الريــم
12-20-2023, 09:51 AM
El 20 de diciembre de 1973 tuvo lugar el magnicidio, a manos de ETA, del presidente del Gobierno, el almirante Luis Carrero Blanco. No fue el primer asesinato de un presidente del gobierno espa?ol --en los ?ltimos 100 a?os se hab?an perpetrado los de Joan Prim (1870), Antonio C?novas del Castillo (1897), José Canalejas (1912) y Eduardo Dato (1921)--, pero s? el de una figura clave en la institucionalizaci?n del régimen franquista desde sus inicios y el garante de su continuidad tras la muerte de Franco.
Nacido en Santo?a en 1904 en el seno de una familia de militares, Carrero Blanco opt? por la Marina, en la cual particip? en la guerra del Rif y destac? como profesor de t?ctica submarina en la Escuela de Guerra Naval de Madrid. Desde 1941 fue el brazo pol?tico de Franco y el principal timonel del Gobierno. Cat?lico practicante, de misa diaria, y militante del nacionalcatolicismo, ultraconservador y reaccionario, Carrero Blanco fue profundamente antiliberal y, por ende, anticomunista.
M?s informaci?n (Auto)
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96063646
Carrero Blanco situ?, a mediados de los a?os 50, en el puesto de mando de la sala de m?quinas a un joven Laureano L?pez Rod?, catedr?tico de Derecho Administrativo y miembro destacado del Opus Dei, que le hab?a ayudado a superar una grave crisis matrimonial, reclutando la tripulaci?n entre sus correligionarios. Mientras Franco mediaba entre falangistas y tecn?cratas opusde?stas, Carrero siempre manifest? su apoyo a estos ?ltimos, art?fices del 'desarrollismo'. Un bienestar econ?mico que no deb?a, de ninguna manera, poner en cuesti?n la estructura pol?tica del franquismo, que él consideraba superior a cualquier otra, democracias liberales, incluidas.
Image ID:
96063753
Francisco Franco y Luis Carrero Blanco.
Archivo
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880
495
Carrero Blanco lo dej? patente, un a?o antes de su muerte, en una intervenci?n sin tapujos ante el Consejo Nacional del Movimiento, el ?rgano pol?tico m?s importante del franquismo compuesto por un centenar de personas designadas por Franco. El almirante de submarinos lanz? un torpedo a la l?nea de flotaci?n de las propuestas de liberalizaci?n pol?tica, rechazando de plano la participaci?n pol?tica fuera del Movimiento Nacional, el partido ?nico de la dictadura. Para Carrero, el principal problema no era pol?tico, sino moral y, concretamente, los disturbios laborales y la degeneraci?n de la conducta de los j?venes por las "fuerzas corrosivas que est?n utilizando la pornograf?a, las drogas, negaci?n de los valores religiosos, el desprecio a la autoridad y el rechazo de los valores patri?ticos para corromper a la juventud espa?ola". No obstante, el almirante fue derrotado por el 'Submarino amarillo' de los Beatles.
En 1973, cuando Franco decidi? delegar, por primera vez, su cargo de presidente del Gobierno, a nadie sorprendi? que recayera en su fiel servidor, que ya hab?a manifestado con creces su profunda lealtad a su persona y a su obra y su total y absoluta identificaci?n doctrinal plasmada en los Principios del Movimiento Nacional y en las Leyes Fundamentales del Reino. En su primer discurso como presidente del Gobierno ante las Cortes, dej? patente su lealtad al Pr?ncipe de Espa?a como sucesor del dictador y primer monarca de la nueva dinast?a franquista conocida como "monarqu?a del 18 de julio" o de los 'azules', por el color de la camisa del uniforme falangista.
Image ID:
96063768
Luis Carrero Blanco y el pr?ncipe Juan Carlos, el 9 de junio de 1973.
Archivo
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En su discurso, Carrero se refer?a a la Monarqu?a del Movimiento Nacional: "A esta monarqu?a y a la persona del Pr?ncipe de Espa?a que ha de ser un d?a --que Dios quiera esté a?n muy lejano-- su primer monarca, es a los que declaro mi total y absoluta lealtad". Y finaliz? con una idea-fuerza que sintetiza de manera clara y transparente el programa de acci?n del gobierno: "continuar".
Lo menos que se puede decir de Carrero Blanco es que con él no hubiera habido nunca en Espa?a una democracia liberal y, mucho menos, un Estado social y democr?tico de derecho. El margen de maniobra pol?tica del nuevo monarca hubiera sido m?s limitado y la confrontaci?n (y represi?n) con la oposici?n, continuada. Por eso sorprende e indigna la persistencia de un monumento de 40 metros dedicado a su memoria en su pueblo natal. No es que sea ilegal, es que es vergonzoso. Que descanse en paz en el cementerio de Mingorrubio junto con Carlos Arias Navarro y su idolatrado Francisco Franco.
