الريــم
01-25-2024, 05:05 PM
No es un deportista que se prodigue mucho acudiendo a actos fuera de la competici?n. M?s bien se podr?a decir que Jonas Vingegaard es el ganador del Tour m?s introvertido de los ?ltimos a?os, pero es un doble vencedor de la ronda francesa y una bendici?n tenerlo en cualquier carrera, sobre todo si decide estrenar la temporada en Galicia, tal como hizo en 2023. El astro danés iniciar? el rodaje del a?o en el O Gran Cami?o, la nueva vuelta gallega creada por el excorredor profesional Ezequiel Mosquera, que se disputa entre el 22 y el 25 de febrero.
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Vingegaard acudir? a tierras gallegas con el dorsal n?mero uno ya que hace 11 meses se apunt? a la segunda edici?n del O Gran Cami?o con el ?nimo de ganar las cuatro etapas. Logr? tres triunfos y si no fue un pleno se debi? al hecho de que la primera jornada de competici?n se tuvo que cancelar a causa dela nieve.
En el ciclismo actual los astros no se conforman en salir a la carretera pensando s?lo en reunir kil?metros en sus piernas con la mirada fija en el Tour como hicieron durante el invierno figuras del pasado como Miguel Indur?in. Alberto Contador y Chris Froome fueron los primeros que comenzaron a saltarse esta norma y desde la primera pedalada del a?o ya movieron la bici con garra, como si no hubiera un ma?ana y con el ?nimo de comerse el mundo ciclista antes de colocarse el dorsal del Tour.
Vingegaard no es una excepci?n. Casi se podr?a decir que es una especie de monje de la bicicleta. Su vida transcurre entre su familia, las concentraciones en Tenerife, algunos d?as de entrenamiento por M?laga y una competici?n muy selectiva que este a?o lo llevar? a presentarse al Tour con apenas 25 d?as de competici?n: 4 etapas en Galicia, 7 en Tirreno-Adri?tico, 6 en la Itzulia y 8 en el Critérium del Dauphiné.
De hecho, es un programa similar al de 2023 aunque con el cambio de Tirreno-Adri?tico por Par?s-Niza, en las mismas fechas de marzo, del d?a 4 al 10, dos carreras que, de forma tradicional, incomprensible y sin ninguna l?gica coinciden en el calendario profesional.
Y, sobre todo, con una circunstancia importante. Con o sin intenci?n,Vingegaard prepar? el camino hacia el Tour 2023 que gan? sabiendo que no coincidir?a con Pogacar hasta la ronda francesa. Sin embargo, salt? la sorpresa y su rival esloveno decidi? inscribirse a ?ltima hora en la Par?s-Niza donde no pudo hacer otra cosa que mirar desde la retaguardia la casi insultante superioridad de Pogacar. Fue la ?nica derrota que contempl? en la temporada, ya que la segunda posici?n en la Vuelta se debi? m?s al cumplimiento de ?rdenes de equipo y al respeto hacia su compa?ero Sepp Kuss que a la falta de fuerzas. Por eso, este a?o, después del Tour, Vingegaard regresar? a la Vuelta con la intenci?n de cobrar a modo de victoria la factura pendiente de 2023.
“No tengo ning?n pasatiempo fuera del ciclismo. El tiempo libre lo paso con mi mujer y mi hija. La vida ciclista no es f?cil, incluso cuando ganas”, ha comentado este mes a la prensa danesa en una de las pocas entrevistas que acostumbra a conceder. Entrenar y entrenar es el lema de un corredor ligero de 1,75 metros y apenas 60 kilos. Nada m?s, ni fiestas, ni ecos de sociedad, ni apariciones en televisi?n, ni salidas nocturnas…
Por idéntica raz?n nadie tiene dudas que su camino hacia el Tour lo sortear? buscando cada d?a la victoria, ya sea a modo de etapas o triunfos finales. Y as?, todo empieza en Galicia con cuatro etapas en el O Gran Cami?o, de las que puede ganar tres: la contrarreloj inicial de 14,8 kil?metros en A Coru?a, la etapa de monta?a en Lugo y, sobre todo, la despedida de la carrera, jornada reina, con la asfixiante subida al Monte Aloia, en Pontevedra; 7 kil?metros de ascensi?n al 8% de promedio.
