الريــم
02-05-2024, 05:26 PM
En 1945, en un mundo que a?n estaba estrenando la paz tras la pesadilla de la II Guerra Mundial y que segu?a conmocionado por la destrucci?n masiva de las dos bombas at?micas lanzadas contra Hiroshima y Nagasaki, George Orwell public? un art?culo en el diario Tribune titulado You and the Atomic Bomb. En él, el futuro autor de 1984, escribi?: “Un arma compleja hace al fuerte a?n m?s fuerte, mientras que un (https://www.epe.es/es/cultura/20240205/historia-coche-bomba-fuerza-aerea-pobres-96749461)arma simple —puesto que su simplicidad hace m?s dif?cil detectarla y neutralizarla— dota de zarpas al débil (https://www.epe.es/es/cultura/20240205/historia-coche-bomba-fuerza-aerea-pobres-96749461)”.
Esa frase es la elegida por Mike Davis para arrancar El coche de Buda: Una breve historia del coche bomba, un libro muy peculiar que repasa la genealog?a de los coches bomba desde la primera acci?n con uno de ellos en 1920, en forma de coche de caballos bomba, hasta encarnaciones mucho m?s recientes en conflictos m?s cercanos en el tiempo y en el espacio.
El volumen, que acaba de ser reeditado por Verso Libros, funciona también como un homenaje al autor estadounidense que falleci? en 2022. Mike Davis no fue un soci?logo al uso, seg?n contaba José Mansilla, antrop?logo y profesor de la UAB, en el obituario que le dedic? en El Salto, sino que antes de dedicarse a la academia trabaj? como obrero metal?rgico y como conductor de camiones y autobuses. “Su retorno a los estudios”, explica el experto, “estuvo influenciado, entre otras cuestiones, por la necesidad de construir pensamiento pol?tico cr?tico y alejar a militantes, activistas y sindicalistas de aquellas respuestas r?pidas y contundentes, muchas veces violentas, que tantas veces surg?an autom?ticamente durante los conflictos sociales que presenci?”. Libros como Ciudad de Cuarzo: Arqueolog?a del Futuro en Los ?ngeles, Planeta de Ciudades Miseria o este mismo del que nos ocupamos, ser?an ejemplos.
En El coche de Buda: Una breve historia del coche bomba, Davis explora los or?genes de este tipo de arma, su expansi?n y también el papel jugado por las agencias estatales de inteligencia (especialmente las de Estados Unidos, Israel, India y Pakist?n) en la globalizaci?n de las técnicas de terrorismo urbano y en c?mo su impacto ha producido un cambio de estrategia en la defensa de los centros de poder alrededor del mundo que, en muchos casos, se muestran igualmente vulnerables a su acci?n.
C?mo empez? todo
A pesar del equ?voco que pudiera traer este t?tulo, nada tuvo que ver el creador del budismo con todo esto. El primer ataque con coche bomba de la historia, aunque quiz? estuvo inspirado en el carromato bomba que estuvo a punto de acabar con Napole?n en la Rue de Saint Nicaise de Par?s en 1800, se produjo, seg?n Davis, en septiembre de 1920, unos pocos meses después del arresto de los anarquistas Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti. Su camarada Mario Buda, de ah? el t?tulo, en protesta contra esa detenci?n, estacion? un coche de caballos cargado de explosivos (probablemente gelignita robada de las obras de construcci?n de un t?nel), en la esquina de Wall Street y Broad Street, en el centro de Nueva York, frente a las oficinas de J.P. Morgan, justo cuando se estaba celebrando una importante reuni?n en la planta baja. El objetivo era atentar contra el banquero estadounidense y el resto de financieros que se supon?a que estaban con él, que los anarquistas consideraban los responsables ?ltimos de la detenci?n de sus compa?eros.
Image ID:
97779551
Atentado contra el banco JP Morgan en Wall Street, Nueva York, en 1920.
