الريــم
11-23-2023, 09:50 AM
Cuatro cuerpos, el de un padre, una madre y sus dos hijos. Los cuatro, ahorcados, balance?ndose durante minutos en el escenario de un teatro, el de Conde Duque, en cuyo patio de butacas se vivi? uno de los silencios m?s sobrecogedores que se recuerdan. Su autor, Milo Rau, llev? a escena en una obra llamada Familie la historia real de los Demeester, una familia francesa de clase media, normal?sima y sin problemas financieros o psicol?gicos, cuyos miembros decidieron suicidarse en 2007. Dejaron una nota en la que escribieron: "nos hemos equivocado demasiado". Después, se ahorcaron en el porche. ?Por qué? La respuesta sigue siendo un misterio. Un a?o después, Milo Rau vuelve al Festival de Oto?o de Madrid (https://www.epe.es/es/cultura/20231122/milo-rau-director-escena-antigone-in-the-amazon-festival-otono-teatro-politico-94917159) con una nueva pieza llamada Antigone in the Amazon en la que el director art?stico del Teatro Nacional de Gante (NTGent) y nuevo director del Wiener Festwochen (Festival de Viena) revisita la tragedia de Ant?gona y finaliza su Trilog?a de la Antigüedad tras Orestes en Mosul y la pel?cula The New Gospel. En enero de 2024, Rau volver? a Madrid, al Centro Dram?tico Nacional, con una obra llamada Everywoman, una historia en torno a la muerte a partir de la conversaci?n entre dos mujeres, una actriz de éxito y una mujer con una enfermedad terminal cuyo ?ltimo deseo es actuar en una obra de teatro.
Rau, director, dramaturgo, cineasta y periodista suizo, se dio a conocer en Espa?a en 2013 con Hate Radio, un montaje sobre el genocidio de Ruanda en el que reconstru?a con actores tutsis una emisi?n de la Radio Televisi?n Libre de las Mil Colinas, conocida como ‘la radio del odio’ por su papel al servicio de la guerra. Desde 2007, a?o en que crea el International Institute of Political Murder, su productora de cine y teatro, Rau ha llevado a escena m?s de 50 pel?culas, libros, exposiciones, acciones y producciones teatrales, entre ellas el juicio a los Ceausescu o a las Pussy Riot, las atrocidades de Marc Dutroux o la guerra civil en el Congo. El teatro de Milo Rau, uno de los grandes directores de escena europeos, suma a su dimensi?n art?stica una clara vocaci?n pol?tica que fija su mirada en la violencia estructural de la sociedad occidental. Pero Rau no pretende inundar de ret?rica activista el escenario y aligerar el sentimiento de culpa del espectador de clase media. Lo que persigue el artista suizo es un cambio, una transformaci?n, y que eso que sucede en escena desborde los l?mites de lo puramente teatral.
Nada es m?s monstruoso que el hombre
En esta relectura del texto de S?focles, Ant?gona es interpretada por la activista ind?gena amaz?nica Kay Sara, a quien veremos en pantalla junto con un coro griego formado por los sobrevivientes de la masacre del 17 de abril 1996 en el estado amaz?nico de Par?, cuando la polic?a militar brasile?a abri? fuego contra un grupo de campesinos y campesinas del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) que marchaban por la reforma agraria. Fueron asesinadas 19 personas y Rau recrea en escena esa matanza que para él representa un “choque sangriento entre la sabidur?a tradicional y el turbocapitalismo global, una epopeya de la lucha de la humanidad contra su ca?da autoinfligida en la codicia, la ceguera y la arrogancia”. En su puesta en escena, Rau intercala secuencias de v?deo con escenas en vivo en las que los intérpretes hablan del proceso de creaci?n de la obra, de su experiencia con los supervivientes de la masacre o de c?mo “hay muchos monstruos, pero nada es m?s monstruoso que el hombre”, dice Ant?gona en una obra que su director concibe como “la lucha del pueblo contra la dictadura".
Image ID:
94942771
Milo Rau, director art?stico de NTGent.
