الريــم
12-10-2023, 08:10 PM
Un ?rbitro baja los brazos y dos coches aceleran a fondo entre un pasillo de chavales que no pierden ojo. Sus m?viles lo graban todo: las lanzadas, los drift o derrapadas, el humo del neum?tico quemado, los tubos de escape expulsando llamaradas de fuego, las motos de cross en pleno caballito y también los accidentes, a veces incluso mortales. Casi todos los viernes y s?bados del a?o se organizan en València y pueblos de alrededor las llamadas “kdds”, reuniones de amantes del motor que se citan para comparar sus veh?culos tuneados y en algunos casos medirse en técnica y velocidad sobre el asfalto. Es decir, en carreras ilegales.
En agosto de 2022 salt? a los medios una de estas concentraciones clandestinas por el atropello grave de una menor del p?blico en el pol?gono de Sagunt. El 17 de octubre de 2023 los vecinos de la avenida José Roca Coll –en Patraix– denunciaron la presencia de rails aprovechando las parcelas a medio camino de su urbanizaci?n. Y cuatro d?as m?s tarde la Polic?a identific? a 24 personas tras detectar una carrera ilegal en Turianova, junto a la Nueva Fe. Las competiciones que anta?o se organizaban en el Cementerio General o La Marina de València han encontrado nuevas ubicaciones en pol?gonos y PAIs. Pero, ?c?mo se organizan?
En València destacan dos grandes grupos de “kdds” (abreviatura de “kedada”) con actividad recurrente: Kdd Valencia, seguido por 1.350 personas en Instagram; y Clandestine Motors KDDs, con un n?mero similar de miembros en su canal de Telegram. Estas marcas catalizan el grueso del movimiento actual, pero hay otros grupos de menor tama?o que o bien han empezado a pisar el freno –caso de Bule Valencia, m?s veteranos–, o bien se organizan en chats privados para competir en petit comité también en pol?gonos y zonas apartadas de la convivencia vecinal.
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Cuando las quedadas son masivas pueden congregar a unas 400 personas de edades diversas. Entre los participantes hay padres con hijos, conductores de camiones, menores con motos de 49 cent?metros c?bicos y much?simos veintea?eros atra?dos por el resurgir del tuning. En Espa?a esta subcultura vivi? su década prodigiosa desde las primeras cintas de la franquicia Fast & Furious hasta el estreno en 2014 del programa MTV Tuning Espa?a, pasando por videojuegos como Need for Speed o acercamientos caricaturescas como el popular Neng de Castefa; sin embargo, los coches con alerones, neones y suspensi?n baja desaparecieron del mainstream hasta que hace pocos a?os las redes reflotaron la afici?n entre el p?blico m?s joven. Perfiles como el valenciano Reyiyt acumulan m?s de 250.000 seguidores en Tik Tok.
“No somos los ninis que la gente cree, aqu? hay mucho chaval metido en trabajos de marketing digital y que prefiere gastar dinero en su coche que salir de fiesta”, dice uno de los organizadores de Kdd Valencia. “En estas reuniones podemos estar horas paseando, comparando coches y escuchando m?sica que resuene en los graves, tipo dembow. Luego hay de todo, gente que se deja 4.000 euros en tunear un Dacia y gente que viene con un BMW Serie 3 o Serie 4 de 100.000 euros m?s los 20.000 del tuning. Normalmente se invierte en forjar el motor, poner un escape recto, mejorar la electr?nica o meter una jaula dentro”.
Pero no todo es pasear. Les guste o no, en todas las kdds se montan piques espont?neos –son las carreras ilegales m?s comunes– y otras situaciones de riesgo. Los coches se sit?an en paralelo y exprimen los caballos en una recta larga a 150 km/h. Las motos recorren estas mismas rectas con caballitos interminables. Algunos conductores hacen patinar sus veh?culos en rotondas o en medio de un c?rculo de gente y siempre al borde del siniestro. Otros entran demasiado fuerte en un parking atestado de j?venes. “?ltimamente hemos tenido que parar un poco con las quedadas porque esto se est? yendo de las manos a todo el mundo”, confiesa un responsable de Clandestine Motors.
No extra?a por tanto que algunas de las ?ltimas reuniones se hayan saldado con accidentes graves. La semana pasada chocaron un coche y una moto, a principios de octubre colisionaron dos motos en Benaguasil –uno de los pilotos se rompi? varias costillas, dientes y clav?cula– y hace cuatro meses muri? un chaval en Picassent al entrar recto en una rotonda. “Estos accidentes se graban y enseguida los tenemos en el m?vil”, dice el integrante de Kdd Valencia. “Nosotros no podemos ponernos delante de los coches y las motos cuando est?n arrancando. Lo que intentamos es que al menos en estos accidentes no se vean involucradas terceras personas, que fue lo que pas? en el atropello de Sagunt”, lamenta el miembro de Clandestine.
“?Quién en Pica?”
