الريــم
12-01-2023, 07:55 PM
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo no solo anula nombramientos del Gobierno de Pedro S?nchez también se pronuncia sobre el acoso sexual en el ?mbito administrativo y disciplinario. En la primera sentencia en la que se pronuncia sobre este asunto establece que para sancionarlo no es necesario "que el comportamiento, f?sico o verbal, de naturaleza sexual sea expl?cito, sino que puede ser impl?cito", siempre que basta con que sea "inequ?voco".
La Sala considera que el apartado primero del art?culo 7 de la ley Org?nica 3/2007 sobre igualdad efectiva entre mujeres y hombres, que regula el acoso sexual, no puede ser interpretado ?nicamente como contacto f?sico o como requerimiento de este mediante palabras. Tan es as? “que ese precepto legal significativamente no dice que el comportamiento, verbal o f?sico, de naturaleza sexual haya de ser expl?cito. Hay formas de conducirse que, aun siendo impl?citas, resultan inequ?vocas dentro de un determinado ambiente cultural”, subraya el tribunal.
La sentencia explica que, si bien la jurisprudencia penal sobre el delito de acoso sexual puede servir de orientaci?n en el ?mbito administrativo, la definici?n del acoso sexual es m?s amplia a efectos disciplinarios que a efectos penales. De tal forma que igual que el Derecho Penal no "opera solo contra las transgresiones m?s graves de los bienes jur?dicos, sino también en la esfera disciplinaria se tutela el correcto funcionamiento de los servicios p?blicos y, por tanto, pueden y deben sancionarse conductas que no ser?an penalmente reprochables. Esta mayor amplitud de lo disciplinario no supone, como se ha visto, merma de la exigencia de tipicidad”.
Para ver acoso sexual en un comportamiento impl?cito la sentencia pide valorar al menos tres datos. El primero es "la existencia o inexistencia de aceptaci?n libre por parte de la persona afectada", aunque con consentimiento, "un comportamiento objetiva y gravemente atentatorio contra la dignidad de la persona afectada podr?a constituir acoso sexual". También el contexto (profesional, docente, etc.) en que el comportamiento se produce, valorando hasta qué punto la persona afectada ha podido eludir los requerimientos y las molestias.
El tercero es "la dimensi?n temporal, pues a menudo no tiene el mismo significado -ni la misma gravedad- un suceso aislado que toda una serie sostenida y continuada de actos”.
En el hospital de Alcorc?n
La sentencia confirma as? una sanci?n de suspensi?n de funciones durante seis meses a un exjefe del Servicio de Oncolog?a del Hospital Universitario Fundaci?n de Alcorc?n por una infracci?n muy grave de acoso sexual continuado a una médico de dicho servicio, a la que nunca requiri? expresamente favores sexuales, ni se propas? f?sicamente con ella, pero le denunci? por sus “constantes muestras de atenci?n no requeridas entre junio de 2016 y junio de 2018”, que consist?an en convocatorias al despacho del jefe del Servicio por motivos no profesionales, llamadas de este al m?vil y al busca, y trato diferente en lo relativo a la inclusi?n de fotograf?as en la p?gina web y actividades del servicio.
Tras abrirle un expediente disciplinario, el rector de la Universidad Rey Juan Carlos, de la que depende este hospital, le impuso la citada sanci?n. Posteriormente, un juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Madrid consider? que el pliego de cargos formulado en el expediente disciplinario no respetaba el derecho fundamental del sancionado a ser informado de la acusaci?n, al no contener los elementos esenciales del hecho sancionable y de su calificaci?n jur?dica y, por consiguiente, no permitir el adecuado ejercicio del derecho de defensa.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, por su parte, descart? cualquier vulneraci?n de este derecho y resolvi? que hubo acoso sexual por m?s que el sancionado no requiriese expresamente favores sexuales de su subordinada, ni se propasara f?sicamente con ella. Disconforme con el fallo, el exjefe médico recurri? ante el Tribunal Supremo que ahora ha desestimado su recurso y ha confirmado la sanci?n, al entender que "la sentencia impugnada razona muy atinadamente que el comportamiento del recurrente estuvo guiado por la libido, fue continuado durante dos a?os y no tuvo ninguna clase de acogida por parte de la persona afectada, que adem?s era su subordinada, no cabe sino concluir que la calificaci?n como infracci?n muy grave de acoso sexual es ajustada a Derecho”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/supremo-fija-acoso-sexual-castigarse-95349148)
La Sala considera que el apartado primero del art?culo 7 de la ley Org?nica 3/2007 sobre igualdad efectiva entre mujeres y hombres, que regula el acoso sexual, no puede ser interpretado ?nicamente como contacto f?sico o como requerimiento de este mediante palabras. Tan es as? “que ese precepto legal significativamente no dice que el comportamiento, verbal o f?sico, de naturaleza sexual haya de ser expl?cito. Hay formas de conducirse que, aun siendo impl?citas, resultan inequ?vocas dentro de un determinado ambiente cultural”, subraya el tribunal.
