche. "Si por m? fuera, ?lex ir?a andando. Pero cedo por mi mujer", reconoce.
?Siempre cede él? "Cede el que ve que para la otra persona lo que se est? discutiendo es de mucha importancia. Si a m? me da relativamente igual, cedo yo. Si él ve que para m? algo es muy importante, cede él", responde Esther.
"Las mujeres tendemos a intentar buscar soluciones y empatizamos m?s. Ellos son m?s dados a los castigos que, a veces, no sirven de nada"
— Isabel
L?neas rojas
Esther y Javier admiten que cada uno tiene sus l?neas rojas. Por ejemplo, la compra de un patinete eléctrico. "Para Esther, que nuestros hijos circulen en patinete no es una opci?n. No la puedo convencer. Si por lo que fuera, yo decidiera comprarlo, eso ser?a motivo de guerra y a lo mejor hasta nos separar?amos", comenta Javier. Ambos tienen en mente el caso de unos amigos. El padre compr? una moto a su hijo pese a la negativa de la madre. El chico muri? en accidente a los pocos d?as de tenerla. La pareja se divorci?.
"Llevé a mi hijo al psic?logo por mi cuenta. Para m? lo primero es el bienestar de mi hijo"
Natalia
Otro conflicto habitual en las casas es llevar al hijo al psic?logo. A Natalia y Antonio el colegio de su hijo les recomend? que lo hicieran para gestionar problemas de comportamiento del chaval. Antonio se neg? en redondo, alegando que se trataba de "una tonter?a". Natalia no logr? convencerlo, pero ella s? cre?a en que esa ayuda le vendr?a bien a su hijo. Admite que lo llev? por su cuenta, sin decir nada. "Pensé en el bienestar de mi hijo. Para m?, mis hijos son lo primero. Pasan por encima de mi pareja", argumenta.
Primero, los hijos
Isabel distingue entre disputas menores, en las que se puede ceder y llegar a un acuerdo, y otras m?s graves. "Para m?, si el hecho de ceder ante la opini?n de mi pareja puede tener consecuencias en la vida de mis hijos, la separaci?n ser?a una opci?n”. “Primero son los ni?os. Luego, la pareja (https://www.sport.es/es/temas/parejas-1835070)", remacha en sinton?a con Natalia. Isabel ha vivido de cerca la separaci?n de unos amigos cuyo hijo ten?a trastornos de comportamiento. "La madre lo ve?a. El padre no. Tuvieron un foll?n tremendo por eso y se acabaron separando", explica.
"Los ni?os son muy listos y nos pueden desafiar, pero si ven que vamos a una, bajan las orejas"
Esther
Lo que s? intentan evitar las tres parejas son las broncas delante de los ni?os. "Son muy listos y nos pueden desafiar, pero si ven que los dos vamos a una, bajan las orejas", a?ade por su parte Esther.
Diferencia de género
La diferencia de género y el hecho de pertenecer a una determinada generaci?n también juega un papel, opinan Esther, Natalia e Isabel. "Las mujeres tendemos a intentar buscar soluciones y empatizamos m?s. Ellos son m?s dados a los castigos que, a veces, no sirven de nada porque no atacan el problema de fondo. El castigo puede ser bueno en un momento dado pero hay que solucionar el problema", se?ala Isabel.
Malas notas
Las malas notas son otro de los motivos de fricci?n habitual. "Ante unas malas notas, creo que la soluci?n pasa por hablar con el ni?o y buscar un refuerzo. Mi marido y sus amigos piensan que no, que encima que el ni?o no se esfuerza nos tenemos que gastar m?s dinero en un profesor. As? que optan por el castigo. Este pensamiento es muy generacional de los que ahora tenemos 50 o 60 a?os", opina Natalia.
Esther defiende la negociaci?n hasta el ?ltimo minuto. "Si una pareja se separa por un conflicto con los hijos, quiz?s es que m?s all? de eso hay otros motivos de pareja, que no tienen que ver con los ni?os. Si la pareja es s?lida se puede negociar. Y no siempre ha de ceder el mismo. Creo que los hijos pueden ser desencadenantes de un divorcio, pero no el motivo real", concluye.
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