الريــم
12-04-2023, 02:00 PM
Una vez superada la dura traves?a a bordo de una barquilla precaria con rumbo a Canarias, los migrantes miran hacia la Europa continental. Casi cada d?a se trasladan en grupos a la Pen?nsula, donde sienten m?s cerca ese futuro mejor que tanto anhelan. Organizaciones como Accem les acogen, les informan sobre cu?l es su situaci?n y se aseguran de que lleguen al lugar en el que quieren empezar su nueva vida.
En fila, en silencio, guardando el orden y la disciplina; con apenas una bolsa en la mano para llevar sus pocos enseres personales, van pasando uno a uno el control de seguridad del aeropuerto. Una vez dentro, hasta la apertura de la puerta de embarque, algunos aprovechan para llamar a sus familiares y otros simplemente esperan con paciencia el momento en el que poner rumbo a un nuevo destino que les acerque a ese futuro mejor que tanto anhelan. Una escena que se repite casi cada d?a en los aeropuertos canarios y que desat? un cruce de reproches y acusaciones entre las diferentes administraciones de los territorios donde se reubica a los miles de migrantes cuya atenci?n no puede asumir el Archipiélago en solitario. A ellos poco les afectan las tensiones pol?ticas, pues por fin ven que el final de su trayecto est? m?s cerca.
Después de una peligrosa traves?a por mar para llegar a Canarias desde alg?n enclave de la costa africana, los migrantes pasan unos d?as en alg?n centro de internamiento de extranjeros (CIE), pero su objetivo no es instalarse en las Islas, la gran mayor?a mira hacia la Europa continental. Al bajar del avi?n les espera una nueva etapa. Es la ?ltima parada de la ruta canaria y la primera de su nuevo camino.
"Una vez en la Pen?nsula todo cambia. Pueden descansar después de sobrevivir a la traves?a en el mar. Es un tiempo para recuperarse y para ubicarse", apunta Mar Garc?a, adjunta responsable territorial de Accem en Extremadura y exdirecotra de Las Ra?ces, en Tenerife. Ya no hay tanta prisa, la angustia por salir se disipa y se sienten m?s relajados. Estos factores influyen en que el nivel de conflictividad de los centros sea m?nimo en relaci?n a los incidentes que se registran en los dispositivos de acogida del Archipiélago, donde la incertidumbre, la ansiedad, la preocupaci?n y la frustraci?n se convierten muchas veces en detonantes de un enfrentamiento. El traslado supone para ellos un choque emocional, pero "enseguida buscan wifi para comunicarse con sus familias en el pa?s de origen y llamar a sus contactos en Europa", explica Mohammed Kebaili, responsable de Accem en la Regi?n de Murcia, quien detalla que algunos entran en el centro muy asustados, "porque saben que empieza lo peor", y otros est?n muy felices por haber superado la traves?a.
Las derivaciones a distintos puntos de la Pen?nsula se est?n produciendo de forma muy ?gil. Los procedimientos se establecieron en el anterior pico de llegadas y eso ayuda a que ahora no se colapse el sistema de acogida de Canarias, donde el Ministerio de Migraciones pretende que la ocupaci?n nunca esté por encima de las 1.500 personas. A medida que quedan plazas libres en alguna comunidad aut?noma se inician los tr?mites para realizar las derivaciones que, en octubre ya hab?an superado las 5.000, seg?n afirm? el entonces ministro de Migraciones, José Luis Escriv?.
El personal de Accem, una de las entidades que gestiona centros de migrantes tanto en Canarias como en la Pen?nsula, ofrece una atenci?n personalizada. Se interesan por conocer el proyecto migratorio de los usuarios y les preguntan a d?nde quieren llegar. Los destinos m?s demandados son Barcelona, Almer?a, Valencia y Murcia, aunque también hay un porcentaje peque?o que solicita un billete hasta Ir?n, para después cruzar a Francia. Cuando est?n preparados para abandonar el recurso de acogida, se organiza el traslado en guagua o en tren y el Gobierno de Espa?a sufraga el coste de sus billetes.
