الريــم
01-05-2024, 03:22 PM
No son tantas como ochenta, que son los a?os que el Premio Nadal (https://www.sport.es/es/temas/premio-nadal-1913702) cumplir? en unos d?as, pero son bastantes las novelas reconocidas con ese galard?n, el m?s longevo de los literarios en Espa?a, que atesoro en mi biblioteca. De Nada, la obra de Carmen Laforet que inaugur? el palmarés del certamen hasta convertirlo en hist?rico, tengo varias ediciones, una de ellas primera y en inglés, fechada en 1958 y con una mujer vestida de flamenca, con su peineta y su todo, pues as? y s?lo as? deb?an de ver los brit?nicos a la mujer espa?ola de entonces, también, aunque resulte dif?cil de creer, a Andrea, la protagonista de aquella novela.
Recorro los estantes de mis librer?as, buscando, y me voy deteniendo en algunos t?tulos y sus respectivos autores: La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes; Viento del norte, de Elena Quiroga; El Jarama, de Rafael S?nchez Ferlosio; Entre visillos, de Carmen Mart?n Gaite; Primera memoria, de Ana Mar?a Matute; La soledad era esto, de Juan José Mill?s (https://www.sport.es/es/temas/juan-jose-millas-1914717); El alquimista impaciente, de Lorenzo Silva; Lo que sé de los vampiros, de Francisco Casavella…
En esa lista, inacabada, en construcci?n, est? parte de la educaci?n sentimental y, por tanto, literaria, gracias a la que, llegado el momento, me atrev? a escribir y, muchos a?os después, a enviar un manuscrito, como quien lanza al mar un mensaje en una botella, para optar a la edici?n n?mero 78 de ese premio que tantas lecturas me hab?a regalado.
No ten?a ninguna aspiraci?n. Era imposible que yo, que no era ni soy nadie, que todav?a cargaba con el s?ndrome de la impostora, que batallaba con él, periodista y escritora, escritora y periodista, pues la narrativa es el ?nico producto alterado por el orden de los factores, pudiera ganar aquel galard?n, que llegara, siquiera, a ser una de las finalistas.
Ser?a, supongo, lo mismo que en su d?a pens? Carmen Laforet (https://www.sport.es/es/temas/carmen-laforet-1935831), que mand? el sobre, en el que peg? todos los sellos que pudo y alguno m?s, con su novela a ?ltima hora, ya casi fuera de plazo, y el suyo fue el ?ltimo original que lleg? a la redacci?n en Barcelona de la extinta revista Destino.
Fue el director de esa publicaci?n, Ignacio Agust?, el art?fice de un galard?n con el que esperaba levantar el ?nimo de los escritores de la época, mermado por la largu?sima posguerra y por las penurias y sinsabores de aquella Espa?a dictatorial y en blanco y negro. Con 5.000 pesetas (la dotaci?n actual es 30.000 euros), y la promesa de la gloria literaria, bastaba. Y ya lo creo que bast?. El nombre del premio se eligi? como homenaje a Eugenio Nadal, catedr?tico de Literatura y redactor jefe de la revista Destino, que muri? en abril de 1944, y el fallo se anunci? el 6 de enero de 1945.
Una historia que es Historia
Es una historia tan conocida que ya es casi Historia, pero merece la pena contarla una vez m?s. Andaba, entonces, el periodista y prohombre César Gonz?lez-Ruano, que hac?a poco hab?a regresado a Espa?a, medio convencido de que ganar?a con la novela que hab?a presentado al novedoso galard?n, La terraza de los Palau. Pero si eso hubiera sucedido es probable que hoy el premio no fuera lo que es, ya que aquel D?a de Reyes, en Barcelona, en el desaparecido Café Suizo (en 1949, se pas? al restaurante Glaciar; un a?o después, al Hotel Oriente y, en 1958, la ceremonia se traslad? definitivamente al Hotel Ritz, el actual Palace), el Nadal gan? a Laforet, y no a la inversa.
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La escritora Carmen Laforet.
EFE
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880
990
El jurado, reunido all? e integrado por los cr?ticos Juan Ram?n Masoliver y Rafael V?zquez Zamora, adem?s de los editores Josep Vergés, Joan Teixidor y el ya mencionado Ignacio Agust?, que ejerc?a de presidente, se decant? por aquella joven escritora -23 a?os ten?a Laforet- y la convirti?, seguramente a su pesar, en inmortal.
Tras su publicaci?n, Nada fue considerada por la cr?tica como una innovadora novela existencialista y lleg? a ser comparada con obras maestras de la literatura (https://www.sport.es/es/temas/literatura-1838544) como La n?usea, de Sartre, El extranjero, de Camus, o Cumbres borrascosas, de Emily Brontë. El resto es, una vez m?s, Historia.
