الريــم
01-14-2024, 11:30 AM
Si hab?a alguna duda acerca de que el debate sobre la inmigraci?n va a estar en el primer plano en el futuro inmediato en Europa, dos noticias catalanas de los ?ltimos d?as habr?n contribuido a disiparlas. Primera: la polvareda que se levant? al conocerse los nombres de los primeros bebés de 2024, casi todos ellos de padres inmigrantes. A algunos guardianes de las esencias pareci? molestarles que esos ni?os y ni?as no fueran lo suficientemente aut?ctonos, y dieron cuenta de sus quejas en las redes sociales. Segundo: el hecho de que para ceder sus votos a Pedro S?nchez (https://www.sport.es/es/temas/pedro-sanchez-1834922) esta semana en el Congreso, para aprobar varios decretos sociales, Junts haya pedido competencias sobre inmigraci?n en Catalu?a (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/cataluna-ampliar-competencias-inmigracion-conceder-96804952).
Al margen de las concreciones finales que pueda tener ese acuerdo (porque de momento es vaporoso, parece inscribirse en la at?vica lucha de poder entre las facciones del soberanismo, y es muy improbable que permita decidir a la Generalitat por ejemplo sobre la expulsi?n de inmigrantes, como ha pedido Jordi Turull (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/turull-ve-indigno-erc-acuse-96856774)), es significativo que Junts haya pedido y exhibido precisamente un pacto en esa materia. Ofrece pistas de cu?l va a ser uno de los asuntos estrella de las pr?ximas elecciones catalanas, y también de cu?l va a ser el eje de actuaci?n de Junts con respecto a las pol?ticas de inmigraci?n, en un momento en que Vox lleva a?os asentado en el tablero espa?ol y en que, en clave catalana, despuntan opciones como la xen?foba Aliança Catalana, que ha logrado la alcald?a de Ripoll.
Oleada europea
En muchos pa?ses europeos han crecido electoralmente partidos que defienden poner coto de una manera o de otra a la llegada de extranjeros. En Italia gobierna por primera vez la ultraderecha: ganaron las elecciones los Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni, que se ha convertido en primera ministra. En Francia se aprob? recientemente una ley que endurece las condiciones para el reagrupamiento familiar, dificulta la nacionalizaci?n y la regularizaci?n de los extranjeros y les restringe las ayudas sociales; la extrema derecha, muy potente en el pa?s y liderada desde hace décadas por la estirpe Le Pen, present? la nueva norma como un triunfo propio. El Reino Unido firm? un acuerdo con Ruanda para deportar all? a los inmigrantes ilegales que entren en el pa?s mientras endurece las condiciones para obtener visados con el objetivo de reducir las llegadas legales en 300.000 personas. En Suecia, anta?o uno de los pa?ses con menos restricciones de acogida, los extranjeros est?n ahora en el punto de mira por las guerras de bandas que han envilecido el pa?s: "Son culpa de una pol?tica de inmigraci?n irresponsable y una fallida integraci?n", ha afirmado el primer ministro Ulf Kristersson. Incluso en Alemania, cuyas pol?ticas con respecto a los extranjeros llevan décadas condicionadas por su pasado, se anuncian "deportaciones a gran escala".
Art?fices del crecimiento
En todos esos pa?ses se han endurecido en los ?ltimos tiempos las pol?ticas de inmigraci?n. La paradoja es que numerosos informes econ?micos advierten de que Europa necesitar? a los inmigrantes para sostener su estado del bienestar. Y en un n?mero importante: unas estimaciones de la ONU sostienen que para el 2050 el continente habr? tenido que importar hasta 60 millones de trabajadores extranjeros, sobre todo a causa de la ca?da de la natalidad; el Agering Report de la Uni?n Europea va en una l?nea similar.