"Les acompa?amos hasta la estaci?n y son conscientes de que en ese momento empieza lo m?s duro", explica la adjunta responsable territorial de Accem en Extremadura, quien aclara que desde la oenegé promueven un enfoque "muy realista" y les ayudan a contextualizar su situaci?n social, administrativa y jur?dica. "Ponemos encima de la mesa las dificultades, pero también lo bueno que tiene de haber llegado a este punto de su tr?nsito migratorio, que es violento, agotador y lleno de incertidumbre. Nosotros acogemos, informamos y protegemos", afirma Garc?a.
En los centros de internamiento trabajan equipos multidisciplinares. El personal jur?dico les orienta sobre las posibles peticiones de asilo y los integradores sociales organizan actividades para fomentar su socializaci?n y su formaci?n en el idioma. Los psic?logos juegan un papel importante en la vida de los recién llegados, pues est?n encontrando muchas dificultades a la hora de abordar las expectativas de trabajo. "Todos esperan llegar, conseguir un empleo y poder aportar a su familia. Les cuesta entender la burocracia que hay detr?s del poder empezar a trabajar", se?ala Kebaili.
Los migrantes, a juicio de Garc?a, "resisten tanto porque le ven sentido a su sufrimiento, a seguir adelante y a subirse en un cayuco, aunque no sepan si van a llegar o no, pues es la forma que ven de cambiar su futuro". Kebaili sostiene que se les debe atender con la mayor dignidad posible, porque todo el mundo tiene derecho a mejorar su nivel de vida. "Coger un cayuco no es la v?a m?s adecuada, pero no se les da otra opci?n", afirma el responsable de Accem en la Regi?n de Murcia, quien recuerda que desde 2005 su organizaci?n est? pidiendo que se habiliten v?as legales para la inmigraci?n. "Lo ?nico que se ha hecho es externalizar las fronteras, pero la gente va a seguir saliendo de sus pa?ses huyendo de la pobreza, de la inestabilidad pol?tica y de la inseguridad", concluye Kebaili.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/ultima-parada-ruta-canaria-95440835)
En fila, en silencio, guardando el orden y la disciplina; con apenas una bolsa en la mano para llevar sus pocos enseres personales, van pasando uno a uno el control de seguridad del aeropuerto. Una vez dentro, hasta la apertura de la puerta de embarque, algunos aprovechan para llamar a sus familiares y otros simplemente esperan con paciencia el momento en el que poner rumbo a un nuevo destino que les acerque a ese futuro mejor que tanto anhelan. Una escena que se repite casi cada d?a en los aeropuertos canarios y que desat? un cruce de reproches y acusaciones entre las diferentes administraciones de los territorios donde se reubica a los miles de migrantes cuya atenci?n no puede asumir el Archipiélago en solitario. A ellos poco les afectan las tensiones pol?ticas, pues por fin ven que el final de su trayecto est? m?s cerca.
Después de una peligrosa traves?a por mar para llegar a Canarias desde alg?n enclave de la costa africana, los migrantes pasan unos d?as en alg?n centro de internamiento de extranjeros (CIE), pero su objetivo no es instalarse en las Islas, la gran mayor?a mira hacia la Europa continental. Al bajar del avi?n les espera una nueva etapa. Es la ?ltima parada de la ruta canaria y la primera de su nuevo camino.
