الريــم
02-23-2024, 10:04 AM
Ni?os, hombres y mujeres se sumergen en las minas de cobalto en el Congo (https://www.sport.es/es/temas/congo-1845241) a cambio de un euro al d?a. Enferman y mueren en contacto con este mineral altamente t?xico, cuando no quedan sepultados en sus “minas artesanales” donde ni siquiera se rescatan los cad?veres; y todo, para que las bater?as de nuestros dispositivos electr?nicos duren un poco m?s. Extraen el 90% del cobalto utilizado por las grandes tecnol?gicas que juran que su explotaci?n es limpia y respeta los derechos humanos (https://www.sport.es/es/temas/derechos-humanos-1837968). Kara recorre el infierno sobre la Tierra y lo cuenta en 'Cobalto Rojo. El Congo se desangra para que t? te conectes' (Capit?n Swing).
“El verdadero infierno sobre la Tierra” –Joseph Conrad, 1899–, ?est? todav?a en el Congo, tan silenciado y oculto como entonces?
S?, el pueblo y sus recursos padecen el mismo sistema de pillaje y explotaci?n desde entonces: lo ?nico que ha cambiado es que ahora los colonizadores proclaman su respeto por los derechos humanos y aseguran que protegen la dignidad de quienes participan en la cadena de extracci?n de recursos.
?Dir?a que la situaci?n es hoy peor que durante la sangrienta colonizaci?n belga?
S? es peor en cuanto que la violencia se enmascara bajo una hipocres?a muy hiriente, que es lo que define el nuevo orden econ?mico global: se presenta como el campe?n del desarrollo y el respeto a los derechos humanos pero est? perpetuando la crueldad del sistema colonialista de los ?ltimos dos siglos. La estad?stica de muertos y de torturas fueron peores a principios del XX, seguro, durante el reinado de Leopoldo I de Bélgica 13 millones de congole?os fueron asesinados, pero la desconexi?n entre nuestro supuesto desarrollo moral hoy y lo que est? padeciendo el pueblo africano es quiz? m?s inaceptable.
El problema fundamental –sostiene– es la falta de transparencia en la cadena de producci?n mineral: al menos el 70% cobalto empleado por las tecnol?gicas procede de la llamada “miner?a artesanal”. ?Qué esconde ese eufemismo?
En torno al 90% de la explotaci?n mineral de esta zona se practica de forma “artesanal” (a mano y sin medidas de protecci?n ni seguridad alguna). Lo crucial es que la falta de transparencia, la imposibilidad de rastrear el origen del mineral, est? perfectamente dise?ada por el sistema de econom?a global. De otro modo, el extremo superior de la cadena no podr?a tener los beneficios actuales. Las sombras en las cadenas de suministros permiten ocultar la procedencia no s?lo del mineral sino de otros muchos productos, lo que perpet?a el sistema de explotaci?n colonial. Los interesados se echan la responsabilidad unos a otros, pero ?quién va a enviar a sus equipos al terreno a comprobar que se emplea a ni?os, discapacitados, y ni?as y mujeres embarazadas o con sus bebés a cuestas? Por esto los investigadores y los periodistas debemos hacer nuestro trabajo: atraer la atenci?n del mundo al horror que es hoy Congo.
?También necesitan mantener la miseria local, para contener los precios en origen?
A las multinacionales se les llena la boca hablando de sostenibilidad, vigilancia de los derechos humanos, etcétera, pero saben que en el hemisferio sur la gente trabajar? por un euro al d?a y en cualquier condici?n.
?Quién ser?a el m?ximo responsable de este infierno, las grandes tecnol?gicas, el globalismo, la corrupci?n de los gobiernos locales…?
Las compa??as tecnol?gicas que crean la demanda. Inventaron la aplicaci?n del cobalto para que las bater?as de sus dispositivos y coches eléctricos duren el mayor tiempo posible y sin calentarse. Ya no podemos funcionar si no tenemos una autonom?a de 24 horas, de ah? viene este enorme desarreglo.
