الريــم
02-13-2024, 12:10 PM
Cada vez hay m?s mujeres con puestos de responsabilidad en las instituciones. Seg?n datos de ONU Mujeres, el porcentaje de mujeres en los parlamentos de todo el mundo ha pasado del 24,5 % en 2019 al 26,5 % en 2023.
Si miramos al equipo de gobierno espa?ol actual, vemos que hay muchos rostros femeninos. También ocurre lo mismo en los partidos de la oposici?n y en las instituciones europeas. Las mujeres pol?ticas también est?n presentes en redes sociales como X, Facebook y TikTok, al igual que ocurre con sus colegas masculinos.
Podr?amos entonces pensar que la lucha conjunta de las mujeres para superar barreras sociales y culturales va dando frutos en el ?mbito de la pol?tica, aunque todav?a estemos lejos de alcanzar la paridad de género. Es decir, atr?s quedar?an los estereotipos que ve?an a la mujer incapaz de ocupar un cargo de responsabilidad o que la situaban en el hogar, cuidando del marido y de los hijos.
Sin embargo, la realidad parece ser otra. Estudios recientes indican que el mundo de la pol?tica no es un camino de rosas para las mujeres. Todo lo contrario. Un ejemplo de esto son las numerosas agresiones verbales y comentarios machistas y humillantes que muchas mujeres pol?ticas reciben a diario en redes sociales. Este es el entorno en el que se desarrolla esta investigaci?n.
Desde que lleg? la web 2.0, los comportamientos agresivos en redes sociales han aumentado, sobre todo, en espacios donde se intercambian ideas pol?ticas. El anonimato nos lleva a desinhibirnos. Adem?s, nos movemos en comunidades cuyos integrantes suelen pensar igual que nosotros. Por tanto, nos contagiamos m?s f?cilmente de las emociones negativas de otros y otras participantes. Es decir, nos polarizamos.
Aunque tanto los hombres como las mujeres son objeto de agresiones, como muestra un estudio sobre la agresividad hacia Boris Johnson y Pedro S?nchez en X, estudios recientes dibujan un panorama ligeramente distinto. En primer lugar, las mujeres menores de 35 a?os tienen el doble de probabilidades de recibir agresiones en l?nea en comparaci?n con los hombres.
Cuanto m?s visibles, m?s atacadas
En segundo lugar, cuanto m?s visibilidad tiene la mujer en la esfera pol?tica, m?s intenso es el ataque hacia ella. Esto podr?a explicarse porque la pol?tica es un terreno propiamente masculino. Por eso, se puede percibir a las mujeres como fuera de lugar.
Teniendo esto en cuenta, un trabajo de investigaci?n que he llevado a cabo recogi? y analiz? una muestra aleatoria de 1.500 tuits dirigidos a las tres pol?ticas espa?olas con m?s seguidores/as en X (https://www.sport.es/es/temas/twitter-1834979): Isabel D?az Ayuso (presidenta de la Comunidad de Madrid), Yolanda D?az (ministra de Trabajo y Econom?a Social) e Irene Montero, ministra de Igualdad cuando se llev? a cabo este estudio.
El objetivo del trabajo, pendiente de publicaci?n, era identificar las estrategias lingü?sticas m?s frecuentes para agredir a las pol?ticas espa?olas. También, evaluar la tem?tica de las agresiones para esclarecer si los comentarios hostiles se alimentan de estereotipos de género, como se ha constatado en estudios previos.
Por agresi?n entendemos cualquier intento de da?ar o denigrar al otro, hiriendo sus sentimientos o autoestima. Adem?s, aplicando pruebas estad?sticas se determin? si los y las tuiteras usaban estrategias diferentes cuando se dirig?an a una u otra pol?tica. También determinamos si se activaban estereotipos de género distintos en cada caso.
Radiograf?a de la agresi?n a tres mujeres
Los resultados del estudio indican que, en general, los usuarios de X emplearon estrategias directas para expresar la agresi?n. Es decir, se denigra a las pol?ticas a través del insulto puro y duro. Pero también se las acusa de haber hecho algo, o de no haberlo hecho, se las asocia con aspectos negativos, se les dan ?rdenes o se les exigen determinados comportamientos.
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342
A veces se las increpa con palabras tab? o malsonantes, los llamados disfemismos (mierda, co?o, puta, etc.). En menor medida, reciben amenazas o avisos.
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Por otro lado, cuando la agresi?n es indirecta, se recurre a lo que llamamos en lingü?stica la implicatura, es decir, se insin?a algo sin decirlo directamente, de manera que el lector ha de leer entre l?neas. Esta estrategia es muy efectiva para comunicar estereotipos de género.
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Adem?s, se emplea el sarcasmo y la falsa cortes?a para expresar lo contrario de lo que estamos diciendo y crear humor. Usando emojis o risas se suaviza la intenci?n del hablante. Por eso, es m?s dif?cil acusarlo de ser agresivo o hiriente. En la mayor?a de los casos, se combinan varios tipos de estrategias. Esto hace que el comentario incremente la hostilidad.
