الريــم
02-21-2024, 10:32 AM
M?s de 30 m?sicos, con sus 30 personalidades y sus 30 carreras. Todos, unidos con un ?nico prop?sito: celebrar el (https://www.epe.es/es/cultura/20240221/carnegie-hall-entrega-paco-lucia-legacy-98440213)legado de Paco de Luc?a. (https://www.epe.es/es/cultura/20240221/carnegie-hall-entrega-paco-lucia-legacy-98440213) Con esa premisa se celebraba este martes el acto principal del festival Paco de Luc?a Legacy en Nueva York: una gala en el Carnegie Hall con la propuesta de homenajear al maestro, fallecido hace una década.
Y as?, con el eje vertebrador de las composiciones m?s emblem?ticas del genio de la guitarra, que cambi? el flamenco para siempre, se presentaba un concierto de algo m?s de tres horas de duraci?n y un aforo casi completo y que terminaba con un fin de fiesta de un animado Pepe de Luc?a subiendo al escenario en lo que deb?a haber sido la m?tica rumba que encumbr? a Paco de Luc?a, Entre dos aguas, para dar por finalizado el concierto cantando el estribillo de su Buana buana king kong.
Salvo una baja de ?ltima hora -Salif Keita no consigui? el visado para poder entrar en Estados Unidos-, los m?sicos llevaban dos d?as ensayando en la ciudad de los rascacielos para dar forma al homenaje. En él se presentaban tres generaciones de flamencos: los que convivieron con él (Pepe Habichuela, Carmen Linares o José Mercé), los que formaron parte de su banda (los dos sextetos: Rubén Dantas, Jorge Pardo, Carles Benavent, Tino Di Geraldo, Antonio Serrano, Alain Pérez y Pira?a, adem?s de José Mar?a Bandera, Diego el Cigala, Duquende, Dani de Mor?n, Antonio Rey, Antonio Serrano, Josemi Carmona o Ni?o Josele) y algunos otros m?sicos invitados, como los guitarristas Rafael Riqueni y Yerai Cortés, el contrabajista -y esta noche también acordeonista- Javier Colina, Al Di Meola, con quien Paco de Luc?a comparti? escenario y estudio en varias ocasiones, el salsero paname?o Rubén Blades -que hizo una inspirad?sima versi?n de su Parao sentado en una silla cual cantaor y acompa?ado a la guitarra por un Ni?o Josele en estado de gracia- o la cantante catalana Silvia Pérez Cruz. Adem?s, también se subieron a las tablas los bailaores Karime Amaya y los hermanos Farruquito y Farru.
El riesgo de subir a tant?simos m?sicos est? siempre en mantener esa magia propia del flamenco (https://www.sport.es/es/temas/flamenco-1846323) durante todo el espect?culo. Se crearon momentos de una emoci?n ?ntima, como las tarantas de Antonio Rey, o los solos de Pepe Habichuela y Rafael Riqueni. También hubo otros de gran complicidad entre los m?sicos, con un Jorge Pardo especialmente inspirado junto a sus compa?eros Benavent y Dantas interpretando Alta mar, o la dulzura de la arm?nica de Antonio Serrano envuelta por el grandioso piano de Chano Dom?nguez en Canci?n de Amor. El p?blico lo entendi? y lo aplaudi?l desde el inicio, de una manera efusiva y ruidosa muy diferente de lo que suele ocurrir en Espa?a y m?s a la manera en la que, en el jazz, se jalean los solos para agradecer el virtuosismo.
Con un solemne José Mercé por seguiriyas y una elegante Carmen Linares por alegr?as, o un Yerai Cortés con muchas ganas de exponerse, explorando sonoridades con esa actitud desafiante que sostiene en el escenario, durante el recital las guitarras brillaron, sobre todo, las guitarras. Las que crecieron alrededor de Paco de Luc?a y él dio alas para volar, como la de Antonio S?nchez, que emul? junto a Al Di Meola y Yerai Cortés el tr?o que conformaron el propio Di Meola junto a Paco de Luc?a y John McLoughlin con su juguet?n Mediterranean Sundance.
Hubo momentos de intensidad, como el que protagonizaron Duquende junto a Bandera, Ni?o Josele, Pardo, Benavent, Di Geraldo, Makarines y Chonchi Heredia interpretando S?lo quiero caminar, pero también en otros se perd?a esa magia buscada por algunos problemas de sonido o m?sicos que parec?an no estar del todo concentrados, como un err?tico Diego el Cigala (https://www.sport.es/es/temas/diego-el-cigala-1870370) que primero reclamaba las letras de lo que deb?a interpretar para después tirarlas al aire y ponerse a improvisar.
