الريــم
02-18-2024, 11:40 PM
Fernando Delgado, aquel hombre que también parec?a un ni?o, hijo de una época dif?cil, en la que ser ni?o pobre era estar condenado a la nada o a la calle, en Tenerife y en cualquier sitio, ha muerto en Faura, Valencia (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/muere-escritor-periodista-fernando-delgado-98335364), a los 76 a?os, después de una carrera brillante en los dos mundos que abraz?, el periodismo y la literatura.
En este ?ltimo rubro fue premiado con muchas distinciones (el premio Planeta entre ellos) y, en cuanto al periodismo, fue celebrado como columnista, potente, ir?nico, lleno de informaci?n y de inteligencia (https://www.epe.es/es/cultura/20240218/obituario-fernando-delgado-resplandor-canario-98339212), y también como lo que quiz? se le conoce mejor, sus trabajos como personalidad de la televisi?n, al frente de las emisiones de los fines de semana de la primera cadena de TVE.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
98335364
En este ?ltimo caso, incorpor? con enorme energ?a la presencia de los libros en el prime time, y esa era una novedad que pocos antes decidieron abordar a esas horas y con esa energ?a. Este ?ltimo episodio, su disponibilidad para dar curso a la cultura, literaria, de todo tipo, en un medio tan esquivo a introducir letras en el mundo sobreabundante de noticias que es la televisi?n, define la manera de ser de este periodista y escritor que acaba de abandonar este mundo dejando desolados a los innumerables amigos que le debemos no s?lo gratitud por su modo de ser sino porque a todos nos dio la esencia de su amistad: el respeto, la generosidad, el entendimiento.
Naci? en Santa Cruz de Tenerife, estudi? all?, en su tierra, muy pronto despunt? en la poes?a y en la palabra period?stica, a través de Radio Juventud de Canarias y luego en Radio Nacional de Espa?a, donde trabaj? para el servicio exterior y donde lleg? a ser, por dos veces, director del medio. Era un radiofonista total, que jam?s dejaba a un lado ninguno de los instrumentos del oficio de contar. Era did?ctico y atento, no se le escapaban los adjetivos de la vida ni los sustantivos propios del periodismo, que cuid? como si con ellos estuviera también narrando poes?a.
Ese esp?ritu cubri? también su modo de ser como el polemista que fue, en privado y en p?blico, pues era un conversador extraordinario y peripatético. No dejaba que un paseo fuera solo de andar por la calle o por los montes o por los medios de transporte: te agarraba el brazo, te hac?a parar donde fuera y te conduc?a a ser tertuliano (en el mejor sentido de la palabra) aunque estuviera lloviendo a chorros en el curso del paseo que se convert?a, con él, en el escenario de una conversaci?n.
Su presencia en los medios p?blicos tuvo su continuidad en su trabajo al frente de Tele Expo, en la Exposici?n Universal de Sevilla de 1992. Dotado de una gran capacidad de trabajo, y de imaginaci?n, convirti? todos esos empleos (la radio, la televisi?n, la creatividad) en rasgos de una personalidad generosa, volcada d?a y noche, de madrugada, al amanecer, siempre, en lo que pudiera ser interesante para su pa?s, también para su tierra, y para aquellos que lo necesitaran como consejero y como parte de una sociedad que él siempre quiso m?s justa, menos mezquina. Una sociedad que no se pareciera a la que él mismo padeci? de ni?o o de adolescente.
Su vida profesional conoci? enormes gratificaciones, porque disfrutaba con lo que inventara, y por eso tuvo siempre la puerta de su imaginaci?n abierta a la contribuci?n de los otros. Su trabajo al frente de 'A vivir que son dos d?as', de la Cadena Ser, conoci? varios hitos, entre ellos la incorporaci?n del personaje Manolito Gafotas a la hora de despedida de la emisi?n dominical de ese programa…
Elvira Lindo, que hab?a estrenado el personaje m?s popular de la radio espa?ola en los micr?fonos de RNE, tuvo ah? un escenario impar que llen? de alegr?a las ondas y que, adem?s, los llen? de alegr?a a los dos, dispuestos siempre a que el humor fuera una suerte de abrazo.