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Pero este estudio también pone de manifiesto que los temas de los comentarios agresivos contienen estereotipos de género. La estad?stica distingue a Montero porque recibe comentarios agresivos y mis?ginos. Se le recuerda, por ejemplo, que su puesto en el ministerio es resultado de su relaci?n con Pablo Iglesias (https://www.sport.es/es/temas/pablo-iglesias-1837778). O bien se alude a facetas de su vida m?s ?ntima como forma de agresi?n.
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Es decir, se la ridiculiza por ser “la mujer de” y por estar subordinada a otras figuras masculinas dentro del gobierno de coalici?n. Esto cuestiona su empoderamiento como mujer.
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D?az, en un ministerio tradicionalmente masculino, recibe comentarios agresivos sobre su incapacidad para gestionarlo. La falta de preparaci?n para el cargo se asocia con su ideolog?a: la incompetencia le viene por ser comunista. Adem?s, D?az destaca por los comentarios sobre su apariencia f?sica, que son estad?sticamente significativos. También lo son el uso de diminutivos que con uso paternalista la infantilizan y menosprecian.
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Estos comentarios, al igual que ocurr?a con Montero, alejan el foco de la gesti?n pol?tica para ponerlo sobre la “persona”. As? se consigue incapacitarlas y denigrarlas, poniendo su labor como ministras en un plano secundario.
Por su parte, la estad?stica distingue a D?az Ayuso (https://www.sport.es/es/temas/isabel-diaz-ayuso-1837627) de las otras pol?ticas cuestionando su moralidad y su preocupaci?n por temas que tradicionalmente se han asociado con la mujer: educaci?n, sanidad, pobreza…. Ya dec?a la fil?sofa australiana Kate Manne que a las mujeres que ocupan puestos de hombres se las somete a un mayor escrutinio moral. A Ayuso se la agrede por su gesti?n de los hospitales y por su supuesta falta de empat?a con los desfavorecidos. También por supuestamente beneficiar a miembros de su familia con comisiones.
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A pesar de la especializaci?n de temas y estrategias lingü?sticas, seg?n la pol?tica analizada, el mensaje es contundente: las pol?ticas espa?olas no son lo suficientemente competentes y no posen los rasgos de personalidad apropiados para ser lideresas de éxito. Esto tiene graves consecuencias porque crea una percepci?n distorsionada en la sociedad sobre el papel de la mujer en la esfera pol?tica.
https://counter.theconversation.com/content/209149/count.gif?distributor=republish-lightbox-advanced
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/insulto-sarcasmo-ridiculizacion-agrede-politicas-espanola-red-98113493)
Si miramos al equipo de gobierno espa?ol actual, vemos que hay muchos rostros femeninos. También ocurre lo mismo en los partidos de la oposici?n y en las instituciones europeas. Las mujeres pol?ticas también est?n presentes en redes sociales como X, Facebook y TikTok, al igual que ocurre con sus colegas masculinos.
Podr?amos entonces pensar que la lucha conjunta de las mujeres para superar barreras sociales y culturales va dando frutos en el ?mbito de la pol?tica, aunque todav?a estemos lejos de alcanzar la paridad de género. Es decir, atr?s quedar?an los estereotipos que ve?an a la mujer incapaz de ocupar un cargo de responsabilidad o que la situaban en el hogar, cuidando del marido y de los hijos.
Sin embargo, la realidad parece ser otra. Estudios recientes indican que el mundo de la pol?tica no es un camino de rosas para las mujeres. Todo lo contrario. Un ejemplo de esto son las numerosas agresiones verbales y comentarios machistas y humillantes que muchas mujeres pol?ticas reciben a diario en redes sociales. Este es el entorno en el que se desarrolla esta investigaci?n.
Desde que lleg? la web 2.0, los comportamientos agresivos en redes sociales han aumentado, sobre todo, en espacios donde se intercambian ideas pol?ticas. El anonimato nos lleva a desinhibirnos. Adem?s, nos movemos en comunidades cuyos integrantes suelen pensar igual que nosotros. Por tanto, nos contagiamos m?s f?cilmente de las emociones negativas de otros y otras participantes. Es decir, nos polarizamos.
Aunque tanto los hombres como las mujeres son objeto de agresiones, como muestra un estudio sobre la agresividad hacia Boris Johnson y Pedro S?nchez en X, estudios recientes dibujan un panorama ligeramente distinto. En primer lugar, las mujeres menores de 35 a?os tienen el doble de probabilidades de recibir agresiones en l?nea en comparaci?n con los hombres.
Cuanto m?s visibles, m?s atacadas
En segundo lugar, cuanto m?s visibilidad tiene la mujer en la esfera pol?tica, m?s intenso es el ataque hacia ella. Esto podr?a explicarse porque la pol?tica es un terreno propiamente masculino. Por eso, se puede percibir a las mujeres como fuera de lugar.
