الريــم
01-16-2024, 01:25 PM
Ha muerto Anita Sirgo, de 93 a?os. Hist?rica militante comunista asturiana (https://www.sport.es/es/temas/comunistas-1939732), vecina de Langreo, fue una de las protagonistas de la huelga minera de 1962 que puso en jaque a la dictadura franquista. Durante aquellas protestas fue encarcelada y torturada, con secuelas que le duraron toda la vida. Adem?s de militante del PC, también estuvo muy implicada con el movimiento sindical de Comisiones Obreras (CC OO). De hecho, la capilla ardiente se ha instalado en la sede del sindicato en La Felguera, en la calle Florentino Cuet. El acto de despedida ser? este martes, a las 16.30 horas, en el mismo lugar.
A punto de cumplir los 94 a?os -le faltaban cinco d?as- Ana Sirgo Su?rez, "Anita la Perruca" naci? en Langreo, en El Campurru (Lada), el 20 de enero de 1930. Ten?a dos hijas, Etelvina y Sara, adem?s de dos nietos y dos bisnietos. Su familia ya sufri? las represalias de la dictadura tras la Guerra Civil. Su padre, vinculado al PC, se ech? al monte con la guerrilla comunista y fue asesinado en 1947. Su madre fue encarcelada y ella estuvo a punto de ser una de las "ni?as de Rusia". Siendo una ni?a de 12 a?os, sin haber pisado nunca una escuela, sufri? la misma suerte por prestar apoyo a los "fugaos".
Casada en 1950 con un minero, Alfredo Bra?a, el papel de Anita Sirgo fue muy importante durante las huelgas mineras de 1962, que se extendieron a otros sectores. Fue una de las cabecillas de las cuarenta mujeres que se encerraron en la Catedral de Oviedo, primero, y en la sede del Obispado, después, para reivindicar mejoras en la calidad de vida de los mineros. Este encierro, apoyado desde el exterior por el movimiento obrero europeo, puso el foco internacional sobre la dictadura de Franco (https://www.sport.es/es/temas/dictadura-1886210). Tras dar por finalizado el encierro, Sirgo fue apresada, comenzando,*tal y como ella narr? en varias ocasiones para La Nueva Espa?a, del grupo Prensa Ibérica, un periodo en el que fue torturada, vejada y apaleada de forma regular, algo que hizo que perdi? la audici?n en el o?do izquierdo.
Image ID:
96958178
Asistentes al homenaje en Lada, con Anita Sirgo a la derecha en silla de ruedas.
L. M. D.
/clip/2c16d6af-ca67-4942-bb6a-02e4e5a21e3d_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg
1200
675
Anita Sirgo siempre estar? en la historia del movimiento obrero asturiano por lo que ocurri? cuando fue detenida arbitrariamente y sin ninguna acusaci?n concreta por Antonio Caro Leiva, un capit?n recién llegado al valle del Nal?n desde Melilla.
Sirgo narr? muchas veces como mientras compart?a celda con su amiga Constantina Pérez y ante la evidencia de que en un cuarto pr?ximo los polic?as estaban torturando a sus compa?eros, las dos comenzaron a gritar y a dar golpes con los tacones de sus zapatos*en la puerta de chapa del calabozo*obteniendo como respuesta una lluvia de golpes; luego fueron interrogadas en medio de graves amenazas*y como ambas se negaron a proporcionar ninguna informaci?n, las raparon. Caro Leiva y sus hombres se ensa?aron de tal forma que hubo quién sufri? consecuencias f?sicas durante meses y ella misma qued? para siempre sorda de un o?do con el t?mpano reventado por un bofet?n.
Poco después de salir de prisi?n uno de sus zapatos sirvi? como arma arrojadiza en un enfrentamiento surgido tras una concentraci?n en la Casa Sindical de Sama que fue disuelta por la polic?a. Lo llevaba dentro de un bolso por si hac?a falta emplearlo como defensa, y no se equivoc? al tomar esta precauci?n: cuando se proced?a al desalojo del piso alto del local, los uniformados formaron un pasillo para ir golpeando con sus toletes a quienes iban saliendo, y ella cay? rodando escaleras abajo, pero antes de que un polic?a le pusiese la mano encima logr? zafarse lanzando el zapato a su cabeza. Desgraciadamente fue la ?ltima vez que pudo ver a Tina Pérez, quien sufri? entonces otra detenci?n; en cambio Sirgo ten?a la orden del partido de coger aquella misma noche el tren hac?a Par?s y con el billete en el bolsillo no pod?a arriesgar tanto, as? que se refugi? en casa de una amiga hasta que la fueron a buscar para llevarla a Puente los Fierros, donde pudo subir al tren que la llev? hasta la frontera.
De esta manera inici? una estancia de dos a?os en Par?s y all? conoci? la noticia de la muerte de su compa?era que nunca se pudo recuperar de las torturas que hab?a recibido. Actualmente una calle del barrio de La Camocha une los nombres de las dos amigas para siempre. En Francia aprendi? a leer y escribir, y conoci? a algunos dirigentes como Santiago Carrillo. Volvi? a Asturias en 1966.
