الريــم
02-14-2024, 01:11 PM
Pocas veces a la v?ctima de un asesinato le afloran tantas aristas negativas tras su muerte. En el caso del can?nigo de la catedral de Valencia (https://www.sport.es/es/temas/valencia-1835597) asfixiado el pasado 22 de enero en el piso de la calle Avellanas de Valencia donde viv?a por cuenta del Arzobispado, presuntamente a manos de uno de esos hombres sin hogar y sin recursos a quienes llevaba a casa a cambio de sexo, es dif?cil encontrar testimonios que no afeen su forma de comportarse.
V?deo ID:
97253794
Muchos de los conflictos vecinales derivaban, precisamente, de esa afici?n por llevar a casa a j?venes en exclusi?n social, en no pocas ocasiones de ?mbitos delincuenciales, cuya presencia justificaba de las maneras m?s peregrinas. "Uno de esos chicos, al que tuvo viviendo con él bastante tiempo, dec?a que era su sobrino, pero era evidente que no lo era", afirma una vecina de la finca que ocupa el n?mero 18 de la calle Gobernador Viejo, a 300 metros escasos de la de Avellanas donde fue asesinado.
"Alteraba la convivencia"
Juan, que vive en ese edificio desde hace 52 a?os, no solo recuerda cada incidente, sino que goza de una memoria privilegiada para ubicarlos con fechas y nombres. "No solo es que metiera a esos j?venes vulnerables en casa, algo que yo recuerdo de toda su vida en esta finca, es que adem?s era mal vecino, alteraba la convivencia, faltaba a las personas y protestaba por cualquier gasto. Incluso lleg? a decirle al administrador, que llevaba las cuentas de la finca sin cobrar por ello siquiera, que nos estaba robando. As? se lo dijo delante de todos en una reuni?n: ‘?Usted nos est? robando!’. ?Y sabes por qué? Porque para evitar que hubiera descuadres de céntimos de peseta, redondeaba y a final de a?o igual cobraba 3 o 4 pesetas m?s a cada vecino. ?Por 3 pesetas!". No eran los a?os 40, sino los 90 y faltaba poco para el euro.
A juicio pese a ser la v?ctima
En 2010, denunci? y llev? a juicio a una de las hijas de Juan que en ese momento viv?a independizada en uno de los ?ticos de la finca. Ten?a una bicicleta que guardaba en la garita del portal destinada a porter?a, que se usaba de trastero a falta de conserje. Un d?a, esa bici desapareci?. La due?a colg? un cartel en el ascensor se?alando "a los amigos" del cura y le pidi? explicaciones a la cara. Pero él ni se avergonz? ni se amilan?. Fue a la comisar?a y la denunci?. El asunto lleg? a juicio, "pero no hubo sentencia porque el juez le afe? que hubiese denunciado y le sugiri? que a la pr?xima lo hiciese por algo m?s serio".
Su tendencia a la denuncia (https://www.sport.es/es/temas/denuncia-1865505) fue, afirman los vecinos, tan ‘in crescendo’ como "lo de traerse j?venes a casa. Faldas, nunca, ?eh? Hubo una época que abundaban los magreb?es; otras eran negros; no ten?a man?as... Eso s?, siempre chicos vulnerables, ?sabe?", recuerda Juan. Voluntades f?ciles de vencer.
También, que "armaban unas juergas importantes. A veces met?a a varios a la vez y la m?sica y el foll?n se escuchaban perfectamente", afirma Juan. Pese a ello "era capaz de re?ir a una vecina porque sus nietos re?an y hablaban alto a las seis de la tarde o porque cantaban en la ducha y se quejaba de que no le dejaban rezar".
"Le robaron las llaves en una de esas fiestas"
?Delitos? "Varias veces desaparecieron cosas. Apliques y cosas as?. Una vez nos hizo llaves del portal a todos. Fue en una de esas fiestas con varios chicos. Nos dijo: "Est?bamos piripis y me robaron las llaves". Ese hecho, al parecer, no lo denunci?, pero s? otros.
En total, al menos diez denuncias. Todas contra j?venes a los que, seg?n él, "acog?a" en su casa, aunque la realidad, conocida a través de testimonios de esos hombres y de vecinos, es que les daba dinero a cambio de encuentros sexuales. Cuando no, solo comida y techo. No todos accedieron a tener sexo. De hecho, alguno de estos ?ltimos acab? detenido por la Polic?a (https://www.sport.es/es/temas/policia-1835105) porque el cura, lejos de callar tras la trifulca, lo denunci?.