Los estudios indican, adem?s, que los inmigrantes ya han ayudado en el pasado reciente a lograr grandes desarrollos econ?micos: entre 1997 y 2007, aproximadamente el 45% del enorme crecimiento del PIB espa?ol –que se mantuvo casi sin excepci?n por encima del 3% anual– se explica por la llegada de la inmigraci?n. "Se pas? de 39 o 40 millones de habitantes a 45 o 46 millones. Eso es m?s demanda de vivienda, m?s recaudaci?n. Desde el punto de vista fiscal también hay beneficios: llegan j?venes, dispuestos a trabajar, no hay que formarlos, tienen poco gasto sanitario (porque el 50% del gasto sanitario se hace en los ?ltimos a?os de vida), ya no van al colegio, y a?n no cobrar?n pensiones", resume el economista Josep Oliver, catedr?tico emérito de Econom?a Aplicada de la Universidad Aut?noma de Barcelona y gran experto en las implicaciones econ?micas de la inmigraci?n.
?C?mo se explica entonces el auge de los partidos antiinmigraci?n? Oliver da dos razones. La primera, de cariz ideol?gico: "Europa es racista, y punto. Sigue habiendo una visi?n colonial, nos seguimos considerando superiores como cultura".
Pero hay otra, que seguramente influye tanto o m?s que la idiosincrasia del continente. Aunque en términos globales no hay duda de la necesidad de la inmigraci?n, en términos individuales hay sectores de la sociedad que salen perjudicados de su llegada. "Los beneficios macroecon?micos a veces se traducen en perjuicios microecon?micos, sobre todo para las personas con ingresos de nivel bajo. La inmigraci?n se concentra en algunos sitios, se generan guetos, y en esos sitios el precio de la vivienda caer?, seguramente caer?n los salarios y habr? m?s competencia por servicios como educaci?n o sanidad", dice Oliver.
"Van donde hay trabajo"
"Espa?a espera recibir en los pr?ximos a?os en términos netos 500.000 inmigrantes por a?o; en Catalu?a en torno a 100.000. No se distribuyen aleatoriamente por el territorio: van donde hay trabajo y se concentran alrededor de las grandes ciudades. Son unas 200.000 familias nuevas al a?o en Espa?a. ?D?nde se coloca esta gente? Donde puede. ?Qué oferta de vivienda nueva para atenderlos hay? Cero. Hay algunas medidas pero estamos muy retrasados", insiste.
Pero la paradoja sigue sobre la mesa. ?C?mo mantener el crecimiento econ?mico sin la llegada de inmigrantes? Los n?meros macroecon?micos a los que alude Oliver son incontrovertibles: si en el a?o 1995 cumpl?an 21 a?os unas 750.000 personas en Espa?a; en 2022, ?ltimo con estad?sticas completas, nacieron menos de 333.000 ni?os en el pa?s. El déficit de mano de obra va a crecer en las pr?ximas décadas, porque el envejecimiento del continente es r?pido, la crisis demogr?fica incide especialmente en pa?ses como Espa?a y ninguna previsi?n indica que la situaci?n vaya a cambiar en poco tiempo; es decir, que el ?ndice de natalidad espa?ol vaya a dispararse muy por encima de los 1,2 hijos por mujer actuales. Por eso, el economista opina que "los partidos que piensan en restricciones severas deber?an decir c?mo piensan pagar las pensiones y el Estado del bienestar" si no es a través de la llegada de inmigrantes.
Los partidos que piensan en restricciones severas deber?an decir c?mo piensan pagar las pensiones y el Estado del bienestar
Josep Oliver
Catedr?tico emérito de Econom?a Aplicada de la UAB
En cualquier caso, no est? nada claro que los gobiernos puedan realmente impedir la llegada de inmigrantes. Economistas como Lant Pritchett, profesor en Oxford, experto en desarrollo y crecimiento econ?mico, sostienen que los recelos contra la inmigraci?n no tienen sentido hist?rico, porque solo se han producido restricciones a partir del siglo XX, y que caer?n por su propio peso, como la segregaci?n de los afroamericanos en Estados Unidos o la minusvaloraci?n del papel de las mujeres en la sociedad.
Oliver también asegura que es casi inevitable que llegue gente de fuera para cubrir los puestos que la crisis demogr?fica deja vacantes. "La demanda de trabajo no cubierta se filtra al exterior. Alguien llega aqu?, encuentra trabajo, llama a su familia. El PP lo llam? en los 2000 el ‘efecto llamada’, pero el ‘efecto llamada’ es que hay puestos de trabajo que no se llenan. Eso es la inmigraci?n. Otra discusi?n es si la que llega nos conviene", afirma.