ARCHIVO
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1200
952
La explosi?n, que se produjo a las doce en punto del mediod?a, sembr? el caos en la zona, matando a 40 personas e hiriendo a 200 m?s debido a la metralla. La zona se convirti? en el escenario de un campo de batalla como los todav?a humeantes de la I Guerra Mundial. La conmoci?n fue tal que la bolsa de Nueva York detuvo su actividad por primera vez en su historia. Y aunque Morgan evit? la muerte, dado que se encontraba cazando en su finca de Escocia, su hijo, Junius, y el presidente del banco Equitable Trust, Alvin Krech, fueron dos de los heridos.
Tras los hechos, la polic?a estadounidense culp? a varios sindicalistas de los que se quer?a librar, mientras que Buda consigui? huir a Italia sin levantar sospechas y librarse de la c?rcel (con el tiempo acabar?a colaborando con el régimen de Mussolini). No obstante, hab?a establecido un importante precedente y cumplido el sue?o de muchos anarquistas: un inmigrante pobre, con unos kilos de explosivos, unos trozos de metal y un desvencijado coche de caballos hab?a conseguido poner de rodillas al todopoderoso capitalismo estadounidense.
1947, fecha clave
Seg?n cuenta Davis en su libro, el coche bomba de Buda constituy? el prototipo de lo que ser?an todos los que vinieron después: un veh?culo que no levanta ninguna sospecha, que puede transportar grandes cantidades de explosivos y que se puede ubicar muy cerca de su objetivo.
A esta primera acci?n le siguieron muchas otras durante las siguientes décadas, casi todas defectuosas o fallidas. No fue hasta 1947 cuando el coche bomba se estableci? como un arma de guerra de pleno derecho. Fueron los integrantes de la guerrilla sionista de extrema derecha Stern quienes comenzaron a utilizarlo sistem?ticamente. Su primer ataque consisti? en conducir un cami?n hasta los topes de explosivos en el interior de la comisar?a de la polic?a brit?nica en Haifa, que entonces formaba parte de Palestina, acabando con la vida de 4 personas e hiriendo a m?s de 140.
Desde entonces, los coches bomba se utilizaron en muchos lugares, desde Saig?n a Or?n, pasando por Palermo o Irlanda del norte, siendo protagonistas all? del tristemente célebre Bloody Sunday de 1972 al que U2 le dedicaron una canci?n. En 1985, ETA (https://www.sport.es/es/temas/eta-1844740)hizo estallar también su primer coche bomba en Madrid.
El atractivo de estos artefactos para los grupos armados estaba determinado por su efectividad y su bajo coste. Gracias a esta ingeniosa arma, elevaron su capacidad letal a un nivel desconocido hasta entonces. En muchos lugares del mundo, los coches bomba o cualquier otro veh?culo cargado de explosivos, desde bicicletas a camiones, consiguieron incluso poner en jaque el potencial defensivo de armas mucho m?s potentes y costosas. Davis recuerda c?mo la Sexta Flota Estadounidense tuvo que retirarse del L?bano en 1983 debido a los ataques recibidos en sus cuarteles de Beirut con camiones bomba (https://www.sport.es/es/temas/bomba-1836279).
Es por esto que el autor califica a los coches bomba como la “fuerza aérea de los pobres” y da varias razones para justificar este nombre. En primer lugar, seg?n el autor, los veh?culos bomba son armas sigilosas que resultan tremendamente destructivas y sorpresivas. Pone el ejemplo de que una furgoneta puede transportar el explosivo equivalente a un bombardero B-24 a las mismas puertas de un objetivo de primer nivel.
Image ID:
97779607
En el centro, oscuro, el coche en el que viajaba José Mar?a Aznar cuando sufri? el atentado de ETA que hizo estallar un coche bomba a su paso en 1995 en Madrid.
EFE
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1200
819
En segundo lugar, son una excelente arma propagand?stica, “manifiestos escritos con la sangre de los otros”, seg?n afirma Davis, citando al fil?sofo Régis Debray. A diferencia de una pintada o un asesinato individual, es muy dif?cil esconder o negar el impacto de un coche bomba en el centro de una ciudad.
Tercero, los coches bomba son muy baratos y explica el caso de c?mo Ranzi Yousef, cerebro del atentado a las Torres Gemelas de 1993, presum?a de que caus? da?os por m?s de 1.000 millones de d?lares con un gasto de 3.615 d?lares en media tonelada de urea (con la que cre? el explosivo) y 59 d?lares diarios por el alquiler de una furgoneta. En contraposici?n, un misil de crucero de los que se lanzan en Oriente Medio cuesta alrededor de un mill?n de d?lares.
