الريــم
12-30-2023, 12:31 AM
Elizabeth Taylor siempre fue admirada por su belleza, una condici?n que marc? su personalidad desde muy peque?a y que propici? su temprano ingreso en el universo de Hollywood (https://www.sport.es/es/temas/hollywood-1837140). Nacida en Londres en 1932, el temor por las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial llev? a su familia a Los ?ngeles, donde la peque?a Liz encontr? el camino hacia la gloria. Todav?a no hab?a cumplido los diez a?os y la gente la paraban por la calle para admirar sus oscuros rizos, su cara simétrica y sus ojos color violeta. "Dec?an que se parec?a a Vivien Leigh, la protagonista del arrollador éxito de 1939 Lo que el viento se llev?, y que debiera haber hecho una prueba para el papel de hija de Vivien", relata la periodista Kate Andersen Brower, autora de la primera biograf?a autorizada de la actriz, un volumen que se nutre del diario de la propia intérprete, cartas inéditas y numerosas entrevistas con sus amigos y familiares con el fin de profundizar en la compleja vida de uno de los m?s grandes iconos del siglo XX.
Impulsiva, caprichosa, inteligente, enamoradiza, perseverante y con una especial sensibilidad para conectar con el dolor ajeno, a Elizabeth Taylor "no le era posible recordar una época en su vida en la que no hubiera sido famosa", lo que acarre? una extensa lista de desgracias. La primera, los golpes de su padre, un marchante de arte que no soportaba que su hija ganara m?s dinero que él. "Sé que cuando me hac?a eso estaba borracho y no quer?a hacerlo". Después le sobrevinieron las patadas de Nicky Hilton, el primero de sus siete maridos, que también ten?a problemas con el alcohol. Aquel episodio, que se produjo durante la luna de miel de la pareja y sin que ella supiese que estaba embarazada, le provoc? un aborto. Ocho meses después de la boda llegar?a el divorcio y el eterno calvario de Elizabeth Taylor por encontrar el amor de su vida. Ten?a diecinueve a?os y m?s de una docena de pel?culas a sus espaldas.
El actor brit?nico Michael Wilding fue su segundo esposo, con quien tuvo dos hijos, Michael y Christopher, y a quien enga?? con Frank Sinatra. Aunque las discusiones con Wilding no llegaron a las manos, la actriz consideraba que la diferencia de edad entre ambos –se llevaban veinte a?os– fue lo que acab? separ?ndolos irremediablemente. La cuesti?n es que su tercer marido, el productor Michael Todd, con quien tuvo a su hija Liza, ten?a 23 a?os m?s que ella. La repentina muerte de Todd en un accidente aéreo en 1958 sumi? a Taylor en una profunda tristeza y ech? por tierra la celebraci?n de los éxitos que hab?a cosechado con pel?culas como El ?rbol de la vida, Gigante y La gata sobre el tejado de zinc. "Cuando se estrell? el avi?n, yo me estrellé con él", lleg? a decir. La desgracia en lo personal parec?a perseguirla al tiempo que la fortuna en lo profesional le sonre?a como nunca.
Encontr? consuelo en los brazos del cantante Eddie Fisher, que se convertir?a en su cuarto esposo. Fisher, ?ntimo amigo de Todd, estaba casado con la actriz Debbie Reynolds, que ejerci? de dama de honor en la boda entre Taylor y el difunto productor, por lo que el romance surgido entre ambos lleg? a convertirse en algo parecido a un asunto de estado. El esc?ndalo dividi? al pa?s –y al mundo– entre los que estaban a favor de la nueva relaci?n y los que consideraban a Taylor como una amiga traicionera y destructora de hogares (debe tenerse en cuenta la mentalidad puritana y machista imperante en la Norteamérica de Eisenhower de la década de los 50).