Con la llegada de la Democracia, Sirgo sigui? fiel a sus ideas y a sus convicciones pol?ticas, militando en el PC y en CC OO. En 2013, junto a Gerardo Iglesias, fue una de las personas que se sum? a la querella argentina contra el franquismo (https://www.sport.es/es/temas/franquismo-1848800).*El pasado mes de junio recibi? un homenaje en su pueblo, Lada, al que acudieron cientos de personas. All?, en silla de ruedas, la langreana sigui? mostrando su indomable car?cter. "Dejar la lucha, nunca", afirmaba, "hay que pelear por los derechos, por las pensiones, ahora m?s, visto el panorama que viene".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/fallece-anita-sirgo-historica-militante-96958279)
A punto de cumplir los 94 a?os -le faltaban cinco d?as- Ana Sirgo Su?rez, "Anita la Perruca" naci? en Langreo, en El Campurru (Lada), el 20 de enero de 1930. Ten?a dos hijas, Etelvina y Sara, adem?s de dos nietos y dos bisnietos. Su familia ya sufri? las represalias de la dictadura tras la Guerra Civil. Su padre, vinculado al PC, se ech? al monte con la guerrilla comunista y fue asesinado en 1947. Su madre fue encarcelada y ella estuvo a punto de ser una de las "ni?as de Rusia". Siendo una ni?a de 12 a?os, sin haber pisado nunca una escuela, sufri? la misma suerte por prestar apoyo a los "fugaos".
Casada en 1950 con un minero, Alfredo Bra?a, el papel de Anita Sirgo fue muy importante durante las huelgas mineras de 1962, que se extendieron a otros sectores. Fue una de las cabecillas de las cuarenta mujeres que se encerraron en la Catedral de Oviedo, primero, y en la sede del Obispado, después, para reivindicar mejoras en la calidad de vida de los mineros. Este encierro, apoyado desde el exterior por el movimiento obrero europeo, puso el foco internacional sobre la dictadura de Franco (https://www.sport.es/es/temas/dictadura-1886210). Tras dar por finalizado el encierro, Sirgo fue apresada, comenzando,*tal y como ella narr? en varias ocasiones para La Nueva Espa?a, del grupo Prensa Ibérica, un periodo en el que fue torturada, vejada y apaleada de forma regular, algo que hizo que perdi? la audici?n en el o?do izquierdo.
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Asistentes al homenaje en Lada, con Anita Sirgo a la derecha en silla de ruedas.
L. M. D.
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Anita Sirgo siempre estar? en la historia del movimiento obrero asturiano por lo que ocurri? cuando fue detenida arbitrariamente y sin ninguna acusaci?n concreta por Antonio Caro Leiva, un capit?n recién llegado al valle del Nal?n desde Melilla.
Sirgo narr? muchas veces como mientras compart?a celda con su amiga Constantina Pérez y ante la evidencia de que en un cuarto pr?ximo los polic?as estaban torturando a sus compa?eros, las dos comenzaron a gritar y a dar golpes con los tacones de sus zapatos*en la puerta de chapa del calabozo*obteniendo como respuesta una lluvia de golpes; luego fueron interrogadas en medio de graves amenazas*y como ambas se negaron a proporcionar ninguna informaci?n, las raparon. Caro Leiva y sus hombres se ensa?aron de tal forma que hubo quién sufri? consecuencias f?sicas durante meses y ella misma qued? para siempre sorda de un o?do con el t?mpano reventado por un bofet?n.
Poco después de salir de prisi?n uno de sus zapatos sirvi? como arma arrojadiza en un enfrentamiento surgido tras una concentraci?n en la Casa Sindical de Sama que fue disuelta por la polic?a. Lo llevaba dentro de un bolso por si hac?a falta emplearlo como defensa, y no se equivoc? al tomar esta precauci?n: cuando se proced?a al desalojo del piso alto del local, los uniformados formaron un pasillo para ir golpeando con sus toletes a quienes iban saliendo, y ella cay? rodando escaleras abajo, pero antes de que un polic?a le pusiese la mano encima logr? zafarse lanzando el zapato a su cabeza. Desgraciadamente fue la ?ltima vez que pudo ver a Tina Pérez, quien sufri? entonces otra detenci?n; en cambio Sirgo ten?a la orden del partido de coger aquella misma noche el tren hac?a Par?s y con el billete en el bolsillo no pod?a arriesgar tanto, as? que se refugi? en casa de una amiga hasta que la fueron a buscar para llevarla a Puente los Fierros, donde pudo subir al tren que la llev? hasta la frontera.
De esta manera inici? una estancia de dos a?os en Par?s y all? conoci? la noticia de la muerte de su compa?era que nunca se pudo recuperar de las torturas que hab?a recibido. Actualmente una calle del barrio de La Camocha une los nombres de las dos amigas para siempre. En Francia aprendi? a leer y escribir, y conoci? a algunos dirigentes como Santiago Carrillo. Volvi? a Asturias en 1966.
Con la llegada de la Democracia, Sirgo sigui? fiel a sus ideas y a sus convicciones pol?ticas, militando en el PC y en CC OO. En 2013, junto a Gerardo Iglesias, fue una de las personas que se sum? a la querella argentina contra el franquismo (https://www.sport.es/es/temas/franquismo-1848800).*El pasado mes de junio recibi? un homenaje en su pueblo, Lada, al que acudieron cientos de personas. All?, en silla de ruedas, la langreana sigui? mostrando su indomable car?cter. "Dejar la lucha, nunca", afirmaba, "hay que pelear por los derechos, por las pensiones, ahora m?s, visto el panorama que viene".
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