Revertir los beneficios
El crecimiento de los partidos ultraderechistas, los que tradicionalmente se muestran m?s combativos contra la inmigraci?n, se sustenta a menudo –en Francia el mapa es muy claro– en las zonas de tradici?n obrera e izquierdista. Es all? donde se produce la competencia entre los aut?ctonos y los recién llegados: por la vivienda, por los empleos. ?C?mo compensar a esos barrios, que son los que sufren el impacto negativo del fen?meno? "Una pol?tica razonable para intentar no perjudicar a segmentos de la sociedad es revertir una parte importante de esos beneficios en esos ?mbitos, a través del sistema fiscal", afirma Oliver. Es decir: que sean los principales favorecidos del saldo neto de la inmigraci?n desde el punto de vista macroecon?mico, por ejemplo con la construcci?n de infraestructuras o con la mejora de los servicios sociales.
Pero eso no suele suceder, porque, al menos en Catalu?a y en Espa?a, ha habido muy pocos controles sobre la inmigraci?n. "En Alemania, en los a?os 50, 60 y 70 del siglo pasado, cuando recib?a una gran inmigraci?n de espa?oles, italianos, portugueses o turcos, el empresario alem?n de la época deb?a llevar ante las autoridades el contrato de trabajo de la persona y la cédula de habitabilidad de d?nde iba a vivir; si no, no les daban el permiso", explica Oliver.
Este economista, que también critica que algunos ?mbitos de la izquierda pol?tica "se hayan pasado" de tolerantes con los recién llegados que no acepten determinados valores democr?ticos, no tiene grandes esperanzas en que la paradoja del crecimiento de los partidos xen?fobos cuando m?s se necesita a los inmigrantes se resuelva en los pr?ximos tiempos. "Para integrar mejor habr?a que hablar de m?s impuestos y de otros temas que los partidos no quieren abordar porque no son populares, y porque cuestan mucho dinero. Las tendencias de fondo xen?fobo continuar?n subiendo, aqu? y en toda Europa", pronostica.
Récord de muertes
Todo este debate econ?mico en torno al fen?meno de la inmigraci?n convive con el drama humano que conllevan los intentos desesperados de los m?s desfavorecidos de llegar a pa?ses del primer mundo; Olivé piensa que la atenci?n a estos demandantes de asilo es "obligada". La oenegé Caminando Fronteras ha presentado esta semana un informe que recoge que 6.618 personas perdieron la vida en el mar intentando llegar a Espa?a solo en el a?o 2023. La noticia pas? bastante desapercibida en los medios.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/paradoja-inmigracion-vez-necesaria-vez-96876312)
Al margen de las concreciones finales que pueda tener ese acuerdo (porque de momento es vaporoso, parece inscribirse en la at?vica lucha de poder entre las facciones del soberanismo, y es muy improbable que permita decidir a la Generalitat por ejemplo sobre la expulsi?n de inmigrantes, como ha pedido Jordi Turull (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/turull-ve-indigno-erc-acuse-96856774)), es significativo que Junts haya pedido y exhibido precisamente un pacto en esa materia. Ofrece pistas de cu?l va a ser uno de los asuntos estrella de las pr?ximas elecciones catalanas, y también de cu?l va a ser el eje de actuaci?n de Junts con respecto a las pol?ticas de inmigraci?n, en un momento en que Vox lleva a?os asentado en el tablero espa?ol y en que, en clave catalana, despuntan opciones como la xen?foba Aliança Catalana, que ha logrado la alcald?a de Ripoll.
Oleada europea
En muchos pa?ses europeos han crecido electoralmente partidos que defienden poner coto de una manera o de otra a la llegada de extranjeros. En Italia gobierna por primera vez la ultraderecha: ganaron las elecciones los Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni, que se ha convertido en primera ministra. En Francia se aprob? recientemente una ley que endurece las condiciones para el reagrupamiento familiar, dificulta la nacionalizaci?n y la regularizaci?n de los extranjeros y les restringe las ayudas sociales; la extrema derecha, muy potente en el pa?s y liderada desde hace décadas por la estirpe Le Pen, present? la nueva norma como un triunfo propio. El Reino Unido firm? un acuerdo con Ruanda para deportar all? a los inmigrantes ilegales que entren en el pa?s mientras endurece las condiciones para obtener visados con el objetivo de reducir las llegadas legales en 300.000 personas. En Suecia, anta?o uno de los pa?ses con menos restricciones de acogida, los extranjeros est?n ahora en el punto de mira por las guerras de bandas que han envilecido el pa?s: "Son culpa de una pol?tica de inmigraci?n irresponsable y una fallida integraci?n", ha afirmado el primer ministro Ulf Kristersson. Incluso en Alemania, cuyas pol?ticas con respecto a los extranjeros llevan décadas condicionadas por su pasado, se anuncian "deportaciones a gran escala".