Pero, como ocurre con las manchas de la mora, lleg? otra verde llamada Richard Burton, su partenaire en Cleopatra, pel?cula con la que Taylor se convirti? en la autora de la mayor reivindicaci?n feminista de la industria del cine. Exigi? cobrar un mill?n de d?lares, salario que ni siquiera sus compa?eros masculinos hab?an logrado por entonces, y la Fox se lo concedi?. Al poco de iniciar el rodaje en Londres, cay? enferma por meningitis y neumon?a. Se lleg? a temer por su vida, pero pudo recuperarse tras una traqueotom?a, intervenci?n que le dej? una notable cicatriz en el cuello. Cuando el romance entre Liz como Burton sali? a la luz, ambos segu?an casados, lo que convirti? a la pareja en centro de atenci?n de todas las miradas.
La suya fue una turbulenta historia de amor, pasi?n, joyas –que él le regalaba a ella– y autodestrucci?n alcoh?lica. Se casar?n y divorciaron en dos ocasiones, alimentando el crecimiento del circo medi?tico a su alrededor a niveles desconocidos (también porque trabajaron juntos en once pel?culas). «Amo a Richard con todas las fibras de mi alma, pero no podemos estar juntos», confesar?a tras la separaci?n. Elizabeth Taylor logr? dos ?scar por sus interpretaciones en Una mujer marcada y ?Quién teme a Virginia Woolf?, y volvi? a casarse –y divorciarse– en otras dos ocasiones, con el pol?tico John Warner y con el constructor Larry Fortensky, al que conoci? en una cl?nica de desintoxicaci?n.
Los ?ltimos a?os de su vida los dedic? a nobles causas. Durante su carrera hab?a compartido confidencias con Montgomery Clift, Rock Hudson y James Dean, quienes hab?an ocultado dolorosamente su homosexualidad para evitar la inquisidora mirada de la sociedad. Tras el fallecimiento de Hudson en 1985, la actriz se implic? decididamente en la lucha contra el sida y en la defensa de los derechos LGTBI. Su intensa labor humanitaria, gracias a la cual consigui? recaudar millones de d?lares, le hizo merecedora de un Oscar honor?fico en 1993, entre otros reconocimientos. Falleci? en 2011 a los 79 a?os, dejando atr?s un irrepetible legado art?stico y humano. Sab?a que la suya hab?a sido "una vida extraordinaria". Una vida que vivi? sin miedo a ser ella misma. A d?a de hoy, ni siquiera la inteligencia artificial es capaz de calcular cu?ntas actualizaciones de Instagram har?n falta hasta dar con una influencer de la talla de ‘la Taylor’.
Elizabeth Taylor. La fuerza y el glamour de un icono
Autora: Kate Andersen Brower
Traducci?n: Joan Andreano Weyland
Editorial: Libros C?pula
Precio: 22,95 euros
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/elizabeth-taylor-brillar-sufrir-intensidad-96381323)
Impulsiva, caprichosa, inteligente, enamoradiza, perseverante y con una especial sensibilidad para conectar con el dolor ajeno, a Elizabeth Taylor "no le era posible recordar una época en su vida en la que no hubiera sido famosa", lo que acarre? una extensa lista de desgracias. La primera, los golpes de su padre, un marchante de arte que no soportaba que su hija ganara m?s dinero que él. "Sé que cuando me hac?a eso estaba borracho y no quer?a hacerlo". Después le sobrevinieron las patadas de Nicky Hilton, el primero de sus siete maridos, que también ten?a problemas con el alcohol. Aquel episodio, que se produjo durante la luna de miel de la pareja y sin que ella supiese que estaba embarazada, le provoc? un aborto. Ocho meses después de la boda llegar?a el divorcio y el eterno calvario de Elizabeth Taylor por encontrar el amor de su vida. Ten?a diecinueve a?os y m?s de una docena de pel?culas a sus espaldas.