Leo: “Nunca Congo hab?a sufrido tanto por culpa de tan altos beneficios, todos relacionados con la industria lifestyle”. ?Qué podemos hacer los consumidores, individualmente, para no contribuir a esta cat?strofe?
La gente deber?a estar preocupada por su participaci?n en un engranaje que provoca una enorme violencia sobre el pueblo africano: enchufamos nuestro teléfono, dispositivos o coche eléctrico sin pensar si quiera que ese acto matar? a varios ni?os congole?os ese mismo d?a. En segundo lugar, tenemos que crear una concienciaci?n que fuerce a una regulaci?n: nada cambiar? mientras el mundo no sea consciente de este horror. Y por ?ltimo, ser cuidadosos con nuestros h?bitos de consumo: no hace falta cambiar de teléfono cada a?o por uno mejor, hemos de resistirnos a la persuasi?n de las campa?as de marketing. Cuando las compa??as se dieran cuenta de que un n?mero importante de consumidores se niegan a participar en esta violencia contra el pueblo africano, se ver?an obligados a dignificar las condiciones de extracci?n del cobalto.
Mister Kara, ?ha visto usted en sus viajes de investigaci?n a alguno de estos bebés monstruos, nacidos de padres sometidos a la toxicidad del cobalto?
He estado en pueblos del Congo donde hay much?simas incidencia de estas malformaciones congénitas nunca antes vistas, producidas por la exposici?n a la toxicidad de este mineral. Pero es que no existe ni la primera norma de control, a nadie le importa en ?frica. Esta regi?n minera llamada El cintur?n del cobre padece adem?s una epidemia de c?ncer, enfermedades autoinmunes, neurol?gicas, de piel y del aparato respiratorio.
?Tampoco nadie protege a las mujeres y a los ni?os de la violencia y los abusos sexuales?
Es que ni siquiera se habla de ello: es lo normal; all? donde no hay normas e impera la pobreza, son siempre los colectivos m?s vulnerables al tr?fico y al abuso sexual (https://www.sport.es/es/temas/abuso-sexual-1836544). Hay miles de ni?as adolescentes buscando cobalto en las minas cargando a sus bebés a la espalda, y nadie sabe c?mo ser?n las consecuencias a largo plazo de esta exposici?n a un mineral que es altamente t?xico simplemente al tacto, imag?nate respirar ese polvo, ingerirlo, beberlo… Todo all? est? contaminado. La transici?n ecol?gica se est? llevando a cabo con enorme hipocres?a. ?Estamos intentando que nuestros hijos hereden un mundo ecol?gico a costa de la vida de los ni?os africanos!
Estima que Congo tiene reservas de cobalto para 40 a?os m?s, incluso con un incremento de la demanda que cifra en un 500% en las tres pr?ximas décadas. Llegado ese momento, ?la regi?n minera habr? sucumbido a su total deforestaci?n, ser? un desierto inerme?
Lo que quedar? ser? el apocalipsis. Cuando el cobalto se acabe o deje de necesitarse por un cambio tecnol?gico, después de dos generaciones sometidas a semejante grado de violencia y degradaci?n, nada m?s que suciedad quedar? bajo sus pies. Por eso es tan urgente detener esta injusticia inmediatamente.
Congo, eufem?sticamente denominado Rep?blica Democr?tica, posee uno de los suelos m?s ricos del planeta, es la segunda reserva de ox?geno después del Amazonas y sin embargo est? entre los 20 pa?ses m?s pobres del mundo. ?Cu?ndo y c?mo empez? esta triste historia?
Su riqueza fue su condena, porque atrajo a los peores expoliadores imperialistas: primero fue el oro, los diamantes, el colt?n, el niquel, el cobre y, ahora, el cobalto. En 1960 consiguieron la independencia y el presidente electo, Lubumba, prometi? que los recursos ser?an para el pueblo, pero los poderes del nuevo colonialismo belga lo asesinaron e impusieron a Mobutu, un sanguinario nuevamente a las ?rdenes de Bélgica. Le sucedieron Kabilia y luego su hijo, igualmente corruptos que s?lo se preocuparon de llenar sus bolsillos y tener contentos a los poderes extranjeros, hoy comandados por China. A lo largo de estos 63 a?os ning?n l?der del pueblo ha logrado la promesa de Lubumba, porque lo asesinan. Todo ?frica est? gobernada por los poderes extranjeros, las grandes potencias del Norte Global que permiten la explotaci?n de su riqueza sin el m?s m?nimo escr?pulo ni respeto a los derechos humanos b?sicos. Los africanos han heredado el legado del dolor de generaciones, lo llevan grabado en sus caras, y Congo todav?a es una colonia de esclavos en manos extranjeras.