MICHIEL DEVIJVER
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En 2018, Rau se encontraba en Brasil representando La reprise, una pieza en la que reconstru?a el asesinato en Lieja, en abril de 2012, de un joven llamado Ihsane Jarfi, musulm?n y gay, cuando se le acercaron miembros del MST y le plantearon la posibilidad de trabajar juntos en una obra teatral. “Fueron ellos los que tuvieron la idea de Ant?gona y decidimos hacerlo juntos porque es una historia sobre la disidencia, sobre una sociedad tradicional que se enfrenta al capitalismo moderno”, explica a este diario en una conversaci?n por zoom. El hermano de Ant?gona es asesinado y Creonte proh?be que lo entierren, y eso, sostiene Rau, “es un poco parecido a lo que ocurre también en Brasil, donde hay personas desaparecidas, personas a las que no se puede enterrar”.
En esta pieza, el compromiso de Milo Rau con el Movimiento Sin Tierra no se limita a su participaci?n en el proceso creativo o a su presencia en escena, va m?s all? y tiene que ver con la forma de concebir una producci?n de este tipo: “Desde el principio, decidimos que los derechos que ?bamos a conseguir en la gira fueran para el MST y firmamos un contrato con ellos, pero no solo con los actores, también con las organizaciones. Adem?s, hicimos una campa?a con muchos intelectuales de Europa y de Estados Unidos como Varoufakis, Angela Davis o Noam Chomsky y conseguimos su apoyo al MST. Ellos son los mayores productores de arroz de Latinoamérica, pero sus productos no son distribuidos porque la red est? en manos de compa??as europeas como Nestlé, as? que también empezamos a distribuir sus productos en Europa, en supermercados biol?gicos”.
Es dif?cil estar a la altura de la militancia y el activismo de un director como Rau, cuyo trabajo art?stico busca modificar las reglas del juego no solo en el terreno econ?mico y de producci?n, sino también en un plano pol?tico y diplom?tico. El director suizo sostiene que “el MST es el movimiento social m?s fuerte de Brasil y del planeta, pero no son muy conocidos en Europa, por lo menos en el norte, as? que para ellos esta obra es también una herramienta para que se les conozca mejor. Por ejemplo, en Austria les presenté al presidente y en Avignon, al ministro de Cultura francés. Lo que intento realmente es darles apoyo diplom?tico porque en Brasil se les percibe, no con Lula pero s? antes, con Bolsonaro, como medio ilegales, y yo intento contribuir a su legalizaci?n, de alguna manera, y eso lo podemos hacer a través de este v?nculo con la obra”.
“Lo que hemos aprendido” a lo largo de todo este proceso, explica Rau, “es que est?n mucho m?s adelantados que los movimientos sociales europeos por c?mo a?nan pol?ticas cl?sicas marxistas con pol?ticas de identidad, c?mo vinculan los derechos LGTBI o el Black Lives Matter con la lucha cl?sica por recuperar su tierra. En Brasil perdura la misma distribuci?n de la tierra que en la colonizaci?n y eso es una locura, no ha habido una reforma, y eso solo puede hacerse con el apoyo de Europa. Creo que hay muchas cosas que los activistas y los artistas europeos podemos aprender de ellos porque est?n generaciones por delante de nosotros. Y eso es sumamente impresionante”.
Tomar las instituciones
Sobre esa contradicci?n inherente al hecho de crear obras cr?ticas con un sistema que, para empezar, las financia y, finalmente, acaba absorbiendo, Rau apela al fil?sofo Adorno, “que dijo que no se puede vivir una vida justa en un sistema falso, as? que es cierto que hay una contradicci?n performativa cuando haces un teatro pol?tico contra el capitalismo dentro del sistema capitalista, pero también creo que hay formas de hacerlo, y una de ellas es crear lo que yo llamo solidaridades invencibles o grupos invencibles de personas”.
El pasado mes de enero, Rau fue nombrado nuevo director art?stico del Festival de Viena, al que se incorporar? en julio de este a?o y durante los pr?ximos cinco a?os. Entonces, declar? que su intenci?n es “crear un festival de teatro m?tico, enorme y controvertido, un festival con todos y para todos, polifacético, formalmente diverso, apasionado y combativo”.
