الريــم
01-29-2024, 12:20 AM
El adi?s de Xavi no cierra ninguna crisis, simplemente la desplaza. El delirante partido ante el Villarreal, uno de los ejercicios futbol?sticos m?s ca?ticos que se recuerdan, evidenci? el desorden en el que transitan el entrenador y la mayor?a de los jugadores, pero también sirvi? de espejo para reflejar el desbarajuste incontrolado en el que vive la instituci?n. El propio anuncio del adi?s, una inédita dimisi?n en diferido que pareci? m?s una ocurrencia que una soluci?n verdadera de una entidad de élite, ha resultado incoherente e indescifrable, como el propio momento que vive el club. Ya hace demasiado tiempo que en el Barça no se explican las verdaderas razones de las decisiones, si es que se explican.
Nada refleja mejor el angustiante vac?o en el que vive el club que la comparecencia solitaria y desangelada de Xavi, una de las grandes leyendas de la historia del club anunciando su adi?s en la m?s absoluta desnudez, sin nadie que le arropara. Porque de Xavi se puede decir lo que se quiera, pero nadie podr? negarle que haya dado la cara incansablemente, convertido, como ya es tradici?n con todos los entrenadores del club, en un improvisado portavoz institucional, quemado a lo bonzo por responder demasiadas preguntas o simplemente las que no le tocaban.
En cambio, nada sabemos de Deco, el presunto e inexperto director deportivo de la entidad, un cargo bajo sospecha y vac?o de ideolog?a tras la marcha tampoco explicada de Mateu Alemany y Jordi Cruyff, que como tantos otros buenos ejecutivos saltaron del barco antes de que se estrellara. De todas las desapariciones, la m?s chocante es la de Laporta, el presidente al que el socio le dio el mando por amplia mayor?a entre muchas razones por su capacidad de liderar y comunicar, pero que hasta ahora se ha puesto de perfil en casi todas las crisis. A penas balbuce? cuatro explicaciones cuando despidi? a Messi tras prometer su continuidad en campa?a –un desastre que a cualquier otro presidente le hubiera costado el cargo--, surfe? filtrando m?s que hablando sobre la agon?a de Koeman, tard? m?s de un mes en explicar algo de los turbios pagos a Negreira, y asistimos ahora mismo al adi?s de otra leyenda sin que el presidente comparezca en ninguna rueda de prensa ni hable m?s all? de tres frases grabadas en los medios del club.
El Laporta locuaz y valiente ha mutado en un presidente calculador y medi?ticamente taca?o, que no sabemos si*se ha quedado sin relato, o si la distancia entre las promesas y los hechos se le ha vuelto insoportable. Cierto, achacarle a Laporta toda la responsabilidad de la crisis actual ser?a absurdo adem?s de injusto, porque no se puede obviar que el socav?n por el que el Barça hoy se despe?a hunde sus ra?ces en el t?nel del tiempo, cuando Rosell neg? a Cruyff y cans? a Pep, y Bartomeu se alej? del modelo, permiti? una masa salarial a punto de colapsar y descarril? con el vergonzoso ‘Barçagate’.*Pero Laporta ha ahondado en la crisis social y econ?mica del Barça poniendo un list?n irreal e inalcanzable (ayer hablaba todav?a de “ganar la Champions”) y empe?ando el patrimonio para fichar semijubilados y median?as por casi 300 millones de euros. Ni el Barça ha vuelto, ni se defiende ning?n cruyffismo, ni por supuesto se ha construido un plantill?n, como proclamaba hasta hace poco la propaganda oficial. Laporta deber? m?s pronto que tarde escoger entre dar un giro radical a su discurso, reconocer errores y ser m?s humilde, comunicar mucho m?s y mejor y adecuar las expectativas a la realidad o seguir la huida hacia ninguna parte en la que parece instalado desde hace tiempo. Con su extra?o adi?s, Xavi se queda hasta junio pero se va de los focos. Ahora apuntan todos inevitablemente a Joan Laporta.
*
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/opinion/focos-giran-laporta-97458207)
Nada refleja mejor el angustiante vac?o en el que vive el club que la comparecencia solitaria y desangelada de Xavi, una de las grandes leyendas de la historia del club anunciando su adi?s en la m?s absoluta desnudez, sin nadie que le arropara. Porque de Xavi se puede decir lo que se quiera, pero nadie podr? negarle que haya dado la cara incansablemente, convertido, como ya es tradici?n con todos los entrenadores del club, en un improvisado portavoz institucional, quemado a lo bonzo por responder demasiadas preguntas o simplemente las que no le tocaban.
En cambio, nada sabemos de Deco, el presunto e inexperto director deportivo de la entidad, un cargo bajo sospecha y vac?o de ideolog?a tras la marcha tampoco explicada de Mateu Alemany y Jordi Cruyff, que como tantos otros buenos ejecutivos saltaron del barco antes de que se estrellara. De todas las desapariciones, la m?s chocante es la de Laporta, el presidente al que el socio le dio el mando por amplia mayor?a entre muchas razones por su capacidad de liderar y comunicar, pero que hasta ahora se ha puesto de perfil en casi todas las crisis. A penas balbuce? cuatro explicaciones cuando despidi? a Messi tras prometer su continuidad en campa?a –un desastre que a cualquier otro presidente le hubiera costado el cargo--, surfe? filtrando m?s que hablando sobre la agon?a de Koeman, tard? m?s de un mes en explicar algo de los turbios pagos a Negreira, y asistimos ahora mismo al adi?s de otra leyenda sin que el presidente comparezca en ninguna rueda de prensa ni hable m?s all? de tres frases grabadas en los medios del club.
El Laporta locuaz y valiente ha mutado en un presidente calculador y medi?ticamente taca?o, que no sabemos si*se ha quedado sin relato, o si la distancia entre las promesas y los hechos se le ha vuelto insoportable. Cierto, achacarle a Laporta toda la responsabilidad de la crisis actual ser?a absurdo adem?s de injusto, porque no se puede obviar que el socav?n por el que el Barça hoy se despe?a hunde sus ra?ces en el t?nel del tiempo, cuando Rosell neg? a Cruyff y cans? a Pep, y Bartomeu se alej? del modelo, permiti? una masa salarial a punto de colapsar y descarril? con el vergonzoso ‘Barçagate’.*Pero Laporta ha ahondado en la crisis social y econ?mica del Barça poniendo un list?n irreal e inalcanzable (ayer hablaba todav?a de “ganar la Champions”) y empe?ando el patrimonio para fichar semijubilados y median?as por casi 300 millones de euros. Ni el Barça ha vuelto, ni se defiende ning?n cruyffismo, ni por supuesto se ha construido un plantill?n, como proclamaba hasta hace poco la propaganda oficial. Laporta deber? m?s pronto que tarde escoger entre dar un giro radical a su discurso, reconocer errores y ser m?s humilde, comunicar mucho m?s y mejor y adecuar las expectativas a la realidad o seguir la huida hacia ninguna parte en la que parece instalado desde hace tiempo. Con su extra?o adi?s, Xavi se queda hasta junio pero se va de los focos. Ahora apuntan todos inevitablemente a Joan Laporta.
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