El éxito, el mayor reclamo
El éxito de aquel libro de una autora debutante se convirti? en el principal reclamo de un galard?n que, en los a?os posteriores, sigui? descubriendo a escritores que, con el tiempo, llegaron incluso a ganar el Premio Cervantes (https://www.sport.es/es/temas/premio-cervantes-1835100). El primero de ellos fue Miguel Delibes, que en 1947 se hizo con el Nadal con La sombra del ciprés es alargada. Aquella noche, la del 6 de enero -pocos galardones hay tan lit?rgicos como este-, a Delibes le pill? la deliberaci?n del jurado en la redacci?n del peri?dico El Norte de Castilla, donde trabajaba como periodista.
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El escritor Miguel Delibes.
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Un teletipo anunci? que era finalista y, ya de madrugada, Gabriel Herrero, director del diario, le confirm? que era el ganador. "Me abri? todas las puertas. Me sancion? como escritor", lleg? a decir Delibes en una entrevista. La primera edici?n de La sombra del ciprés es alargada, de cinco mil ejemplares, se agot? en las librer?as en tres meses.
Otro Cervantino poseedor del Nadal es Rafael S?nchez Ferlosio. El sabio en zapatillas del madrile?o barrio de Prosperidad logr? el premio en 1955 con El Jarama y, dos a?os después, hizo lo propio Carmen Mart?n Gaite, entonces su mujer. Carmi?a present? Entre visillos con un seud?nimo muy familiar, al menos para ella: Sof?a Veloso, el nombre de su abuela. Nada le dijo a S?nchez Ferlosio de que hab?a enviado la novela al concurso por temor a que la desanimara "con sus cr?ticas", seg?n confes? después. Sigui? las votaciones en casa, por la radio, mientras cuidaba de su hija peque?a -S?nchez Ferlosio estaba de ilustrada charla en el Café Gij?n-, y, tras recibir la llamada de Josep Vergés, acab? sentada en el suelo.
El fen?meno de las mujeres novelistas
"Con la publicaci?n en 1944 de Nada, la primera novela (https://www.sport.es/es/temas/novelas-1848952) ganadora del recién creado premio Eugenio Nadal, se inicia un fen?meno relativamente nuevo en las letras espa?olas: el salto a la palestra de una serie de mujeres novelistas en cuya obra, desarrollada a lo largo de cuarenta a?os, pueden descubrirse hoy algunas caracter?sticas comunes". Son palabras extra?das del libro de Mart?n Gaite Desde la ventana: enfoque femenino de la literatura espa?ola (1987), en el que le dedica un cap?tulo a la Andrea de Carmen Laforet titulado La chica rara.
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La escritora Carmen Mart?n Gaite.
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Elena Quiroga, Dolores Medio, Lluïsa Forrellad, la propia Mart?n Gaite… Todas, mujeres educadas al dictado de la Secci?n Femenina, con el ?ngel del hogar como ?nico referente, decidieron presentarse al galard?n creado por Ignacio Agust? animadas por el triunfo de Laforet. También Ana Mar?a Matute (https://www.sport.es/es/temas/ana-maria-matute-1935833), otra ilustre Cervantina, que obtuvo el Nadal en 1959 con Primera memoria. "?ltimamente, las mujeres gan?is todos los premios de novela, ?es que escrib?s mejor?", le pregunt? un periodista a la Matute al poco de recibir el galard?n, a lo que ella respondi?: "Pues se ve que s?".
En todas ellas y en las que vinieron después, en esa genealog?a de autoras inmensas, algunas maltratadas por la cr?tica, otras minusvaloradas, olvidadas, ignoradas, redescubiertas, reivindicadas, pensé durante la noche del 6 de enero de 2022 en el Hotel Palace de Barcelona. Porque por ellas soy escritora y gracias a ellas, también, gané el Premio Nadal.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/alargada-sombra-literaria-premio-nadal-96562588)
Recorro los estantes de mis librer?as, buscando, y me voy deteniendo en algunos t?tulos y sus respectivos autores: La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes; Viento del norte, de Elena Quiroga; El Jarama, de Rafael S?nchez Ferlosio; Entre visillos, de Carmen Mart?n Gaite; Primera memoria, de Ana Mar?a Matute; La soledad era esto, de Juan José Mill?s (https://www.sport.es/es/temas/juan-jose-millas-1914717); El alquimista impaciente, de Lorenzo Silva; Lo que sé de los vampiros, de Francisco Casavella…
En esa lista, inacabada, en construcci?n, est? parte de la educaci?n sentimental y, por tanto, literaria, gracias a la que, llegado el momento, me atrev? a escribir y, muchos a?os después, a enviar un manuscrito, como quien lanza al mar un mensaje en una botella, para optar a la edici?n n?mero 78 de ese premio que tantas lecturas me hab?a regalado.
No ten?a ninguna aspiraci?n. Era imposible que yo, que no era ni soy nadie, que todav?a cargaba con el s?ndrome de la impostora, que batallaba con él, periodista y escritora, escritora y periodista, pues la narrativa es el ?nico producto alterado por el orden de los factores, pudiera ganar aquel galard?n, que llegara, siquiera, a ser una de las finalistas.