"Una vez en la Pen?nsula todo cambia. Pueden descansar después de sobrevivir a la traves?a en el mar. Es un tiempo para recuperarse y para ubicarse", apunta Mar Garc?a, adjunta responsable territorial de Accem en Extremadura y exdirecotra de Las Ra?ces, en Tenerife. Ya no hay tanta prisa, la angustia por salir se disipa y se sienten m?s relajados. Estos factores influyen en que el nivel de conflictividad de los centros sea m?nimo en relaci?n a los incidentes que se registran en los dispositivos de acogida del Archipiélago, donde la incertidumbre, la ansiedad, la preocupaci?n y la frustraci?n se convierten muchas veces en detonantes de un enfrentamiento. El traslado supone para ellos un choque emocional, pero "enseguida buscan wifi para comunicarse con sus familias en el pa?s de origen y llamar a sus contactos en Europa", explica Mohammed Kebaili, responsable de Accem en la Regi?n de Murcia, quien detalla que algunos entran en el centro muy asustados, "porque saben que empieza lo peor", y otros est?n muy felices por haber superado la traves?a.
Las derivaciones a distintos puntos de la Pen?nsula se est?n produciendo de forma muy ?gil. Los procedimientos se establecieron en el anterior pico de llegadas y eso ayuda a que ahora no se colapse el sistema de acogida de Canarias, donde el Ministerio de Migraciones pretende que la ocupaci?n nunca esté por encima de las 1.500 personas. A medida que quedan plazas libres en alguna comunidad aut?noma se inician los tr?mites para realizar las derivaciones que, en octubre ya hab?an superado las 5.000, seg?n afirm? el entonces ministro de Migraciones, José Luis Escriv?.
El personal de Accem, una de las entidades que gestiona centros de migrantes tanto en Canarias como en la Pen?nsula, ofrece una atenci?n personalizada. Se interesan por conocer el proyecto migratorio de los usuarios y les preguntan a d?nde quieren llegar. Los destinos m?s demandados son Barcelona, Almer?a, Valencia y Murcia, aunque también hay un porcentaje peque?o que solicita un billete hasta Ir?n, para después cruzar a Francia. Cuando est?n preparados para abandonar el recurso de acogida, se organiza el traslado en guagua o en tren y el Gobierno de Espa?a sufraga el coste de sus billetes.
"Les acompa?amos hasta la estaci?n y son conscientes de que en ese momento empieza lo m?s duro", explica la adjunta responsable territorial de Accem en Extremadura, quien aclara que desde la oenegé promueven un enfoque "muy realista" y les ayudan a contextualizar su situaci?n social, administrativa y jur?dica. "Ponemos encima de la mesa las dificultades, pero también lo bueno que tiene de haber llegado a este punto de su tr?nsito migratorio, que es violento, agotador y lleno de incertidumbre. Nosotros acogemos, informamos y protegemos", afirma Garc?a.
En los centros de internamiento trabajan equipos multidisciplinares. El personal jur?dico les orienta sobre las posibles peticiones de asilo y los integradores sociales organizan actividades para fomentar su socializaci?n y su formaci?n en el idioma. Los psic?logos juegan un papel importante en la vida de los recién llegados, pues est?n encontrando muchas dificultades a la hora de abordar las expectativas de trabajo. "Todos esperan llegar, conseguir un empleo y poder aportar a su familia. Les cuesta entender la burocracia que hay detr?s del poder empezar a trabajar", se?ala Kebaili.
Los migrantes, a juicio de Garc?a, "resisten tanto porque le ven sentido a su sufrimiento, a seguir adelante y a subirse en un cayuco, aunque no sepan si van a llegar o no, pues es la forma que ven de cambiar su futuro". Kebaili sostiene que se les debe atender con la mayor dignidad posible, porque todo el mundo tiene derecho a mejorar su nivel de vida. "Coger un cayuco no es la v?a m?s adecuada, pero no se les da otra opci?n", afirma el responsable de Accem en la Regi?n de Murcia, quien recuerda que desde 2005 su organizaci?n est? pidiendo que se habiliten v?as legales para la inmigraci?n. "Lo ?nico que se ha hecho es externalizar las fronteras, pero la gente va a seguir saliendo de sus pa?ses huyendo de la pobreza, de la inestabilidad pol?tica y de la inseguridad", concluye Kebaili.
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