الريــم
12-10-2023, 10:30 AM
La historia del f?tbol est? repleta de jugadores que tuvieron malas relaciones con sus entrenadores: Guardiola con Ibrahimovic y Ribery, Mourinho con Pogba y Casillas, Van Gaal con Riquelme, Setién con Messi y Luis Su?rez, Simeone con Joao Felix, media plantilla del Valencia 2007-2008 con Koeman...
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Forma parte del juego que la relaci?n entre los jugadores y sus jefes sea objetivo prioritario de interés de la prensa, ya que, cotilleo al margen, suele haber una relaci?n entre el rendimiento en el césped y la convivencia en el vestuario.
Hay algunas trifulcas legendarias, como la de Alex Ferguson con David Beckham. En el 2003, Ferguson pate? una bota en el vestuario contra Beckham y le abri? una brecha encima de ojo. Seg?n cont? Ferguson en su autobiograf?a, Beckham malgastaba su talento futbol?stico distra?do por la fama que rodeaba a su matrimonio con la Spice Girl Victoria Beckham y, encima, coqueteaba con el Real Madrid.
Cuando el jugador resalt? su herida para que fuera visible ante la prensa, Ferguson pidi? al club que lo traspasara. “El mismo momento en que un jugador del Manchester United piense que es m?s grande que el entrenador, debe irse”, escribi? Ferguson, frustrado porque a su juicio su ni?o mimado se convirti? en un ni?ato.
No recuerdo que ninguna de estas trifulcas entre grandes jugadores y entrenadores acabara con el equipo saliendo a jugar con diez y el adversario remontando el partido. Eso es lo que le sucedi? a la selecci?n espa?ola femenina en su partido contra Italia a causa, seg?n algunas informaciones, de un enfrentamiento en el descanso entre la seleccionadora, Montse Tomé, y la estrella del equipo, Aitana Bonmat?.
Hay versiones contradictorias que responsabilizan a la entrenadora y a la jugadora, pero lo que es innegable es que el equipo sali? a jugar con diez jugadoras y que el adversario remont?.
M?s all? de que es responsabilidad de la entrenadora que al césped salten once jugadoras, el historial de Tomé desde que asumi? el cargo hace que sea dif?cil creerla. En su primera convocatoria dijo que hab?a hablado con Jenni Hermoso sobre su ausencia en la lista y la jugadora lo neg?; en la segunda atribuy? a la inform?tica un grueso error en la convocatoria y la UEFA la desminti?, y su relato de lo que pas? en el descanso contra Italia es cuestionado por otras versiones.
Sobre el accidente de Beckham, Ferguson escribi? en sus memorias: “En el momento en que el entrenador pierde su autoridad, no tienes club”. Si Tomé necesita informaciones period?sticas que parecen sospechosamente filtradas para reafirmar su autoridad sobre el grupo, esta debilidad tarde o temprano acabar? plasm?ndose en los resultados, que por ahora son buenos.
Es dif?cil saber qué sucede en la selecci?n a causa de la niebla informativa que la rodea. Durante el pulso entre las jugadoras y la federaci?n, que puso bajo el foco medi?tico a la selecci?n como nunca antes, fue dif?cil entender para parte de la opini?n p?blica cu?les eran las reivindicaciones concretas de las jugadoras.
A veces da la impresi?n de que el boom de interés medi?tico que ha experimentado el f?tbol femenino ha cogido desprevenidos a todos los implicados, la federaci?n, las jugadoras y también a la prensa. Estar en el candelabro, que dir?a aquel, no le sienta bien a la selecci?n femenina.
El periodismo se confunde demasiado a menudo con discursos interesados, rancios y machistas (el que presenta a las jugadoras como unas ni?atas malcriadas, el paternalista, el que pone el foco en los asuntos extradeportivos y muestra nulo interés en los deportivos) y también con su opuesto, la portavoc?a acr?tica y las adhesiones inquebrantables.
Por qué la selecci?n sali? a jugar con diez jugadoras contra Italia es un leg?timo tema de interés period?stico. Consultar a todas las fuentes posibles para saber qué sucedi? dentro del vestuario forma parte de la obligaci?n de la prensa. Aprender a convivir con la presi?n medi?tica es un peaje a pagar por el aumento de la popularidad del f?tbol femenino.
