الريــم
02-07-2024, 09:30 AM
Al poco de llegar a Seb?lcor (254 habitantes) y hablar con un par de vecinos, medio pueblo sabe ya que han llegado unos forasteros preguntando “por lo de los brujos (https://www.epe.es/es/reportajes/20240206/pueblo-brujos-segovia-siguen-practicando-conjuros-97771737)”. Una se?ora escrudri?a tras el visillo de la ventana. Otra responde un poco arisca que “de eso hace mucho ya, nadie lo practica ahora”. Todos saben, pero la mayor?a opta por callar. Al menos de primeras. “No saldr? mi nombre, ?no?”, pregunta preocupada una se?ora que admite que su padre practicaba rituales y que a ella misma le aplicaron un conjuro para quitar las almorranas cuando estaba embarazada. “Las sigo teniendo, pero desde entonces, no me duelen nada”.
En apariencia es Seb?lcor, situado en medio del bello parque natural de las Hoces del R?o Durat?n (https://www.turismocastillayleon.com/es/espaciosnaturales/parque-natural-hoces-rio-duraton), que algunos creen que divide a Espa?a en dos, otro pueblo castellano m?s, aunque bendecido por el turismo, lo que permite que sigan abiertos cuatro bares. Hay un colmado, una panader?a, varias casas rurales, un front?n en medio del pueblo y una pista de p?del a las afueras. Por all? est? David, operario municipal, podando unos pl?tanos. “En la zona nos conocen por los brujos. Se hac?an pociones para curar de forma natural, usando los medios de la naturaleza”, cuenta.
Tradici?n
“Hace muchos a?os eran muy comunes esos remedios, se transmit?an de padres a hijos... yo creo que se ha perdido un poco la tradici?n, pero alguien debe haber que los siga haciendo”, a?ade. Ya dentro del pueblo, Juan est? metiendo en casa desde el maletero del coche la le?a del lote que le ha tocado este a?o de los enormes pinares p?blicos que abrazan la localidad. “Las familias que los hac?an [los conjuros] eran conocidas en todos los alrededores. Se curaban las hemorroides, se quitaba el mal de ojo...”, enumera.
La tradici?n de los curanderos se remonta siglos atr?s en esta villa fundada en el siglo XIII cuyo origen etimol?gico algunos atribuyen a la palabra latina “sepulcrum”, aunque las primeras poblaciones en la zona se remontar?an al Neol?tico, como atestiguan las numerosas pinturas rupestres en las cuevas de las Hoces, a apenas cuatro kil?metros de aqu?. Es cerca del mediod?a del viernes y los bares no se han desperezado todav?a en la v?spera de su momento ?lgido, el fin de semana, cuando numerosos turistas visitan la meseta segoviana en busca de los impresionantes y abruptos cortados del Durat?n.
Apenas se ve gente por la calle. En el Ayuntamiento, un bonito edificio antiguo reformado, la secretaria atiende los queaceres diarios. Como en tantos otros lugares de Castilla, el Consistorio sirve para todo: oficina municipal, juzgado, biblioteca, consultorio médico. ”El médico ha estado esta ma?ana, pero se ha marchado ya”, explica una vecina. En la tienda, ya se sabe que hemos venido. “Andan por ah? preguntando”, se escucha desde el interior a una paisana.
"Espantabrujas"
Muy cerca, al lado de la carretera principal que viene de Cantalejo y cruza el pueblo, SG-V-2323, est? la iglesia de Santa Mar?a Magdalena, un edificio de una sola nave y una espada?a extramente vencida a un lado que tuvo que ser apuntalada para que no se cayera. Enfrente hay una casa con un llamativo dintel hecho en piedra con la llamada rosa hexapétala, un s?mbolo de la Edad del Bronce que ahuyenta el mal y que ya nos da cuenta del marcado car?cter espiritual de la localidad. Se trata de una rosa tallada sobrerrelieve y al otro lado otra bajorrelieve.
“Aqu? lo llaman 'espantabrujas'. Es un s?mbolo de la luz, que existe en toda Europa, asociado a Venus, el lucero del Alba, para que nos protega”, cuenta David, vecino del pueblo, que asegura que el dibujo se repite en varios dinteles de Seb?lcor y que se llegaba incluso a tallar en los yugos para arar. En algunas casas de la localidad, explica, se elabor? antes de 1800. “Todo se cree que tiene que ver con el origen de Seb?lcor, que proviene de sepulcro; todo esto habr?a sido un cementerio visigodo”, lanza Olegario, que regenta uno de los bares-restaurantes del pueblo, Olegario's Tabern, y que acaba de llegar de ir a ver a las vacas que tiene pastando a las afueras.