Art?fices del crecimiento
En todos esos pa?ses se han endurecido en los ?ltimos tiempos las pol?ticas de inmigraci?n. La paradoja es que numerosos informes econ?micos advierten de que Europa necesitar? a los inmigrantes para sostener su estado del bienestar. Y en un n?mero importante: unas estimaciones de la ONU sostienen que para el 2050 el continente habr? tenido que importar hasta 60 millones de trabajadores extranjeros, sobre todo a causa de la ca?da de la natalidad; el Agering Report de la Uni?n Europea va en una l?nea similar.
Los estudios indican, adem?s, que los inmigrantes ya han ayudado en el pasado reciente a lograr grandes desarrollos econ?micos: entre 1997 y 2007, aproximadamente el 45% del enorme crecimiento del PIB espa?ol –que se mantuvo casi sin excepci?n por encima del 3% anual– se explica por la llegada de la inmigraci?n. "Se pas? de 39 o 40 millones de habitantes a 45 o 46 millones. Eso es m?s demanda de vivienda, m?s recaudaci?n. Desde el punto de vista fiscal también hay beneficios: llegan j?venes, dispuestos a trabajar, no hay que formarlos, tienen poco gasto sanitario (porque el 50% del gasto sanitario se hace en los ?ltimos a?os de vida), ya no van al colegio, y a?n no cobrar?n pensiones", resume el economista Josep Oliver, catedr?tico emérito de Econom?a Aplicada de la Universidad Aut?noma de Barcelona y gran experto en las implicaciones econ?micas de la inmigraci?n.
?C?mo se explica entonces el auge de los partidos antiinmigraci?n? Oliver da dos razones. La primera, de cariz ideol?gico: "Europa es racista, y punto. Sigue habiendo una visi?n colonial, nos seguimos considerando superiores como cultura".
Pero hay otra, que seguramente influye tanto o m?s que la idiosincrasia del continente. Aunque en términos globales no hay duda de la necesidad de la inmigraci?n, en términos individuales hay sectores de la sociedad que salen perjudicados de su llegada. "Los beneficios macroecon?micos a veces se traducen en perjuicios microecon?micos, sobre todo para las personas con ingresos de nivel bajo. La inmigraci?n se concentra en algunos sitios, se generan guetos, y en esos sitios el precio de la vivienda caer?, seguramente caer?n los salarios y habr? m?s competencia por servicios como educaci?n o sanidad", dice Oliver.
"Van donde hay trabajo"
"Espa?a espera recibir en los pr?ximos a?os en términos netos 500.000 inmigrantes por a?o; en Catalu?a en torno a 100.000. No se distribuyen aleatoriamente por el territorio: van donde hay trabajo y se concentran alrededor de las grandes ciudades. Son unas 200.000 familias nuevas al a?o en Espa?a. ?D?nde se coloca esta gente? Donde puede. ?Qué oferta de vivienda nueva para atenderlos hay? Cero. Hay algunas medidas pero estamos muy retrasados", insiste.
Pero la paradoja sigue sobre la mesa. ?C?mo mantener el crecimiento econ?mico sin la llegada de inmigrantes? Los n?meros macroecon?micos a los que alude Oliver son incontrovertibles: si en el a?o 1995 cumpl?an 21 a?os unas 750.000 personas en Espa?a; en 2022, ?ltimo con estad?sticas completas, nacieron menos de 333.000 ni?os en el pa?s. El déficit de mano de obra va a crecer en las pr?ximas décadas, porque el envejecimiento del continente es r?pido, la crisis demogr?fica incide especialmente en pa?ses como Espa?a y ninguna previsi?n indica que la situaci?n vaya a cambiar en poco tiempo; es decir, que el ?ndice de natalidad espa?ol vaya a dispararse muy por encima de los 1,2 hijos por mujer actuales. Por eso, el economista opina que "los partidos que piensan en restricciones severas deber?an decir c?mo piensan pagar las pensiones y el Estado del bienestar" si no es a través de la llegada de inmigrantes.