Y es trabajo del periodismo no heredar lo peor del trato al f?tbol masculino y encontrar otra forma de informar con rigor y amenidad de lo que sucede en el campo y en los despachos. Que a veces guste, y otras no, es la ley de esta profesi?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/opinion/seleccion-femenina-candelabro-95597467)
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Hay algunas trifulcas legendarias, como la de Alex Ferguson con David Beckham. En el 2003, Ferguson pate? una bota en el vestuario contra Beckham y le abri? una brecha encima de ojo. Seg?n cont? Ferguson en su autobiograf?a, Beckham malgastaba su talento futbol?stico distra?do por la fama que rodeaba a su matrimonio con la Spice Girl Victoria Beckham y, encima, coqueteaba con el Real Madrid.
Cuando el jugador resalt? su herida para que fuera visible ante la prensa, Ferguson pidi? al club que lo traspasara. “El mismo momento en que un jugador del Manchester United piense que es m?s grande que el entrenador, debe irse”, escribi? Ferguson, frustrado porque a su juicio su ni?o mimado se convirti? en un ni?ato.
No recuerdo que ninguna de estas trifulcas entre grandes jugadores y entrenadores acabara con el equipo saliendo a jugar con diez y el adversario remontando el partido. Eso es lo que le sucedi? a la selecci?n espa?ola femenina en su partido contra Italia a causa, seg?n algunas informaciones, de un enfrentamiento en el descanso entre la seleccionadora, Montse Tomé, y la estrella del equipo, Aitana Bonmat?.
Hay versiones contradictorias que responsabilizan a la entrenadora y a la jugadora, pero lo que es innegable es que el equipo sali? a jugar con diez jugadoras y que el adversario remont?.
M?s all? de que es responsabilidad de la entrenadora que al césped salten once jugadoras, el historial de Tomé desde que asumi? el cargo hace que sea dif?cil creerla. En su primera convocatoria dijo que hab?a hablado con Jenni Hermoso sobre su ausencia en la lista y la jugadora lo neg?; en la segunda atribuy? a la inform?tica un grueso error en la convocatoria y la UEFA la desminti?, y su relato de lo que pas? en el descanso contra Italia es cuestionado por otras versiones.
Sobre el accidente de Beckham, Ferguson escribi? en sus memorias: “En el momento en que el entrenador pierde su autoridad, no tienes club”. Si Tomé necesita informaciones period?sticas que parecen sospechosamente filtradas para reafirmar su autoridad sobre el grupo, esta debilidad tarde o temprano acabar? plasm?ndose en los resultados, que por ahora son buenos.
Es dif?cil saber qué sucede en la selecci?n a causa de la niebla informativa que la rodea. Durante el pulso entre las jugadoras y la federaci?n, que puso bajo el foco medi?tico a la selecci?n como nunca antes, fue dif?cil entender para parte de la opini?n p?blica cu?les eran las reivindicaciones concretas de las jugadoras.
A veces da la impresi?n de que el boom de interés medi?tico que ha experimentado el f?tbol femenino ha cogido desprevenidos a todos los implicados, la federaci?n, las jugadoras y también a la prensa. Estar en el candelabro, que dir?a aquel, no le sienta bien a la selecci?n femenina.
El periodismo se confunde demasiado a menudo con discursos interesados, rancios y machistas (el que presenta a las jugadoras como unas ni?atas malcriadas, el paternalista, el que pone el foco en los asuntos extradeportivos y muestra nulo interés en los deportivos) y también con su opuesto, la portavoc?a acr?tica y las adhesiones inquebrantables.
Por qué la selecci?n sali? a jugar con diez jugadoras contra Italia es un leg?timo tema de interés period?stico. Consultar a todas las fuentes posibles para saber qué sucedi? dentro del vestuario forma parte de la obligaci?n de la prensa. Aprender a convivir con la presi?n medi?tica es un peaje a pagar por el aumento de la popularidad del f?tbol femenino.
Y es trabajo del periodismo no heredar lo peor del trato al f?tbol masculino y encontrar otra forma de informar con rigor y amenidad de lo que sucede en el campo y en los despachos. Que a veces guste, y otras no, es la ley de esta profesi?n.
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