الريــم
12-26-2023, 03:30 PM
La estaci?n de autobuses no es el sitio m?s glamuroso de València, pero toda su decadencia se transforma en lujo en la planta baja de la puerta contigua. Sin llamar la atenci?n, ignorada por viajeros y personas sin hogar,*el n?mero 13 de la avenida Menéndez Pidal esconde Subastas Darley, un espacio de 1.500 metros cuadrados que presume de ser la sala de subastas presenciales m?s grande de Espa?a.*
La primera impresi?n es de bazar. Un bajo inmenso tomado por las piezas a la venta y medio centenar de sillas distribuidas en parejas. Al fondo, un estrado con siete veintea?eros provistos de teléfonos y ordenadores tipo gala solidaria. Y en el centro, oficiando la ceremonia,*el presidente de la asociaci?n espa?ola de coleccionistas de antigüedades chinas*y jefe de la sala, David Amor?s. El miércoles se adjudic? un jarr?n chino de la dinast?a Qing por dos millones de euros;*el jueves 21 (fecha de este reportaje) se espera vender un Ribalta oculto en manos privadas por m?s de 140.000.*
Pero antes del Gordo sale la pedrea. “Yo vengo a casi todas las subastas y en esta pujaré por un cuadro de 60 euros”, narra David, electricista de 41 a?os. “A m? me gusta mucho el costumbrismo valenciano y aqu? puedes encontrar cosas de Pinazo o Germ?n G?mez. Es un estilo de arte muy marcado del que no puedes llenar la casa porque tu mujer te echa”, bromea este vecino de Velluters. “Luego hay otra batalla, el 'San Mart?n compartiendo su capa con el mendigo'*de Ribalta, nunca hab?a visto subastarse un cuadro tan caro. Espero que se lo quede la Generalitat”.*
Varias sillas a la derecha aguardan dos chavales con piercings y tatuajes. Son Almez y Lara, han nacido en este siglo y ven pasar antigüedades como quien va al teatro. “Un d?a estaba en la estaci?n de bus, entré por curiosidad y vi una alfombra bastante chula.*El precio de salida eran 150 euros, igual me la pillo”, cuenta él, y a?ade: “Aunque en realidad venimos por la experiencia”.*
Experiencia tiene a capazos Lorenzo Blanco, un asiduo de las subastas desde hace m?s de 30 a?os.*“Yo antes iba al zoco del Pasaje Ripalda y vend?a mis propias obras a m?s de 15.000 pesetas.*Ahora vengo aqu? porque estoy jubilado y porque es buena época para comprar. Est? todo muy barato, el arte se ha devaluado”, asegura. “A m? el marchante me dec?a, Lorenzo, hay dos tipos de arte: el que se vende y el que no se vende. Y ahora tenemos mucho del segundo”, reflexiona este profesor de pintura con clases en Torrefiel.
De fondo sigue la subasta de 290 lotes –hay actividad presencial pero el mayor volumen de venta se genera de manera telef?nica y online, especialmente en el mercado asi?tico–, el martillo va adjudicando piezas y el Ribalta no tardar? en asomar en el cat?logo digital. Mientras todo esto ocurre, Eduardo, un psiquiatra de 60 a?os, busca en Google el autor del cuadro que acaba de comprar.*“Parece que es un pintor brasile?o.*He subido el cartel como en las pel?culas y me lo he quedado por 550 euros”, relata. “Yo soy un poco artista porque me interesa el neuromarketing y hago mis pinitos en dise?o gr?fico. También suelo pujar por Ebay, pero es todo m?s estresante, tienes que hacer click en el ?ltimo segundo. Aqu? est?s a expensas de lo que mande el se?or del altar”, contin?a diciendo el médico de 64 a?os. “En esta sala se trata de tener pasta, no suerte. Aunque igualmente algunos venimos a jugar”.*
Image ID:
96261485
El Ribalta enmarcado por una cama victoriana también a subasta.