Pero este no es su ?nico problema. En los ?ltimos meses han visto crecer la vigilancia: la Polic?a ha estrechado el cerco y cada quedada termina convirtiéndose en el juego del gato y el rat?n. Los organizadores pasan un enlace de Google Maps a ?ltima hora de la tarde –por los grupos de Telegram y Whatsapp o por privado– y los conductores acuden al sitio hasta que la Polic?a les echa. Ya hay “ubicaciones quemadas” que han dejado de frecuentar. La Marina de València, el pol?gono de Picassent o el parking del Heron City, donde se turnaban coches y motos hasta que la Polic?a de Paterna les cogi? la medida.
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"Kdd" organizada por Clandestine Motors.
CLANDESTINE MOTORS
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As?, cuando la kdd toma forma la conversaci?n en los chats se vuelve frenética. “?Quién en Pica?”. “Lleno de Polic?as”. “?Pero est?s all??”. “S? macho mogoll?n de polis y guardias”. “?Cheste nada?”. “Cheste poli”. “Movemos a Benaguacil y au”. “Mandarme la ubi”. “En Bena se ha liado pero para mal”. “Qué ha pasado”. “Se han dado dos motos de cara” .“?Kine alguien?”. “Vac?o”. “Malilla, detr?s de la Fe”. “Pa casa”. El baile de ubicaciones va llev?ndoles a pueblos cada vez m?s alejados de Valencia como Algemes?, Ll?ria o Carlet –las tres ?ltimas han sido ah?– para evitar un marcaje del que no logran zafarse: “Evidentemente hay agentes en los grupos. A veces hemos pasado la ubicaci?n y ya estaban esper?ndonos antes de llegar”, dicen los organizadores.
“Al final solo quedar?n Teslas”
Pero en la noche de este jueves ocurri? algo inédito. Fueron los propios asistentes quienes llamaron a la Polic?a por la actitud de unos exaltados. Es la cristalizaci?n del choque latente entre quienes defienden que en las “kdds” se debe dejar el coche aparcado para no provocar altercados ni llamar la atenci?n de la Polic?a –las convocatorias piden claramente “no piques, no drift, no lanzadas”–, y quienes rechazan esa “actitud de concesionario” al considerarla aburrida, resolviendo que a estas reuniones se va para “dar espect?culo” en carreras ilegales con todo el peligro que eso conlleva.
Desde la llamada a la Polic?a el debate en los grupos se ha vuelto expl?cito y el consenso parece imposible. Hay m?s adrenalina en los chats que en la carretera. No quieren pagar justos por pecadores, de modo que los primeros intentan moderar o directamente expulsar a los segundos porque les va la afici?n en ello: “Se nos mete a todos en el mismo saco y se nos criminaliza cuando aqu? mucha gente simplemente se re?ne para presumir de coche y comparar sus modificaciones. Con este ambiente y tanta Polic?a encima ya somos cuatro gatos; al final solo quedar?n Teslas. No somos delincuentes”, insisten los defensores del tuning.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/carreras-ilegales-valencia-manos-95668334)
En agosto de 2022 salt? a los medios una de estas concentraciones clandestinas por el atropello grave de una menor del p?blico en el pol?gono de Sagunt. El 17 de octubre de 2023 los vecinos de la avenida José Roca Coll –en Patraix– denunciaron la presencia de rails aprovechando las parcelas a medio camino de su urbanizaci?n. Y cuatro d?as m?s tarde la Polic?a identific? a 24 personas tras detectar una carrera ilegal en Turianova, junto a la Nueva Fe. Las competiciones que anta?o se organizaban en el Cementerio General o La Marina de València han encontrado nuevas ubicaciones en pol?gonos y PAIs. Pero, ?c?mo se organizan?
En València destacan dos grandes grupos de “kdds” (abreviatura de “kedada”) con actividad recurrente: Kdd Valencia, seguido por 1.350 personas en Instagram; y Clandestine Motors KDDs, con un n?mero similar de miembros en su canal de Telegram. Estas marcas catalizan el grueso del movimiento actual, pero hay otros grupos de menor tama?o que o bien han empezado a pisar el freno –caso de Bule Valencia, m?s veteranos–, o bien se organizan en chats privados para competir en petit comité también en pol?gonos y zonas apartadas de la convivencia vecinal.
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Cuando las quedadas son masivas pueden congregar a unas 400 personas de edades diversas. Entre los participantes hay padres con hijos, conductores de camiones, menores con motos de 49 cent?metros c?bicos y much?simos veintea?eros atra?dos por el resurgir del tuning. En Espa?a esta subcultura vivi? su década prodigiosa desde las primeras cintas de la franquicia Fast & Furious hasta el estreno en 2014 del programa MTV Tuning Espa?a, pasando por videojuegos como Need for Speed o acercamientos caricaturescas como el popular Neng de Castefa; sin embargo, los coches con alerones, neones y suspensi?n baja desaparecieron del mainstream hasta que hace pocos a?os las redes reflotaron la afici?n entre el p?blico m?s joven. Perfiles como el valenciano Reyiyt acumulan m?s de 250.000 seguidores en Tik Tok.