Cuarto, planificar un ataque con coche bomba es bastante f?cil. La red est? llena de manuales para fabricar explosivos con sustancias que pueden conseguirse de forma sencilla.
Quinto, los coches bomba tienen un efecto letal indiscriminado, ya que los da?os colaterales son pr?cticamente inevitables, por lo que son perfectos para sembrar el p?nico en la poblaci?n. Un objetivo capital entre los grupos terroristas. En este caso, Davis se?ala que estos efectos colaterales también pueden contribuir a que la poblaci?n civil que los apoya acabe d?ndoles la espalda.
Sexto, resultan tremendamente an?nimos y dejan pocos indicios que puedan rastrearse, ya que suelen resultar destruidos en la acci?n.
Finalmente, los coches bomba ofrecen una plataforma sociopol?tica para la promoci?n de peque?os grupos sin representaci?n pol?tica ni electoral (aunque en ocasiones s? que la tienen), que de otra forma nunca habr?an salido del anonimato.
Un arma que parece imposible de parar
Los expertos del Pent?gono, cuenta Davis, hablan de un tipo de guerra de “cuarta generaci?n” que estar?a protagonizada por una letal trinidad: el coche bomba, el teléfono m?vil e internet.
Image ID:
97779722
'Una breve historia del coche bomba'.
/ VERSO LIBROS
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1200
1859
Seg?n Davis, estos tres elementos han producido una revoluci?n sin precedentes en la capacidad de matar de peque?os comandos y redes. Esto ha permitido la creaci?n de grupos de terrorismo global en red que no necesitan de ning?n tipo de estructura ni de mando transnacional, sino que pueden extenderse en forma de células que pueden realizar atentados sincronizados en diferentes partes del mundo sin necesidad de tener un contacto personal.
Por si esto fuera poco, los terroristas tampoco tienen que esperar a que los medios de comunicaci?n de sus enemigos difundan sus acciones, ya que lo pueden hacer ellos mismos a través de sus propios terminales. Creando incluso, como en el caso del Estado Isl?mico, auténticas superproducciones mostrando sus fechor?as.
En definitiva, a pesar de ser un libro inc?modo, lleno de muerte y destrucci?n, El coche de Buda: Una breve historia del coche bomba, resulta un excelente an?lisis hist?rico, lleno de historias fascinantes, de una forma de violencia que, sin duda, ha marcado y marcar? nuestro futuro.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/coches-bomba-son-fuerza-aerea-97779846)
Esa frase es la elegida por Mike Davis para arrancar El coche de Buda: Una breve historia del coche bomba, un libro muy peculiar que repasa la genealog?a de los coches bomba desde la primera acci?n con uno de ellos en 1920, en forma de coche de caballos bomba, hasta encarnaciones mucho m?s recientes en conflictos m?s cercanos en el tiempo y en el espacio.
El volumen, que acaba de ser reeditado por Verso Libros, funciona también como un homenaje al autor estadounidense que falleci? en 2022. Mike Davis no fue un soci?logo al uso, seg?n contaba José Mansilla, antrop?logo y profesor de la UAB, en el obituario que le dedic? en El Salto, sino que antes de dedicarse a la academia trabaj? como obrero metal?rgico y como conductor de camiones y autobuses. “Su retorno a los estudios”, explica el experto, “estuvo influenciado, entre otras cuestiones, por la necesidad de construir pensamiento pol?tico cr?tico y alejar a militantes, activistas y sindicalistas de aquellas respuestas r?pidas y contundentes, muchas veces violentas, que tantas veces surg?an autom?ticamente durante los conflictos sociales que presenci?”. Libros como Ciudad de Cuarzo: Arqueolog?a del Futuro en Los ?ngeles, Planeta de Ciudades Miseria o este mismo del que nos ocupamos, ser?an ejemplos.