?Est? de acuerdo en que la colonizaci?n belga fue entre todas la m?s cruel?
Leopoldo I de Bélgica gobern? el pa?s como si fuera su propiedad privada y provoc? un genocidio de 13 millones de personas. Pero todos los pa?ses colonizadores tienen las manos manchadas de sangre en la explotaci?n de recursos en beneficio propio. Los colonos belgas no tuvieron restricci?n alguna y causaron muertes que superan el doble de v?ctimas del holocausto jud?o, y hoy el “coraz?n de las tinieblas” sigue estando all?.
El color de la piel era el factor que organizaba la jerarqu?a durante los tiempos coloniales, pero seg?n usted esta alienaci?n racial sigue vigente. ?Ser?an los chinos los nuevos blancos?
La jerarqu?a de la piel sigue en vigor, claro: cuanto m?s oscura sea, peor te tratar?n, es algo implantado por los europeos. Y los chinos est?n repitiendo la historia colonialista: es su turno, su baza colonizadora. El 70% de la explotaci?n minera en Congo est? hoy en manos de compa??as chinas y en cuanto al cobalto, son los grandes proveedores mundiales.
Y en estas circunstancias habla usted de esperanza, en el infierno. ?Acaso la esperanza vendr? del apoyo de Estados Unidos (https://www.sport.es/es/temas/estados-unidos-1835170) al nuevo gobierno congole?o? ?Todav?a cree que si el poder y el monopolio cambian de manos habr? esperanza?
S?, siempre hay una esperanza: hay m?s gente de buena voluntad que demonios en la especie humana. Cuando la gente conozca y tome conciencia del horror en el que est? participando no lo va a aceptar. Pero no tiene nada que ver con gobiernos ni corporaciones, s?lo la voluntad y los l?deres morales pueden hacer cambiar el estado de las cosas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/siddharta-kara-cientifico-activista-conscientes-98543910)
“El verdadero infierno sobre la Tierra” –Joseph Conrad, 1899–, ?est? todav?a en el Congo, tan silenciado y oculto como entonces?
S?, el pueblo y sus recursos padecen el mismo sistema de pillaje y explotaci?n desde entonces: lo ?nico que ha cambiado es que ahora los colonizadores proclaman su respeto por los derechos humanos y aseguran que protegen la dignidad de quienes participan en la cadena de extracci?n de recursos.
?Dir?a que la situaci?n es hoy peor que durante la sangrienta colonizaci?n belga?
S? es peor en cuanto que la violencia se enmascara bajo una hipocres?a muy hiriente, que es lo que define el nuevo orden econ?mico global: se presenta como el campe?n del desarrollo y el respeto a los derechos humanos pero est? perpetuando la crueldad del sistema colonialista de los ?ltimos dos siglos. La estad?stica de muertos y de torturas fueron peores a principios del XX, seguro, durante el reinado de Leopoldo I de Bélgica 13 millones de congole?os fueron asesinados, pero la desconexi?n entre nuestro supuesto desarrollo moral hoy y lo que est? padeciendo el pueblo africano es quiz? m?s inaceptable.
El problema fundamental –sostiene– es la falta de transparencia en la cadena de producci?n mineral: al menos el 70% cobalto empleado por las tecnol?gicas procede de la llamada “miner?a artesanal”. ?Qué esconde ese eufemismo?