Es complejo mantener esa emoci?n en un recital en el que constantemente entran y salen m?sicos del escenario y los técnicos tienen que ajustar sillas, micros y monitores. Falt? quiz?s un hilo conductor, un elemento que uniese una canci?n con otra y encadenase lo que se estaba viviendo o, seguramente, el liderazgo de un capit?n como lo fue en su d?a Paco de Luc?a (https://www.sport.es/es/temas/paco-de-lucia-1944489), un l?der al que todos segu?an.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/carnegie-hall-entrega-paco-lucia-98441526)
Y as?, con el eje vertebrador de las composiciones m?s emblem?ticas del genio de la guitarra, que cambi? el flamenco para siempre, se presentaba un concierto de algo m?s de tres horas de duraci?n y un aforo casi completo y que terminaba con un fin de fiesta de un animado Pepe de Luc?a subiendo al escenario en lo que deb?a haber sido la m?tica rumba que encumbr? a Paco de Luc?a, Entre dos aguas, para dar por finalizado el concierto cantando el estribillo de su Buana buana king kong.
Salvo una baja de ?ltima hora -Salif Keita no consigui? el visado para poder entrar en Estados Unidos-, los m?sicos llevaban dos d?as ensayando en la ciudad de los rascacielos para dar forma al homenaje. En él se presentaban tres generaciones de flamencos: los que convivieron con él (Pepe Habichuela, Carmen Linares o José Mercé), los que formaron parte de su banda (los dos sextetos: Rubén Dantas, Jorge Pardo, Carles Benavent, Tino Di Geraldo, Antonio Serrano, Alain Pérez y Pira?a, adem?s de José Mar?a Bandera, Diego el Cigala, Duquende, Dani de Mor?n, Antonio Rey, Antonio Serrano, Josemi Carmona o Ni?o Josele) y algunos otros m?sicos invitados, como los guitarristas Rafael Riqueni y Yerai Cortés, el contrabajista -y esta noche también acordeonista- Javier Colina, Al Di Meola, con quien Paco de Luc?a comparti? escenario y estudio en varias ocasiones, el salsero paname?o Rubén Blades -que hizo una inspirad?sima versi?n de su Parao sentado en una silla cual cantaor y acompa?ado a la guitarra por un Ni?o Josele en estado de gracia- o la cantante catalana Silvia Pérez Cruz. Adem?s, también se subieron a las tablas los bailaores Karime Amaya y los hermanos Farruquito y Farru.
El riesgo de subir a tant?simos m?sicos est? siempre en mantener esa magia propia del flamenco (https://www.sport.es/es/temas/flamenco-1846323) durante todo el espect?culo. Se crearon momentos de una emoci?n ?ntima, como las tarantas de Antonio Rey, o los solos de Pepe Habichuela y Rafael Riqueni. También hubo otros de gran complicidad entre los m?sicos, con un Jorge Pardo especialmente inspirado junto a sus compa?eros Benavent y Dantas interpretando Alta mar, o la dulzura de la arm?nica de Antonio Serrano envuelta por el grandioso piano de Chano Dom?nguez en Canci?n de Amor. El p?blico lo entendi? y lo aplaudi?l desde el inicio, de una manera efusiva y ruidosa muy diferente de lo que suele ocurrir en Espa?a y m?s a la manera en la que, en el jazz, se jalean los solos para agradecer el virtuosismo.
Con un solemne José Mercé por seguiriyas y una elegante Carmen Linares por alegr?as, o un Yerai Cortés con muchas ganas de exponerse, explorando sonoridades con esa actitud desafiante que sostiene en el escenario, durante el recital las guitarras brillaron, sobre todo, las guitarras. Las que crecieron alrededor de Paco de Luc?a y él dio alas para volar, como la de Antonio S?nchez, que emul? junto a Al Di Meola y Yerai Cortés el tr?o que conformaron el propio Di Meola junto a Paco de Luc?a y John McLoughlin con su juguet?n Mediterranean Sundance.
Hubo momentos de intensidad, como el que protagonizaron Duquende junto a Bandera, Ni?o Josele, Pardo, Benavent, Di Geraldo, Makarines y Chonchi Heredia interpretando S?lo quiero caminar, pero también en otros se perd?a esa magia buscada por algunos problemas de sonido o m?sicos que parec?an no estar del todo concentrados, como un err?tico Diego el Cigala (https://www.sport.es/es/temas/diego-el-cigala-1870370) que primero reclamaba las letras de lo que deb?a interpretar para después tirarlas al aire y ponerse a improvisar.
Es complejo mantener esa emoci?n en un recital en el que constantemente entran y salen m?sicos del escenario y los técnicos tienen que ajustar sillas, micros y monitores. Falt? quiz?s un hilo conductor, un elemento que uniese una canci?n con otra y encadenase lo que se estaba viviendo o, seguramente, el liderazgo de un capit?n como lo fue en su d?a Paco de Luc?a (https://www.sport.es/es/temas/paco-de-lucia-1944489), un l?der al que todos segu?an.
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