En El coche de Buda: Una breve historia del coche bomba, Davis explora los or?genes de este tipo de arma, su expansi?n y también el papel jugado por las agencias estatales de inteligencia (especialmente las de Estados Unidos, Israel, India y Pakist?n) en la globalizaci?n de las técnicas de terrorismo urbano y en c?mo su impacto ha producido un cambio de estrategia en la defensa de los centros de poder alrededor del mundo que, en muchos casos, se muestran igualmente vulnerables a su acci?n.
C?mo empez? todo
A pesar del equ?voco que pudiera traer este t?tulo, nada tuvo que ver el creador del budismo con todo esto. El primer ataque con coche bomba de la historia, aunque quiz? estuvo inspirado en el carromato bomba que estuvo a punto de acabar con Napole?n en la Rue de Saint Nicaise de Par?s en 1800, se produjo, seg?n Davis, en septiembre de 1920, unos pocos meses después del arresto de los anarquistas Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti. Su camarada Mario Buda, de ah? el t?tulo, en protesta contra esa detenci?n, estacion? un coche de caballos cargado de explosivos (probablemente gelignita robada de las obras de construcci?n de un t?nel), en la esquina de Wall Street y Broad Street, en el centro de Nueva York, frente a las oficinas de J.P. Morgan, justo cuando se estaba celebrando una importante reuni?n en la planta baja. El objetivo era atentar contra el banquero estadounidense y el resto de financieros que se supon?a que estaban con él, que los anarquistas consideraban los responsables ?ltimos de la detenci?n de sus compa?eros.
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Atentado contra el banco JP Morgan en Wall Street, Nueva York, en 1920.
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La explosi?n, que se produjo a las doce en punto del mediod?a, sembr? el caos en la zona, matando a 40 personas e hiriendo a 200 m?s debido a la metralla. La zona se convirti? en el escenario de un campo de batalla como los todav?a humeantes de la I Guerra Mundial. La conmoci?n fue tal que la bolsa de Nueva York detuvo su actividad por primera vez en su historia. Y aunque Morgan evit? la muerte, dado que se encontraba cazando en su finca de Escocia, su hijo, Junius, y el presidente del banco Equitable Trust, Alvin Krech, fueron dos de los heridos.
Tras los hechos, la polic?a estadounidense culp? a varios sindicalistas de los que se quer?a librar, mientras que Buda consigui? huir a Italia sin levantar sospechas y librarse de la c?rcel (con el tiempo acabar?a colaborando con el régimen de Mussolini). No obstante, hab?a establecido un importante precedente y cumplido el sue?o de muchos anarquistas: un inmigrante pobre, con unos kilos de explosivos, unos trozos de metal y un desvencijado coche de caballos hab?a conseguido poner de rodillas al todopoderoso capitalismo estadounidense.
1947, fecha clave
Seg?n cuenta Davis en su libro, el coche bomba de Buda constituy? el prototipo de lo que ser?an todos los que vinieron después: un veh?culo que no levanta ninguna sospecha, que puede transportar grandes cantidades de explosivos y que se puede ubicar muy cerca de su objetivo.
A esta primera acci?n le siguieron muchas otras durante las siguientes décadas, casi todas defectuosas o fallidas. No fue hasta 1947 cuando el coche bomba se estableci? como un arma de guerra de pleno derecho. Fueron los integrantes de la guerrilla sionista de extrema derecha Stern quienes comenzaron a utilizarlo sistem?ticamente. Su primer ataque consisti? en conducir un cami?n hasta los topes de explosivos en el interior de la comisar?a de la polic?a brit?nica en Haifa, que entonces formaba parte de Palestina, acabando con la vida de 4 personas e hiriendo a m?s de 140.
Desde entonces, los coches bomba se utilizaron en muchos lugares, desde Saig?n a Or?n, pasando por Palermo o Irlanda del norte, siendo protagonistas all? del tristemente célebre Bloody Sunday de 1972 al que U2 le dedicaron una canci?n. En 1985, ETA (https://www.sport.es/es/temas/eta-1844740)hizo estallar también su primer coche bomba en Madrid.