"Me ha llamado ‘pederasta’"
Es el caso de un toxic?mano con enfermedad mental (https://www.sport.es/es/temas/enfermedad-mental-1864449) que sobrevive en la calle. "Sali? gritando", ya en el piso de Avellanas, "que le hab?a tocado el culo y gritando que lo quer?a matar".Lo cuenta un vecino de la finca. Alfonso L?pez llam? a la Polic?a y acus? al chico de llamarle "pederasta" y de amenazarle con "sacarle las tripas". Era diciembre de 2021 y el esc?ndalo puso de nuevo en vilo al vecindario. La queja lleg? al Arzobispado, que se limit? a "apercibirle y decirle que no deb?a subir a esas personas necesitadas a casa". Afirma, la Iglesia, que de los encuentros sexuales no supo nunca nada. Parece inconcebible escuchando al vecindario.
Unos diez a?os antes, por ejemplo, una vecina de la finca de Gobernador Viejo "escribi? una carta de su pu?o y letra al Arzobispado contando lo que pasaba. Nunca nadie contest?. Ni mandaron a nadie a preguntar", rememora Juan. Tampoco fue nadie cuando uno de esos hombres se le muri? en la cama de un infarto. Fue en diciembre de 2013. "Al d?a siguiente vinieron dos polic?as de paisano, él no estaba y nunca m?s volvieron".
El atraco cerca de su casa
En el resto de las denuncias contra esos j?venes, el sacerdote (https://www.sport.es/es/temas/sacerdotes-1879928) les acusaba de "haberle robado". Casi siempre el m?vil. ?Casualidad? De alguno dijo que le hab?a destrozado la casa "porque se hab?a vuelto loco" de repente; de otros, que lo "ten?a acogido"; y de alguno m?s, que en "una pelea" le hab?a robado . Los escritos y las intervenciones han llegado a varios juzgados.
Uno de ellos incluso tramit? incluso una causa por robo con violencia. El can?nigo afirm? que "un joven rumano" –muchos de los denunciados son de esa nacionalidad, hacia los que parec?a tener una notable querencia en esa época, entre 2018 y 2019– le hab?a sustra?do el teléfono y 25 euros tras cogerlo por el cuello. Ocurri? muy cerca de su casa. Lo que no pudo determinar el juzgado, porque el presunto ladr?n nunca fue localizado, es si hubo alguna conversaci?n previa entre el sacerdote y el joven.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/canonigo-asesinado-valencia-acumulo-decena-denuncias-98157900)
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Muchos de los conflictos vecinales derivaban, precisamente, de esa afici?n por llevar a casa a j?venes en exclusi?n social, en no pocas ocasiones de ?mbitos delincuenciales, cuya presencia justificaba de las maneras m?s peregrinas. "Uno de esos chicos, al que tuvo viviendo con él bastante tiempo, dec?a que era su sobrino, pero era evidente que no lo era", afirma una vecina de la finca que ocupa el n?mero 18 de la calle Gobernador Viejo, a 300 metros escasos de la de Avellanas donde fue asesinado.
"Alteraba la convivencia"
Juan, que vive en ese edificio desde hace 52 a?os, no solo recuerda cada incidente, sino que goza de una memoria privilegiada para ubicarlos con fechas y nombres. "No solo es que metiera a esos j?venes vulnerables en casa, algo que yo recuerdo de toda su vida en esta finca, es que adem?s era mal vecino, alteraba la convivencia, faltaba a las personas y protestaba por cualquier gasto. Incluso lleg? a decirle al administrador, que llevaba las cuentas de la finca sin cobrar por ello siquiera, que nos estaba robando. As? se lo dijo delante de todos en una reuni?n: ‘?Usted nos est? robando!’. ?Y sabes por qué? Porque para evitar que hubiera descuadres de céntimos de peseta, redondeaba y a final de a?o igual cobraba 3 o 4 pesetas m?s a cada vecino. ?Por 3 pesetas!". No eran los a?os 40, sino los 90 y faltaba poco para el euro.
A juicio pese a ser la v?ctima
En 2010, denunci? y llev? a juicio a una de las hijas de Juan que en ese momento viv?a independizada en uno de los ?ticos de la finca. Ten?a una bicicleta que guardaba en la garita del portal destinada a porter?a, que se usaba de trastero a falta de conserje. Un d?a, esa bici desapareci?. La due?a colg? un cartel en el ascensor se?alando "a los amigos" del cura y le pidi? explicaciones a la cara. Pero él ni se avergonz? ni se amilan?. Fue a la comisar?a y la denunci?. El asunto lleg? a juicio, "pero no hubo sentencia porque el juez le afe? que hubiese denunciado y le sugiri? que a la pr?xima lo hiciese por algo m?s serio".