?C?mo de combativo se puede ser al frente de un gran festival como el de Viena en un pa?s, adem?s, que est? sufriendo un importante avance de la ultraderecha? “Por supuesto que sabemos que la ultraderecha est? llegando y debemos estar preparados para las elecciones del pr?ximo a?o. En Europa ten?amos un sistema democr?tico bastante estable, pero este sistema est? fallando, as? que haremos del festival un espacio ut?pico. Yo tomé la decisi?n, hace algunos a?os, de entrar en las instituciones cuando asum? la direcci?n del Teatro Nacional de Gante y cuando me convert? en parte de una instituci?n entend? lo dif?cil que es cambiarlas y abrirlas. Pero creo que eso es s?per importante, somos la generaci?n que naci? para criticar cada acto, cada instituci?n, cada historia, cada punto de vista moral, y ahora es el momento de tomar las instituciones, construir lo que creemos que podr?a ser una alternativa mejor y cambiar las formas de producir, representar y distribuir. Y, por supuesto, los teatros de la ciudad y los grandes festivales son el lugar para hacerlo”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/milo-rau-director-escena-dramaturgo-94981047)
Rau, director, dramaturgo, cineasta y periodista suizo, se dio a conocer en Espa?a en 2013 con Hate Radio, un montaje sobre el genocidio de Ruanda en el que reconstru?a con actores tutsis una emisi?n de la Radio Televisi?n Libre de las Mil Colinas, conocida como ‘la radio del odio’ por su papel al servicio de la guerra. Desde 2007, a?o en que crea el International Institute of Political Murder, su productora de cine y teatro, Rau ha llevado a escena m?s de 50 pel?culas, libros, exposiciones, acciones y producciones teatrales, entre ellas el juicio a los Ceausescu o a las Pussy Riot, las atrocidades de Marc Dutroux o la guerra civil en el Congo. El teatro de Milo Rau, uno de los grandes directores de escena europeos, suma a su dimensi?n art?stica una clara vocaci?n pol?tica que fija su mirada en la violencia estructural de la sociedad occidental. Pero Rau no pretende inundar de ret?rica activista el escenario y aligerar el sentimiento de culpa del espectador de clase media. Lo que persigue el artista suizo es un cambio, una transformaci?n, y que eso que sucede en escena desborde los l?mites de lo puramente teatral.
Nada es m?s monstruoso que el hombre
En esta relectura del texto de S?focles, Ant?gona es interpretada por la activista ind?gena amaz?nica Kay Sara, a quien veremos en pantalla junto con un coro griego formado por los sobrevivientes de la masacre del 17 de abril 1996 en el estado amaz?nico de Par?, cuando la polic?a militar brasile?a abri? fuego contra un grupo de campesinos y campesinas del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) que marchaban por la reforma agraria. Fueron asesinadas 19 personas y Rau recrea en escena esa matanza que para él representa un “choque sangriento entre la sabidur?a tradicional y el turbocapitalismo global, una epopeya de la lucha de la humanidad contra su ca?da autoinfligida en la codicia, la ceguera y la arrogancia”. En su puesta en escena, Rau intercala secuencias de v?deo con escenas en vivo en las que los intérpretes hablan del proceso de creaci?n de la obra, de su experiencia con los supervivientes de la masacre o de c?mo “hay muchos monstruos, pero nada es m?s monstruoso que el hombre”, dice Ant?gona en una obra que su director concibe como “la lucha del pueblo contra la dictadura".
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Milo Rau, director art?stico de NTGent.
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En 2018, Rau se encontraba en Brasil representando La reprise, una pieza en la que reconstru?a el asesinato en Lieja, en abril de 2012, de un joven llamado Ihsane Jarfi, musulm?n y gay, cuando se le acercaron miembros del MST y le plantearon la posibilidad de trabajar juntos en una obra teatral. “Fueron ellos los que tuvieron la idea de Ant?gona y decidimos hacerlo juntos porque es una historia sobre la disidencia, sobre una sociedad tradicional que se enfrenta al capitalismo moderno”, explica a este diario en una conversaci?n por zoom. El hermano de Ant?gona es asesinado y Creonte proh?be que lo entierren, y eso, sostiene Rau, “es un poco parecido a lo que ocurre también en Brasil, donde hay personas desaparecidas, personas a las que no se puede enterrar”.