“No somos los ninis que la gente cree, aqu? hay mucho chaval metido en trabajos de marketing digital y que prefiere gastar dinero en su coche que salir de fiesta”, dice uno de los organizadores de Kdd Valencia. “En estas reuniones podemos estar horas paseando, comparando coches y escuchando m?sica que resuene en los graves, tipo dembow. Luego hay de todo, gente que se deja 4.000 euros en tunear un Dacia y gente que viene con un BMW Serie 3 o Serie 4 de 100.000 euros m?s los 20.000 del tuning. Normalmente se invierte en forjar el motor, poner un escape recto, mejorar la electr?nica o meter una jaula dentro”.
Pero no todo es pasear. Les guste o no, en todas las kdds se montan piques espont?neos –son las carreras ilegales m?s comunes– y otras situaciones de riesgo. Los coches se sit?an en paralelo y exprimen los caballos en una recta larga a 150 km/h. Las motos recorren estas mismas rectas con caballitos interminables. Algunos conductores hacen patinar sus veh?culos en rotondas o en medio de un c?rculo de gente y siempre al borde del siniestro. Otros entran demasiado fuerte en un parking atestado de j?venes. “?ltimamente hemos tenido que parar un poco con las quedadas porque esto se est? yendo de las manos a todo el mundo”, confiesa un responsable de Clandestine Motors.
No extra?a por tanto que algunas de las ?ltimas reuniones se hayan saldado con accidentes graves. La semana pasada chocaron un coche y una moto, a principios de octubre colisionaron dos motos en Benaguasil –uno de los pilotos se rompi? varias costillas, dientes y clav?cula– y hace cuatro meses muri? un chaval en Picassent al entrar recto en una rotonda. “Estos accidentes se graban y enseguida los tenemos en el m?vil”, dice el integrante de Kdd Valencia. “Nosotros no podemos ponernos delante de los coches y las motos cuando est?n arrancando. Lo que intentamos es que al menos en estos accidentes no se vean involucradas terceras personas, que fue lo que pas? en el atropello de Sagunt”, lamenta el miembro de Clandestine.
“?Quién en Pica?”
Pero este no es su ?nico problema. En los ?ltimos meses han visto crecer la vigilancia: la Polic?a ha estrechado el cerco y cada quedada termina convirtiéndose en el juego del gato y el rat?n. Los organizadores pasan un enlace de Google Maps a ?ltima hora de la tarde –por los grupos de Telegram y Whatsapp o por privado– y los conductores acuden al sitio hasta que la Polic?a les echa. Ya hay “ubicaciones quemadas” que han dejado de frecuentar. La Marina de València, el pol?gono de Picassent o el parking del Heron City, donde se turnaban coches y motos hasta que la Polic?a de Paterna les cogi? la medida.
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"Kdd" organizada por Clandestine Motors.
CLANDESTINE MOTORS
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As?, cuando la kdd toma forma la conversaci?n en los chats se vuelve frenética. “?Quién en Pica?”. “Lleno de Polic?as”. “?Pero est?s all??”. “S? macho mogoll?n de polis y guardias”. “?Cheste nada?”. “Cheste poli”. “Movemos a Benaguacil y au”. “Mandarme la ubi”. “En Bena se ha liado pero para mal”. “Qué ha pasado”. “Se han dado dos motos de cara” .“?Kine alguien?”. “Vac?o”. “Malilla, detr?s de la Fe”. “Pa casa”. El baile de ubicaciones va llev?ndoles a pueblos cada vez m?s alejados de Valencia como Algemes?, Ll?ria o Carlet –las tres ?ltimas han sido ah?– para evitar un marcaje del que no logran zafarse: “Evidentemente hay agentes en los grupos. A veces hemos pasado la ubicaci?n y ya estaban esper?ndonos antes de llegar”, dicen los organizadores.
“Al final solo quedar?n Teslas”
Pero en la noche de este jueves ocurri? algo inédito. Fueron los propios asistentes quienes llamaron a la Polic?a por la actitud de unos exaltados. Es la cristalizaci?n del choque latente entre quienes defienden que en las “kdds” se debe dejar el coche aparcado para no provocar altercados ni llamar la atenci?n de la Polic?a –las convocatorias piden claramente “no piques, no drift, no lanzadas”–, y quienes rechazan esa “actitud de concesionario” al considerarla aburrida, resolviendo que a estas reuniones se va para “dar espect?culo” en carreras ilegales con todo el peligro que eso conlleva.
Desde la llamada a la Polic?a el debate en los grupos se ha vuelto expl?cito y el consenso parece imposible. Hay m?s adrenalina en los chats que en la carretera. No quieren pagar justos por pecadores, de modo que los primeros intentan moderar o directamente expulsar a los segundos porque les va la afici?n en ello: “Se nos mete a todos en el mismo saco y se nos criminaliza cuando aqu? mucha gente simplemente se re?ne para presumir de coche y comparar sus modificaciones. Con este ambiente y tanta Polic?a encima ya somos cuatro gatos; al final solo quedar?n Teslas. No somos delincuentes”, insisten los defensores del tuning.
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