El actor brit?nico Michael Wilding fue su segundo esposo, con quien tuvo dos hijos, Michael y Christopher, y a quien enga?? con Frank Sinatra. Aunque las discusiones con Wilding no llegaron a las manos, la actriz consideraba que la diferencia de edad entre ambos –se llevaban veinte a?os– fue lo que acab? separ?ndolos irremediablemente. La cuesti?n es que su tercer marido, el productor Michael Todd, con quien tuvo a su hija Liza, ten?a 23 a?os m?s que ella. La repentina muerte de Todd en un accidente aéreo en 1958 sumi? a Taylor en una profunda tristeza y ech? por tierra la celebraci?n de los éxitos que hab?a cosechado con pel?culas como El ?rbol de la vida, Gigante y La gata sobre el tejado de zinc. "Cuando se estrell? el avi?n, yo me estrellé con él", lleg? a decir. La desgracia en lo personal parec?a perseguirla al tiempo que la fortuna en lo profesional le sonre?a como nunca.
Encontr? consuelo en los brazos del cantante Eddie Fisher, que se convertir?a en su cuarto esposo. Fisher, ?ntimo amigo de Todd, estaba casado con la actriz Debbie Reynolds, que ejerci? de dama de honor en la boda entre Taylor y el difunto productor, por lo que el romance surgido entre ambos lleg? a convertirse en algo parecido a un asunto de estado. El esc?ndalo dividi? al pa?s –y al mundo– entre los que estaban a favor de la nueva relaci?n y los que consideraban a Taylor como una amiga traicionera y destructora de hogares (debe tenerse en cuenta la mentalidad puritana y machista imperante en la Norteamérica de Eisenhower de la década de los 50).
Pero, como ocurre con las manchas de la mora, lleg? otra verde llamada Richard Burton, su partenaire en Cleopatra, pel?cula con la que Taylor se convirti? en la autora de la mayor reivindicaci?n feminista de la industria del cine. Exigi? cobrar un mill?n de d?lares, salario que ni siquiera sus compa?eros masculinos hab?an logrado por entonces, y la Fox se lo concedi?. Al poco de iniciar el rodaje en Londres, cay? enferma por meningitis y neumon?a. Se lleg? a temer por su vida, pero pudo recuperarse tras una traqueotom?a, intervenci?n que le dej? una notable cicatriz en el cuello. Cuando el romance entre Liz como Burton sali? a la luz, ambos segu?an casados, lo que convirti? a la pareja en centro de atenci?n de todas las miradas.
La suya fue una turbulenta historia de amor, pasi?n, joyas –que él le regalaba a ella– y autodestrucci?n alcoh?lica. Se casar?n y divorciaron en dos ocasiones, alimentando el crecimiento del circo medi?tico a su alrededor a niveles desconocidos (también porque trabajaron juntos en once pel?culas). «Amo a Richard con todas las fibras de mi alma, pero no podemos estar juntos», confesar?a tras la separaci?n. Elizabeth Taylor logr? dos ?scar por sus interpretaciones en Una mujer marcada y ?Quién teme a Virginia Woolf?, y volvi? a casarse –y divorciarse– en otras dos ocasiones, con el pol?tico John Warner y con el constructor Larry Fortensky, al que conoci? en una cl?nica de desintoxicaci?n.
Los ?ltimos a?os de su vida los dedic? a nobles causas. Durante su carrera hab?a compartido confidencias con Montgomery Clift, Rock Hudson y James Dean, quienes hab?an ocultado dolorosamente su homosexualidad para evitar la inquisidora mirada de la sociedad. Tras el fallecimiento de Hudson en 1985, la actriz se implic? decididamente en la lucha contra el sida y en la defensa de los derechos LGTBI. Su intensa labor humanitaria, gracias a la cual consigui? recaudar millones de d?lares, le hizo merecedora de un Oscar honor?fico en 1993, entre otros reconocimientos. Falleci? en 2011 a los 79 a?os, dejando atr?s un irrepetible legado art?stico y humano. Sab?a que la suya hab?a sido "una vida extraordinaria". Una vida que vivi? sin miedo a ser ella misma. A d?a de hoy, ni siquiera la inteligencia artificial es capaz de calcular cu?ntas actualizaciones de Instagram har?n falta hasta dar con una influencer de la talla de ‘la Taylor’.
Elizabeth Taylor. La fuerza y el glamour de un icono
Autora: Kate Andersen Brower
Traducci?n: Joan Andreano Weyland
Editorial: Libros C?pula
Precio: 22,95 euros
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