Es uno de los pocos que se aviene a hablar sobre el tema. “Son tradiciones muy arraigadas. Se llevan muy en secreto, por respeto a los mayores”, estima este hombre corpulento, de tez morena curtida en el campo y voz arguadentosa del tabaco mientras abre la verja del bar y comienza a abrir el correo. “Mira, otro impuesto”, suelta resignado. A llamada de El Peri?dico de Espa?a, del grupo Prensa Ibérica, acuden Tasin, un veterano concejal del Ayuntamiento, y Alberto, también jubilado y cuyo padre realizaba conjuros. “Seg?n El Adelantado de Segovia, curaba el mal de ojo; hac?a cosas alucinantes, no me he quedado con ello, es que daban mucho yuyu muchas cosas de las que v?”, rememora Alberto, uno de cuyos allegados s? ha heredado algunas de estas sabidur?as populares donde se entremezclan ünguentos hechos de plantas, conjuros con frases que pasan de generaci?n a generaci?n, y superstici?n.
Curanderos
“En toda Segovia ha habido curanderos de siempre”, explican en la conversaci?n en el amplio local, en el que hay una enorme barra, un futbol?n y un espacioso comedor. Se habla de los conjuros y de los rituales, sin entrar en mucho detalle y se evita dar nombres. “Perdona por la reticencia, pero es algo tan arraigado...”, se excusa de nuevo Olegario, sobre todo porque hace unos a?os tuvieron una mala experiencia. Un peri?dico regional public? sobre las habilidades de los lugare?os, y les lleg? bastante gente. “Aqu? ha venido gente de Madrid y muchos sitios, gente de bien, muy agradecida”. Muchos quer?an curar lo que les ocurriera, otros quer?an saber: “Ensé?ame”. Pero uno de los visitantes no les mol? un pelo: “Quer?a que le ense??ramos a hacer mal de ojo; eso nunca, todo lo que se hace aqu? es blanco. Esto no son cosas tangibles. ?Y si te vuelve [el conjuro]?”.
Plantas medicinales
Curar los clavos, que son unas callosidades de capas duras y gruesas de piel, las almorranas, las mataduras [llagas] de los animales, aliviar el empacho de los ni?os o el dolor de muelas, o quitar el mal de ojo, para lo que se usa un aparato llamado "criba", eran algunas de las ‘curaciones’ que se hac?an y que se siguen haciendo en el municipio, en cuyas entradas hay carteles avisando de que uno aventura al interior del "pueblo de los brujos", algo que no gusta a todo el mundo porque frivoliza un poco el asunto.
En los rituales o en los conjuros se usan alimentos, como ajos, alubias, garbanzos o bayas, y para los brebajes muchas plantas medicinales, que brotan como setas en esta privilegiada zona natural con hasta cuatro ecosistemas distintos. “Las que huelen mal son abortivas, como ruda o tejo, pero las medicinales son todas arom?ticas, la gente lo sab?a y hac?a su uso para medicinas”, explica Alberto, que insiste en que la clave de lo especial de esta zona es el refugio natural del r?o, que ha “sido polo de atracci?n de los seres humanos” durante milenios porque hab?a agua, alimento y caza a pasto.
El tomillo y la salvia “van bien para el est?mago”, como el té de roca, y la “sanguinaria se usaba para adelgazar”. “Yo de ni?o me ca? dentro de una cazuela de fideos hirviendo y me quemé la cara; con la piel de serpiente no se me qued? ni una marca”, cuenta Adolfo, hermano de Olegario, que se suma a la conversaci?n. Pero no toda la magia de Seb?lcor se limita al poder curativo de los remedios elaborados con plantas. “No se puede saber, pero t? ves eso, el ritual, las frases, y te cagas”, cuenta Olegario sobre el conjuro del mal de ojo, que se sigue haciendo y se sol?a llevar a cabo cuando alg?n extra?o mal aquejaba a alg?n ni?o o mayor: “Era para ver si estabas cogido, como se suele decir”. O sobre las frases y rezos paganos que se usan en algunas de estas curaciones.