El atractivo de estos artefactos para los grupos armados estaba determinado por su efectividad y su bajo coste. Gracias a esta ingeniosa arma, elevaron su capacidad letal a un nivel desconocido hasta entonces. En muchos lugares del mundo, los coches bomba o cualquier otro veh?culo cargado de explosivos, desde bicicletas a camiones, consiguieron incluso poner en jaque el potencial defensivo de armas mucho m?s potentes y costosas. Davis recuerda c?mo la Sexta Flota Estadounidense tuvo que retirarse del L?bano en 1983 debido a los ataques recibidos en sus cuarteles de Beirut con camiones bomba (https://www.sport.es/es/temas/bomba-1836279).
Es por esto que el autor califica a los coches bomba como la “fuerza aérea de los pobres” y da varias razones para justificar este nombre. En primer lugar, seg?n el autor, los veh?culos bomba son armas sigilosas que resultan tremendamente destructivas y sorpresivas. Pone el ejemplo de que una furgoneta puede transportar el explosivo equivalente a un bombardero B-24 a las mismas puertas de un objetivo de primer nivel.
Image ID:
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En el centro, oscuro, el coche en el que viajaba José Mar?a Aznar cuando sufri? el atentado de ETA que hizo estallar un coche bomba a su paso en 1995 en Madrid.
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En segundo lugar, son una excelente arma propagand?stica, “manifiestos escritos con la sangre de los otros”, seg?n afirma Davis, citando al fil?sofo Régis Debray. A diferencia de una pintada o un asesinato individual, es muy dif?cil esconder o negar el impacto de un coche bomba en el centro de una ciudad.
Tercero, los coches bomba son muy baratos y explica el caso de c?mo Ranzi Yousef, cerebro del atentado a las Torres Gemelas de 1993, presum?a de que caus? da?os por m?s de 1.000 millones de d?lares con un gasto de 3.615 d?lares en media tonelada de urea (con la que cre? el explosivo) y 59 d?lares diarios por el alquiler de una furgoneta. En contraposici?n, un misil de crucero de los que se lanzan en Oriente Medio cuesta alrededor de un mill?n de d?lares.
Cuarto, planificar un ataque con coche bomba es bastante f?cil. La red est? llena de manuales para fabricar explosivos con sustancias que pueden conseguirse de forma sencilla.
Quinto, los coches bomba tienen un efecto letal indiscriminado, ya que los da?os colaterales son pr?cticamente inevitables, por lo que son perfectos para sembrar el p?nico en la poblaci?n. Un objetivo capital entre los grupos terroristas. En este caso, Davis se?ala que estos efectos colaterales también pueden contribuir a que la poblaci?n civil que los apoya acabe d?ndoles la espalda.
Sexto, resultan tremendamente an?nimos y dejan pocos indicios que puedan rastrearse, ya que suelen resultar destruidos en la acci?n.
Finalmente, los coches bomba ofrecen una plataforma sociopol?tica para la promoci?n de peque?os grupos sin representaci?n pol?tica ni electoral (aunque en ocasiones s? que la tienen), que de otra forma nunca habr?an salido del anonimato.
Un arma que parece imposible de parar
Los expertos del Pent?gono, cuenta Davis, hablan de un tipo de guerra de “cuarta generaci?n” que estar?a protagonizada por una letal trinidad: el coche bomba, el teléfono m?vil e internet.
Image ID:
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'Una breve historia del coche bomba'.
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Seg?n Davis, estos tres elementos han producido una revoluci?n sin precedentes en la capacidad de matar de peque?os comandos y redes. Esto ha permitido la creaci?n de grupos de terrorismo global en red que no necesitan de ning?n tipo de estructura ni de mando transnacional, sino que pueden extenderse en forma de células que pueden realizar atentados sincronizados en diferentes partes del mundo sin necesidad de tener un contacto personal.
Por si esto fuera poco, los terroristas tampoco tienen que esperar a que los medios de comunicaci?n de sus enemigos difundan sus acciones, ya que lo pueden hacer ellos mismos a través de sus propios terminales. Creando incluso, como en el caso del Estado Isl?mico, auténticas superproducciones mostrando sus fechor?as.
En definitiva, a pesar de ser un libro inc?modo, lleno de muerte y destrucci?n, El coche de Buda: Una breve historia del coche bomba, resulta un excelente an?lisis hist?rico, lleno de historias fascinantes, de una forma de violencia que, sin duda, ha marcado y marcar? nuestro futuro.
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