الريــم
12-17-2023, 02:30 PM
La amnist?a ya ha echado a andar en el Congreso, las comisiones sobre la 'operaci?n Catalu?a', Pegasus y los atentados del 17-A est?n aprobadas, los negociadores socialistas y posconvergentes ya se han reunido con verificador en el extranjero y, en definitiva, Pedro S?nchez ha iniciado el pago a ERC y Junts tras haber cobrado por adelantado con sus votos para la investidura. El jueves se citar? con el president Pere Aragonès en el Palau de la Generalitat, d?ndole preferencia ante el resto de sus hom?logos auton?micos, y se ver? en breve con el dirigente de JxCat, Carles Puigdemont. El PSOE se acompasa a la disputa independentista y el tablero pol?tico empieza a agitarse para que el presidente del Gobierno cumpla con lo pactado para garantizarse la gobernabilidad.
El duelo de reuniones
ERC anunci? la reuni?n S?nchez-Aragonès cuando el foco estaba centrado en el primer encuentro PSOE-Junts en Ginebra y, al acercarse la cita entre gobiernos, el secretario general de la posconvergencia, Jordi Turull, lanz? otra prevista entre el l?der socialista y Puigdemont. El duelo de reuniones refleja hasta qué punto est? arraigada la competici?n soberanista, incapaz de fusionar en una ?nica mesa los tres di?logos paralelos.
El president recibir? a S?nchez con el af?n de marcar posici?n ante Junts y en busca de la concreci?n del pacto PSOE-ERC del que depende, en buena parte, la recta final de su mandato. Moncloa y Generalitat todav?a no han cerrado el orden del d?a, pero pulen ya los asuntos a tratar. En Palau prevén arrancar la reactivaci?n de la mesa de di?logo -no aclaran si podr?n cerrar la fecha- y acotar el marco en el que lograr una financiaci?n "singular", teniendo en cuenta que el acuerdo fija que en el primer trimestre de 2024 debe constituirse la comisi?n para abordarlo, y que se citen, a cambio, para la comisi?n para abrir el mel?n de la ampliaci?n del aeropuerto de Barcelona.
Para los republicanos la imagen en s? misma ya es un logro, no solo por priorizarle en su ronda de autonom?as, sino porque supone un reconocimiento ante las c?maras del que Junts todav?a no puede presumir. Aragonès necesita exhibir capacidad de mando y liderazgo -todav?a m?s ante las dudas sobre si repetir? como candidato o si Oriol Junqueras volver? a primera l?nea si la amnist?a llega a tiempo- y presumir de que ERC s? negocia entre gobiernos, no solo entre partidos.
Los pagos
Puigdemont tuvo su minuto de gloria ante el pleno del Parlamento Europeo y lo aprovech? para dar un toque de atenci?n a S?nchez y recibir de él el gesto de que cumplir?, en una semana en la que tampoco se ha oficializado el catal?n en la UE. El l?der moral de Junts necesita un pago como este para vender los frutos del giro estratégico del partido, ya que él no ha podido cobrar por adelantado.
Las filas posconvergentes celebran la predisposici?n del PSOE en un encuentro cara a cara con S?nchez, y aceptan acomodarse al ritmo de los socialistas para esa fotograf?a que no se dio en la firma del acuerdo de investidura. El amago de hacer pinza con el PNV, votando junto al PP, sirve para presionar y que el PSOE pase por caja, pero los posconvergentes andan optimistas y siguen tejiendo complicidades tanto con Moncloa como con Ferraz.
ERC también ve buena predisposici?n en el nuevo Consejo de Ministros, que ya ha desencallando asuntos como las encomiendas para infraestructuras y la inversi?n para el 'hub' audiovisual Catalunya Media City. La previsi?n es que la inversi?n para los Mossos d'Esquadra también se cierre en los pr?ximos d?as.
El intercambio presupuestario
La pieza m?s importante sigue siendo el intercambio presupuestario. El Govern tiene prisa por aprobar las cuentas catalanas, dando ya por hecha la pr?rroga técnica. Y el encontronazo entre la consellera Laura Vilagrà y la diputada socialista Al?cia Romero, que se extendi? m?s all? del hemiciclo del Parlament, es un reflejo de esta presi?n.
La conexi?n con Madrid est? m?s que activada, ya que los republicanos dan por descontado que sin un apoyo del PSC a Aragonès, no dar?n un enésimo 's?' a S?nchez. Los Comuns, ahora sin mando en el Ayuntamiento de Barcelona, negocian con m?s ambici?n y con menos ataduras, personificando en el Hard Rock una l?nea roja, aunque hoy por hoy depende del acuerdo entre privados, y exhibiendo que Aragonès deber? elegir entre la posici?n socialista y la suya, en cuanto a los macroproyectos.