Tradici?n oral
No ha quedado nada por escrito, al menos p?blicamente. “Todo se ha transmitido de forma oral. Ha sido siempre secreto. Lo conoc?an en los pueblos de alrededor pero no se hablaba mucho. Hab?a un vecino en esta calle, por ejemplo, que curaba a los animales. Los curaba incluso sin verlos”, cuenta Tasin, el concejal. Se dice que lleg? una vez un ganadero de la comarca porque ten?a al ganado malo, y este le respondi?: “Quita todos los crucifijos que tienes debajo de las camas”. El otro le mir? sorprendido: “?y t? como sabes eso?”. Lo hizo y se curaron los animales, recuerdan. “Era la forma de hacer da?o a alguien con el mal de ojo, ir al pesebre, a la ganader?a, a lo que daba el dinero”, explica Olegario, que sigue aplicando un método para curar las almorranas, con ra?ces de una flor que crece por la zona y que se meten en un trapo de algod?n y se dejan secar pegadas al cuerpo de la persona afectada. "A los 15 d?as se han quitado".
Los médicos que han pasado por el pueblo sab?an de algunas de las pr?cticas y no les hac?a mucha gracia. “A m? don Nicolas me dec?a que nunca tomara nada, ni bebiera nada”, se?ala otra vecina del pueblo. “A los curas no se les comentaba, ni se met?an tampoco, se comentaba todo bajo cuerda”, a?aden los lugare?os, que afirman que nunca se ha cobrado por los servicios, “si acaso la voluntad, porque es verdad que la salud no tiene precio”.
“Estamos muy orgullosos, y esto no se ha explotado tur?sticamente por respeto a mucha gente, no nos interesa”, prosigue Olegario sobre por qué guardan con celo los rituales ancestrales de este lugar que ellos mismos consideran especial, ?nico, m?gico, con numerosas cavidades naturales formadas en los cortados de las Hoces a un pu?ado de kil?metros de aqu? y todav?a con secretos que desvelar. “Desde el Neol?tico ha habido multitud de manifestaciones culturales. Es donde m?s pinturas rupestres hay de toda Espa?a y muchas tienen dibujado un cham?n”, asevera Alberto, que considera extra?o que haya un arcos de herradura, “de reminiscencias bizantinas”, en una de esas cuevas, la de Los siete Altares. “Yo creo que aqu? o en esta zona debe estar enterrado alg?n familiar de don Rodrigo”, expresa.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/pueblo-brujos-segovia-siguen-practicando-97851460)
En apariencia es Seb?lcor, situado en medio del bello parque natural de las Hoces del R?o Durat?n (https://www.turismocastillayleon.com/es/espaciosnaturales/parque-natural-hoces-rio-duraton), que algunos creen que divide a Espa?a en dos, otro pueblo castellano m?s, aunque bendecido por el turismo, lo que permite que sigan abiertos cuatro bares. Hay un colmado, una panader?a, varias casas rurales, un front?n en medio del pueblo y una pista de p?del a las afueras. Por all? est? David, operario municipal, podando unos pl?tanos. “En la zona nos conocen por los brujos. Se hac?an pociones para curar de forma natural, usando los medios de la naturaleza”, cuenta.
Tradici?n
“Hace muchos a?os eran muy comunes esos remedios, se transmit?an de padres a hijos... yo creo que se ha perdido un poco la tradici?n, pero alguien debe haber que los siga haciendo”, a?ade. Ya dentro del pueblo, Juan est? metiendo en casa desde el maletero del coche la le?a del lote que le ha tocado este a?o de los enormes pinares p?blicos que abrazan la localidad. “Las familias que los hac?an [los conjuros] eran conocidas en todos los alrededores. Se curaban las hemorroides, se quitaba el mal de ojo...”, enumera.
La tradici?n de los curanderos se remonta siglos atr?s en esta villa fundada en el siglo XIII cuyo origen etimol?gico algunos atribuyen a la palabra latina “sepulcrum”, aunque las primeras poblaciones en la zona se remontar?an al Neol?tico, como atestiguan las numerosas pinturas rupestres en las cuevas de las Hoces, a apenas cuatro kil?metros de aqu?. Es cerca del mediod?a del viernes y los bares no se han desperezado todav?a en la v?spera de su momento ?lgido, el fin de semana, cuando numerosos turistas visitan la meseta segoviana en busca de los impresionantes y abruptos cortados del Durat?n.
