الريــم
02-10-2024, 06:51 PM
Por el t?tulo puede parecer que nos encontramos ante una serie de terror, pero nada m?s lejos de la realidad. Porque The Curse (La Maldici?n en espa?ol) es una ?cida parodia de los reality shows, los influencers y criaturas similares nacidos en esta sociedad de las apariencias y la pretenciosidad forzada. Adem?s cuenta con el a?adido de que est? protagonizada por Emma Stone (https://www.sport.es/es/temas/emma-stone-1889320), que estos d?as triunfa en la gran pantalla con el estreno de Pobres Criaturas y por la que opta a los Oscar de este a?o. La primera parte de esta, supongo yo que ser?, ?nica temporada la tuvimos en enero en Skyshowtime y esta semana llegar?n el resto de los episodios que nos ofrecer?n el final de la historia.
En La Maldici?n, Stone interpreta a la conductora de un reality show embarcada junto a su marido (Nathan Fielder) en un programa para rehabilitar casas y edificios abandonados de un pueblo de Nuevo Méjico llamado La Espa?ola y que transforman en viviendas ecol?gicas con el mensaje de renovar y mejorar la comunidad para la que invierten. Todo orientado a vender esas casitas de ensue?o a personas pobres, con esos locales al lado de postureo para subir la foto del café a Instagram. Aunque desde el primer momento sospechamos que las intenciones de la noble pareja conductora del programa no es tan noble, ni tan filantr?pica como tratan de aparentar.
Felder es uno de los showrunners de esta serie, un peculiar creador televisivo al que siempre le ha gustado experimentar y jugar con los conceptos de realidad y ficci?n. As? que nos encontramos con un formato m?s cercano al del falso documental o a los de cualquier reality show. Estamos a una serie que se va cociendo a fuego lento y en la que no vamos a tener giros inesperados de gui?n. La m?sica y la banda sonora est? reducida al m?nimo, para dar esa sensaci?n de que estamos ante una historia real.
Todas las construcciones que venden los protagonistas tienen una fachada formada por espejos. A cada episodio, la escena que antecede a los créditos termina con la imagen deform?ndose como si estuviéramos ante uno de esos espejos de feria. La presencia de una c?mara de televisi?n tiene el mismo efecto distorsionante de estos espejos y ninguno de los protagonistas se comporta de la misma manera cuando sabe que le est?n grabando. No importa la realidad, sino lo que la c?mara muestra.
La pareja protagonista quiere un reality destinado a grabar lo buenas personas que son y lo bien que lo est?n haciendo todo. Claro que esto de tener una c?mara al d?a recogiendo todo acaba sacando precisamente aquello que quieres ocultar. Sobre todo porque la tercera pata de la serie es un productor de televisi?n (Benny Safdie) sin escr?pulos de esos que se aplican el lema de no dejar que la realidad les fastidie un buen titular y montar las cosas de la manera que sea para tener un click f?cil. En varias ocasiones vemos c?mo los protagonistas se enfrentan a las c?maras cuando ven que pueden esta captando alg?n momento ?ntimo o hacen cosas que nadie deber?a ver. Aunque juran y perjuran que las c?maras y los micros estaban apagados, sabemos todos que eso no es as?.
Ya en el primer cap?tulo, el marido saca su peor cara cuando se pone violento ante una periodista que empieza a preguntar cosas inc?modas a su mujer. Posteriormente tratar? de comprarla para que destruya esa cinta. Pero para rizar el rizo se graba dando un billete demasiado alto a una ni?a que est? pidiendo en la calle. Luego trata de recuperarlo cuando pretende que le dé el cambio. Es ese el momento en que la ni?a le suelta la maldici?n que da t?tulo a la serie. Los protagonistas no saben si realmente les ha echado el mal de ojo.
A medida que va avanzando la trama pronto iremos conociendo al personaje de Emma Stone y c?mo est? movido por aparentar que hace lo correcto siempre que la graban. Su sonrisa podr?a congelarte. Una de las escenas m?s reveladoras es cuando vive una de esos momentos en pareja t?picos de cualquier pel?cula rom?ntica saturada de az?car. A ella le parece tan genial que pretende repetir la situaci?n pero grab?ndolo todo con el m?vil. La diferencia entre un momento y otro es la artificiosidad. As? vamos basculando entre el esperpento y la vergüenza ajena.