En torno al 90% de la explotaci?n mineral de esta zona se practica de forma “artesanal” (a mano y sin medidas de protecci?n ni seguridad alguna). Lo crucial es que la falta de transparencia, la imposibilidad de rastrear el origen del mineral, est? perfectamente dise?ada por el sistema de econom?a global. De otro modo, el extremo superior de la cadena no podr?a tener los beneficios actuales. Las sombras en las cadenas de suministros permiten ocultar la procedencia no s?lo del mineral sino de otros muchos productos, lo que perpet?a el sistema de explotaci?n colonial. Los interesados se echan la responsabilidad unos a otros, pero ?quién va a enviar a sus equipos al terreno a comprobar que se emplea a ni?os, discapacitados, y ni?as y mujeres embarazadas o con sus bebés a cuestas? Por esto los investigadores y los periodistas debemos hacer nuestro trabajo: atraer la atenci?n del mundo al horror que es hoy Congo.
?También necesitan mantener la miseria local, para contener los precios en origen?
A las multinacionales se les llena la boca hablando de sostenibilidad, vigilancia de los derechos humanos, etcétera, pero saben que en el hemisferio sur la gente trabajar? por un euro al d?a y en cualquier condici?n.
?Quién ser?a el m?ximo responsable de este infierno, las grandes tecnol?gicas, el globalismo, la corrupci?n de los gobiernos locales…?
Las compa??as tecnol?gicas que crean la demanda. Inventaron la aplicaci?n del cobalto para que las bater?as de sus dispositivos y coches eléctricos duren el mayor tiempo posible y sin calentarse. Ya no podemos funcionar si no tenemos una autonom?a de 24 horas, de ah? viene este enorme desarreglo.
Leo: “Nunca Congo hab?a sufrido tanto por culpa de tan altos beneficios, todos relacionados con la industria lifestyle”. ?Qué podemos hacer los consumidores, individualmente, para no contribuir a esta cat?strofe?
La gente deber?a estar preocupada por su participaci?n en un engranaje que provoca una enorme violencia sobre el pueblo africano: enchufamos nuestro teléfono, dispositivos o coche eléctrico sin pensar si quiera que ese acto matar? a varios ni?os congole?os ese mismo d?a. En segundo lugar, tenemos que crear una concienciaci?n que fuerce a una regulaci?n: nada cambiar? mientras el mundo no sea consciente de este horror. Y por ?ltimo, ser cuidadosos con nuestros h?bitos de consumo: no hace falta cambiar de teléfono cada a?o por uno mejor, hemos de resistirnos a la persuasi?n de las campa?as de marketing. Cuando las compa??as se dieran cuenta de que un n?mero importante de consumidores se niegan a participar en esta violencia contra el pueblo africano, se ver?an obligados a dignificar las condiciones de extracci?n del cobalto.
Mister Kara, ?ha visto usted en sus viajes de investigaci?n a alguno de estos bebés monstruos, nacidos de padres sometidos a la toxicidad del cobalto?
He estado en pueblos del Congo donde hay much?simas incidencia de estas malformaciones congénitas nunca antes vistas, producidas por la exposici?n a la toxicidad de este mineral. Pero es que no existe ni la primera norma de control, a nadie le importa en ?frica. Esta regi?n minera llamada El cintur?n del cobre padece adem?s una epidemia de c?ncer, enfermedades autoinmunes, neurol?gicas, de piel y del aparato respiratorio.
?Tampoco nadie protege a las mujeres y a los ni?os de la violencia y los abusos sexuales?
Es que ni siquiera se habla de ello: es lo normal; all? donde no hay normas e impera la pobreza, son siempre los colectivos m?s vulnerables al tr?fico y al abuso sexual (https://www.sport.es/es/temas/abuso-sexual-1836544). Hay miles de ni?as adolescentes buscando cobalto en las minas cargando a sus bebés a la espalda, y nadie sabe c?mo ser?n las consecuencias a largo plazo de esta exposici?n a un mineral que es altamente t?xico simplemente al tacto, imag?nate respirar ese polvo, ingerirlo, beberlo… Todo all? est? contaminado. La transici?n ecol?gica se est? llevando a cabo con enorme hipocres?a. ?Estamos intentando que nuestros hijos hereden un mundo ecol?gico a costa de la vida de los ni?os africanos!