Esa conjunci?n Elvira/Fernando (Manolito lo llamaba 'Fernandito Delgadito') hizo historia de la radio y lo mostr? a él, que parec?a circunspecto en los telediarios, o en la radio que hab?a hecho hasta entonces (como aquel ser pulcro que aparec?a en 'Qué noche la de aquel d?a' de Los Beatles), la persona que era: abierto, disponible. “El mejor amigo que hemos tenido”, dec?a anoche uno de sus grandes amigos de toda la vida, el artista José Luis Toribio.
En la vida, en la calle, en su pueblo, en cualquier parte, aquel Fernando Delgado de la televisi?n y de la radio dej? huellas similares: la de un hombre solidario, amistoso, fuera de lo com?n en su manera de interpretar la vida, como un viaje en com?n, solidario. Aquella de Fernando y Elvira/Manolito fue una hermosa historia de amistad que ella subray? cuando, en 2013, present? con él un libro que también lo retrata, el que hizo sobre Lucas, un perro que representaba su manera de mirar la vida y de ocuparse de ella. Cuando se present? ese libro, alguien escribi?: “Lucas es un perro que habita, en medio del odio, de la indiferencia o del amor en una familia de la que recibe todos esos sentimientos. ?l cree que no es un perro, aspira a ser un ni?o, del mismo modo que el ni?o de la familia aspira a ser un perro. (…) Con hondura poética, pero también con una enorme eficacia narrativa, Fernando Delgado ha sido capaz de trasladar en ese cuento largo su manera de mirar a Lucas de modo que lo leemos viendo c?mo Lucas lo a mira a él”.
Lo conoc? a las puertas del Instituto donde los dos terminamos el Bachillerato. A él se le atragant? el griego, y siempre hicimos broma de ese momento. Luego fue de los mejores amigos que he tenido en mi vida, el mejor sin duda, desde el punto de vista de la solidaridad que a veces uno no sabe que merece, o que no merece en absoluto. Era un pariente, un hermano, alguien que hizo de la simpat?a, de la esperanza, un amor compartido, con una generosidad que era de hierro o de cristal o, simplemente, suya, venida de su manera de ser desde que era aquel adolescente que naci? a la poes?a en la radio y que hizo de la radio su poes?a, y de la amistad, de una amistad radical, emocionante, su emblema.
Escribi? muchos libros. Algunos nos los ley? (o nos los dijo) caminando por las calles de Santa Cruz o de La Gomera o de Madrid. Su marido, Pedro Garc?a Reyes, abogado, fue su amor, y nuestro amigo, de todos nosotros. Con él se fue Fernando a vivir a Faura, en Valencia, y all? se entra?? tanto que lleg? a ser diputado a Cortes por el lado socialista entre 2015 y 2019. Gan? el premio Ondas al tiempo que Planeta le daba su premio mayor por 'La mirada del otro'. Estos son algunos de los t?tulos que o nos recit? o nos dijo a los que ten?a m?s cerca: 'Exterminio en Lastenia', 'H?blame de ti', 'Autobiograf?a del hijo', 'Ciertas personas', 'Escrito por Luzbel', 'Isla sin mar', 'Todos al infierno', 'De la radio a las letras' y, naturalmente, 'Me llamo Lucas y no soy un perro'.