Las dudas planean sobre Junts: entran en la ecuaci?n, quieren hablar, pero la desconfianza entre dos exsocios empapa los papeles y el Govern teme que pretenda la dilaci?n para torpedear los planes del president. Los posconvergentes insisten en que quieren una negociaci?n sincera y pulen sus exigencias, aunque dan por hecho que si ven que el pacto se est? cerrando con el PSC, se levantar?n de la mesa, algo que los republicanos ven dif?cil de justificar si, al igual que ellos, terminan apoyando las cuentas de S?nchez.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/sanchez-inicia-pago-erc-junts-95944034)
El duelo de reuniones
ERC anunci? la reuni?n S?nchez-Aragonès cuando el foco estaba centrado en el primer encuentro PSOE-Junts en Ginebra y, al acercarse la cita entre gobiernos, el secretario general de la posconvergencia, Jordi Turull, lanz? otra prevista entre el l?der socialista y Puigdemont. El duelo de reuniones refleja hasta qué punto est? arraigada la competici?n soberanista, incapaz de fusionar en una ?nica mesa los tres di?logos paralelos.
El president recibir? a S?nchez con el af?n de marcar posici?n ante Junts y en busca de la concreci?n del pacto PSOE-ERC del que depende, en buena parte, la recta final de su mandato. Moncloa y Generalitat todav?a no han cerrado el orden del d?a, pero pulen ya los asuntos a tratar. En Palau prevén arrancar la reactivaci?n de la mesa de di?logo -no aclaran si podr?n cerrar la fecha- y acotar el marco en el que lograr una financiaci?n "singular", teniendo en cuenta que el acuerdo fija que en el primer trimestre de 2024 debe constituirse la comisi?n para abordarlo, y que se citen, a cambio, para la comisi?n para abrir el mel?n de la ampliaci?n del aeropuerto de Barcelona.
Para los republicanos la imagen en s? misma ya es un logro, no solo por priorizarle en su ronda de autonom?as, sino porque supone un reconocimiento ante las c?maras del que Junts todav?a no puede presumir. Aragonès necesita exhibir capacidad de mando y liderazgo -todav?a m?s ante las dudas sobre si repetir? como candidato o si Oriol Junqueras volver? a primera l?nea si la amnist?a llega a tiempo- y presumir de que ERC s? negocia entre gobiernos, no solo entre partidos.
Los pagos
Puigdemont tuvo su minuto de gloria ante el pleno del Parlamento Europeo y lo aprovech? para dar un toque de atenci?n a S?nchez y recibir de él el gesto de que cumplir?, en una semana en la que tampoco se ha oficializado el catal?n en la UE. El l?der moral de Junts necesita un pago como este para vender los frutos del giro estratégico del partido, ya que él no ha podido cobrar por adelantado.
Las filas posconvergentes celebran la predisposici?n del PSOE en un encuentro cara a cara con S?nchez, y aceptan acomodarse al ritmo de los socialistas para esa fotograf?a que no se dio en la firma del acuerdo de investidura. El amago de hacer pinza con el PNV, votando junto al PP, sirve para presionar y que el PSOE pase por caja, pero los posconvergentes andan optimistas y siguen tejiendo complicidades tanto con Moncloa como con Ferraz.
ERC también ve buena predisposici?n en el nuevo Consejo de Ministros, que ya ha desencallando asuntos como las encomiendas para infraestructuras y la inversi?n para el 'hub' audiovisual Catalunya Media City. La previsi?n es que la inversi?n para los Mossos d'Esquadra también se cierre en los pr?ximos d?as.
El intercambio presupuestario
La pieza m?s importante sigue siendo el intercambio presupuestario. El Govern tiene prisa por aprobar las cuentas catalanas, dando ya por hecha la pr?rroga técnica. Y el encontronazo entre la consellera Laura Vilagrà y la diputada socialista Al?cia Romero, que se extendi? m?s all? del hemiciclo del Parlament, es un reflejo de esta presi?n.
La conexi?n con Madrid est? m?s que activada, ya que los republicanos dan por descontado que sin un apoyo del PSC a Aragonès, no dar?n un enésimo 's?' a S?nchez. Los Comuns, ahora sin mando en el Ayuntamiento de Barcelona, negocian con m?s ambici?n y con menos ataduras, personificando en el Hard Rock una l?nea roja, aunque hoy por hoy depende del acuerdo entre privados, y exhibiendo que Aragonès deber? elegir entre la posici?n socialista y la suya, en cuanto a los macroproyectos.
Las dudas planean sobre Junts: entran en la ecuaci?n, quieren hablar, pero la desconfianza entre dos exsocios empapa los papeles y el Govern teme que pretenda la dilaci?n para torpedear los planes del president. Los posconvergentes insisten en que quieren una negociaci?n sincera y pulen sus exigencias, aunque dan por hecho que si ven que el pacto se est? cerrando con el PSC, se levantar?n de la mesa, algo que los republicanos ven dif?cil de justificar si, al igual que ellos, terminan apoyando las cuentas de S?nchez.
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