Los partidos que piensan en restricciones severas deber?an decir c?mo piensan pagar las pensiones y el Estado del bienestar
Josep Oliver
Catedr?tico emérito de Econom?a Aplicada de la UAB
En cualquier caso, no est? nada claro que los gobiernos puedan realmente impedir la llegada de inmigrantes. Economistas como Lant Pritchett, profesor en Oxford, experto en desarrollo y crecimiento econ?mico, sostienen que los recelos contra la inmigraci?n no tienen sentido hist?rico, porque solo se han producido restricciones a partir del siglo XX, y que caer?n por su propio peso, como la segregaci?n de los afroamericanos en Estados Unidos o la minusvaloraci?n del papel de las mujeres en la sociedad.
Oliver también asegura que es casi inevitable que llegue gente de fuera para cubrir los puestos que la crisis demogr?fica deja vacantes. "La demanda de trabajo no cubierta se filtra al exterior. Alguien llega aqu?, encuentra trabajo, llama a su familia. El PP lo llam? en los 2000 el ‘efecto llamada’, pero el ‘efecto llamada’ es que hay puestos de trabajo que no se llenan. Eso es la inmigraci?n. Otra discusi?n es si la que llega nos conviene", afirma.
Revertir los beneficios
El crecimiento de los partidos ultraderechistas, los que tradicionalmente se muestran m?s combativos contra la inmigraci?n, se sustenta a menudo –en Francia el mapa es muy claro– en las zonas de tradici?n obrera e izquierdista. Es all? donde se produce la competencia entre los aut?ctonos y los recién llegados: por la vivienda, por los empleos. ?C?mo compensar a esos barrios, que son los que sufren el impacto negativo del fen?meno? "Una pol?tica razonable para intentar no perjudicar a segmentos de la sociedad es revertir una parte importante de esos beneficios en esos ?mbitos, a través del sistema fiscal", afirma Oliver. Es decir: que sean los principales favorecidos del saldo neto de la inmigraci?n desde el punto de vista macroecon?mico, por ejemplo con la construcci?n de infraestructuras o con la mejora de los servicios sociales.
Pero eso no suele suceder, porque, al menos en Catalu?a y en Espa?a, ha habido muy pocos controles sobre la inmigraci?n. "En Alemania, en los a?os 50, 60 y 70 del siglo pasado, cuando recib?a una gran inmigraci?n de espa?oles, italianos, portugueses o turcos, el empresario alem?n de la época deb?a llevar ante las autoridades el contrato de trabajo de la persona y la cédula de habitabilidad de d?nde iba a vivir; si no, no les daban el permiso", explica Oliver.
Este economista, que también critica que algunos ?mbitos de la izquierda pol?tica "se hayan pasado" de tolerantes con los recién llegados que no acepten determinados valores democr?ticos, no tiene grandes esperanzas en que la paradoja del crecimiento de los partidos xen?fobos cuando m?s se necesita a los inmigrantes se resuelva en los pr?ximos tiempos. "Para integrar mejor habr?a que hablar de m?s impuestos y de otros temas que los partidos no quieren abordar porque no son populares, y porque cuestan mucho dinero. Las tendencias de fondo xen?fobo continuar?n subiendo, aqu? y en toda Europa", pronostica.
Récord de muertes
Todo este debate econ?mico en torno al fen?meno de la inmigraci?n convive con el drama humano que conllevan los intentos desesperados de los m?s desfavorecidos de llegar a pa?ses del primer mundo; Olivé piensa que la atenci?n a estos demandantes de asilo es "obligada". La oenegé Caminando Fronteras ha presentado esta semana un informe que recoge que 6.618 personas perdieron la vida en el mar intentando llegar a Espa?a solo en el a?o 2023. La noticia pas? bastante desapercibida en los medios.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/paradoja-inmigracion-vez-necesaria-vez-96876312)