L-EMV
/clip/ed8d6d3f-ee8f-47a9-a54d-a0a8476747ad_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg
1200
675
Pese a ofrecer presencialidad, las casas de subastas se han adaptado a las transacciones online después de una historia llena de cambios.*El actual modelo de compraventa surgi? originalmente como modelo de adjudicaci?n de esclavos*y bienes conseguidos en las conquistas; sin embargo, no fue hasta el siglo XVII cuando empez? a implantarse de manera sistem?tica en los pa?ses n?rdicos. Se cree que la primera casa de subastas de la historia fue la Stockholms Auktionsverk fundada en 1674 por iniciativa del bar?n Claes R?lamb, entonces gobernador de Estocolmo. Luego proliferaron grandes*firmas como Christie's*y Sotheby’s –y en Madrid se han consolidado otras como Dur?n Arte y Subastas o Ansorena–.*
Llega ‘el Gordo’
Bajo la estaci?n de autobuses de València, David Amor?s sigue repartiendo lotes y Emilio contempla la funci?n con especial interés. Tiene participaciones en la subasta. “Mi madre muri? recientemente y he tenido que dar salida a los cuadros, porque en mi casa de estilo n?rdico estas piezas no tienen cabida”, explica el operario de Monteolivete. “He tra?do media docena de ?leos y acuarelas de autores*que no conozco pero que aparecen en la Wikipedia. La sala te custodia un mes las piezas para exponerlas al p?blico y si consiguen adjudicarlas se quedan con el 20% del precio de venta”, narra el hombre de 57 a?os. “Subastas Darley es mi ?ltima oportunidad. En Wallapop nadie se ha interesado por los cuadros”.*
En este Wallapop del siglo XVII copado por rastreadores de chollos crece el interés cuando por fin sale el Ribalta en pantalla. M?xima atenci?n. El artista pint? la obra para la Cartuja de Valldecrist y en 2015 fue objeto de una exposici?n sobre la vida del autor en el*Museo de Bellas Artes de València. “Llega el lote 410 con un precio de salida de 140.000 euros”, presenta Amor?s. “Llevamos un a?o detr?s de este cuadro para traerlo a València a subasta… (mirada al fondo de la sala)... y ya vemos que no hay interés. La subasta queda desierta. Pasamos al siguiente lote”.*
Tras el momento anticlim?tico de la tarde, en la sala afirman estar "decepcionados" con el desenlace de la subasta de esta obra de grandes dimensiones (281 x 183 cent?metros). Las mismas fuentes afirman que tanto el Estado como la Generalitat estaban enterados de la venta, y lamentan que la administraci?n no haya pujado por un cuadro de semejantes dimensiones para entreg?rsela a la ciudad València. "El coleccionista de Granada dice que no volver? a subastarlo. Est? muy quemado", aseguran.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/mayor-sala-subastas-arte-estacion-valencia-96261553)
La primera impresi?n es de bazar. Un bajo inmenso tomado por las piezas a la venta y medio centenar de sillas distribuidas en parejas. Al fondo, un estrado con siete veintea?eros provistos de teléfonos y ordenadores tipo gala solidaria. Y en el centro, oficiando la ceremonia,*el presidente de la asociaci?n espa?ola de coleccionistas de antigüedades chinas*y jefe de la sala, David Amor?s. El miércoles se adjudic? un jarr?n chino de la dinast?a Qing por dos millones de euros;*el jueves 21 (fecha de este reportaje) se espera vender un Ribalta oculto en manos privadas por m?s de 140.000.*
Pero antes del Gordo sale la pedrea. “Yo vengo a casi todas las subastas y en esta pujaré por un cuadro de 60 euros”, narra David, electricista de 41 a?os. “A m? me gusta mucho el costumbrismo valenciano y aqu? puedes encontrar cosas de Pinazo o Germ?n G?mez. Es un estilo de arte muy marcado del que no puedes llenar la casa porque tu mujer te echa”, bromea este vecino de Velluters. “Luego hay otra batalla, el 'San Mart?n compartiendo su capa con el mendigo'*de Ribalta, nunca hab?a visto subastarse un cuadro tan caro. Espero que se lo quede la Generalitat”.*
Varias sillas a la derecha aguardan dos chavales con piercings y tatuajes. Son Almez y Lara, han nacido en este siglo y ven pasar antigüedades como quien va al teatro. “Un d?a estaba en la estaci?n de bus, entré por curiosidad y vi una alfombra bastante chula.*El precio de salida eran 150 euros, igual me la pillo”, cuenta él, y a?ade: “Aunque en realidad venimos por la experiencia”.*
Experiencia tiene a capazos Lorenzo Blanco, un asiduo de las subastas desde hace m?s de 30 a?os.*“Yo antes iba al zoco del Pasaje Ripalda y vend?a mis propias obras a m?s de 15.000 pesetas.*Ahora vengo aqu? porque estoy jubilado y porque es buena época para comprar. Est? todo muy barato, el arte se ha devaluado”, asegura. “A m? el marchante me dec?a, Lorenzo, hay dos tipos de arte: el que se vende y el que no se vende. Y ahora tenemos mucho del segundo”, reflexiona este profesor de pintura con clases en Torrefiel.