Era un fiel amigo de su madre, la madre que quiso, con la que vivi?, en Madrid, en Tenerife, a la que ador? como nunca he visto en mi vida adorar a alguien. Cuando muri? ella, muchos amigos lo fuimos a consolar. Est?bamos sentados, en torno a sus palabras, hasta que él se levant? de pronto y se acerc? adonde su madre estaba de cuerpo presente. En ese momento se hab?a dado cuenta de que deb?a buscar un reposo m?s c?modo para ella, y debajo de su cabeza le puso una toalla. Volvi? y era Fernando, tal como era, como fue y como lo quisimos. Ahora parece que no est?, pero est? en todos los recuerdos y también en todas partes.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/fernando-delgado-resplandor-canario-98340742)
En este ?ltimo rubro fue premiado con muchas distinciones (el premio Planeta entre ellos) y, en cuanto al periodismo, fue celebrado como columnista, potente, ir?nico, lleno de informaci?n y de inteligencia (https://www.epe.es/es/cultura/20240218/obituario-fernando-delgado-resplandor-canario-98339212), y también como lo que quiz? se le conoce mejor, sus trabajos como personalidad de la televisi?n, al frente de las emisiones de los fines de semana de la primera cadena de TVE.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
98335364
En este ?ltimo caso, incorpor? con enorme energ?a la presencia de los libros en el prime time, y esa era una novedad que pocos antes decidieron abordar a esas horas y con esa energ?a. Este ?ltimo episodio, su disponibilidad para dar curso a la cultura, literaria, de todo tipo, en un medio tan esquivo a introducir letras en el mundo sobreabundante de noticias que es la televisi?n, define la manera de ser de este periodista y escritor que acaba de abandonar este mundo dejando desolados a los innumerables amigos que le debemos no s?lo gratitud por su modo de ser sino porque a todos nos dio la esencia de su amistad: el respeto, la generosidad, el entendimiento.
Naci? en Santa Cruz de Tenerife, estudi? all?, en su tierra, muy pronto despunt? en la poes?a y en la palabra period?stica, a través de Radio Juventud de Canarias y luego en Radio Nacional de Espa?a, donde trabaj? para el servicio exterior y donde lleg? a ser, por dos veces, director del medio. Era un radiofonista total, que jam?s dejaba a un lado ninguno de los instrumentos del oficio de contar. Era did?ctico y atento, no se le escapaban los adjetivos de la vida ni los sustantivos propios del periodismo, que cuid? como si con ellos estuviera también narrando poes?a.
Ese esp?ritu cubri? también su modo de ser como el polemista que fue, en privado y en p?blico, pues era un conversador extraordinario y peripatético. No dejaba que un paseo fuera solo de andar por la calle o por los montes o por los medios de transporte: te agarraba el brazo, te hac?a parar donde fuera y te conduc?a a ser tertuliano (en el mejor sentido de la palabra) aunque estuviera lloviendo a chorros en el curso del paseo que se convert?a, con él, en el escenario de una conversaci?n.
Su presencia en los medios p?blicos tuvo su continuidad en su trabajo al frente de Tele Expo, en la Exposici?n Universal de Sevilla de 1992. Dotado de una gran capacidad de trabajo, y de imaginaci?n, convirti? todos esos empleos (la radio, la televisi?n, la creatividad) en rasgos de una personalidad generosa, volcada d?a y noche, de madrugada, al amanecer, siempre, en lo que pudiera ser interesante para su pa?s, también para su tierra, y para aquellos que lo necesitaran como consejero y como parte de una sociedad que él siempre quiso m?s justa, menos mezquina. Una sociedad que no se pareciera a la que él mismo padeci? de ni?o o de adolescente.
Su vida profesional conoci? enormes gratificaciones, porque disfrutaba con lo que inventara, y por eso tuvo siempre la puerta de su imaginaci?n abierta a la contribuci?n de los otros. Su trabajo al frente de 'A vivir que son dos d?as', de la Cadena Ser, conoci? varios hitos, entre ellos la incorporaci?n del personaje Manolito Gafotas a la hora de despedida de la emisi?n dominical de ese programa…
Elvira Lindo, que hab?a estrenado el personaje m?s popular de la radio espa?ola en los micr?fonos de RNE, tuvo ah? un escenario impar que llen? de alegr?a las ondas y que, adem?s, los llen? de alegr?a a los dos, dispuestos siempre a que el humor fuera una suerte de abrazo.