En esta pieza, el compromiso de Milo Rau con el Movimiento Sin Tierra no se limita a su participaci?n en el proceso creativo o a su presencia en escena, va m?s all? y tiene que ver con la forma de concebir una producci?n de este tipo: “Desde el principio, decidimos que los derechos que ?bamos a conseguir en la gira fueran para el MST y firmamos un contrato con ellos, pero no solo con los actores, también con las organizaciones. Adem?s, hicimos una campa?a con muchos intelectuales de Europa y de Estados Unidos como Varoufakis, Angela Davis o Noam Chomsky y conseguimos su apoyo al MST. Ellos son los mayores productores de arroz de Latinoamérica, pero sus productos no son distribuidos porque la red est? en manos de compa??as europeas como Nestlé, as? que también empezamos a distribuir sus productos en Europa, en supermercados biol?gicos”.
Es dif?cil estar a la altura de la militancia y el activismo de un director como Rau, cuyo trabajo art?stico busca modificar las reglas del juego no solo en el terreno econ?mico y de producci?n, sino también en un plano pol?tico y diplom?tico. El director suizo sostiene que “el MST es el movimiento social m?s fuerte de Brasil y del planeta, pero no son muy conocidos en Europa, por lo menos en el norte, as? que para ellos esta obra es también una herramienta para que se les conozca mejor. Por ejemplo, en Austria les presenté al presidente y en Avignon, al ministro de Cultura francés. Lo que intento realmente es darles apoyo diplom?tico porque en Brasil se les percibe, no con Lula pero s? antes, con Bolsonaro, como medio ilegales, y yo intento contribuir a su legalizaci?n, de alguna manera, y eso lo podemos hacer a través de este v?nculo con la obra”.
“Lo que hemos aprendido” a lo largo de todo este proceso, explica Rau, “es que est?n mucho m?s adelantados que los movimientos sociales europeos por c?mo a?nan pol?ticas cl?sicas marxistas con pol?ticas de identidad, c?mo vinculan los derechos LGTBI o el Black Lives Matter con la lucha cl?sica por recuperar su tierra. En Brasil perdura la misma distribuci?n de la tierra que en la colonizaci?n y eso es una locura, no ha habido una reforma, y eso solo puede hacerse con el apoyo de Europa. Creo que hay muchas cosas que los activistas y los artistas europeos podemos aprender de ellos porque est?n generaciones por delante de nosotros. Y eso es sumamente impresionante”.
Tomar las instituciones
Sobre esa contradicci?n inherente al hecho de crear obras cr?ticas con un sistema que, para empezar, las financia y, finalmente, acaba absorbiendo, Rau apela al fil?sofo Adorno, “que dijo que no se puede vivir una vida justa en un sistema falso, as? que es cierto que hay una contradicci?n performativa cuando haces un teatro pol?tico contra el capitalismo dentro del sistema capitalista, pero también creo que hay formas de hacerlo, y una de ellas es crear lo que yo llamo solidaridades invencibles o grupos invencibles de personas”.
El pasado mes de enero, Rau fue nombrado nuevo director art?stico del Festival de Viena, al que se incorporar? en julio de este a?o y durante los pr?ximos cinco a?os. Entonces, declar? que su intenci?n es “crear un festival de teatro m?tico, enorme y controvertido, un festival con todos y para todos, polifacético, formalmente diverso, apasionado y combativo”.
?C?mo de combativo se puede ser al frente de un gran festival como el de Viena en un pa?s, adem?s, que est? sufriendo un importante avance de la ultraderecha? “Por supuesto que sabemos que la ultraderecha est? llegando y debemos estar preparados para las elecciones del pr?ximo a?o. En Europa ten?amos un sistema democr?tico bastante estable, pero este sistema est? fallando, as? que haremos del festival un espacio ut?pico. Yo tomé la decisi?n, hace algunos a?os, de entrar en las instituciones cuando asum? la direcci?n del Teatro Nacional de Gante y cuando me convert? en parte de una instituci?n entend? lo dif?cil que es cambiarlas y abrirlas. Pero creo que eso es s?per importante, somos la generaci?n que naci? para criticar cada acto, cada instituci?n, cada historia, cada punto de vista moral, y ahora es el momento de tomar las instituciones, construir lo que creemos que podr?a ser una alternativa mejor y cambiar las formas de producir, representar y distribuir. Y, por supuesto, los teatros de la ciudad y los grandes festivales son el lugar para hacerlo”.
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