Apenas se ve gente por la calle. En el Ayuntamiento, un bonito edificio antiguo reformado, la secretaria atiende los queaceres diarios. Como en tantos otros lugares de Castilla, el Consistorio sirve para todo: oficina municipal, juzgado, biblioteca, consultorio médico. ”El médico ha estado esta ma?ana, pero se ha marchado ya”, explica una vecina. En la tienda, ya se sabe que hemos venido. “Andan por ah? preguntando”, se escucha desde el interior a una paisana.
"Espantabrujas"
Muy cerca, al lado de la carretera principal que viene de Cantalejo y cruza el pueblo, SG-V-2323, est? la iglesia de Santa Mar?a Magdalena, un edificio de una sola nave y una espada?a extramente vencida a un lado que tuvo que ser apuntalada para que no se cayera. Enfrente hay una casa con un llamativo dintel hecho en piedra con la llamada rosa hexapétala, un s?mbolo de la Edad del Bronce que ahuyenta el mal y que ya nos da cuenta del marcado car?cter espiritual de la localidad. Se trata de una rosa tallada sobrerrelieve y al otro lado otra bajorrelieve.
“Aqu? lo llaman 'espantabrujas'. Es un s?mbolo de la luz, que existe en toda Europa, asociado a Venus, el lucero del Alba, para que nos protega”, cuenta David, vecino del pueblo, que asegura que el dibujo se repite en varios dinteles de Seb?lcor y que se llegaba incluso a tallar en los yugos para arar. En algunas casas de la localidad, explica, se elabor? antes de 1800. “Todo se cree que tiene que ver con el origen de Seb?lcor, que proviene de sepulcro; todo esto habr?a sido un cementerio visigodo”, lanza Olegario, que regenta uno de los bares-restaurantes del pueblo, Olegario's Tabern, y que acaba de llegar de ir a ver a las vacas que tiene pastando a las afueras.
Es uno de los pocos que se aviene a hablar sobre el tema. “Son tradiciones muy arraigadas. Se llevan muy en secreto, por respeto a los mayores”, estima este hombre corpulento, de tez morena curtida en el campo y voz arguadentosa del tabaco mientras abre la verja del bar y comienza a abrir el correo. “Mira, otro impuesto”, suelta resignado. A llamada de El Peri?dico de Espa?a, del grupo Prensa Ibérica, acuden Tasin, un veterano concejal del Ayuntamiento, y Alberto, también jubilado y cuyo padre realizaba conjuros. “Seg?n El Adelantado de Segovia, curaba el mal de ojo; hac?a cosas alucinantes, no me he quedado con ello, es que daban mucho yuyu muchas cosas de las que v?”, rememora Alberto, uno de cuyos allegados s? ha heredado algunas de estas sabidur?as populares donde se entremezclan ünguentos hechos de plantas, conjuros con frases que pasan de generaci?n a generaci?n, y superstici?n.
Curanderos
“En toda Segovia ha habido curanderos de siempre”, explican en la conversaci?n en el amplio local, en el que hay una enorme barra, un futbol?n y un espacioso comedor. Se habla de los conjuros y de los rituales, sin entrar en mucho detalle y se evita dar nombres. “Perdona por la reticencia, pero es algo tan arraigado...”, se excusa de nuevo Olegario, sobre todo porque hace unos a?os tuvieron una mala experiencia. Un peri?dico regional public? sobre las habilidades de los lugare?os, y les lleg? bastante gente. “Aqu? ha venido gente de Madrid y muchos sitios, gente de bien, muy agradecida”. Muchos quer?an curar lo que les ocurriera, otros quer?an saber: “Ensé?ame”. Pero uno de los visitantes no les mol? un pelo: “Quer?a que le ense??ramos a hacer mal de ojo; eso nunca, todo lo que se hace aqu? es blanco. Esto no son cosas tangibles. ?Y si te vuelve [el conjuro]?”.