Andreu Mayayo Artal es catedr?tico de Historia Contempor?nea de la UB.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/carrero-blanco-valido-franco-96063784)
Nacido en Santo?a en 1904 en el seno de una familia de militares, Carrero Blanco opt? por la Marina, en la cual particip? en la guerra del Rif y destac? como profesor de t?ctica submarina en la Escuela de Guerra Naval de Madrid. Desde 1941 fue el brazo pol?tico de Franco y el principal timonel del Gobierno. Cat?lico practicante, de misa diaria, y militante del nacionalcatolicismo, ultraconservador y reaccionario, Carrero Blanco fue profundamente antiliberal y, por ende, anticomunista.
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Carrero Blanco situ?, a mediados de los a?os 50, en el puesto de mando de la sala de m?quinas a un joven Laureano L?pez Rod?, catedr?tico de Derecho Administrativo y miembro destacado del Opus Dei, que le hab?a ayudado a superar una grave crisis matrimonial, reclutando la tripulaci?n entre sus correligionarios. Mientras Franco mediaba entre falangistas y tecn?cratas opusde?stas, Carrero siempre manifest? su apoyo a estos ?ltimos, art?fices del 'desarrollismo'. Un bienestar econ?mico que no deb?a, de ninguna manera, poner en cuesti?n la estructura pol?tica del franquismo, que él consideraba superior a cualquier otra, democracias liberales, incluidas.
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Francisco Franco y Luis Carrero Blanco.
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Carrero Blanco lo dej? patente, un a?o antes de su muerte, en una intervenci?n sin tapujos ante el Consejo Nacional del Movimiento, el ?rgano pol?tico m?s importante del franquismo compuesto por un centenar de personas designadas por Franco. El almirante de submarinos lanz? un torpedo a la l?nea de flotaci?n de las propuestas de liberalizaci?n pol?tica, rechazando de plano la participaci?n pol?tica fuera del Movimiento Nacional, el partido ?nico de la dictadura. Para Carrero, el principal problema no era pol?tico, sino moral y, concretamente, los disturbios laborales y la degeneraci?n de la conducta de los j?venes por las "fuerzas corrosivas que est?n utilizando la pornograf?a, las drogas, negaci?n de los valores religiosos, el desprecio a la autoridad y el rechazo de los valores patri?ticos para corromper a la juventud espa?ola". No obstante, el almirante fue derrotado por el 'Submarino amarillo' de los Beatles.
En 1973, cuando Franco decidi? delegar, por primera vez, su cargo de presidente del Gobierno, a nadie sorprendi? que recayera en su fiel servidor, que ya hab?a manifestado con creces su profunda lealtad a su persona y a su obra y su total y absoluta identificaci?n doctrinal plasmada en los Principios del Movimiento Nacional y en las Leyes Fundamentales del Reino. En su primer discurso como presidente del Gobierno ante las Cortes, dej? patente su lealtad al Pr?ncipe de Espa?a como sucesor del dictador y primer monarca de la nueva dinast?a franquista conocida como "monarqu?a del 18 de julio" o de los 'azules', por el color de la camisa del uniforme falangista.
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Luis Carrero Blanco y el pr?ncipe Juan Carlos, el 9 de junio de 1973.
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En su discurso, Carrero se refer?a a la Monarqu?a del Movimiento Nacional: "A esta monarqu?a y a la persona del Pr?ncipe de Espa?a que ha de ser un d?a --que Dios quiera esté a?n muy lejano-- su primer monarca, es a los que declaro mi total y absoluta lealtad". Y finaliz? con una idea-fuerza que sintetiza de manera clara y transparente el programa de acci?n del gobierno: "continuar".
Lo menos que se puede decir de Carrero Blanco es que con él no hubiera habido nunca en Espa?a una democracia liberal y, mucho menos, un Estado social y democr?tico de derecho. El margen de maniobra pol?tica del nuevo monarca hubiera sido m?s limitado y la confrontaci?n (y represi?n) con la oposici?n, continuada. Por eso sorprende e indigna la persistencia de un monumento de 40 metros dedicado a su memoria en su pueblo natal. No es que sea ilegal, es que es vergonzoso. Que descanse en paz en el cementerio de Mingorrubio junto con Carlos Arias Navarro y su idolatrado Francisco Franco.
Andreu Mayayo Artal es catedr?tico de Historia Contempor?nea de la UB.
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