Su tendencia a la denuncia (https://www.sport.es/es/temas/denuncia-1865505) fue, afirman los vecinos, tan ‘in crescendo’ como "lo de traerse j?venes a casa. Faldas, nunca, ?eh? Hubo una época que abundaban los magreb?es; otras eran negros; no ten?a man?as... Eso s?, siempre chicos vulnerables, ?sabe?", recuerda Juan. Voluntades f?ciles de vencer.
También, que "armaban unas juergas importantes. A veces met?a a varios a la vez y la m?sica y el foll?n se escuchaban perfectamente", afirma Juan. Pese a ello "era capaz de re?ir a una vecina porque sus nietos re?an y hablaban alto a las seis de la tarde o porque cantaban en la ducha y se quejaba de que no le dejaban rezar".
"Le robaron las llaves en una de esas fiestas"
?Delitos? "Varias veces desaparecieron cosas. Apliques y cosas as?. Una vez nos hizo llaves del portal a todos. Fue en una de esas fiestas con varios chicos. Nos dijo: "Est?bamos piripis y me robaron las llaves". Ese hecho, al parecer, no lo denunci?, pero s? otros.
En total, al menos diez denuncias. Todas contra j?venes a los que, seg?n él, "acog?a" en su casa, aunque la realidad, conocida a través de testimonios de esos hombres y de vecinos, es que les daba dinero a cambio de encuentros sexuales. Cuando no, solo comida y techo. No todos accedieron a tener sexo. De hecho, alguno de estos ?ltimos acab? detenido por la Polic?a (https://www.sport.es/es/temas/policia-1835105) porque el cura, lejos de callar tras la trifulca, lo denunci?.
"Me ha llamado ‘pederasta’"
Es el caso de un toxic?mano con enfermedad mental (https://www.sport.es/es/temas/enfermedad-mental-1864449) que sobrevive en la calle. "Sali? gritando", ya en el piso de Avellanas, "que le hab?a tocado el culo y gritando que lo quer?a matar".Lo cuenta un vecino de la finca. Alfonso L?pez llam? a la Polic?a y acus? al chico de llamarle "pederasta" y de amenazarle con "sacarle las tripas". Era diciembre de 2021 y el esc?ndalo puso de nuevo en vilo al vecindario. La queja lleg? al Arzobispado, que se limit? a "apercibirle y decirle que no deb?a subir a esas personas necesitadas a casa". Afirma, la Iglesia, que de los encuentros sexuales no supo nunca nada. Parece inconcebible escuchando al vecindario.
Unos diez a?os antes, por ejemplo, una vecina de la finca de Gobernador Viejo "escribi? una carta de su pu?o y letra al Arzobispado contando lo que pasaba. Nunca nadie contest?. Ni mandaron a nadie a preguntar", rememora Juan. Tampoco fue nadie cuando uno de esos hombres se le muri? en la cama de un infarto. Fue en diciembre de 2013. "Al d?a siguiente vinieron dos polic?as de paisano, él no estaba y nunca m?s volvieron".
El atraco cerca de su casa
En el resto de las denuncias contra esos j?venes, el sacerdote (https://www.sport.es/es/temas/sacerdotes-1879928) les acusaba de "haberle robado". Casi siempre el m?vil. ?Casualidad? De alguno dijo que le hab?a destrozado la casa "porque se hab?a vuelto loco" de repente; de otros, que lo "ten?a acogido"; y de alguno m?s, que en "una pelea" le hab?a robado . Los escritos y las intervenciones han llegado a varios juzgados.
Uno de ellos incluso tramit? incluso una causa por robo con violencia. El can?nigo afirm? que "un joven rumano" –muchos de los denunciados son de esa nacionalidad, hacia los que parec?a tener una notable querencia en esa época, entre 2018 y 2019– le hab?a sustra?do el teléfono y 25 euros tras cogerlo por el cuello. Ocurri? muy cerca de su casa. Lo que no pudo determinar el juzgado, porque el presunto ladr?n nunca fue localizado, es si hubo alguna conversaci?n previa entre el sacerdote y el joven.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/canonigo-asesinado-valencia-acumulo-decena-denuncias-98157900)