La sentencia explica que, si bien la jurisprudencia penal sobre el delito de acoso sexual puede servir de orientaci?n en el ?mbito administrativo, la definici?n del acoso sexual es m?s amplia a efectos disciplinarios que a efectos penales. De tal forma que igual que el Derecho Penal no "opera solo contra las transgresiones m?s graves de los bienes jur?dicos, sino también en la esfera disciplinaria se tutela el correcto funcionamiento de los servicios p?blicos y, por tanto, pueden y deben sancionarse conductas que no ser?an penalmente reprochables. Esta mayor amplitud de lo disciplinario no supone, como se ha visto, merma de la exigencia de tipicidad”.
Para ver acoso sexual en un comportamiento impl?cito la sentencia pide valorar al menos tres datos. El primero es "la existencia o inexistencia de aceptaci?n libre por parte de la persona afectada", aunque con consentimiento, "un comportamiento objetiva y gravemente atentatorio contra la dignidad de la persona afectada podr?a constituir acoso sexual". También el contexto (profesional, docente, etc.) en que el comportamiento se produce, valorando hasta qué punto la persona afectada ha podido eludir los requerimientos y las molestias.
El tercero es "la dimensi?n temporal, pues a menudo no tiene el mismo significado -ni la misma gravedad- un suceso aislado que toda una serie sostenida y continuada de actos”.
En el hospital de Alcorc?n
La sentencia confirma as? una sanci?n de suspensi?n de funciones durante seis meses a un exjefe del Servicio de Oncolog?a del Hospital Universitario Fundaci?n de Alcorc?n por una infracci?n muy grave de acoso sexual continuado a una médico de dicho servicio, a la que nunca requiri? expresamente favores sexuales, ni se propas? f?sicamente con ella, pero le denunci? por sus “constantes muestras de atenci?n no requeridas entre junio de 2016 y junio de 2018”, que consist?an en convocatorias al despacho del jefe del Servicio por motivos no profesionales, llamadas de este al m?vil y al busca, y trato diferente en lo relativo a la inclusi?n de fotograf?as en la p?gina web y actividades del servicio.
Tras abrirle un expediente disciplinario, el rector de la Universidad Rey Juan Carlos, de la que depende este hospital, le impuso la citada sanci?n. Posteriormente, un juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Madrid consider? que el pliego de cargos formulado en el expediente disciplinario no respetaba el derecho fundamental del sancionado a ser informado de la acusaci?n, al no contener los elementos esenciales del hecho sancionable y de su calificaci?n jur?dica y, por consiguiente, no permitir el adecuado ejercicio del derecho de defensa.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, por su parte, descart? cualquier vulneraci?n de este derecho y resolvi? que hubo acoso sexual por m?s que el sancionado no requiriese expresamente favores sexuales de su subordinada, ni se propasara f?sicamente con ella. Disconforme con el fallo, el exjefe médico recurri? ante el Tribunal Supremo que ahora ha desestimado su recurso y ha confirmado la sanci?n, al entender que "la sentencia impugnada razona muy atinadamente que el comportamiento del recurrente estuvo guiado por la libido, fue continuado durante dos a?os y no tuvo ninguna clase de acogida por parte de la persona afectada, que adem?s era su subordinada, no cabe sino concluir que la calificaci?n como infracci?n muy grave de acoso sexual es ajustada a Derecho”.
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