Esa conjunci?n Elvira/Fernando (Manolito lo llamaba 'Fernandito Delgadito') hizo historia de la radio y lo mostr? a él, que parec?a circunspecto en los telediarios, o en la radio que hab?a hecho hasta entonces (como aquel ser pulcro que aparec?a en 'Qué noche la de aquel d?a' de Los Beatles), la persona que era: abierto, disponible. “El mejor amigo que hemos tenido”, dec?a anoche uno de sus grandes amigos de toda la vida, el artista José Luis Toribio.
En la vida, en la calle, en su pueblo, en cualquier parte, aquel Fernando Delgado de la televisi?n y de la radio dej? huellas similares: la de un hombre solidario, amistoso, fuera de lo com?n en su manera de interpretar la vida, como un viaje en com?n, solidario. Aquella de Fernando y Elvira/Manolito fue una hermosa historia de amistad que ella subray? cuando, en 2013, present? con él un libro que también lo retrata, el que hizo sobre Lucas, un perro que representaba su manera de mirar la vida y de ocuparse de ella. Cuando se present? ese libro, alguien escribi?: “Lucas es un perro que habita, en medio del odio, de la indiferencia o del amor en una familia de la que recibe todos esos sentimientos. ?l cree que no es un perro, aspira a ser un ni?o, del mismo modo que el ni?o de la familia aspira a ser un perro. (…) Con hondura poética, pero también con una enorme eficacia narrativa, Fernando Delgado ha sido capaz de trasladar en ese cuento largo su manera de mirar a Lucas de modo que lo leemos viendo c?mo Lucas lo a mira a él”.
Lo conoc? a las puertas del Instituto donde los dos terminamos el Bachillerato. A él se le atragant? el griego, y siempre hicimos broma de ese momento. Luego fue de los mejores amigos que he tenido en mi vida, el mejor sin duda, desde el punto de vista de la solidaridad que a veces uno no sabe que merece, o que no merece en absoluto. Era un pariente, un hermano, alguien que hizo de la simpat?a, de la esperanza, un amor compartido, con una generosidad que era de hierro o de cristal o, simplemente, suya, venida de su manera de ser desde que era aquel adolescente que naci? a la poes?a en la radio y que hizo de la radio su poes?a, y de la amistad, de una amistad radical, emocionante, su emblema.
Escribi? muchos libros. Algunos nos los ley? (o nos los dijo) caminando por las calles de Santa Cruz o de La Gomera o de Madrid. Su marido, Pedro Garc?a Reyes, abogado, fue su amor, y nuestro amigo, de todos nosotros. Con él se fue Fernando a vivir a Faura, en Valencia, y all? se entra?? tanto que lleg? a ser diputado a Cortes por el lado socialista entre 2015 y 2019. Gan? el premio Ondas al tiempo que Planeta le daba su premio mayor por 'La mirada del otro'. Estos son algunos de los t?tulos que o nos recit? o nos dijo a los que ten?a m?s cerca: 'Exterminio en Lastenia', 'H?blame de ti', 'Autobiograf?a del hijo', 'Ciertas personas', 'Escrito por Luzbel', 'Isla sin mar', 'Todos al infierno', 'De la radio a las letras' y, naturalmente, 'Me llamo Lucas y no soy un perro'.
Era un fiel amigo de su madre, la madre que quiso, con la que vivi?, en Madrid, en Tenerife, a la que ador? como nunca he visto en mi vida adorar a alguien. Cuando muri? ella, muchos amigos lo fuimos a consolar. Est?bamos sentados, en torno a sus palabras, hasta que él se levant? de pronto y se acerc? adonde su madre estaba de cuerpo presente. En ese momento se hab?a dado cuenta de que deb?a buscar un reposo m?s c?modo para ella, y debajo de su cabeza le puso una toalla. Volvi? y era Fernando, tal como era, como fue y como lo quisimos. Ahora parece que no est?, pero est? en todos los recuerdos y también en todas partes.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/fernando-delgado-resplandor-canario-98340742)