The Curse no es plato para todo el mundo. Es rara, es extra?a. Pero si entras en el juego terminar? atrap?ndote.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/television/the-curse-cara-reality-98002960)
En La Maldici?n, Stone interpreta a la conductora de un reality show embarcada junto a su marido (Nathan Fielder) en un programa para rehabilitar casas y edificios abandonados de un pueblo de Nuevo Méjico llamado La Espa?ola y que transforman en viviendas ecol?gicas con el mensaje de renovar y mejorar la comunidad para la que invierten. Todo orientado a vender esas casitas de ensue?o a personas pobres, con esos locales al lado de postureo para subir la foto del café a Instagram. Aunque desde el primer momento sospechamos que las intenciones de la noble pareja conductora del programa no es tan noble, ni tan filantr?pica como tratan de aparentar.
Felder es uno de los showrunners de esta serie, un peculiar creador televisivo al que siempre le ha gustado experimentar y jugar con los conceptos de realidad y ficci?n. As? que nos encontramos con un formato m?s cercano al del falso documental o a los de cualquier reality show. Estamos a una serie que se va cociendo a fuego lento y en la que no vamos a tener giros inesperados de gui?n. La m?sica y la banda sonora est? reducida al m?nimo, para dar esa sensaci?n de que estamos ante una historia real.
Todas las construcciones que venden los protagonistas tienen una fachada formada por espejos. A cada episodio, la escena que antecede a los créditos termina con la imagen deform?ndose como si estuviéramos ante uno de esos espejos de feria. La presencia de una c?mara de televisi?n tiene el mismo efecto distorsionante de estos espejos y ninguno de los protagonistas se comporta de la misma manera cuando sabe que le est?n grabando. No importa la realidad, sino lo que la c?mara muestra.
La pareja protagonista quiere un reality destinado a grabar lo buenas personas que son y lo bien que lo est?n haciendo todo. Claro que esto de tener una c?mara al d?a recogiendo todo acaba sacando precisamente aquello que quieres ocultar. Sobre todo porque la tercera pata de la serie es un productor de televisi?n (Benny Safdie) sin escr?pulos de esos que se aplican el lema de no dejar que la realidad les fastidie un buen titular y montar las cosas de la manera que sea para tener un click f?cil. En varias ocasiones vemos c?mo los protagonistas se enfrentan a las c?maras cuando ven que pueden esta captando alg?n momento ?ntimo o hacen cosas que nadie deber?a ver. Aunque juran y perjuran que las c?maras y los micros estaban apagados, sabemos todos que eso no es as?.
Ya en el primer cap?tulo, el marido saca su peor cara cuando se pone violento ante una periodista que empieza a preguntar cosas inc?modas a su mujer. Posteriormente tratar? de comprarla para que destruya esa cinta. Pero para rizar el rizo se graba dando un billete demasiado alto a una ni?a que est? pidiendo en la calle. Luego trata de recuperarlo cuando pretende que le dé el cambio. Es ese el momento en que la ni?a le suelta la maldici?n que da t?tulo a la serie. Los protagonistas no saben si realmente les ha echado el mal de ojo.
A medida que va avanzando la trama pronto iremos conociendo al personaje de Emma Stone y c?mo est? movido por aparentar que hace lo correcto siempre que la graban. Su sonrisa podr?a congelarte. Una de las escenas m?s reveladoras es cuando vive una de esos momentos en pareja t?picos de cualquier pel?cula rom?ntica saturada de az?car. A ella le parece tan genial que pretende repetir la situaci?n pero grab?ndolo todo con el m?vil. La diferencia entre un momento y otro es la artificiosidad. As? vamos basculando entre el esperpento y la vergüenza ajena.
The Curse no es plato para todo el mundo. Es rara, es extra?a. Pero si entras en el juego terminar? atrap?ndote.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/television/the-curse-cara-reality-98002960)