De fondo sigue la subasta de 290 lotes –hay actividad presencial pero el mayor volumen de venta se genera de manera telef?nica y online, especialmente en el mercado asi?tico–, el martillo va adjudicando piezas y el Ribalta no tardar? en asomar en el cat?logo digital. Mientras todo esto ocurre, Eduardo, un psiquiatra de 60 a?os, busca en Google el autor del cuadro que acaba de comprar.*“Parece que es un pintor brasile?o.*He subido el cartel como en las pel?culas y me lo he quedado por 550 euros”, relata. “Yo soy un poco artista porque me interesa el neuromarketing y hago mis pinitos en dise?o gr?fico. También suelo pujar por Ebay, pero es todo m?s estresante, tienes que hacer click en el ?ltimo segundo. Aqu? est?s a expensas de lo que mande el se?or del altar”, contin?a diciendo el médico de 64 a?os. “En esta sala se trata de tener pasta, no suerte. Aunque igualmente algunos venimos a jugar”.*
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El Ribalta enmarcado por una cama victoriana también a subasta.
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Pese a ofrecer presencialidad, las casas de subastas se han adaptado a las transacciones online después de una historia llena de cambios.*El actual modelo de compraventa surgi? originalmente como modelo de adjudicaci?n de esclavos*y bienes conseguidos en las conquistas; sin embargo, no fue hasta el siglo XVII cuando empez? a implantarse de manera sistem?tica en los pa?ses n?rdicos. Se cree que la primera casa de subastas de la historia fue la Stockholms Auktionsverk fundada en 1674 por iniciativa del bar?n Claes R?lamb, entonces gobernador de Estocolmo. Luego proliferaron grandes*firmas como Christie's*y Sotheby’s –y en Madrid se han consolidado otras como Dur?n Arte y Subastas o Ansorena–.*
Llega ‘el Gordo’
Bajo la estaci?n de autobuses de València, David Amor?s sigue repartiendo lotes y Emilio contempla la funci?n con especial interés. Tiene participaciones en la subasta. “Mi madre muri? recientemente y he tenido que dar salida a los cuadros, porque en mi casa de estilo n?rdico estas piezas no tienen cabida”, explica el operario de Monteolivete. “He tra?do media docena de ?leos y acuarelas de autores*que no conozco pero que aparecen en la Wikipedia. La sala te custodia un mes las piezas para exponerlas al p?blico y si consiguen adjudicarlas se quedan con el 20% del precio de venta”, narra el hombre de 57 a?os. “Subastas Darley es mi ?ltima oportunidad. En Wallapop nadie se ha interesado por los cuadros”.*
En este Wallapop del siglo XVII copado por rastreadores de chollos crece el interés cuando por fin sale el Ribalta en pantalla. M?xima atenci?n. El artista pint? la obra para la Cartuja de Valldecrist y en 2015 fue objeto de una exposici?n sobre la vida del autor en el*Museo de Bellas Artes de València. “Llega el lote 410 con un precio de salida de 140.000 euros”, presenta Amor?s. “Llevamos un a?o detr?s de este cuadro para traerlo a València a subasta… (mirada al fondo de la sala)... y ya vemos que no hay interés. La subasta queda desierta. Pasamos al siguiente lote”.*
Tras el momento anticlim?tico de la tarde, en la sala afirman estar "decepcionados" con el desenlace de la subasta de esta obra de grandes dimensiones (281 x 183 cent?metros). Las mismas fuentes afirman que tanto el Estado como la Generalitat estaban enterados de la venta, y lamentan que la administraci?n no haya pujado por un cuadro de semejantes dimensiones para entreg?rsela a la ciudad València. "El coleccionista de Granada dice que no volver? a subastarlo. Est? muy quemado", aseguran.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/mayor-sala-subastas-arte-estacion-valencia-96261553)