Hasta el Tour Vingegaard y Pogacar no se podr?n estrechar las manos ya que el calendario del corredor esloveno pasa por Strade Bianche, Mil?n-San Remo, Volta, Lieja-Basto?a-Lieja y Giro para acudir luego a la Grande Boucle con la duda de saber si el esfuerzo de la ronda italiana, m?s suavizada este a?o, le pasa factura. Es la mayor incertidumbre y es lo que les ha ocurrido a todos los vencedores de la carrera transalpina desde que Marco Pantani consigui? el doblete en 1998, en un a?o para olvidar al estar marcado por los mayores esc?ndalos de dopaje vividos en un ciclismo que parece ya haber salido del t?nel de las drogas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/ciclismo/vingegaard-apuesta-galicia-volver-ganar-97338955)
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Vingegaard acudir? a tierras gallegas con el dorsal n?mero uno ya que hace 11 meses se apunt? a la segunda edici?n del O Gran Cami?o con el ?nimo de ganar las cuatro etapas. Logr? tres triunfos y si no fue un pleno se debi? al hecho de que la primera jornada de competici?n se tuvo que cancelar a causa dela nieve.
En el ciclismo actual los astros no se conforman en salir a la carretera pensando s?lo en reunir kil?metros en sus piernas con la mirada fija en el Tour como hicieron durante el invierno figuras del pasado como Miguel Indur?in. Alberto Contador y Chris Froome fueron los primeros que comenzaron a saltarse esta norma y desde la primera pedalada del a?o ya movieron la bici con garra, como si no hubiera un ma?ana y con el ?nimo de comerse el mundo ciclista antes de colocarse el dorsal del Tour.
Vingegaard no es una excepci?n. Casi se podr?a decir que es una especie de monje de la bicicleta. Su vida transcurre entre su familia, las concentraciones en Tenerife, algunos d?as de entrenamiento por M?laga y una competici?n muy selectiva que este a?o lo llevar? a presentarse al Tour con apenas 25 d?as de competici?n: 4 etapas en Galicia, 7 en Tirreno-Adri?tico, 6 en la Itzulia y 8 en el Critérium del Dauphiné.
De hecho, es un programa similar al de 2023 aunque con el cambio de Tirreno-Adri?tico por Par?s-Niza, en las mismas fechas de marzo, del d?a 4 al 10, dos carreras que, de forma tradicional, incomprensible y sin ninguna l?gica coinciden en el calendario profesional.
Y, sobre todo, con una circunstancia importante. Con o sin intenci?n,Vingegaard prepar? el camino hacia el Tour 2023 que gan? sabiendo que no coincidir?a con Pogacar hasta la ronda francesa. Sin embargo, salt? la sorpresa y su rival esloveno decidi? inscribirse a ?ltima hora en la Par?s-Niza donde no pudo hacer otra cosa que mirar desde la retaguardia la casi insultante superioridad de Pogacar. Fue la ?nica derrota que contempl? en la temporada, ya que la segunda posici?n en la Vuelta se debi? m?s al cumplimiento de ?rdenes de equipo y al respeto hacia su compa?ero Sepp Kuss que a la falta de fuerzas. Por eso, este a?o, después del Tour, Vingegaard regresar? a la Vuelta con la intenci?n de cobrar a modo de victoria la factura pendiente de 2023.
“No tengo ning?n pasatiempo fuera del ciclismo. El tiempo libre lo paso con mi mujer y mi hija. La vida ciclista no es f?cil, incluso cuando ganas”, ha comentado este mes a la prensa danesa en una de las pocas entrevistas que acostumbra a conceder. Entrenar y entrenar es el lema de un corredor ligero de 1,75 metros y apenas 60 kilos. Nada m?s, ni fiestas, ni ecos de sociedad, ni apariciones en televisi?n, ni salidas nocturnas…
Por idéntica raz?n nadie tiene dudas que su camino hacia el Tour lo sortear? buscando cada d?a la victoria, ya sea a modo de etapas o triunfos finales. Y as?, todo empieza en Galicia con cuatro etapas en el O Gran Cami?o, de las que puede ganar tres: la contrarreloj inicial de 14,8 kil?metros en A Coru?a, la etapa de monta?a en Lugo y, sobre todo, la despedida de la carrera, jornada reina, con la asfixiante subida al Monte Aloia, en Pontevedra; 7 kil?metros de ascensi?n al 8% de promedio.
Hasta el Tour Vingegaard y Pogacar no se podr?n estrechar las manos ya que el calendario del corredor esloveno pasa por Strade Bianche, Mil?n-San Remo, Volta, Lieja-Basto?a-Lieja y Giro para acudir luego a la Grande Boucle con la duda de saber si el esfuerzo de la ronda italiana, m?s suavizada este a?o, le pasa factura. Es la mayor incertidumbre y es lo que les ha ocurrido a todos los vencedores de la carrera transalpina desde que Marco Pantani consigui? el doblete en 1998, en un a?o para olvidar al estar marcado por los mayores esc?ndalos de dopaje vividos en un ciclismo que parece ya haber salido del t?nel de las drogas.
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