Plantas medicinales
Curar los clavos, que son unas callosidades de capas duras y gruesas de piel, las almorranas, las mataduras [llagas] de los animales, aliviar el empacho de los ni?os o el dolor de muelas, o quitar el mal de ojo, para lo que se usa un aparato llamado "criba", eran algunas de las ‘curaciones’ que se hac?an y que se siguen haciendo en el municipio, en cuyas entradas hay carteles avisando de que uno aventura al interior del "pueblo de los brujos", algo que no gusta a todo el mundo porque frivoliza un poco el asunto.
En los rituales o en los conjuros se usan alimentos, como ajos, alubias, garbanzos o bayas, y para los brebajes muchas plantas medicinales, que brotan como setas en esta privilegiada zona natural con hasta cuatro ecosistemas distintos. “Las que huelen mal son abortivas, como ruda o tejo, pero las medicinales son todas arom?ticas, la gente lo sab?a y hac?a su uso para medicinas”, explica Alberto, que insiste en que la clave de lo especial de esta zona es el refugio natural del r?o, que ha “sido polo de atracci?n de los seres humanos” durante milenios porque hab?a agua, alimento y caza a pasto.
El tomillo y la salvia “van bien para el est?mago”, como el té de roca, y la “sanguinaria se usaba para adelgazar”. “Yo de ni?o me ca? dentro de una cazuela de fideos hirviendo y me quemé la cara; con la piel de serpiente no se me qued? ni una marca”, cuenta Adolfo, hermano de Olegario, que se suma a la conversaci?n. Pero no toda la magia de Seb?lcor se limita al poder curativo de los remedios elaborados con plantas. “No se puede saber, pero t? ves eso, el ritual, las frases, y te cagas”, cuenta Olegario sobre el conjuro del mal de ojo, que se sigue haciendo y se sol?a llevar a cabo cuando alg?n extra?o mal aquejaba a alg?n ni?o o mayor: “Era para ver si estabas cogido, como se suele decir”. O sobre las frases y rezos paganos que se usan en algunas de estas curaciones.
Tradici?n oral
No ha quedado nada por escrito, al menos p?blicamente. “Todo se ha transmitido de forma oral. Ha sido siempre secreto. Lo conoc?an en los pueblos de alrededor pero no se hablaba mucho. Hab?a un vecino en esta calle, por ejemplo, que curaba a los animales. Los curaba incluso sin verlos”, cuenta Tasin, el concejal. Se dice que lleg? una vez un ganadero de la comarca porque ten?a al ganado malo, y este le respondi?: “Quita todos los crucifijos que tienes debajo de las camas”. El otro le mir? sorprendido: “?y t? como sabes eso?”. Lo hizo y se curaron los animales, recuerdan. “Era la forma de hacer da?o a alguien con el mal de ojo, ir al pesebre, a la ganader?a, a lo que daba el dinero”, explica Olegario, que sigue aplicando un método para curar las almorranas, con ra?ces de una flor que crece por la zona y que se meten en un trapo de algod?n y se dejan secar pegadas al cuerpo de la persona afectada. "A los 15 d?as se han quitado".
Los médicos que han pasado por el pueblo sab?an de algunas de las pr?cticas y no les hac?a mucha gracia. “A m? don Nicolas me dec?a que nunca tomara nada, ni bebiera nada”, se?ala otra vecina del pueblo. “A los curas no se les comentaba, ni se met?an tampoco, se comentaba todo bajo cuerda”, a?aden los lugare?os, que afirman que nunca se ha cobrado por los servicios, “si acaso la voluntad, porque es verdad que la salud no tiene precio”.
“Estamos muy orgullosos, y esto no se ha explotado tur?sticamente por respeto a mucha gente, no nos interesa”, prosigue Olegario sobre por qué guardan con celo los rituales ancestrales de este lugar que ellos mismos consideran especial, ?nico, m?gico, con numerosas cavidades naturales formadas en los cortados de las Hoces a un pu?ado de kil?metros de aqu? y todav?a con secretos que desvelar. “Desde el Neol?tico ha habido multitud de manifestaciones culturales. Es donde m?s pinturas rupestres hay de toda Espa?a y muchas tienen dibujado un cham?n”, asevera Alberto, que considera extra?o que haya un arcos de herradura, “de reminiscencias bizantinas”, en una de esas cuevas, la de Los siete Altares. “Yo creo que aqu? o en esta zona debe estar enterrado alg?n familiar de don Rodrigo”, expresa.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/pueblo-brujos-segovia-siguen-practicando-97851460)