Teniendo esto en cuenta, un trabajo de investigaci?n que he llevado a cabo recogi? y analiz? una muestra aleatoria de 1.500 tuits dirigidos a las tres pol?ticas espa?olas con m?s seguidores/as en X (https://www.sport.es/es/temas/twitter-1834979): Isabel D?az Ayuso (presidenta de la Comunidad de Madrid), Yolanda D?az (ministra de Trabajo y Econom?a Social) e Irene Montero, ministra de Igualdad cuando se llev? a cabo este estudio.
El objetivo del trabajo, pendiente de publicaci?n, era identificar las estrategias lingü?sticas m?s frecuentes para agredir a las pol?ticas espa?olas. También, evaluar la tem?tica de las agresiones para esclarecer si los comentarios hostiles se alimentan de estereotipos de género, como se ha constatado en estudios previos.
Por agresi?n entendemos cualquier intento de da?ar o denigrar al otro, hiriendo sus sentimientos o autoestima. Adem?s, aplicando pruebas estad?sticas se determin? si los y las tuiteras usaban estrategias diferentes cuando se dirig?an a una u otra pol?tica. También determinamos si se activaban estereotipos de género distintos en cada caso.
Radiograf?a de la agresi?n a tres mujeres
Los resultados del estudio indican que, en general, los usuarios de X emplearon estrategias directas para expresar la agresi?n. Es decir, se denigra a las pol?ticas a través del insulto puro y duro. Pero también se las acusa de haber hecho algo, o de no haberlo hecho, se las asocia con aspectos negativos, se les dan ?rdenes o se les exigen determinados comportamientos.
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A veces se las increpa con palabras tab? o malsonantes, los llamados disfemismos (mierda, co?o, puta, etc.). En menor medida, reciben amenazas o avisos.
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Por otro lado, cuando la agresi?n es indirecta, se recurre a lo que llamamos en lingü?stica la implicatura, es decir, se insin?a algo sin decirlo directamente, de manera que el lector ha de leer entre l?neas. Esta estrategia es muy efectiva para comunicar estereotipos de género.
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Adem?s, se emplea el sarcasmo y la falsa cortes?a para expresar lo contrario de lo que estamos diciendo y crear humor. Usando emojis o risas se suaviza la intenci?n del hablante. Por eso, es m?s dif?cil acusarlo de ser agresivo o hiriente. En la mayor?a de los casos, se combinan varios tipos de estrategias. Esto hace que el comentario incremente la hostilidad.
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Pero este estudio también pone de manifiesto que los temas de los comentarios agresivos contienen estereotipos de género. La estad?stica distingue a Montero porque recibe comentarios agresivos y mis?ginos. Se le recuerda, por ejemplo, que su puesto en el ministerio es resultado de su relaci?n con Pablo Iglesias (https://www.sport.es/es/temas/pablo-iglesias-1837778). O bien se alude a facetas de su vida m?s ?ntima como forma de agresi?n.
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Es decir, se la ridiculiza por ser “la mujer de” y por estar subordinada a otras figuras masculinas dentro del gobierno de coalici?n. Esto cuestiona su empoderamiento como mujer.
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D?az, en un ministerio tradicionalmente masculino, recibe comentarios agresivos sobre su incapacidad para gestionarlo. La falta de preparaci?n para el cargo se asocia con su ideolog?a: la incompetencia le viene por ser comunista. Adem?s, D?az destaca por los comentarios sobre su apariencia f?sica, que son estad?sticamente significativos. También lo son el uso de diminutivos que con uso paternalista la infantilizan y menosprecian.
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Estos comentarios, al igual que ocurr?a con Montero, alejan el foco de la gesti?n pol?tica para ponerlo sobre la “persona”. As? se consigue incapacitarlas y denigrarlas, poniendo su labor como ministras en un plano secundario.
Por su parte, la estad?stica distingue a D?az Ayuso (https://www.sport.es/es/temas/isabel-diaz-ayuso-1837627) de las otras pol?ticas cuestionando su moralidad y su preocupaci?n por temas que tradicionalmente se han asociado con la mujer: educaci?n, sanidad, pobreza…. Ya dec?a la fil?sofa australiana Kate Manne que a las mujeres que ocupan puestos de hombres se las somete a un mayor escrutinio moral. A Ayuso se la agrede por su gesti?n de los hospitales y por su supuesta falta de empat?a con los desfavorecidos. También por supuestamente beneficiar a miembros de su familia con comisiones.
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A pesar de la especializaci?n de temas y estrategias lingü?sticas, seg?n la pol?tica analizada, el mensaje es contundente: las pol?ticas espa?olas no son lo suficientemente competentes y no posen los rasgos de personalidad apropiados para ser lideresas de éxito. Esto tiene graves consecuencias porque crea una percepci?n distorsionada en la sociedad sobre el papel de la mujer en la esfera pol?tica.
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