Estima que Congo tiene reservas de cobalto para 40 a?os m?s, incluso con un incremento de la demanda que cifra en un 500% en las tres pr?ximas décadas. Llegado ese momento, ?la regi?n minera habr? sucumbido a su total deforestaci?n, ser? un desierto inerme?
Lo que quedar? ser? el apocalipsis. Cuando el cobalto se acabe o deje de necesitarse por un cambio tecnol?gico, después de dos generaciones sometidas a semejante grado de violencia y degradaci?n, nada m?s que suciedad quedar? bajo sus pies. Por eso es tan urgente detener esta injusticia inmediatamente.
Congo, eufem?sticamente denominado Rep?blica Democr?tica, posee uno de los suelos m?s ricos del planeta, es la segunda reserva de ox?geno después del Amazonas y sin embargo est? entre los 20 pa?ses m?s pobres del mundo. ?Cu?ndo y c?mo empez? esta triste historia?
Su riqueza fue su condena, porque atrajo a los peores expoliadores imperialistas: primero fue el oro, los diamantes, el colt?n, el niquel, el cobre y, ahora, el cobalto. En 1960 consiguieron la independencia y el presidente electo, Lubumba, prometi? que los recursos ser?an para el pueblo, pero los poderes del nuevo colonialismo belga lo asesinaron e impusieron a Mobutu, un sanguinario nuevamente a las ?rdenes de Bélgica. Le sucedieron Kabilia y luego su hijo, igualmente corruptos que s?lo se preocuparon de llenar sus bolsillos y tener contentos a los poderes extranjeros, hoy comandados por China. A lo largo de estos 63 a?os ning?n l?der del pueblo ha logrado la promesa de Lubumba, porque lo asesinan. Todo ?frica est? gobernada por los poderes extranjeros, las grandes potencias del Norte Global que permiten la explotaci?n de su riqueza sin el m?s m?nimo escr?pulo ni respeto a los derechos humanos b?sicos. Los africanos han heredado el legado del dolor de generaciones, lo llevan grabado en sus caras, y Congo todav?a es una colonia de esclavos en manos extranjeras.
?Est? de acuerdo en que la colonizaci?n belga fue entre todas la m?s cruel?
Leopoldo I de Bélgica gobern? el pa?s como si fuera su propiedad privada y provoc? un genocidio de 13 millones de personas. Pero todos los pa?ses colonizadores tienen las manos manchadas de sangre en la explotaci?n de recursos en beneficio propio. Los colonos belgas no tuvieron restricci?n alguna y causaron muertes que superan el doble de v?ctimas del holocausto jud?o, y hoy el “coraz?n de las tinieblas” sigue estando all?.
El color de la piel era el factor que organizaba la jerarqu?a durante los tiempos coloniales, pero seg?n usted esta alienaci?n racial sigue vigente. ?Ser?an los chinos los nuevos blancos?
La jerarqu?a de la piel sigue en vigor, claro: cuanto m?s oscura sea, peor te tratar?n, es algo implantado por los europeos. Y los chinos est?n repitiendo la historia colonialista: es su turno, su baza colonizadora. El 70% de la explotaci?n minera en Congo est? hoy en manos de compa??as chinas y en cuanto al cobalto, son los grandes proveedores mundiales.
Y en estas circunstancias habla usted de esperanza, en el infierno. ?Acaso la esperanza vendr? del apoyo de Estados Unidos (https://www.sport.es/es/temas/estados-unidos-1835170) al nuevo gobierno congole?o? ?Todav?a cree que si el poder y el monopolio cambian de manos habr? esperanza?
S?, siempre hay una esperanza: hay m?s gente de buena voluntad que demonios en la especie humana. Cuando la gente conozca y tome conciencia del horror en el que est? participando no lo va a aceptar. Pero no tiene nada que ver con gobiernos ni corporaciones, s?lo la voluntad y los l?deres morales pueden hacer cambiar el estado de las cosas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/siddharta-kara-cientifico-activista-conscientes-98543910)