Ser?a, supongo, lo mismo que en su d?a pens? Carmen Laforet (https://www.sport.es/es/temas/carmen-laforet-1935831), que mand? el sobre, en el que peg? todos los sellos que pudo y alguno m?s, con su novela a ?ltima hora, ya casi fuera de plazo, y el suyo fue el ?ltimo original que lleg? a la redacci?n en Barcelona de la extinta revista Destino.
Fue el director de esa publicaci?n, Ignacio Agust?, el art?fice de un galard?n con el que esperaba levantar el ?nimo de los escritores de la época, mermado por la largu?sima posguerra y por las penurias y sinsabores de aquella Espa?a dictatorial y en blanco y negro. Con 5.000 pesetas (la dotaci?n actual es 30.000 euros), y la promesa de la gloria literaria, bastaba. Y ya lo creo que bast?. El nombre del premio se eligi? como homenaje a Eugenio Nadal, catedr?tico de Literatura y redactor jefe de la revista Destino, que muri? en abril de 1944, y el fallo se anunci? el 6 de enero de 1945.
Una historia que es Historia
Es una historia tan conocida que ya es casi Historia, pero merece la pena contarla una vez m?s. Andaba, entonces, el periodista y prohombre César Gonz?lez-Ruano, que hac?a poco hab?a regresado a Espa?a, medio convencido de que ganar?a con la novela que hab?a presentado al novedoso galard?n, La terraza de los Palau. Pero si eso hubiera sucedido es probable que hoy el premio no fuera lo que es, ya que aquel D?a de Reyes, en Barcelona, en el desaparecido Café Suizo (en 1949, se pas? al restaurante Glaciar; un a?o después, al Hotel Oriente y, en 1958, la ceremonia se traslad? definitivamente al Hotel Ritz, el actual Palace), el Nadal gan? a Laforet, y no a la inversa.
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La escritora Carmen Laforet.
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Tras su publicaci?n, Nada fue considerada por la cr?tica como una innovadora novela existencialista y lleg? a ser comparada con obras maestras de la literatura (https://www.sport.es/es/temas/literatura-1838544) como La n?usea, de Sartre, El extranjero, de Camus, o Cumbres borrascosas, de Emily Brontë. El resto es, una vez m?s, Historia.
El éxito, el mayor reclamo
El éxito de aquel libro de una autora debutante se convirti? en el principal reclamo de un galard?n que, en los a?os posteriores, sigui? descubriendo a escritores que, con el tiempo, llegaron incluso a ganar el Premio Cervantes (https://www.sport.es/es/temas/premio-cervantes-1835100). El primero de ellos fue Miguel Delibes, que en 1947 se hizo con el Nadal con La sombra del ciprés es alargada. Aquella noche, la del 6 de enero -pocos galardones hay tan lit?rgicos como este-, a Delibes le pill? la deliberaci?n del jurado en la redacci?n del peri?dico El Norte de Castilla, donde trabajaba como periodista.
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Otro Cervantino poseedor del Nadal es Rafael S?nchez Ferlosio. El sabio en zapatillas del madrile?o barrio de Prosperidad logr? el premio en 1955 con El Jarama y, dos a?os después, hizo lo propio Carmen Mart?n Gaite, entonces su mujer. Carmi?a present? Entre visillos con un seud?nimo muy familiar, al menos para ella: Sof?a Veloso, el nombre de su abuela. Nada le dijo a S?nchez Ferlosio de que hab?a enviado la novela al concurso por temor a que la desanimara "con sus cr?ticas", seg?n confes? después. Sigui? las votaciones en casa, por la radio, mientras cuidaba de su hija peque?a -S?nchez Ferlosio estaba de ilustrada charla en el Café Gij?n-, y, tras recibir la llamada de Josep Vergés, acab? sentada en el suelo.
El fen?meno de las mujeres novelistas
"Con la publicaci?n en 1944 de Nada, la primera novela (https://www.sport.es/es/temas/novelas-1848952) ganadora del recién creado premio Eugenio Nadal, se inicia un fen?meno relativamente nuevo en las letras espa?olas: el salto a la palestra de una serie de mujeres novelistas en cuya obra, desarrollada a lo largo de cuarenta a?os, pueden descubrirse hoy algunas caracter?sticas comunes". Son palabras extra?das del libro de Mart?n Gaite Desde la ventana: enfoque femenino de la literatura espa?ola (1987), en el que le dedica un cap?tulo a la Andrea de Carmen Laforet titulado La chica rara.
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La escritora Carmen Mart?n Gaite.
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En todas ellas y en las que vinieron después, en esa genealog?a de autoras inmensas, algunas maltratadas por la cr?tica, otras minusvaloradas, olvidadas, ignoradas, redescubiertas, reivindicadas, pensé durante la noche del 6 de enero de 2022 en el Hotel Palace de Barcelona. Porque por ellas soy escritora y gracias a ellas, también, gané el Premio Nadal.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/alargada-sombra-literaria-premio-nadal-96562588)